LA COCINA ERA UN DESASTRE, LOS VASOS AMONTONADOS y el mesón lleno de weas... diosito ampare a la mamá del Felix.

—¿Queri tomar algo?

—¿Qué hay?

—Amm... ¿no sé, leche con chocolate?

—¿Estamos carreteando y me ofrecí una chocomilk?—solté una risa— ¿me estay queriendo seducir?

—La verdad es que si, la verda que la leche con milo me queda terrible rica—sonrió mientras que buscaba la leche en polvo— ¿el Lix no tiene milo?

—Ni idea, deja ver.

Suspiré viendo que las repisas eran altas, por lo que, mi mejor opción era subirme en los mesones, y ahí estaba, tratando de subirme a saltos.

—¿no querí subirte en mis hombros?—me habló a mis espaldas, sintiendo un escalofrío.

—Bueno... es que—apunte arriba— tiene cola cao, ¿te sirve?

—Todo sirve—comentó, tomando mi cintura con una mano y sacó la bolsita del colacao.

Oh ctm. Su perfume olía rico, su tacto era cálido y no podía evitar sentirme nerviosa ante su comportamiento tan de ensueño, incluso, si este era el cielo prefería quedarme aquí.

—¿Quieres harto o poco?—preguntó mientras que buscaba los vasos— ¿o prefieres compartir?

—Compartamos—respondí, lanzándome de una— ¿o eso es problema?

—Para nada, es que queda poquito—me mostró  la bolsa y me puse roja— igual no me molesta dividirlo.

Asentí mientras que me dedicaba a ver la cocina haciéndome la weona, escucharlo reír fue como sentirme en las nubes... ¿acaso estaba webiandome o realmente esto era real?

—¿Oye y cuándo...

—Sexto básico, alianzas—respondió mientras que sacaba la leche del refrigerador— ¿eres intolerante a la lactosa?

—Un poco, ¿es entera?

—No, pero es sin lactosa—respondió— bueno... realmente no fue precisamente en las actividades, me acuerdo que estabas corriendo detrás del Chanyeol y...

—Si, realmente en ese tiempo a esos weones le gustaba webiar al Lee, así que, tuve que ponerme la capa.

—¿En serio?

—Si, realmente siempre cuido a los míos en silencio, ya sabi, "un lobo siempre cuida a su loba"—bromeé con el meme de lobos—de hecho, ese día le habían quitado su blade blade y como el weon dice que le da lo mismo, yo tuve que recuperarlo—suspiré— ¿pero por qué ese día?

—Bueno, verte correr con tu pelito al viento fue... lindo—admitió— así que, me dedique a ser espectador.

—Ah... ¿y tu?

—Oh no, no quiero jugar—solté una risa avergonzada—

—Pero yo te dije—lo vi acercarse a mi con un pucherito y dos vasos— dime y prometo no contarle a nadie.

—Primero básico...—respondí bajito, sintiendo mi garganta apretarse y mis ojos picar.

Me costaba demasiado hablar de mis sentimientos y no sabía porque, es decir, no le podía creer que mágicamente este queriendo estar conmigo... quizás eran mis inseguridades saliendo a la vista.

—¿En primero qué...

—Sorry pero tengo que ir al baño—le interrumpí y salí corriendo a quién sabe donde.

LA MÚSICA SONABA EN MIS OÍDOS Y REALMENTE ESTABA TOTALMENTE MAREADA DE TANTO SENTIMIENTO y pensamiento, incluso, el haberme acostado en el piso de la pieza de los papás del Felix me hacía sentir irreal, como si no fuera mi li.

—Amiga date cuenta, ese logi no te quiere la pulenta—escuché en mis oídos en un tono terrible flaite sobre la música, haciéndome reír— ¿por qué tan solita?

—Na' po—respondí mirando al I.M—  ando aquí, escondida—suspiré— no quiero bajar.

—¿De quién nos escondemos?, ¿alguien te hizo algo?

—No no, es solo que... ¿es tan terrible gustar de mí?—pregunté mirando el techo, con un tono raro.

—¿Quién te dijo semejante cosa, wachita?—se sentó para mirarme— oe po, dime quién te dijo esa wea.

—Nadie, solo es una duda.

—Si no fuerai mi amiga, me lanzó—admitió honesto— y tu sabí que si, mi amor.

—Ya, pero lo dices como amigo po—rodeé mis ojos— te lo digo en serio, ¿es terrible?

—Yo también lo digo en serio—se cruzó de brazos, tomando mi mano para sentarme— ¿quién te dijo semejante wea?

—Yo...—lo miré y sentí mis ojitos aguarse, sintiendo mi garganta apretarme— es que yo...

—Missy, weon... — y me abrazó.

Me hundí en su pecho, realmente yo era bonita y mi ego siempre me hacía pensar que era la mina más deslumbrante del lugar, pero luego estaba mi autoestima que me decía que no, que era simplemente imposible.

—¿Quién lo dijo?, para ir a sacarle la conchetumare—volvió a repetir.

Me separé y negué mirando mis manos, realmente siempre era lo mismo conmigo. Me callaba mis weas y peleaba por los demás, pero no me molestaba.

—Es una tontera, anda noma—le sonreí palmeando su mano, sorbeteando mis mocos.

—No, no quiero irme—me respondió.

Y se me ocurrió mirar por la puerta abierta, notando como el Lee iba de la mano, siendo guiado por la Yuna, quién seguía con mi poleron a una pieza mientras ella parloteaba. Me sentí tan... fuera de lugar.

—¿Qué mirai?—me preguntó y vio a mi dirección— ¿estay bien?

—Si si, simplemente... voy al baño, tu anda a carretear—le di un golpecito en el hombro sonriendo— escuché que tu apecita esta sola abajo.

—Realmente no esta abajo, pero ire igual—me guiñó un ojo, besando mi frente y se levantó— cualquier wea, voh gritai y voy.

ME METÍ AL BAÑO MIENTRAS QUE TRATABA DE CONTROLARME UN POCO, TODO HABÍA SIDO COMPLETAMENTE UN ASCO DESDE que el Lee había dicho esas weas, sumándole la supuesta declaración de mi ap y la Yuna con mi ropa... ¿qué estaba pasándome?, no se y no quiero saber.

Me arreglé con mi dedito mis pestañas y mi delineado, lista para abrir la puerta y cuando lo hago, el saco wea estaba afuera.

—Missy...—la voz del Lee sonó como si hubiera visto un fantasma.

—Si ya me iba, pasa tranquilo—hablé dispuesta a irme.

—¡Lee!/¡Missy!—escuché un par de gritos.

El Minho se metió conmigo al baño y con algo de fuerza me acorraló contra la puerta, haciéndome querer chillar del susto, pero me lo impidió con su mano sobre mis labios.

—Shhhh—soltó.

Estaba cargando con parte de su peso también la puerta y yo simplemente estaba ahí, mirándolo como weona.

—Por fin puedo estar solo...—habló— y puedo estar contigo.

Y aquí supe que todo se pondría se cabeza, cuando me miré con él y Ojitos Lindos comenzó a sonar abajo por los parlantes.