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ESTABAMOS JUGANDO CARTAS, MÁS BIEN UNO, donde la Mich de cierta manera iba ganando.

—Uno—dijo tirando un cuatro azul.

—Más cuatro, rojo—dije tirando después de ella— ¡Uno!—grité eufórica.

Cache que las otras dos se miraron.

—Más dos—tiró la Nini.

—Más cuatro—tiró la Magda ahora— verde

—Puta la wea—hizo una mueca, tomando las 10 cartas.

—Reversa—dije tirándola al montón— gané

—¡Tramposa culia!—chilló la Magda— eso no se puede hacer

—Técnicamente lo de tirar un +2luego de un +4 y así, tampoco—dije obvia— así que, calamita nomas

Ellas siguieron jugando, mientras yo por fin me dignaba a revisar mi teléfono, el cual tenía mínimo 300 mensajes de los amigos del Lee en el grupo que sus amigos habían creado, y que para colmo, se hablaban estando al lado, así que, me dedique a leer las tonteras mientras sonreía aguantando la risa, para no llamar la atención.

—Ya, hagamos otra—dijo la Mich— y la que gana, recibe luca quinientos de cada una

—Demosle—me acomode en mi lugar para poder volver a jugar— pero, sin pasar sí

—Yapo—dijo la Magda— voy a ganar, así que, subamos a cinco lucas cada una

—Yapo

ESTABAMOS EN LENGUAJE Y MIRABA CON UNA SONRISA LAS quince luquitas que me había hecho gracias a las chiquillas, cuando me llegó un papel en toda la cara, soltando un grito ruido raro del susto. Abrí la bolita para leer lo que decía adentro.

"TAN NOVIO Y SIN BONITA, ADMIRADOR SECRETO

SOY MISERY"

—¿Qué tienes ahí?—dijo la Mich, y voltee a verla.

—Ni idea, supongo que una carta de mi misma para mi misma—se la entregué.

—Aaaaa—asintió ella— ¿quién te escribió esto?

—Ni idea—me encogí de hombros— pero bueno, es lo que pasa nomas

—Me tinca que algún weon de nervioso escribió esa wea

—Yo creo que nervioso es poco—se rió— oye Maida, cacha—dijo tomando el papel para dárselo.

—Pobre sujeto—soltó una risa escandalosa— dale la pasada

—No puede decirle algo si no sabe quien es—admitió la Nini tomando el papel— oh.. que aweonao

Voltee a mirar a todos en la sala, más que nada, para sacar las sospechas de quién fue pero nadie llamaba mucho mi atención, a excepción del grupo de 8 weones que estaban riéndose a todo chancho al final de la sala.

ESTABAMOS EN EDUCACIÓN FÍSICA, Y ALGO QUE ME GUSTABA DE ESTA CLASE ES QUE COMPARTIAMOS CON el otro cuarto, y es que, ver al Eunwoo sudando como condenado luego de un partido de cualquier wea que nos hagan jugar era simplemente algo preciado para mí.

—Cierra las patas—dijo la Michie en mi oído y carraspee, desviando la mirada a otro lado.

—Déjala—la Nini me defendió, abrazándome por los hombros— si esta bien que le guste mirar a su pololo

—No es mi pololo—admití, apoyando mi cabeza en el hombro de mi amiga— ¿y la Maida?

—Está con el Fefi—apuntó la Mich— y yo me voy con el Tae, que me esta llamando—apuntó a lo lejos— nos vemos cabras

—Vaya nomas mi amor—le dijimos al mismo tiempo.

Y ambas nos miramos, soltando una risa y negamos.

—Nos abandonaron por un par de weones—dijimos, yendo a las bancas para sentarnos.

—La cagó, ¿y el profe?—le pregunté.

—Pensé que sabías algo—dijo riéndose— es que siempre sabes todo

—¡Nini!—gritó la Suzy a lo lejos— ¡ven un poco!

Mi amiga me miró con una mueca, y asentí.

—Anda nomas—le guiñé un ojo.

—No te muevas, ya vengo—y se fue trotando.

Suspire subiendo mis piernas a la banca y abracé mis piernas, apoyando mi mentón en mis rodillas sin saber que wea hacer y es que, fuera de mis amigas, el I.M y el Lee no tenía más círculo social, más que nada porque no era muy buena haciendo nuevos amigos.

—Tan solita—escuché a mi lado.

—Diría que estoy esperando a alguien—respondí sin siquiera mirar a mi acompañante.

—Entonces esperemos juntos—y decidí voltear, viendo a mí ap a mi lado, sentado de la misma forma y sonriéndome con esa sonrisa preciosa.

—¿Tú no estabas...—apunté con una mano, sin siquiera dejar de abrazarme.

—Estaba—admitió— realmente esperaba a que estuvieras sola, así, podemos hablar con tranquilidad

—¿Hablar?, ¿paso algo?—consulté con curiosidad.

Asintió, llevado uno de sus dedos a sus labios rosados suaves y apetecibles.

—Lo que pasa es que...

Y fue interrumpido cuando entró el profe al gimnasio, y todos llegaron corriendo a las bancas, provocando que me encogiera en mi lugar por el miedo que me daba esa estampida, pero a diferencia de las veces anteriores, sentí unos brazos envolverme y un perfume demasiado masculino y embriagante, haciéndome cerrar los ojos y acurrucarme contra quien sea que me haya abrazado.

ESTABA EN EL EQUIPO DEL JEONGHAN Y EN LA PARTE DERECHA DE LA CANCHA, había un juego en particular que me gustaba y me daba cuco, y se llama las quemadas, más que nada, porque había casos en donde muchos se picaban y los pelotazos eran algo agresivos.

—Entonces, el equipo perdedor deberá hacer 15 lagartijas y 15 sentadillas—dijo el profe Heechul.

—Cagamos—chillé, mirando al equipo contrario.

Y cuando el profe soplo el silbato, comenzó el juego. Y es que, esquivar la pelota con poses weonas era la pasión de cualquier jugador de esta wea, pero en mi caso, no hacía mucho porque me ponía bien al final y usando a los demás como escudo humano. Y es que, a pesar de que era entretenido para muchos, a mi me aburría el hecho de que al ser tantos weones, no es chistoso estar como 30 minutos esquivando una pelota.

Y como suele pasar, quedábamos luego de mucho rato 5 weones en mi equipo y como 10 del otro, por lo que, uno debía aplicar los skills de gusano con sal para esquivar.

—¿Cómo son tan malos jugando a las quemadas?—chillé mirando como el Lee Know tomaba la pelota.

—Cállate y concentrate mejor—la voz del Kihyun me hizo asentir— no quiero hacer sentadillas, así que, cabros, esquiven nomas

ESTABA EN LA ENFERMERÍA CONTROLANDO LA SANGRE de nariz que me había provocado un pelotazo en la ñata, y es que, había sido la ultima de equipo contra tres, tres hombres influyentes en mi vida —el Lee Know, el Eunwoo y el I.M—, aunque, sospecho que el bruto culiao fue el Lee Know, porque lo mandaron conmigo.

—¿Estás bien?—me preguntó el MinHo— ¿Necesitas algo?

Negué con la cabeza, para dedicarle una sonrisa falsa.

—Andate nomas—dije mientras me acomodaba en la camilla— en unos minutos debería llegar la que trabaja acá en la enfermería

Y sin siquiera decir algo, se fue.

—Aweonao—gruñí.

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