Especial 3°. Pasado.
La pequeña de cabellos azules claros miro la puerta por la que había salido su padre hace unos segundos, sus gritos y sollozos aun resonaban en su cabeza.
Regresó la mirada a su madre, la cual se quitaba la máscara que le proporcionaba oxigeno de forma artificial.
— _________ hija, ¿podrías acercarte?.— pregunto su madre con voz suave y apenas audible que se encontraba en aquella camilla.
No le gustaban los hospitales.
Tal vez por que le recordaban cosas malas.
El olor a medicamentos y lavanda, ciertamente del limpia pisos inundaban sus fosas nasales, en otro momento aquel olor tan suave a lavanda le habría encantado, pero en este momento al ver a su madre en aquella camilla con apariencia delicada y demacrada le provocaba un nudo en la garganta y ganas de vomitar.
Los ojos de su madre eran decorados con ojeras, demostraban un brillo cansado, parecía que en cualquier momento se cerrarían.
Sus cabellos que en ese momento estaban esparcidos por la almohada tan hermosos y bien cuidados lucían descuidados y opacos.
Su frente se encontraba con una fina capa de sudor.
La pequeña se limito a asentir y acercarse, al estar a su lado, su madre esta hizo un esfuerzo por levantar su mano y llevarla a la mejilla de la pequeña.
— ¿Podrías escuchar a tu mami, por favor?.— preguntó a lo que la pequeña se limito a asentir, no quería hablar con el nudo en la garganta— Yo... Tengo que cuidar a mi familia, ¿sabes cuánto los quiero, cierto?.— la pequeña volvió a asentir provocando una pequeña risa a su madre— son lo mas hermoso que pude haber tenido en mi vida, tu papi, tu y tu hermanito.
Yo se que no voy a poder estar mas con ustedes.— la niña miro confundida a su madre, tuvo el impulso de preguntar pero su madre hablo antes— no quiero que pienses que tu hermanito tiene la culpa, el es apenas un bebé y el va a necesitar mucho cariño y amor de ustedes dos.
¿Podrías prometerme algo?.— preguntó y la pequeña asintió frenéticamente la cabeza— ¿Podrías cuidar de tu hermanito y de tu padre por mi?.— preguntó con una leve sonrisa, la chica se quedo pensativa.
— Pero mami, ¿estas enferma?.— preguntó, la madre no pudo evitar comenzar a llorar.— Pronto te sentirás mejor.— animo la pequeña.
La pequeña al ver a su madre llorando, no pude evitar sentirse mal.
Nadie nunca debería escuchar a su madre llorar.
Era una de las peores cosas que podías presenciar.
La mayor comenzó a cerrar los ojos y la maquina comenzó a dar una melodía seca.
— ¿Mami?.— pregunto desesperada— ¡Mami!.— pronto los gritos algo desesperados de la niña llamaron la atención.
La sacaron.
—Lo prometo.— susurro la niña afuera del cuarto donde su mama se encontraba.
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Hola Mami.
Lamento haber tardado todo este tiempo.
En realidad ahi alguien ... me ha estado apoyando y me ha dado tiempo de pensar mejor todo.
Fue un chico.
Es un buen tipo. Claro que es un poco explosivo, pero es un buen chico.
Gracias a el pude dar el siguiente paso.
Venir a tu tumba. Nunca venía, lo lamentó, pero que clase de hermana llevaría a su hermanito a la tumba de su madre el día de su cumpleaños, el mismo día que falleciste.
Tampoco aceptaba tu muerte, quería tener todos los recuerdos tuyos conmigo, si venía, ¿significaba que estaba aceptando el olvidarte?
Ahora que lo pienso, la respuesta seria un no, prometo siempre recordarte.
Lo prometo
No se por que tuve un presentimiento de que no acabaste de decirme lo que querías. Que faltaron muchas cosas por decir ese día. Que querías hacerme prometer mas cosas, como lavarme los dientes todos los días, cuidarme al cruzar la calle, por que sabias lo descuidada que era.
Al recordarte te recuerdo tan brillante y optimista.
Una mujer que dio todo por lo que quería.
Te prometo cumplir mi promesa, lo cuidare con mi vida, mi hermano será el niño mas feliz, lo prometo.
Te quiero mami.
Atte: tu pequeña.
La chica de cabellos azules, llego al cementerio, vio aquella tumba algo vieja, la cual tenia el gravado
"Aqui descansa Mitsuko Kageyama, una buena hija, esposa y madre."
— hola mami.— dijo la chica, agachandose y acariciando aquella tumba, dejo la foto de su madre enmarcada y al igual metio la carta en la casita que estaba en la tumba de su madre y limpio un poco, para despues decorarla de flores como lo merecia su madre.
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