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O2O.⠀❨ Las cartas de Lily Hardaway ❩⠀


Entonces, habían pasado tres meses desde la última vez que Anthony y Jesse se habían visto.

Jesse creyó que su reencuentro sería romántico, tal vez divertido, imaginó que podría decirle que lo había extrañado, se aseguró de preparar algún par de frases para no volver a quedarse mudo como la última vez.

Pero por supuesto, nada salió como él lo había querido.

Cuando llegaron a All Valley la frase de Kenny vamos a pelear contra los Miyagis había cobrado un nuevo sentido, realmente parecía que todos los estudiantes habían salido de una maldita guerra.

Robby se encontraba bastante bien a comparación, por eso Jesse había logrado pasar desapercibido aquél detalle en los cortantes mensajes de texto que Kenny le había enviado.

—No puede ser Terry quién subió la propaganda, él sigue detenido desde el viernes. —la voz de Daniel LaRusso se dejó oír por sobre el resto de estudiantes que seguían hablando y murmurando acerca de Cobra Kai y la noticia de que ya estaban de vuelta como si nada había sucedido.

Habían pasado tan solo cuatro días desde que cayó y como un maldito Phoenix logró revivir de las cenizas en lo que era tiempo récord.

—¿Y entonces? Él era el que estaba en el anuncio, no seas iluso LaRusso, el tipo tiene todo el dinero del mundo, su casa estaba repleta de malditas katanas que saldrían millones y... Espera, ¿oíste que dije iluso LaRusso? —Johny Lawrence presente, soltó una carcajada por su propio chiste y chocó los cinco con Miguel Díaz.

—No, Johny. El video tranquilamente podría estar pre-grabado, ¿Sabés que eso es posible, cierto? —se quejó Daniel, rodando los ojos.

Los hermanos Hardaway se encontraban detrás de todos los estudiantes de Miyagi Do, en la última fila, los tres con gis completamente discordantes.

Nick con un gi rojo y negro que era del dojo en donde Gabe había aprendido Karate hace tantos años, Andy con el de Miyagi Do ya que él ya había estado entrenando allí y Jesse aún seguía con su gi negro y dorado de Cobra Kai, solo que donde debería estar el parche había solo hilos sueltos.

—Video, pre-grabado. Por supuesto que sé lo que es. —Jesse se asomó en el momento preciso para ver como Lawrence hacía una mueca de burla cuando Daniel le dió la espalda, Jesse bufó una risa.

—¿Son así todo el tiempo? —preguntó Jesse en dirección a Andy.

—Nah... Creo que se están comportando porque Gabe está aquí. —le respondió Andy, también parándose de puntitas para intentar observar todo el escándalo delante.

—¿Por qué no podemos estar allí con Robby y el resto? —preguntó Nick, soltando un bufido y acomodándose el gi que le quedaba largo en los brazos.

—Porque no somos tan importantes como Robby nos hizo creer. —le respondió Tory, ella estaba todavía una hilera más atrás con un par de ex Cobra Kai que Jesse había logrado identificar.

Tory se movió hacia adelante hasta Nick, tomándolo del antebrazo y manteniéndolo en su lugar para ella encargarse de doblar suavemente el gi que Nick seguía arrugando en un vano intento por apartar de sus manos.

—Muévete a tu lugar, Cobra. —uno de Miyagi empujó a Tory, haciéndola caer sobre el torso de Nick quién la sujetó rápidamente.

—¡Hey! Cuidado. —Jesse gritó, empujando al moreno lejos de Tory, pronto otro de Miyagi se acercó hasta ellos y empujó a Jesse.

—¿Qué vas a hacer rubia? ¡Vamos, dame el primer golpe! —gritó otro tipo de Miyagi Do, era pelirrojo y unos centímetros más bajos que Jesse.

Jesse bufó una risa y se encogió de hombros—. Él lo pidió, ¿cierto? —y antes de que alguien pueda decir algo, Jesse le dió un fuerte puñetazo al pelirrojo, haciéndolo caer al suelo.

Andy intentó detenerlo, pero pronto le gritaron traidor defensor de cobras y eso fue suficiente para que comience a defender a Jesse. Lo ayudó a ponerse de pie, y pronto Andy, Jesse, Nick y Tory estaban peleando contra los Miyagi Do que se les venían encima.

—¿Cómo funciona esto? —preguntó Nick en un grito hacía nadie en particular, dió media vuelta para ver a Tory y le dió sin querer un codazo a un Miyagi que lo hizo trastabillar un par de pasos—. Ups.

Jesse soltó una carcajada divertida mientras seguía empujando a los Miyagis, la adrenalina corriendo por su cuerpo mientras dos tipos más grandes que él se le acercaron, Andy intentó detenerlos, tal vez eran sus amigos, pero poco le importó a Jesse y en poco tiempo logró darles una certera patada a ambos.

Todo se salió de control, ahora los senseis estaban gritando por sobre los estudiantes pero ya nadie parecía prestarles atención.

Jesse sonría, sentía la sangre corriendo por su rostro y la podía saborear en su boca, pero siguió, porque debía demostrar que era bueno en karate, lo mucho que él había mejorado en ese tiempo que se fue.

Además, era divertidísimo.

¿Por qué los Miyagi eran tan fáciles de vencer?

Ahora entiendo porque Robby fue a buscarnos a nosotros.

Jesse se detuvo un momento a observar el panorama, Tory estaba peleando contra la chica LaRusso, en ese mismo instante Nick golpeó dos cabezas de unos Miyagi juntos y los hizo caer al suelo, Andy ya se había apartado de la pelea y estaban él y Hawk intentando separar al resto.

Pero detrás de Jesse en la formación él había visto un par de Cobras arrepentidas, que solo les hacía falta un comentario mal dado para volverlas a su naturaleza agresiva y ahora se encontraban peleando mano a mano con Tory.

Jesse sintió que alguien se le acercaba desde atrás y se impulsó para una nueva patada giratoria, una sonrisa divertida estaba brillando en su rostro cuando impactó a su oponente y lo tiró al suelo.

Solo cuando se encontró en el suelo Jesse finalmente logró verlo, Anthony.

Acabo de darle una maldita patada giratoria a mi ex.

Buen trabajo imbécil.

—¡Oh por Dios! Lo siento, lo siento. —Jesse se movió rápidamente hacía el suelo en donde Anthony había caído, pero antes de que pueda observarlo bien sintió un fuerte pinchazo en su pómulo derecho.

Anthony me acaba de pegar.

—¡¿Jesse, qué carajos?! —se escuchó la voz de Gabe en un grito, eso logró descolocar a un par de estudiantes, que detuvieron su pelea para observar a Gabe llegando con un gi blanco de Miyagi Do que Daniel le había entrado hace unos quince minutos.

—Puedo explicarlo. —comenzó Jesse, sosteniendo su rostro con ambas manos allí en donde Anthony le había pegado, a su lado escuchó un bufido proviniente de Anthony.

—Su celebre frase. —Anthony dijo con ironía, empujando a Jesse para ponerse de pie.

Pronto el dojo se quedó en completo silencio, lo único que se escuchan son las respiraciones agitadas de todos los estudiantes.

—Los dejé solos literalmente cinco minutos, y comenzaron una pelea. Son unos idiotas, en serio. ¿Andy, tú también? Se supone que esos de allí son tus amigos. —se quejó Gabe, moviendo el algodón con antiseptico hacía el rostro se Jesse, el cuál arrugó la nariz y siseó.

Ya todos los estudiantes se habían retirado del dojo con excepción de los Hardaway, los LaRusso, Robby, Hawk y Tory.

Todos se encontraban allí en un sepulcran silencio mientras escuchaban las replicas y quejas de Gabe y Daniel mientras eran curados como si fueran niños pequeños.

Nick se encontraba ayudando a curar heridas ya que había salido casi intacto, Hawk había murmurado suerte de principiante, Nick se le río en la cara.

—No es cierto, todos allí me odian. —refunfuñó Andy, alejando el algodón de su propio rostro, Eli le dió un manotazo a la mano de Andy y lo siguió curando.

—Eso no es cierto, solo necesitan acostumbrarse a ti de nuevo, bebé. —murmuró Eli, concentrado en su trabajo.

—Pero en realidad sí es cierto. Todos te odian y todos tenemos motivos para hacerlo, Ali. —Samantha cantó el nombre con sarcasmo, Tory ya estaba poniéndose de pie para dejarle el otro ojo morado, pero Nick logró retenerla.

—Mira Sam, ya te lo expliqué. Era lo que debía hacer... Necesitamos encontrar a nuestros padres y... —Andy comenzó a explicar pero se detuvo para sisear ante el dolor en su ceja partida que ahora Eli se encontraba curando.

—Donde he oído eso antes. —dijo Anthony al aire, Jesse lo miró con atención, Anthony no le devolvió la mirada.

—¡No, no me interesa que carajos les sucede a tus padres! ¡Me mentiste, imbécil! ¡Te metiste a mi maldita casa, me viste desnuda varias veces! Oh por Dios, incluso me tocaste, debería comenzar una denuncia en tu contra, maldito pervertido. —chilló Samantha, tanto ella como Jesse y Tory se encontraban sentados sobre el mostrador para curar sus rostros que se encontraban bastantes magullados.

Jesse observó de reojo cómo Samantha estaba pataleando y no pudo contener una risita.

—¿Y tú qué te ríes imbécil? ¡Ya he oído lo que le has hecho a Ant! Usándolo de esa manera, debería darte vergüenza. —declaró Samantha, fulminandolo con la mirada.

—Sam, hey, no. —pidió Anthony, pero su hermana lo ignoró.

—¿Qué? ¿Por qué no podemos hablar de eso? ¡Andrew o Ali o quién carajos sea estuvo mintiendome por un mes completo y tu novio también lo hizo! ¡Nos estaban usando a ambos y papá sólo parece ignorarlo!

—Sam, no lo estoy ignorando. Soy muy consciente de lo que estos chicos les hicieron pero... En su lugar no sé lo que yo habría hecho para encontrar a mis padres si hubieran desaparecido como los de ellos lo hicieron. —admitió Daniel LaRusso, que hasta ese momento había estado guardando silencio.

—Miren, sé que todos aquí tienen razones para odiar a mi familia, yo mismo le he dado muchas razones a Robby para que lo haga, y que aún estén todos ustedes aquí con nosotros significa mucho, inclusive si no todos estamos en los mejores terminos... —Gabe le dedicó una mirada significativa a Jesse y otra a Andy—. Pero todo esto... Es- simplemente es muy extraño, quiero decir. Llevamos casi seis meses siguiendo pistas que no nos llevan a nada, recorriendo un camino que está a oscuras, cuando creemos que algo está por mejorar solo empeora. Yo solo quiero encontrarlos, no estoy hecho para esto, no estoy hecho para cuidar de más gente, aún no estoy seguro de cómo sobrevivimos tanto tiempo, mis peces dorado jamás duraban tanto.

El lugar se quedó en un silencio apacible, Jesse se mordió el labio inferior y Gabe lo apartó con un dedo, sabiendo que se lo haría sangrar y abrir la herida que ya tenía.

—¿Qué hay de las cartas? —preguntó Anthony, Jesse se sorprendió de que esté interesado en su familia, que realmente le haya prestado atención a Gabe.

Yo todavía lo quiero. Llegó rápidamente a su mente.

—Robby y yo las estuvimos leyendo y ya estamos por terminarlas pero hasta ahora solo se trata de un romance adolescente en alguna clase de guerra.

—No sé porque siento que será una historia de amor trágico. —murmura Robby, frunciendo el ceño pensativo—. Se trata de una Hardaway y un Rhee, el chico le cuenta a ella como está en una guerra contra su propio dojo, como quieren exterminarlos a todos para que haya solo un apellido en pie.

—Yo no leí esa carta. —dijo Gabe, mirando con intriga a Robby, el cuál llevó una mano a su bolsillo trasero y la sacó cuidadosamente, parecía antigua, demasiado.

Jesse sentía como todo su cuerpo ardia ahora que la adrenalina se había desvanecido, nunca fue una buena idea pelear sin calentamiento, pero de todos modos llegó a su cometido que era llegar hasta la carta, tomandola en una de sus manos.

La leyó con cuidado, no había demasiado que leer de todos modos.

—En voz alta, Jess. —pidió Gabe, palmeando su pierna, Jesse asintió.

—Nos están buscando, creo que quieren encontrarme, ellos van a terminar con todos nosotros. No me creían pero ahora ven la verdad, es una cacería. Y pronto Rhee Miyagi no existirá más, recuerda mis palabras Lily, se están deshaciendo de todos nosotros. —leyó Jesse para todos en la habitación.

Levantó la vista y observó como Daniel y Anthony se habían acercado, como Eli había detenido todo intento de curar a Andy como Gabe fruncía el ceño, Robby se encontraba pensativo y Nick y Tory confundidos, no se molestó en girarse a ver cómo estaba Sam.

—Y eso no es lo peor de todo... —murmuró Robby, caminando hasta la habitación que los Hardaway tenían ahora en el dojo Miyagi Do, Daniel LaRusso les había dado un lugar para quedarse y no deban gastar dinero innecesariamente.

Cuando Robby volvió traía consigo la caja de cartas que Hawk y Andy habían encontrado hace un tiempo.

—Espera, esa no es la caja que nosotros encontramos. —dijo Hawk acercándose hacía Robby, Jesse frunció el ceño confundido.

Jesse no entendía nada de lo que estaba sucediendo, se volteó a ver un par de rostros y se encontró miradas igual de perplejas lo cuál lo dejaron más tranquilo de que no era el único.

—Entonces, Gabe y yo tuvimos una pelea la semana que él vino aquí y...

—Espera, ¿Gabe volvió a All Valley? —interrumpió Nick, Jesse no recordaba tampoco que Gabe haya dejado Oregón.

—No es el punto. —se quejó Gabe.

—Sí, no es el punto. —lo siguió Robby, dándole una extraña mirada, como si Keene no supiera que se suponía que era un secreto—. En fin, estábamos peleando y sin querer quebramos una pared, allí en donde estaba colgado el cuadro de Miyagi y los premios y encontramos esta segunda caja, lo extraño es que también es de Lily Hardaway solo que... Ya no se las envía a un Rhee.

—¿Y a quién se las envía? —Jesse preguntó intrigado, asomándose aún más sobre el borde de la mesa para ver la caja que Robby seguía extendiendo.

Keene saca una carta y la abre, el mensaje es corto pero lo que más impacta al grupo termina siendo para quién es la carta.

Los mataron a todos, justo como él lo había predicho. Te juro que no estoy loca pero... Creo que también están comenzando a matarnos... A todos nosotros.

De: Lily Hardaway.
Para: Johnny Lawrence.

—¿Qué carajos?

***
Holiss!

Bueno, como sabrán la historia de Jesse no se enfoca tanto en el misterio de sus padres si no que más en su relación, ya que en la historia de Gabe y Andy es en donde todo el misterio se desarrolla en verdad.

Juju, todo lo que hay preparado.

Espero que les haya gustado y si es así no olviden dejar su voto y comentario y nos vemos mañana en la próxima actualización!!♡⁠

(sí, soné re youtuber del 2010 jsjs)

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