Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

04

-No han llegado ni a la
adolescencia y ya están peleando por noviazgos, déjalos que jueguen ahora-

-Qué juegos ni qué nada, más de
uno moriría por ese niño y, ¿me
pides que lo deje pasar? JiMin
es un malagradecido, debería estar con Jeon JungKook no con ese-

-Cállate ya, si JiMin quiere
estar con Sunoo, estará con él
-Atrajo al hombre con sus pocas
fuerzas hacia la cocina para no
despertar a los gazapos dormidos-
Deja de atormentar a mi conejito, él sabe lo que hace...

El mayor bufó molesto
rechazándole la mirada y el toque a la Omega que buscaba calmarle.

-Ya podría hacer algo por esta
familia, enlazarse con ese niño nos sacaría de esta miseria en la que vivimos y a la que están destinados todos nuestros hijos, ¿te parece bien que nuestros Omegas tengan que enlazarse por dinero? ¿Que nuestros Alfas muerdan a Omegas por la jerarquía?

La menor soltó un breve suspiro
ordenando las verduras recién
llegadas, un balde de agua limpia
tenía preparado para lavar las
frutas.

-Que a nosotros no haya tocado
ese destino no significa que
nuestros hijitos sigan nuestros
pasos forzados -Dijo pacífica sin
darle la cara- Además, tenemos
unos gazapos muy bien portados
y con valores inculcados, no me
preocupo por sus caminos, sé que lo harán bien.

[...]

-¿Desde cuando tienes novio?
-El castaño preguntó masticando
cada palabra, su cara en ningún
momento volteó hacia el
azabache bajito quien recogía
tranquilamente margaritas.

Sus deditos arrancaban desde el
tallo y las colocaba en orden en una pequeña pañoleta azul, escuchó la pregunta del osito y la procesó por pocos segundos, pero fue hasta que le escuchó gruñir que su respuesta fue dada.

-Sunoo y yo... no lo sé, un par de
días -Musitó sin ser demasiado
enfático en sus palabras, más bien
estaba muy reacio a centrarse en
su trabajo, con las manos llenas de barro alzó la mirada.

Jungkook tenía la postura de
un cachorro berrinchudo muy
molesto, ya sea por el cruce de sus
brazos por encima de su pecho o
esa asesina mirada que parecía
arder y echar humo, aunque el
clima estuviera atentando con
sus cuerpos, Jungkook realmente
estaba ardiendo. No era agradable hablar con JiMin ahora, tenía un sentimiento haciendo presión en su pecho y tenía muchas ganas de gritarle lo que le molestaba y reprocharle en la cara que tenía celos.

Estaba más que celoso, demasiado
triste por ser JiMin quien
no le tomaba ni un mínimo de
importancia al asunto. Él le había
dicho que lo amaba, ¿por qué ahora Sunoo era su novio?

-¿A qué has venido, Hyung?
-Sus ojos brillosos se clavaron en
los dolidos del osito, gruñendo
apartó la mirada, como si acciones cotidianas ahora se viesen más bruscasy pesadas.

-A nada, me voy ya. Que tengan
un feliz noviazgo.

Jungkook pisó firme y su ida quedó grabada en la cabecita del niño azabache, en cuclillas observó a detalle cómo le dejaba solito entre los campos fríos y desolados, marchándose al bosque sin decirle absolutamente nada. El ya había hecho un pequeño planning de su día, quería ir a las cabañas abandonadas, allí donde nunca va
nadie y siempre está calientito. Pero Supuso que era un mal día de Kook que no se encontraba de humor para jugar, simplemente no llegó a asociar su estado de ánimo con la noticia de su noviazgo pues aún era un niño que no entendía los lazos
amorosos.

JiMin se alzó, sus músculos se
destensaron y sus manos dejaron
de hacer presión sobre los tallos
heladosy verdosos, viéndose a
las flores caer al suelo. No sabía
porqué su Hyung había venido a
verle, no supo el porqué se marchó de esa forma, ni siquiera recibió un abrazo o una caricia ese día.

Entristecidos luceros intentaron
enfocar la silueta del niño, pese
a sus intentos por encontrarle,
Jungkook se había marchado ya.
Rodaron gotitas saladas por sus
mejillas, su corazoncito inocente
y frágil crujió en su cavidad y él,
siendo solo un gazapo asustadizo,
pensó que le había hecho algo malo a su Hyung.

Se obligó a andar cuando las nubes taparon la claridad otorgada por el sol frio, subiendo sus ojuelos al cielo encontró el gris predominar sobre el azul, en sus tímpanos resonaron los lejanos truenos. Entonces sí optó por volver a casa. Dejando abandonadas las margaritas, la pañoleta y la cesta con miel y galletas.

Por el otro lado del bosque bajo
el mismo cielo Jungkook ignoró
la humedad en su espalda, no le
prestó atencióna los lobos que
husmeaban a sus alrededores, ni
se preocupó cuando los truenos,
con ojitos decaídos posados en el
camino húmedo y con las mejillas
siendo dos cascadas de lágrimas, él andaba sin fijarse en la dirección.

Estaba triste, demasiado molesto,
con su corazoncito palpitando con
pesadez. Tenía un manojo de feos
sentimientos en su corazón, sentía
que era rechazado sin saber por
qué, él no conocía a su Omega, ¿por qué entonces se sentía remplazado? Como si su lugar hubiera sido hurtado, le arrebataron algo que la Luna le había otorgado.

Si se lo decía a su madre, ésta no
le entendería, si acudía a su padre, éste no comprendería a un Omega.

Al único que podía ir era a
JiMin y justo con él tenía la
bronca.

TaeHyung estaba muy lejos de su
territorio, tanto que no podia
asegurar que llegaría antes del
anochecer a casa, era peligroso
ir por esas zonas cuando hay
conflictos sin resolver entre las
manadas líderes.

Jungkook, al igual que JiMin,
sentia que una parte de él había
dejado de estar presente.

[...]

-No recuerdo haberte dado
permiso de salir -Había puesto un
pie en casa y ya tenía la regañina
encima- Estás en edad de obedecer, Jungkook

-Deja a mi osezno tranquilo, vete
a cazar si estás estresada. Yo le di
permiso -Se escuchó a su padre,
echándole una mano con su madre.

-Tu osezno es un desobediente,
deja de malcriar a mi hijo de una
vez -Replicó ella cerrando la puerta de la casa, el castañito sin ganas de pelear bajó la cabeza, tristón y con sus ojos hinchados de tanto llorar- Si no vas a ayudar en su educación, es mejor que no te metas.

-¿Es malo que salga? Si ya de por
sí le estás quitando la hibernación, es lógico que se sienta encerrado y mucho más si comparte habitación contigo, no es malcriarlo, es darle su espacio y libertad.

Jungkook no escuchaba a sus
padres discutir a menudo, casi
nunca empezaban a pelear frente
a él, siempre les escucha alzar la
voz cuando está en la madriguera,
y si ahora lo hacen es porque
han considerado que ya no es un
cachorro. Ya estaba entrando en la adolescencia, su desarrollo como Omega y sus instintos saldrían a la luz en estos años.

-¿Libertad? ¿De dónde vienes?
¿Con quién estuviste? -El cuerpo
del pequeño tembló, rápidamente
temió un posible golpe, más bien
esperaba que su madre arremetiera contra él- No estuviste con los Min, entonces, estuviste con ese conejo de campo, ¿cierto? No sé qué más hacer para que dejes de ir a ese maloliente campo, ese no es tu lugar Jungkook. La madre Luna
te enlazó a Min YoonGi, no a ese
pobretón conejo, ¿entiendes?

Entonces... ¿por qué sentía tanta
tristeza emanar de su corazón
después de lo que le dijo Sunoo?
¿Por qué sentía todo eso? Si YoonGi era su media Luna, ¿por qué estaba enamorado de JiMin?

-M-Mamá...

-De ahora en adelante tienes
prohibido cruzar la frontera con los Choi, la única que puedes cruzar será la de los Min. Estoy harta de que huelas a ese niño, que te juntes con él y que vayas a verle.

-P-Papá..

-No, no -La mujer atrapó al osezno
que había hecho el amago de huir
de ella, del cuello de su jersey lo
tomó, sus pies dejaron de tocar el
suelo de madera y aterrado veía a
su madre- Tienes prohibido volver a hablar con Park JiMin.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro