Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

[Capítulo 4] - Heladería.

Después de clases, Mikaela decidió ir con Yūichirō a la heladería, para conmemorar aquel día en el que habían llegado a un acuerdo. Decidieron que el secreto de Mika sería permitido, siempre y cuando este respetara si su amigo llegara a tener uno también.

—Antes de pedir algo... ¿Por qué no me cuentas tu secreto? —Pero, de vez en cuando el azabache se ponía intenso y volvía a preguntarle lo mismo. El rubio sólo reía.

— ¿De mora o de coco? —preguntó también.

—Ya deberías saberlo, Mika.

Como siempre, pidieron helados distintos. Mikaela el de mora, y Yuu el de coco. De forma adicional, ordenaron una caja de pockys.

Si eran sinceros, extrañaban hacer eso. Robarle helado al otro y jugar con los pockys hasta que se caían de la mesa.

—Odié enojarme contigo, Mika —dijo Yuu—. Tal vez fue porque no estoy acostumbrado... a esto.

—Yo también odié que estuvieras enojado, Yuu-chan —rió el rubio—. Supongo que estamos acostumbrados a ser los mejores amigos.

Claro, ¿quién no se acostumbra cuando conoces a tu amigo desde los cinco años?

Quizá no lo recordaban bien, pero cuando se conocieron eran un dúo infernal. Mikaela siempre lloraba porque Yūichirō le hacía algo, y el azabache siempre se reía de las desgracias del rubio. Con el tiempo eso cambió, pero no quitaba que hubieran cosas vergonzosas en sus vidas como niños.

Lo único que Yuu recordaba, era que siempre halaba el cabello de Mikaela, y luego inculpaba a alguien más. Pero claro, eso no duró mucho tiempo.

Por otro lado, lo que Mika recordaba, era que todos los días volvía a casa y se lanzaba en brazos de su madre a llorar. Se puede decir que Yūichirō le hacía bullying; pero, con el tiempo el odio irracional que le tenía el azabache se fue disipando, hasta convertirse en una gran amistad.

—Aún recuerdo cuando te puse chicle en el cabello —mencionó el de ojos verdes, de repente.

—Y yo recuerdo que tuvieron que cortarme un mechón por eso —dijo el rubio, quitándole la cuchara de las manos.

— ¡Oye!

—Aún no me he vengado por mi helado, Yuu-chan~ —Terminó por devolvérsela.

—En verdad eres malévolo, Mika —murmuró, ''dolido'' y volvió a mirar su helado.

—Oye, ¿qué crees que pasaría si todavía me odiaras? —preguntó Mikaela.

—Yo creo que en este momento tuvieras la nariz partida... —rió.

—Pero yo no lo creo así... —musitó, pensativo. Si él era un vampiro, era casi imposible que un humano normal le hiciera tal cosa.

—En ese caso... Si siguiera odiándote, fuera malo contigo hasta el punto de hacer un grafitti en alguno de los casilleros y echarte la culpa —intentó pensar en lo más cruel que se le ocurriera, sin lograrlo del todo bien.

— ¡Eso es demasiado cruel, Yuu-chan! —dijo, como si se lo creyera.

—No más que tú —se metió otra cucharada a la boca.

—Creo que en verdad amas el helado... 

— ¿Por qué lo dices? —preguntó con la boca llena.

—Porque te veo saborearlo con pasión —dijo, como si fuera lo más normal del mundo.

Ante sus palabras el azabache se sonrojó de vergüenza—. ¡Mika!

El rubio sólo seguía riendo.

Repentinamente, se puso a pensar en lo que pasaría si las cosas hubieran sido al revés. Si no hubiera sido Yuu quien lo odiaba; si no hubiera sido él quien pidió perdón por cosas que no había hecho sólo para forjar una amistad.

Y recordó.

Aquella mañana nublada se veía muy triste, como si el sol no quisiera despertar de su largo sueño. El muchacho lloraba porque no quería ir a la escuela. Su madre se acercó a consolarlo, como había hecho durante casi todo el mes.

''Todo estará bien, Mikaela'' —decía.

Días después, quizá seguía estando igual de solo, pero no pudo evitar en pensar un plan para llevarse bien con aquel chico de ojos verdes, debido a su naturaleza. No le gustaba llevarse mal con los otros, y quería solucionar todo lo más pronto posible.

Por eso se acercó al azabache que estaba sentado junto a un par de chicos, y le preguntó si podía quitarle un segundo. Yūichirō estuvo a punto de decirle que no tenía un segundo para gastar con alguien como él, pero se abstuvo al pensar que ya había hecho mucho esa semana.

''¿Qué quieres?'' —dijo. Allí fue cuando se dio cuenta que el muchacho estaba temblando.

''No sé qué fue lo que te hice... Pero en verdad lo siento...'' —No sólo fueron esas palabras, sino que se disculpó con todo lo que pudo, como si de verdad hubiera hecho algo malo.

Yuu no quería admitir que lo hacía todo por diversión, así que, sólo le dijo que lo perdonaba, aún sin saber por qué se estaba disculpando. En realidad era él quien tenía que hacerlo.

—Yuu-chan —dijo el rubio—, recuerdo la primera vez que te llamé ''Yuu-chan''.

— ¿De verdad? Yo no me acuerdo... —murmuró el otro chico.

—Pues yo sí. Te dije: ''¿Quieres ir conmigo al parque, Yuu-chan?'', y tú me dijiste: ''No me digas Yuu-chan, rubia llorona''. Fue nuestra primera discusión de amigos... —dijo con una sonrisa, en tono de broma.

—Qué gran memoria tienes, Mika. —Yuu se levantó de su asiento—. Creo que deberíamos irnos.

—Bien~

Como ya habían pagado los helados, no había más que hacer. Salieron de la heladería, con la intención de ir a sus hogares. 

Mientras caminaban, el cielo nublado se volvía más gris y, eventualmente, empezó a llover. Para no mojarse, se refugiaron en un supermercado. El único problema era que había mucha gente allí, de seguro por la misma razón.

Aprovechando el lugar, Mikaela decidió comprar esas gomitas que tanto había querido probar los últimos días... Y en el camino a la caja registradora, perdió a Yuu.

El rubio buscó por todas partes, pero no lo vio. Incluso lo llamó por teléfono, pero no contestaba. Después de tantos intentos, alguien habló; sólo que no era Yūichirō.

Holi~ Sé que no ha pasado tanto tiempo desde que subí capítulo(?) Pero empecé a planificar un poco mejor este libro y me dieron ganas de escribir un capítulo c:

Espero que les guste qup♡ Si fue así, no olviden dejar su hermosa estrella~

-Nisa♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro