Reaper
Abriste lentamente tus párpados encontrándote en la cama al lado de tu marido, anteriormente dormías cómodamente pero despertaste y aun no sabías el porque hasta que sentiste un pequeño pinchazo en tu vientre.
-Gabriel... Gabriel- moviste un poco su cuerpo para despertarlo, pero parecía no surtir efecto, te giraste un poco hacia él tomando su rostro entre tus manos, dándole suaves y cortos besos en sus labios hasta que parecía ir reaccionando- Gabriel despierta.
-mmmhh... ¿que sucede?- sus ojos seguían cerrados y puso su antebrazo izquierdo encima de ellos, sonreias internamente por no tener algo con que tomarle una foto en ese estado.
-el bebé ya va a nacer.
Tardó solo tres segundos en reaccionar del todo para seguidamente levantarse de golpe y ponerse sus zapatos, en este momento tu apenas estabas incorporandote en la cama mientras sujetabas tu vientre con una sonrisa plasmada en tu rostro.
Que bueno que habías decidido dormir con tu pijama de embarazada que con solo una camisa holgada de Reaper, solo tenias que ponerte tus sandalias y tomar un saco para salir de casa. Y dicha prenda llego cuando tu marido te ayudo a ponerte de pie y a ponertelo, tu ya estabas lista y solo tenias que tomar una bolsa con todas las cosas que tenias que llevar, pero Gabriel seguía dando vueltas por el departamento como si buscara algo.
Podía ser una persona calculadora y meticulosa todo el tiempo siempre y cuando se tratara de Jack o del Overwacth pero no cuando se trataba de ti, porque se volvía alguien mas relajado y al punto de volverse un poco despistado. Justo como aquella vez que te pidió ser su novia una noche que te invito a cenar a su departamento y termino por dejarse la estufa encendida, no hubo cena pero si una noche de películas, o como cuando le dijiste de tu embarazo, estaba en medio de un enfrentamiento con Jack Morrison y como si nada le gritaste la noticia, se disparo con su propia arma en el pie en medio de un forcejeo.
Fuiste a su mesa de noche y tomaste las llaves del auto y su celular, se los entregaste y él te pedía disculpas con su sonrisa, le diste un tierno beso y emprendieron el viaje al hospital.
(...)
Ya vestida con una bata, recostada en una camilla, sosteniendo la mano de Gabriel mientras te empujaban las enfermeras y médicos hasta la sala de parto.
Al cabo de unos diez minutos, el doctor que te atendia te pidio que pujaras tan fuerte como te fuera posible, las contracciones se volvian mas fuertes a medida que pasaba el tiempo, ya querias que tu bebé saliera para poder respirar un momento sin tener que sentir dolor.
No llegabas a darte cuenta en este momento de la fuerza que estabas aplicando al apretar la mano de tu marido, pero él tampoco se inmutaba, tambien queria que dejaras de sufrir para poder cargar a su pequeño en brazos.
La sala era sitio de tus quejidos, pero estos fueron acallados por el llanto de tu pequeño varon, suspiraste casi aliviada hasta que el medico dijo:
-ok, ahora solo necesito un empujon mas.
¡¿era enserio?!, ya te sentias casi sin fuerzas ¿y esperaba que siguieras pujando?, ahora pujaste un poco mas y tus oidos pitaban, sentiste que salio por completo, escuchabas sus llantos y casi jurabas que era el sonido mas precioso que habias escuchado.
Despues de lo que te parecieron horas, por fin te entregaron a tu niño, con la piel morena a combinacion de tu color y el de Gabriel, te desanimo un poco el que no se pareciera a ti pero confiabas en que seria igual de guapo que su padre. Y hablando del rey de roma, este se acerco lentamente a ustedes y acaricio la pequeña mano de su hijo, tenia una ligera sonrisa en su rostro a lo que te le quedaste embobada viendole, este te dio un pequeño beso en tu frente para luego darte uno mas cariñoso en los labios, gustosa le correspondiste y le entregaste a su bebe para que lo cargara.
La escena te conmovio tanto y derritio tu corazon que comenzaste a derramas lagrimas de felicidad, ver como le decia cosas lindas al pequeño a quien aun no le habian escogido un nombre mientras que la criatura lo veia y rodeaba con su manita su dedo indice.
-¿que nombre quieres que tenga?- preguntaste cuando él te lo devolvio para que pudieras alimentarlo, se quedo pensando un rato, y mientras tenia la vista ida contesto radiante.
-Me gusta Kyle... Kyle Reyes.
(...)
Cuatro años desde tu parto y vivían completamente felices ustedes tres.
Fuiste a recoger como todos los días a tu niño al preescolar pero paso algo que no esperabas ver tan pronto.
Tu pequeño salía al lado de una niña de cabello corto castaño y ésta antes de irse con su mamá le dio un tímido beso en su mejilla antes de salir corriendo, Kyle quedó completamente sonrojado y tenia una sonrisa boba en su carita.
La tierna escena te hizo sonreír de forma dulce y regresaron tomados de la manos. Cuando Gabriel regresó a casa de su nuevo trabajo, le contaste lo sucedido y él se enorgulleció de su hijo, no paraba de decirte que ellos terminarían juntos, que seria un gran hombre y que esperaba que fuera linda aquella niña que beso a nuestro Kyle. Tu no querías que eso pasara, era demasiado pronto como para que tu pequeño se volviera un hombre, tienes planeado disfrutarlo todo el tiempo que se pueda así que no lo aceptarias tan fácilmente.
-entonces- tomaste asiento sobre sus piernas cuando él se sentó en el sillón- espero que cuando tengamos una niña no vallas a entrometerte en sus relaciones.
-eso no pasara...- pasó sus dedos por su poco largo cabello tentandote a hacer lo mismo- ...no lo permitiría...
-pues deberías de pensarlo...-sacaste de tu pantalón una prueba de embarazo con resultado positivo, se la dejaste en sus manos y te levantaste dando un largo beso en la comisura de sus carnosos labios- quiero una niña Gabi.
Pero el destino no lo quiso así y Reaper disfruto tu rabieta cuando el medico les dijo que seria otro niño, y éste al nacer fue más parecido a ti.
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Fue mas corto pero pienso hacer muchos más. Bye bye 😀😀
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