Tomo un poco de aire y luego observó la bandeja que tenia sobre sus manos. En esta se encontraban; un plato con frutas picadas, un vaso con jugo de uva, un par de panes tostados con mantequilla y una rosa.

Aquella bandeja habia sido idea de su madre, ya que a ella no le parecía normal que ambos dejaran de hablar por una semana. Si, sabia que su hijo habia intentado acercarse a Taehyung, pero este habia huido de su presencia.

-Golpeo la puerta dos veces, espero diez segundos -repitio lo que su madre le habia dicho-. Vuelvo a golpear la puerta y si no soy atendido dire quien soy y porque vine aqui, si no quiere abrir la puerta le pido que al menos reciba la bandeja y luego...

-No es necesario que hagas todo eso.

Sorprendido, subio la mirada y lo observó. Era él, Taehyung. Se encontraba del otro lado del marco de la puerta, sosteniendo esta con su mano derecha.

-Ta-Taehyung, yo...deja que te explique...

-No hay nada que explicar -se adelanto-. Yo...deberia darte las gracias por cuidarme y no...no comportame de esta mandera -suspiro-. Se que a veces suelo ser un poco... insoportable...

-¿Que? ¡No!. Mira, no te dire que te entiendo porque yo no sé como te sientes en este momento, no sé como estas, o como te sientes de salud, si te duele o no algo; no lo sé. Pero...quisiera saberlo, quisiera entenderte, Taehyung -se acerco un paso-. Por favor, déjame ayudarte, déjame hacerte ver lo hermosa que puede ser la vida.

-Jungkook, no creo que...

-Si, se que podré -insistio-. Ha-hable con tu padre y esta de acuerdo, pero claro, si tu también lo estás.

Taehyung bajo la mirada a sus pies descalzos, pero estos era cubiertos por un par de medias color vino.
Aquella mañana había amenecido con un buen humor. Había decidido que aquel dia iría a ver al doctor Wang y quizá conversar un poco sobre si estado. Y, ahora que venia Jungkook a proponerle algo como el disfrutar la vida, le dieron más ganas de hacerlo. Pero, aún existía aquella pequeña duda.

¿Y si no funciona?. ¿Que tal y si llegado el momento tan solo muere?, ¿todo habría sido en vano?.

-Quiza te estoy pidiendo mucho, se que no es nada fácil cambiar de una rutina a otra, pero...esta rutina te ayudara, Taehyung.

Y subio la mirada, conectandola con los ojitos de Jungkook.

-Esta bien -su corazón latio loco al ver la sonrisa que se dibujo en los labios de Jungkook-. Pero...si esto no llega a funcionar, lo dejaremos ahi, no insistiremos a más tratamientos.

-Taehyung...

-Prometelo Jungkook. Promete que si esto no funciona, lo dejarás.

Jungkook suspiró y miró a los ojos de Taehyung. Estos se encontraban levemente rojos, por el retener de sus lágrimas. Asintió, viendo como Taehyung soltaba el aire que había retenido.

-Esta bien, lo haré -acepto, un poco triste-. Ahora ¿podrias comer esto? No queremos que se heche a perder.

-Claro que no, adelante.

[•••]

-¿Un acuario?.

-Si. Es un lugar muy visitado, te distraeras.

-Detesto los lugares con mucha gente.

-Lo siento, pero este será un gran paso, asi que sube.

-Bueno -gruño-. Pero si me aburro saldré corriendo.

El camino al acuario fue silencioso, Taehyung iba en el asiento de copiloto, observando a través de la ventana la ciudad.

-¿Es nuevo?.

-¿Eh?.

Taehyung miro confundido a Jungkook, y esté señalo su cabeza con la mirada y ahí lo entendió.

-Uh, si.

-Es lindo.

-Gra-gracias...supongo.

Sonrojado, volvió su vista a la ventana.

-Te tengo otra sorpresa también.

-Con tal de que no sea ir a caminar, es más que perfecto.

-No, ya se lo que te causa ello.

Ya habían pasado unas semanas desde que hicieron aquel trato. Taehyung había comenzado nuevamente la quimioterapia y a tomar los medicamentos. No había sido nada fácil, su cuerpo se sintió agotado en la primera quimioterapia, al grado de tener que llevarlo en brazos a la camioneta.

Por ello, Jungkook había evitado a toda costa el hacer salidas que tengan que ver con agotamiento físico.

Luego de unos diez minutos más en auto, llegaron al acuario. Este se encontraba completamente lleno, más personas entrando que saliendo.

Tomo aire y salió del auto, debía de comportarse. Cerro la puerta del auto y arreglo su cabello ya que la brisa de invierno la habia movido.

-Por favor, no te pierdas.

-Puf, por favor, estas loco si crees...-vio como Jungkook le observaba con una ceja curvada-. ¡Fue solo una vez!, además, estaba ebrio.

-No importa el estado en el que te encuentres, solo no te pierdas y si lo haces, existen los teléfonos celulares.

-Eso ya lo sé, genio.

Jungkook asintió, riendo. Ambos se dirigieron a la entrada de aquel acuario.

-Espera aqui, comprare los boletos.

-Esta bien, pero no tardes.

-No lo haré.

Rápidamente fue a la boleteria, dejando a un pensativo Taehyung. Este suspiró y metio sus manos en los bolsillos de su abrigo color café, boto un poco de baho por su boca, el frío no les había perdonado en aquella salida.

-Hola.

Miro a su alrededor, buscando al dueño de aquella voz, pero no habia nadie.

-¡Aqui!.

Bajo la mirada, y sus ojos se encontraron con un par de iris azules. La pequeña le sonrio, mostrando en el proceso su dentadura infantil.

-Oh, hola. ¿Estás perdida?.

-No, mami dijo que iría a comprar los boletos y yo le espero aqui. No queria dejarte solo.

-No estoy sólo.

-El oppa guapo esta contigo.

-¿Que? -sonrio-.

-Si, el oppa guapo. Vi como se fue corriendo a comprar boletos. ¿Son novios?.

Vaya, aquella niña era directa. Lamio sus labios, nervioso. ¿Porque se habia puesto nervioso?.

-Po-por supuesto que no.

-Que bueno, porque será mi novio. Es un oppa lindo.

-Lo sé, niña, ya lo dijiste.

-Y tú también eres muy lindo. Me gusta tu peluca.

¿Como era que sabia sobre su peluca? Si esta se encontraba muy bien puesta. ¡Nadie podía notarla! O eso pensó.

-¿Tu como?...

-Yo también tengo esa enfermedad -hizo un puchero-. Y...puedo notarlo en tus ojitos -aseguro-. Te ves débil, pero con ganas de vivir.

-Yo...

-Asi que...si luchas y sales adelante como yo lo estoy haciendo, te dejare a mi oppa -le sonrio-. Pero si no lo haces te lo quitare, ¿me oiste?.

-A-aja.

Aquella pequeña sonrio y asintió.

-¡Lisa!.

-Mami me esta llamando. ¡Cuídate oppa!.

Se despidió, dejando sorprendido a Taehyung. ¿Cómo alguien tan pequeña podía sufrir aquel tipo de enfermedad? ¿Porque el destino llegaba a ser tan cruel?. Aquella pequeña debía de estar disfrutando de su niñez; jugar sin tener miedo a decaer, comer sin restricciones, beber bebidas dulces y gaseosas, disfrutar de un buen peinado hecho por su madre, disfrutar de las sonrisas de sus padres y no ver preocupación en los ojos de estos.

-Te ves débil, pero con ganas de vivir.

¿Aquella niña tendría razón? ¿Sus ganas de vivir habían vuelto!.

-¡Taehyung!.

Jungkook grito desde la entrada, ya había comprado los boletos que los dejarían ingresar a aquel lugar.

Si era así, si eso era verdad, entonces tenia que hacerlo; tendria que luchar.

-¿Pero que le pasa?.

Rápidamente se fue acercando al lugar donde se encontraba Taehyung, temiendo que quizá algo me haya pasado.

Tendria que luchar, volver a sentir aquellos dolores cada dia, tomar aquellos asquerosos medicamentos casa hora, cuidar de su salud, comer bien, cuidarse.

-¿Estas bien?.

Jungkook lo tomo de los hombros, llamando su atención.

Y sobre todo, agradecerle a él; a Jungkook. Este le habia dado aquellas ganas de vivir, él habia comenzando con aquella idea.

-S-si, estoy bien.

-Muy bien -asintio-. Ya tengo los boletos, vamos.

-Gracias.

-No tienes que agradecer, Taehyung.

-No -nego-. No me refiero a esto, te doy las gracias porque tú me diste un último aliento de vida, me estas dando una razón por la cuál vivir.
 
-Taehyung...

-Y te lo agradezco, gracias Jungkook.

Se lanzó a él y le dio un abrazo. Un abrazo que demostraba lo agradecido que estaba con Jungkook. Un inocente abrazo que demostraba gratitud y quizá... un poco de amor.

Gracias por todo el apoyo <3.