En el transcurso del camino ninguno dijo nada, por dentro estuvo todo en completo silencio, ambos esperando por llegar a casa.

En cuanto la camioneta fue estacionada, Taehyung bajo rápidamente.

—¡Espera Taehyung!, aish.

Quito la llave del automóvil, salió y le puso el seguro. Fue corriendo detrás de Taehyung pero este ya había entrado, su madre lo recibió en la entrada de la puerta con el rostro lleno de preocupación.

—Hijo, ¿que paso?.

—E-enseguida te lo explico mamá.

Esquivo a su mamá y entro corriendo, sabía que no le alcanzaría pero quería intentarlo. Por otro lado, Taehyung iba cerrando con el pestillo la puerta de su habitación y despues se fue alejando de esta. De pronto escucho como está era tocada insistente, era él, Jungkook.

—Taehyung... habré por favor.

El nombrado nego, no quería verlo, no después de haberle dicho aquello en la camioneta.

—Vete...por favor, vete.

Susurro, pero Jungkook no escucho ninguna de sus súplicas, todo lo contrario, aumento los golpes en la puerta.

—Por favor, abre, quiero... Hablar contigo. Se que no soy nadie para pedirte este tipo de explicaciones...pero, me preocupas Taehyung.

—¡Vete, déjame solo!.

Grito con todas las fuerzas que le quedaban.
La señora Jeon escucho los gritos de Taehyung y se acercó al comienzo de la escalera, preocupada.

—Jungkook, hijo.

—Taehyung...no haré ni diré nada. ¿Está bien? solo quiero verte...nada más...y si se puede quisiera...

—¿¡Que no oíste!?. ¡Largo!.

Vio el piso y busco con que golpear la puerta, un par de teñir apareció ante su vista, se agachó y las tomo.

—Taehyung...

—¡Largo!.

Tiro un tenis hacia la puerta sorprendiendo a Jungkook, este se hizo para atrás y la señora Jeon iba subiendo.

—Tae-...

—¡Vete!.

—¡Jungkook!.

Este miro para su izquierda, era su madre.

—Mamá...

—Ven, vamos a la sala.

—Pero él...

—Vamos hijo.

La señora Jeon bajo esperando ser seguida por su hijo, por otro lado, Jungkook observó la puerta de la habitación de Taehyung y este observaba la puerta por dentro, se fue acercando a la puerta con la mente más fría pero con los sentimientos a flor de piel: alguien más ya sabía de su condición y esta persona no era alguien de su entorno familiar. ¿Porque lo había hecho? Tomo la manija de la puerta, la giro y jalo de esta y se quedó helado al ver lo que había del otro lado: nada, Jungkook se había ido.

[•••]

—Toma asiento, por favor Jungkook.

Este aún se encontraba un poco alterado por lo ocurrido recientemente, tenía la cabeza a punto de estallarle, mil y un preguntas rondaban por ella. Hizo caso a lo pedido por su madre y tomo asiento en un sillón de la sala, a los segundos noto que su madre ya no estaba, tomo aire y miro a su alrededor, se encontraba en la sala de su casa, ni siquiera recordaba el como había llegado ahí.

—Ten.

Su mamá le tendió una taza de té, la tomo despacio y bebió un poco, quemándose en el acto pero le resto importancia. La señora Jeon tomo asiento frente a él, le observó y suspiró.

—Se que esta clase de noticias no son nada fáciles de digerir –aseguro–, ni mucho menos el saber que la persona que lo sufre es una que conoces desde hace no mucho, pero está ya forma parte de tu día a día –lamio sus labios, Jungkook no dijo nada, no quería decir nada–. Yo...cuando me enteré que la madre de Taehyung tenía cáncer...aquel día...me sentí destrozada, pero fue aún peor al enterarme que estaba esperando un bebé.

—Taehyung...

—Si, él era aquel bebé –sonrio–. Ella estaba tan feliz, después de años al fin había podido quedar embarazada. Tú ya tenías cinco años y cuando nos enteramos de su enfermedad y embarazo, fuiste de gran apoyo en aquellos años ya que Sofía tuvo algunos fracasos y tú siempre la apoyabas –tomo aire, sentía como se iba formando un nudo en su garganta–. Re-recuerdo aquel día como si fuera ayer, Sofía estaba a tan solo semanas de dar a luz, se puso mal y la llevaron al hospital. E-ella me llamo llorando, diciendo que quizá perdería a su hijo porque el cáncer estaba avanzando aún más ya que ella no estaba siguiendo ningún tipo de tratamiento y que no se sabía con seguridad si el bebé sobreviviría al parto, Sofía lloro tanto.

Se limpio las lágrimas de sus mejillas, Jungkook dejo la taza vacía en la mesita ratona, y sintió como el corazón se le iba cerrando, suponiendo lo que iba a pasar.

—E-el día que fue su parto no pude asistir ya que tú habías enfermado y tú papá tampoco podía faltar a su trabajo. Oré, te juro que lo hice, aquel día oré tanto que...sentí que ya no tenía voz, rogue porque todo saliera bien, porque ambos se salvarán. Pero no fue así, no, no.

Nego, ocultando su rostro en la palma de su mano. Jungkook quería consolarla, ir a su lado y abrazarla, pero se vio a él mismo en aquellas condiciones, llorando, enojado consigo mismo por no estar ahí para aquella persona que lo necesitaba.

—A-al medio día me llamo Namjoon diciendo... diciendo que ella...que ella murió –nego–. No podía creerlo, me negaba a creer que ella había muerto, llamé a tu abuela y le rogue que te cuidará, y en cuanto fui al hospital, Namjoon me recibió confirmando aquella terrible noticia –tomo aire–...en cuanto entre a la morgue y la vi...me sentí mal, muy mal. Me dolió el verla ahí tendida, pálida y con la piel pálida, demostrando que ya no tenía vida, que había muerto.

La mente de Jungkook iba procesando toda aquella historia, se veía ha si mismo llorando, triste, por la perdida de Taehyung. Sintió ganas de llorar pero ¿Porque? Si había conocido a Taehyung hace tan solo unas semanas. ¿Porque se sentía de aquella manera?.

—Despues del entierro de Sofía...me sentí mal, no quería comer, no podía dormir un solo día sin soñar con ella: Namjoon se encontraba en las mismas condiciones. Un día llegó a nuestra casa, con Taehyung en brazos, ambos se encontraban llorando –se carcajeo Sunhe–. Namjoon no sabía que hacer, no quería contratar a una niñera porque como padre primerizo tenía miedo de lo que está le haría a su hijo, tampoco tenía el tiempo suficiente para estar con él ya que en aquellos tiempos las ventas de productos con madera eran muy altas, entonces ví la oportunidad, yo cuidaría a Taehyung.

Suspiro, tomo la taza de té que yacia sobre la mesita y la bebió de un solo sorbo, miro a su hijo y vio tristeza en sus ojos.

—Recuerdo que la primera vez que Namjoon lo trajo tu estabas volviendo de clases, había sido un día muy pesado, estabas muy molestó, ni la sopa de pollo que tanto te gustaba te calmaba. Pero en cuanto lo viste me preguntaste que quien era él, que porque tenía la cara roja o porque se veía tan feo –comenzo a reír–. Estuviste de curioso toda la tarde que estuvo aquí, comenzaste a hacer caras cuando escuchabas que lloraba y reías cuando él lo hacía –suspiro–. Cuando Taehyung cumplió los tres años perdí todo contacto con Namjoon, se fue del país sin decir nada y eso me dolió, pero , después de cinco años el volvió, hecho un mar de lágrimas: Taehyung había heredado la enfermedad de Sofía.

—¿Tú lo sabías?.

—Si, lo sabia, pero no había visto a Taehyung ya que él no quería salir de su casa, Namjoon me explico que seguirían un tratamiento –nego–. Aquel día que le pregunté si tenía la enfermedad de su madre confirme que si era cierto...Dios, no se qué hacer o en qué pensar. El solo hecho de saber que tiene lo mismo me pone tan mal.

—Pero, mamá...para eso hay tratamientos, si él lo hace podría...

—Lo hizo, claro que lo hizo, pero no funcionaron. Le dijeron que podían operarle pero él no quiso, Namjoon está destrozado, no sabe que hacer.

¿Cómo que no quería? Dios, cualquier persona que tuviera esa enfermedad y tendría está oportunidad sabía que lo aprovecharía, pero él...

—Y si yo lo convenzo...

—Jungkook...

—No mamá, que tal y le demuestro lo hermosa que puede ser la vida, que hay razones por las cuales tiene que luchar y salir adelante.

—Seria hermoso, hijo, pero Taehyung se caracteriza por ser oídos sordos, no hace caso a nada.

—Lo sé mamá, pero puedo cambiar eso, se que puedo hacerlo.

No soy yo si no le hecho un poquis de drama jaja. ¿Cómo están :3? Yo pues...pasando por algunas situaciones malas pero aquí luchando.