Capítulo dedicado a FranVillaMa 
Muchísimas gracias por leerme, no solo aquí, sino en el resto de mis historias. Tus comentarios siempre me alegran el día. Espero te guste el capítulo 💜. Gracias por tanto, perdón por tan poco. 🥰😘

El ambiente era obviamente tenso. Jimin no hallaba de qué manera salir del aprieto en el que acababa de verse involucrado. Por un lado tenía el hecho de que Jungkook había llegado en el preciso instante en que se hablaba un asunto que, por la tensión que mostró en su cordial sonrisa, no era de su agrado. ¿Y si llegaba a pensar que Jimin, además de ser el centro de un escándalo que lo involucraba, se dedicaba a husmear chismes sobre él en su ausencia? Cada vez la posibilidad de siquiera establecer un conversación casual, se veía más lejos.

«¡Genial! ¡Tengo que ser el Rey de los Malentendidos!».

—Jeon, no nos dejes de lado tan rápido. Apenas y nos has saludado a nosotros, que te conocemos desde hace siglos, y has centrado tu atención en el joven Park. —Nayeon afianzó su agarre en el brazo de Jungkook, haciendo que su pecho se apretara contra este—. ¿Acaso él es más importante que nosotros? —Hizo un puchero algo tierno.

—Si a todos los conozco excepto a él, lo lógico es que le dedique más atención. Se trata de educación, Im. Y hablando de respeto... —Apartó suavemente el agarre con una de sus manos, como si no importase que esos prominentes pechos casi se salieran por encima del escote—. ¿No cree que está invadiendo demasiado mi espacio personal?

Jeon sonrió con serenidad hacia Nayeon, pero con una mirada que no admitía quejas. La joven solo alisó la tela de su vestido, a pesar de que no tuviera ninguna arruga, e intentó desviar el tema de conversación de ese inesperado bochorno. Sus ojos se centraron en Jimin, haciendo que una sonrisa maliciosa se dibujara en su rostro, había encontrado la distracción perfecta. Volvió a centrar su atención en Jungkook y retomó la compostura para decir:

—Si hablamos de respeto, creo que también podrías hacerle la pregunta al joven Park. ¿O no te parece irrespetuoso que diseñe sus personajes gays basándose en ti? Solo Dios sabrá qué fantasías habrá tenido contigo en mente. Seguro es homosexual. Por eso fantasea contigo, nuestro galán, y crea sus personajes pensando en ti.

Cada palabra, mordaz, se expedía como veneno de los labios de la actriz. A sus ojos, erróneamente, las palabras de Jungkook mostraban una preferencia hacia el escritor que la hacía sacar su lado envidioso y que hablaba de más. Jimin ya no pudo soportarlo. ¡A la mierda las apariencias, las buenas impresiones y todo lo que intentó lograr! No iba a permitir que le siguieran faltando el respeto tan abiertamente. ¿Que su imagen se iba a ir por los suelos, más de lo que ya estaba, producto a los comentarios que seguramente la actriz subiría a las redes sociales? Eso era algo que tenía claro. Pero, ¿qué le garantizaba que aun comportándose de manera pacífica y correcta, ella no acabaría exhibiendo falsedades sobre él? Con lo que había conocido de la mujer esa noche, no le sorprendería.

Ya había pasado por algo similar una vez... Ya alguien se había aprovechado de él y había expuesto sus secretos de una manera vergonzosa. No iba a permitir que lo siguieran pisoteando. Sin embargo, justo antes de que perdiera los estribos y dijera cosas en un tono del que se arrepentiría, a pesar de no hacerlo del contenido de sus frases, una voz intercedió por él.

—¿Y qué si lo fuera? Que Park fuera gay, ¿cambiaría el resultado de su excepcional trabajo? —Los ojos de Jungkook se comenzaron a llenar de admiración. De adoración—. He tenido el privilegio de leer sus historias, y he quedado tan maravillado, que puedo asegurar que es para mí un honor ser tomado de referencia para la creación de sus personajes, independientemente de la orientación sexual de estos.

—¿Tienes idea de lo que estás diciendo? —Woobin abrió desmesuradamente los ojos al preguntarle.

—Por supuesto —sonrió seguro—. Y ahora, si me disculpan, hay algunos detalles respecto a mi personaje que me gustaría debatir con Park. —Miró a Jimin—. ¿Me haría el honor de acompañarme?

El escritor asintió sin pensar demasiado. Antes de retirarse miró de reojo a Yuqi, quien se había mantenido callada todo el tiempo y tenía la mirada gacha, avergonzada. Tal vez quería ayudarlo pero no sabía cómo. No la culpaba, el mundo del espectáculo podía llegar a ser muy cruel. Además, tenía su cabeza llena de demasiadas cosas en este instante.

Estaba tan colorado como un tomate, la sorpresa y admiración palpitaban rítmicamente en su interior. ¿Acaso Jeon Jungkook acababa de defenderlo? ¿Acaso no era el Rey de los Malentendidos? Esas palabras lo tomaron totalmente desprevenido, ni en sus más profundos pensamientos llegó a la teoría de que esta podría ser la reacción y el comportamiento del actor al conocerlo, a pesar de todos los factores negativos a su alrededor. Entonces, por algún motivo desconocido, las palabras de Nochu resonaron en su mente, esas en las que le decía que Jeon, a pesar de su fama de International Playboy, construiría por sí mismo la imagen sobre él y no se dejaría llevar por rumores. Lo que en ese momento le pareció una frase de consolación, ahora era una fuente de tranquilidad, justo la que necesitaba para mantener la compostura en esta noche.

Jungkook estaba sorprendido por su propio comportamiento, no estaba pensando con claridad cuando respondió, solo lo hizo por instinto, como cualquier Minnie lo hubiera hecho si insultaban a su escritor de esa manera. Estaba sorprendido, pero no arrepentido. Sus intenciones habían sido meramente dar su opinión respecto al asunto sin ser irrespetuoso con sus compañeros, y lo había logrado, que ello hubiera llevado a tener una oportunidad de oro para hablar con Jimin, era una ganancia secundaria que no iba a desaprovechar.

Sus pasos los llevaron al balcón, algo a oscuras pero alejado del murmullo de todas las conversaciones y murmullos, les daba un ambiente más tranquilo para poder conversar. La vista de la ciudad era hermosa y la brisa nocturna, refrescante. A pesar de la tenue iluminación, el sonrojo en las mejillas de Jimin era notorio, haciendo a Jungkook pensar que quizás se había excedido comportándose de esa manera. Simplemente había expuesto su punto de vista, ¿qué le hacía pensar que el escritor estaba de acuerdo de veras en acompañarlo, que no seguía sintiéndose incómodo a su lado? Acababa de confesarse como lector de sus obras, cosa que jamás había salido en público, todo podía parecer una contradicción a su alrededor. Tenía que explicarse, pero no encontraba las palabras. En toda su vida, no recordaba haber estado tan nervioso como ahora; su lengua se sentía tropelosa, incapaz de formular una frase coherente sin trabarse.

¿En qué momento Jeon Jungkook, el galán más deseado, se había convertido en este amasijo de inseguridad? Justo cuando estuvo delante de la persona que más admira y por la que habían empezado a crecer unos sentimientos sin nombre pero que hacían palpitar su corazón con demasiada velocidad. Fue entonces cuando se le ocurrió una, según él, gran idea.

Jimin no tenía una bebida en sus manos, y su propia copa estaba vacía. Se acercó un par de pasos para llamar su atención, y habló:

—Iré a buscar algo para beber, regreso en un momento. ¿Me esperaría? —El escritor asintió efusivamente, sin hacer demasiado contacto visual—. Enseguida vuelvo.

Jimin suspiró aliviado al saberse solo. ¿Cómo había llegado a una situación así? Saber que Jungkook no lo odiaba, que leía sus historias y que quería conversar con él, era más de lo que jamás hubiese pensado obtener esa noche. Obviando el hecho de que no sabía qué decir ni a dónde mirar, todo estaba bien. En medio de sus divagaciones mentales sobre qué hacer cuando el actor regresara, revisó su celular, notando una notificación en su buzón. Era Nochu.

Nochu
¡Hola! ¿Qué tal tu noche?
¿Pudiste conocer a Jeon Jungkook?
¿Todo bien? ¡Fighting!

Una sonrisa escapó de los labios de Jimin, Nochu siempre había sido un soporte silencioso.

Mochi
Todo está bien. ¡Mejor de lo que pensé!
Parece una buena persona, tal y como dijiste. Alguien que no se deja influenciar por los demás y desea verme y conocerme por quien soy.
El único problema es que estoy demasiado nervioso. 😬
No sé qué decir o hacer. 😅😐

¿Estaba bien hablar de esos temas con Nochu? ¿Por qué una pequeña punzada se instaló en su pecho como si lo estuviera... traicionando? Se quedó unos minutos esperando respuesta, pero no llegó, quizás se trataba de un mensaje que le había dejado sin pensar que contestaría pronto. Cerró el chat al escuchar unos pasos que se acercaban a sus espaldas. Jungkook regresaba con un par de latas de cerveza en sus manos, y de su marca favorita.

—Disculpe la demora, tardé un poco en conseguirlas. —Alzó las latas—. Pensé que sería mejor algo que durara un poco más que una simple copa de champán.

—No se preocupe, agradezco que sea esa cerveza.

Jungkook lo sabía. Mochi le había comentado una vez que aún no bebía nada muy fuerte porque no estaba acostumbrado, pero que sí disfrutaba del alcohol y que le ayudaba cuando estaba nervioso, sobre todo la cerveza, justo de esa marca que se encargó expresamente de pedir. Se sintió algo culpable por usar su identidad como Nochu para saber el verdadero estado de ánimo de Jimin, aun contando con la posibilidad de que no le contestara por no estar en línea, pero quería hacerlo sentir en confort a su lado, que no se cohibiera. Saber que lo que lo tenía tan preocupado no era su rechazo o reacción y se trataba solamente de los nervios, le daba más tranquilidad para acercarse y entablar una conversación trivial.

—¿Podemos tutearnos? —preguntó Jeon—. Supongo que es raro que lo pida yo que soy el menor, pero creo que un año no es demasiada diferencia ¿o sí?

—¡¿En serio tiene veintidós?! —Jungkook alzó una ceja—. Perdón, es cierto que es información pública pero creí que... Es que su imagen... O sea... ¡Agh! Trágame, tierra. —Cubrió su rostro con sus manos, avergonzado.

—Jajaja. Tranquilo, sé a qué se refiere. Mi imagen es algo controversial. —Jimin se percató de que seguía siendo tratado con formalidad.

—Sobre tu pregunta, la respuesta es sí. Podemos tutearnos. Es raro que dos personas en sus veinte y cortos nos hablemos de "usted", solo es un año, no hay mucha diferencia. —Sonrió. La sonrisa más hermosa que Jungkook había visto en toda la noche, su corazón se aceleró.

—Cierto... ¿Por nuestro encuentro? —Levantó su lata en dirección a Jimin.

—Por nuestro encuentro. —Brindaron y dieron un delicioso sorbo a la fría bebida—. ¿Estás seguro de que está bien?

—¿El qué?

—Que hayas dejado de lado a tus compañeros solo para conversar conmigo.

—No te preocupes, ellos y yo no somos cercanos, solo conocidos de la Industria. Además, no digas "solo", conversar contigo es algo que he deseado por demasiado tiempo. —Jimin abrió los ojos, incrédulo—. No era una mentira cuando dije que había leído tus historias. Las leí todas, de hecho; hasta sigo la que tienes en proceso, cada semana vale la pena la espera. —Los ojos de Jeon destilaban genuina emoción—. Te sigo desde tus inicios. Escribes arte. Nunca he podido decirlo abiertamente por cuestiones de mi imagen y mi trabajo, pero te admiro muchísimo.

La sorpresa en la expresión del escritor fue tan notoria, que por un momento el actor creyó haberse excedido. «¡Mierda! ¿Habré hablado de más?», pensó.

—¡¿En serio?! ¡Muchísimas gracias! No me lo puedo creer, jamás lo hubiera imaginado.

Cierto, ¿cómo lo reconocería? Entre el más de un millón de lectores, ¿por qué sería capaz de saberlo? Habían hablado por años, y hasta ahora nunca antes se lo había preguntado. ¿Era Nochu tan especial para Mochi? ¿Habría otro montón de chats privados con los que conversaría de la misma forma que lo hacía con él? Era raro, se sentía incómodo. Se sentía... ¿celoso? ¿Por qué llegó siquiera a pensar que él podría ser más especial que el resto?

—A decir verdad... yo tambien soy tu fan. —Jimin prosiguió, con una sonrisa avergonzada, sacando a Jungkook de su avalancha mental de interrogantes—. Admiro mucho tu trabajo, tienes un gran talento. Tu interpretación de personajes tan variados y géneros tan distintos es un gran talento. Me pareces una gran ejemplo y un excelente punto de referencia, a pesar de que mencionarlo haya llevado a conclusiones erróneas. —Dio un largo sorbo a su cerveza.

Jungkook lo sabía. Conocía demasiado bien los sentimientos de Jimin hacia su persona. Sabía el tipo de bebidas que prefería, los lugares que le gustaba visitar, sus pasatiempos, su color favorito. Sabía tanto sobre el escritor. Lo hacía en la misma medida que este conocía sobre él. Pero Jimin lo sabía todo, a la vez que no sabía nada... Porque Nochu y Jungkook eran personas diferentes, dos existencias opuestas que resultaría increíble pensar que son la misma persona. Porque los chats daban credibilidad, pero ¿qué daba la veracidad?

«Tengo que demostrarte que soy sincero, que nada ha sido fingido. Nochu y yo somos uno; ambos te vemos y te queremos de la misma manera». Esa fue su resolución, una férrea pero que dejó en el aire la identidad de esa manera de querer a la que se refirió.

—¿Jungkook? —Que Jimin lo observará con preocupación solo demostraba una cosa: se había perdido en sus pensamientos por demasiado tiempo.

—Perdóname, mi mente estaba divagando. —Sonrió apenado, ocultando su preocupación—. Me halaga que digas eso. Siempre había querido tener la oportunidad de interpretar uno de tus personajes, me han atrapado tanto en cada lectura que me sentía en sus pieles, sobre todo Hyunsoo. Que me haya correspondido el papel protagónico es un gran honor, siento que tengo muchas cosas en común con él, por más opuesto a mí "yo real" que parezca.

El sonrojo de Jimin regresó y se extendió a sus orejas y cuello. Tenía que contener su felicidad o se desbordaría y comenzaría a reír y saltar de alegría como un niño de primaria. Que el propio Jeon Jungkook, en quien se había basado para construir el personaje, notara y admitiera las similitudes, significaba quizás que una parte de lo que había visto en el actor a través de su imagen, en pequeños comentarios y actitudes, sí formaba parte de lo que era. Puede que Jeon Jungkook sí fuera algo más que el playboy conquistador que todos creían.

El hielo se fue rompiendo poco a poco, y solo sacar a la luz el tema de las historias, los personajes, los giros argumentales inesperados y las escenas icónicas bastó para que los nervios previos se desvanecieran. Para Jimin era extraño, se sentía tan cómodo como si conociera a Jeon desde hacía ya muchos años, tanto como solo había llegado a sentirse con Nochu. Se entendían y compenetraban completamente, el brillo en los ojos de ambos se incrementaba a medida que la conversación avanzaba, estaban encerrados en un pequeño espacio de ensoñación donde no existía nada ni nadie más. Habían perdido incluso la noción del tiempo.

—De verdad me alegra mucho haber podido conversar contigo de esta manera y que todos los malentendidos se hayan aclarado. —Jimin suspiró aliviado y sonrió de nuevo. Jungkook sentía que podía volverse adicto a esa sonrisa—. ¿Cuál es tu usuario? Quizás lo recuerde, suelo fijar los nombres de quienes se mantienen activos e interactúan conmigo.

¿Estaba bien decirlo ahora? Había pensado, inicialmente, revelar su identidad como Nochu después de que la opinión de Jimin sobre él estuviera hecha por lo que conoció y no por su imagen, pero... ¡Diablos! Quería contarle. Claro que lo deseaba. Llevaba largos años esperando este momento y ahora que lo estaba viviendo, quería dejar todo claro. Nada bueno traería seguir manteniendo una mentira después de tanta sinceridad con la que habían estado compartiendo esa noche. Lo diría. ¡Lo haría, y ahora!

—Escucha, Jimin, en realidad yo soy...

—¡Jungkook! ¡Qué bueno que te encuentro! —Un hombre de baja estatura, bastante similar a la de Jimin, bien parecido y con un elegante traje gris se acercó a ellos.

—Hyung, ¿qué pasa? —Jungkook preguntó, tratando de mantener a raya la inconformidad por la interrupción. Su manager no tenía la culpa.

Yoongi llegó a paso acelerado, como si llevara ya un buen rato buscando. ¿Tanto tiempo llevaban solos afuera? Teniendo en cuenta lo caliente que se sentían el par de tragos de cerveza restantes en la lata, podía ser. Ciertamente, el tiempo que se pasa con buena compañía y divirtiéndose es el que más se disfruta y el que más rápido pasa.

—Pasa que desapareciste casi nomás llegar y aún falta personal por saludar y conocer. ¡Hace más de una hora que no te veo! En una hora comienza tu entrevista en "Seoul Night", casi tenemos que irnos. Puede que con el resto del staff puedas intercambiar unas reverencias y sea suficiente, pero ¿qué hay de Park Jimin? Te conozco, sé que...

—Hyung —lo interrumpió—, te presento a Park Jimin. —Se hizo a un lado y dejó ver al escritor, que aparentemente había quedado tras él, oculto a los ojos de Yoongi.

El recién llegado parpadeó incrédulo un par de veces, miró a Jungkook con un deje fugaz de reproche, y se recompuso para saludar

—Es un placer conocerlo. Soy Min Yoongi, el representante de Jungkook. —Intercambiaron reverencias—. Perdón porque haya tenido que presenciar esta escena, no sabía que estaba aquí.

—No se preocupe. Para mí también es un placer conocerlo. Y perdone por haberme robado a Jungkook, la conversación estuvo tan entretenida que perdimos la noción del tiempo, al parecer.

—Y créame que lamento interrumpirlos, me gustaría dejarlos conversar todo el tiempo que deseen, pero en serio tenemos que marcharnos.

—Entiendo... —Miró a Jeon—. Tal parece que nuestro encuentro ha llegado a su fin. Fue un placer conocerte y platicar, que tengas una buena noche. Espero que nuestros caminos vuelvan a cruzarse alguna vez. —Hizo una reverencia profunda.

—El placer fue todo mío. —Correspondió al saludo.

Intercambiaron un par de frases más de despedida antes de que Jungkook se marchara junto a su manager, quien se volvió a disculpar por interrumpirlos.

Una vez estuvo solo, Jimin se recargó del balcón y sus ojos se cerraron con fuerza, conteniendo las lágrimas. ¿Por qué de repente se sentía tan solo? La pasada hora había sido tan divertida que ahora todo se sentía aburrido y sin color. Él se sentía fuera de lugar. Ese no era su ambiente, lo recordó; simplemente Jungkook había logrado que olvidara todos los malos ratos. Había sido un encuentro tan inesperado y maravilloso. No quería volver adentro y encontrarse de nuevo con ese grupo de petulantes maleducados, lo único que deseaba era llamar a Jin, avisarle que regresaría a casa y escabullirse por una esquina para regresar. Podía hacerlo, ¿verdad? Ya había cumplido con las formalidades y saludado a todos, no había un motivo de peso que lo atara ahí.

Un pesado suspiro abandonó sus labios. Se disponía a sacar su celular para avisar a Jin que se iba, cuando escuchó unos pasos acercarse veloces. Se volteó y un brillo de felicidad inundó su mirada cuando sus ojos conectaron con los de Jungkook.

—Quisiera traer por mí mismo ese "alguna vez" en que nuestros caminos se crucen, pero dejaré la decisión en tus manos. —Le extendió una tarjeta con su información de contacto—. Si quisieras volver a verme o hablar conmigo, no dudes en llamar.

Jimin tomó el rectángulo de cartulina con dedos temblorosos y la sorpresa lo invadió cuando notó el leve sonrojo que adornaba las mejillas de Jungkook. ¿Qué significaba eso? Su propio corazón se aceleró de sobremanera en su pecho. Hizo un pequeño asentimiento y observó al actor marcharse velozmente y con pasos torpes mal disimulados. En serio... ¡¿Qué acababa de pasar?! No lo sabía, pero era lo mejor del mundo.

¡Holiwis! Capítulo algo más largo de lo normal jsjsjs. Espero no haya quedado muy aburrido, demoraron tanto en encontrarse que quería dedicar tiempo a su primera conversación.

Estoy algo complicada con el tiempo y la trama de esta historia viene intensa y complicada, además de que los capítulos son largos. Pero este fic ha recibido tanto apoyo que no me atrevería a pausarlo, me hace muy feliz que lo disfruten (aparte de que me amenazaron de muerte si lo pausaba 🤣🤣🤣😅). Así que seguiremos. Perdón si hay errores, no tengo borradores adelantados, voy escribiendo y publicando. 💜

¿Hay algo que les gustaría que pasara? Si es así, déjenlo en un comentario. Podría incluir algo de lo que les guste jjjj.

Chao chan 😘

Hasta la próxima actualización.