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XVI. Up or down;

De día el Unplugged luce menos ilícito que en la noche, aunque de todas formas su puerta de dos hojas de hierro roído parece que te llevará directo a un basurero. O tal vez sea el simple hecho de que estoy algo ansioso.

Me sorprende cuando, después de un par de golpes algo torpes que Nam da, es Lucy quien nos abre. Su gesto luce molesto al igual que siempre. Tiene ese aire de "no me respires al lado", eso es justamente lo que sus enormes y acusatorios ojos pálidos nos dicen al vernos. Carraspea un poco su garganta y se gira dándonos la espalda antes de murmurar "pasen", y se dirige al fondo, a la puerta que se pierde detrás de la barra elevada del bar.

Dejo mi bolsa encima de los bancos que se apilan de cabeza sobre una mesa. Las luces se encienden entonces, todas ellas, dándole al sitio una cara completamente distinta, hasta podría resultar acogedor.

No soy el único que se ha distraído con esta nueva imagen porque cuando busco a Namjoon, me lo encuentro sobre la tarima que oficia de escenario, con las manos en los bolsillos de sus pantalones cargo, y su cabeza un poco volcada atrás para ver mejor el enorme mural que lo antecede.

—Es increíble. —le digo parándome a su lado, imitando su pose.

El rostro del tipo que sopla las ciento de cabezas de esos niños atontados, está pintado de una manera que logra revolverme las entrañas. Es despreciable, violento. Entiendo el mensaje. Más bien, lo siento.

—Lo pintó él.

—¿Te refieres a... ?

¡Que sí joder!

La voz resuena por el vacío espacio y tanto Nam como yo nos damos la vuelta buscando a su dueño. El castaño sale de la misma puerta donde Lucy desapareció un momento atrás, revolviendo el cabello de su nuca. Se sube un poco sus pantalones de chándal enormes mientras camina hacia a nosotros.

La sonrisa que se pinta en su rostro al ver a Namjoon me hace, por un segundo, girarme a verlo yo también. De pronto se me ocurre que le sonríe así porque Topo lleva algún gesto ridículo en su cara, pero no. Sólo está ahí de pie, devolviéndole la bienvenida de manera amable.

—¡Namjoon! —dice algo emocionado, mientras de un salto limpio se encuentra sobre el escenario junto a nosotros. Sus manos se enlazan, golpean apenas sus hombros en un saludo, y de repente me siento el mal tercio—. ¿Cómo estás, macho?

—Bien Kook, ¿y tú? Él es Taehyung.

Nam me da un golpe en el brazo para señalarme y recién entonces él me mira, manteniendo su sonrisa aunque algo más contenida.

—Tae está bien. —le digo extendiéndole mi mano que él aprieta de inmediato. No recuerdo su nombre, a pesar de que lo dijo la noche que Namjoon se presentó. La verdad es que de esa noche no recuerdo más que querer largarme al primer momento. Y a Jungsie.

—Jungkook, o como quieras. —No sé si bromea o lo dice en serio, pero me sonrío—. Lucy está separando el dinero. Es que yo valgo mierda para eso. ¿Quieren algo de beber? Esta vez invito yo.

Ya me agrada.

—Por mí está bien. —contesto, la verdad es que un trago ahora me vendría al pelo. Nam me observa un segundo, luego a Jungkook y se encoge de hombros en un "¿Por qué no?".

Y entonces Kook sonríe, enormemente, desapareciendo esa leve pinta de engreído que lucía. Da un salto y una corta carrera tras la barra, donde comienza a escarbar un minibar, mientras Topo y yo nos dejamos caer ahí mismo, con las piernas colgando de la tarima. Algunos estruendos se escuchan, una botella rodar, unas cuantas maldiciones y entonces, Lucy aparece en en el marco de la puerta nuevamente.

—Oye Topo, ¿Lucy y Jungkook... ? —Le pregunto mientras los dos los observamos. La chica lo mira con los brazos cruzados sobre su escuálido pecho, con su gesto reprobatorio. Pero a él parece no importarle cuando asoma la cabeza del refri y le dice "Me tomé las últimas ¿verdad?" con la misma sonrisa de hace un momento.

—Ni idea hombre, pero tratándose de Lucy Lee prefiero no preguntar.

Unos minutos después Jungkook regresa a nosotros con un pack de seis cervezas mientras grita "Gracias Lulu" sobre su hombro, pero nadie contesta. Y aunque me resulta curioso, tal vez Nam tenga razón y es mejor no averiguar.

Antes de que Kook alcance el escenario la puerta suena de nuevo frenándolo en el lugar. Dos golpes secos. Los tres nos observamos un instantante, supongo que todos dudamos de haber oído aquello. Y entonces otra vez, pero los siguientes golpes son algo más... amigables.

—Ya estamos todos. —dice el castaño mientras se dirige a abrir.

—¿Quiénes somos todos? —pregunto a Namjoon.

—Nosotros, y Hoseok y Yoongi.

¿Yoongi? Mierda, todo esto no me apetece para nada.

—¿En serio hombre? Apenas me hacía gracia la idea de estar aquí y ahora resulta que es una reunión. —susurro a Nam algo molesto.

Hoy temprano me insistió en que le acompañara objetando que me haría bien si es que quiero "encontrar el camino a casa", comenzar a codearme de nuevo con la música. "Solo nos juntaremos con el crío, probamos el nuevo tema, cobramos la pasta del show y nos marchamos" me había dicho, y aunque en realidad no mintió, ya me sentía algo ansioso incluso antes de saber que seríamos más.

—Te dije que probariamos un tema, no puedo hacerlo sólo. Relájate, ¿quieres?

Suspiro, Namjoon revuelve un poco mi cabello mientras los dos clavamos la vista en la puerta y vemos a los chicos entrar.

De nuevo rostros de sorpresa al hallar el bar con tantas luces, vacío y en silencio. Bueno, más bien el de el hermano de Jungsie, porque el gesto del pequeño rubio se ve tan deslucido como cualquiera de las otra veces que nos hemos cruzado. En serio, si es que parece no inmutarse ante nada. Y una mierda Jungsie está colada por un tipo así. Es que no lo creo, si ella tan... ella.

—Woah Jungkookie, ahora que lo veo bien no me suena tan mal saber que vives aquí. —dice Hoseok, que aún no parece notarnos porque sus ojos curiosos se mueven en todas direcciones. Incluso se pasea por cada rincón, aunque solo hasta donde llega la luz.

Su actitud no se parece en nada a la de Jungsie. Si no fuera porque tienen la misma curiosa nariz diría que ni siquiera son familia.

—¿Te sonaba mal? ¿Hablas de lástima o algo así?

—Quería traerte cobijas y galletas. —contesta Min, alcanzandonos primero porque ha hecho el camino de la puerta directo al escenario, sin detenerse en nada.

Su mano sostiene la de Nam luego de un sonoro golpe de palmas, y entonces me mira.

—Taehyung. —digo extendiéndole mi mano.

—Min Yoongi. —Lo sé, y no me agradas. Entonces, ¿comenzamos ya?

—Tranquilo amigo —Jungkook le lanza una lata de cerveza apenas Yoongi gira su cuerpo al oírlo. La atrapa de forma torpe, como si no usara sus reflejos en años. Ñoño—, primero unos tragos.

—¿Esto es lo que haces todo el día aquí dentro? ¿Unos tragos? —Aunque tiene un tono algo afrentoso al hablar, de todas formas abre la lata y le da un sorbo.

—Me gustaría, pero por ahora apenas me da para los gastos, de hecho, Hoseok esas galletas me vendrían bien.

Hoseok se sube a la tarima de un salto, revisa la plataforma -no sé porqué- dando unos pequeños brincos, haciendo sonar un poco las tablas, y al final se sienta junto a Nam, tomando una cervezas del paquete que Jungkook le extiende y pasándonos las otras.

—Tengo unas en el bolso, ¿las quieres?

Me río, Namjoon también y Kook lo hace sólo luego de salir de su asombro.

—No. ¿No estás un poco viejo para andar con galletas?

Por primera vez Yoongi hace una mueca que traduzco como una sonrisa detrás de su lata. Parece que solo le dan gracia los comentarios ácidos.

—Las galletas son atemporales ¿vale? De todas formas, no son mías. Sohee las dejó ahí hace cerca de una semana.

—No preguntes. —agrega Yoongi.

—Jungkook... —La voz de Lucy corta la animada charla. Está de pie junto a la puerta, con su bolsa colgando de su hombro—. Ya terminé. Están separados en sobres con rótulos, te deje las cuentas de debes y haberes con los respectivos porcentajes. Si no lo entiendes, no me llames. Hasta mañana. 

Y se va, como si el resto de nosotros no existiera, no espera ni un momento y cierra la puerta a sus espaldas.

—Sólo por ella sobrevives ¿verdad? —pregunta Nam con un poco de burla.

Jungkook suspira profundo y recién entonces sus ojos abandonan la puerta.

—Estaría tan jodido.

¿En serio? Digo, es verdad que Lucy es muy inteligente, de los mejores promedios en clase siempre, pero me cuesta imaginarla siendo la salvación de alguien. En especial de este chico, si es que parecen todo lo opuesto.

—Vale —dice Min, estrellando la lata vacía sobre el escenario y dirigiéndose a los equipos de sonido—, empecemos de una vez.

—No sé si lo prefiero cuando está ansioso o inamovible. —susurra Hoseok, casi como un pensamiento en voz alta, y entonces me mira unos segundos, mientras Namjoon y Jungkook continúan hablando de Lucy. Sus ojos me analizan un instante por encima de Nam y la verdad, me acojona un poco, porque su rostro serio me genera totalmente lo opuesto a lo que su jovial actitud desprendía hace un instante—, oye, ¿es contigo con quien ha estado mi hermana todos estos días?

Y así es como la charla de los chicos desaparece sumida en un silencio. Veo a Yoongi a unos metros frenarse en seco, antes de retomar su paso, alcanzar por fin la consola de sonido y buscarnos con esa mirada escrutante.

Okay, sé lo que es esto. También... tuve una hermana, y aunque nunca le hice un interrogatorio a ningún chico que golpeara la puerta de casa, hubieron varios a los que quise ahuyentarlos por siempre. Lo gracioso del asunto es que Hoseok no sabe que su amigo también le echó los tejos a Jungsie hace algunos días y que, asumo justo por esa razón, ahora el rubio está esperando mi respuesta tanto como los demás.

—Bueno... hemos estado yendo a la biblioteca, si a eso te refieres.

—La biblioteca... ¿de noche?

Jungkook rompe la tensión con una risa contenida que explota como un siseo en sus labios.

—Pillado. —dice, y yo no puedo cerrar mi boca de la sorpresa frente al devenir de la charla.

—Bueno, y el cine, —agrego—. Trabajo en uno, tengo entradas gratis, pueden... venir cuando quieran.

—La sala de proyectores es la mejor mierda en la que he estado. —Namjoon me respalda con ese comentario y los ojos de Hoseok se mueven de mí hacia él, su gesto se relaja, y al final, suspira y se sonríe.

—Entonces el secreto de Joonie es Kim Taehyung. Hombre, debí imaginarlo.

El espacio se llena de una base que comienza a sonar, algo oriental mezclado con trap. Hoseok se distrae buscando a Yoongi quien sube al escenario y comienza a probar los micrófonos, le lanza unos comentarios burlones que el rubio no escucha. Y yo le doy un sorbo más a mi cerveza, porque mi nivel de nerviosismo ha aumentado exponencialmente.

—¿Te presentas también? —me pregunta Kook, tirando a embocar su lata en un contenedor a unos cuantos metros de nosotros. Acierta.

—No, sólo he venido a acompañar a Nam.

—AÚN no. —agrega Topo. Y deja una palmada en mi hombro antes de alejarse en dirección a Yoongi.

—Cuando quieras eh, sólo me avisas... voy por la pasta, chicos.

Y entonces Jungkook se marcha también. Dejándonos a Hoseok y a mi solos, y termino mi cerveza de un sorbo anticipando si el hermano de Jungsie va a continuar con sus preguntas incómodas o no, y hasta cuando tengo que responder.

"Tu hermana me tiene colado pero además de todos los problemas que demuestra tener con las relaciones humanas, resulta que esta loca por el tipo ese que me mira de mala manera desde el escenario y que, ah, es tu mejor amigo"

Sí, ese sería un buen resumen, pero dejémoslo para otro encuentro.

Apoya su lata vacía junto a la mía y me mira de nuevo, está vez más relajado.

—Hey, dejame agradecerte por lo de Joonha. —dice. Mi cejo se frunce un instante porque no me esperaba eso. Debe haber algún gen que te vuelva a propenso a soltar confesiones de la nada, y seguro los Jung lo tienen. Al parecer él nota mi confusión porque aclara:— Me lo dijo Sohee, ya sabes, lo de la tipa esa.

—Ah, ya. No fue... nada.

—Entonces... ¿ustedes están... ?

—Oh, No. Joonha está... interesada en alguien más.

—¿En serio? —me da un poco de gracia como, en su cara de confusión, encuentro un rastro de Jungsie cuando me mira de la misma manera.

—Ajham...

—Hope, mueve el culo de una vez hermano. —grita Yoongi.

Hoseok me da la misma palmada en el hombro que Nam, hombre, me van a contracturar, y entonces se sube a la plataforma también. Me río cuando comienza a rapear unas burlas sobre Yoongi, que busca algo en su teléfono con una leve sonrisa, y al final suelta un agudo en el micro que hace que Nam lo mire como para extiguirlo.

Mientras yo tomo mi móvil, porque hoy no la vi y hablar de ella hace que comiencen a picarme los dedos.

Yo: Jungsie, creo que deberias hablar más con tu hermano 

Su última conexión fue hace algunas cuantas horas, supongo que se encuentra en el trabajo. Si es así debería estar saliendo en unos pocos minutos porque... joder, ¿desde cuando estoy TAN colado por ella? No recuerdo que turno me toca mañana pero si el horario en que deja el museo. Esto es estar colado de la mala manera. De la «soy una chica de dieciséis años» manera. En serio, no importa que el Episodio II sea su película favorita, no importa si al final le gusto o no porque, por más que nuestro beso haya sido el mejor de su vida...

—Esta mierda me hace sonar como un puto androide.

Así es, al pequeño y borde Min Yoongi es a quien quiere.

Un ruido metálico me hace abandonar la conversación muerta en mi móvil y alzar la cabeza. Jungkook ha dejado dos sillas de playa frente al escenario y se acerca a él para repartir a los chicos unos sobres que asumo, son las ganancias del último fin de semana, toma la única cerveza que ha sobrevivido y me hace un gesto con su cabeza. Y entonces lo sigo. Me dejo caer en la silla junto a la de él mientras los demás aún ajustan el sonido, prueban una y otra vez la misma pista, y Jungkook y yo nos bebemos juntos la última lata.

La verdad, esto no está tan mal. No recuerdo la última vez que pase el rato con alguien más que Namjoon. No quiero alardear de mi carisma, pero siempre me fue sencillo eso de hacer sociales, y a pesar de eso admito que los últimos años me he recluido como una rata.

Mi móvil vibra en mis jeans y me avergüenza un poco lo veloz que lo quito de ellos.

Jungsie Jungsie: Ehhhh... ¿Okay? Lo tendré en cuenta. ¿Estás estudiando terapia familiar o algo así?

Trato de controlar mi sonrisa de tonto porque Jungkook a mi lado parece algo curioso de todo lo que hago.

¿Debería esperar un momento para contestar? ¿Será que luzco muy desesperado si lo hago ya mismo? ¿Será que justamente esto es lo que piensa una adolescente de dieciséis años? Vale, hombre, no es la primera chica con la intentas flirtear, no me digas que has perdido la magia Kim Taehyung.

Yo: Creo que preferiría eso que el interrogatorio que me ha echado Hoseok

Apenas termino de escribir ella está en línea. Y enseguida comienza a contestar mi mensaje.

Jungsie Jungsie: ¿Estás con él? ¿Por qué? ¿Dónde? ¿Qué te ha dicho? ¿Qué le dijiste?

Wooow...

Yo: En serio pretendes que conteste todas?

Jungsie Jungsie: De otra manera no hubiera preguntado ¿no crees?

¿Por qué cuando ella es borde me parece algo exquisito?

Yo: Okay... Si. Están haciendo una prueba de sonido. En el Unplugged. Me pregunto si es conmigo con quien has estado

Yo: Me llamo el secreto de Joonie...

Yo: Y me dio las gracias

Jungsie Jungsie: Te faltó una. ¿Qué le dijiste?

Yo: Que si y que no hay de que

Jungsie Jungsie: ??

Yo: ??

Jungsie Jungsie: .l.

¿En serio? Mi risa hace que Jungkook me observe una vez más, mientras los chicos parecen por fin comenzar a cantar algo.

Yo: Por que me ofendes con tu escritura? Sabes que hay un emoji para eso?

Jungsie Jungsie: No soy muy de los emojis. Además ¿no era que odiabas la música? Da igual, mañana me cuentas qué ha dicho Hobi, porque al parecer resumir una charla no es lo tuyo.

Mañana... No recuerdo que hayamos quedado para mañana. Tal vez esa sea la razón por la cual mi sonrisa comienza hacerme doler la cara.

Jungsie Jungsie: ¿Puedes ir a la biblioteca a las 14? Puedo tomar el bus si no es así, no te preocupes.

Yo: A las 14 en el estacionamiento de la uni

Estoy a punto de guardar el teléfono de nuevo en mi bolsillo cuando comienza a sonar. Pero mi momentánea felicidad es un error, porque no es Jung.

—Pa... —digo al atender la llamada, mientras abandono la silla y me alejo al rincón más silencioso que encuentro. Mi padre nunca, jamás, me llama desde su móvil, suele  hacerlo desde el teléfono de línea, o dejarme recados por mamá o incluso mandar alguna carta cuando envía una encomienda. Pero la tecnología no es lo suyo, por eso de inmediato me pongo ansioso—. ¿Qué sucede? ¿Todo bien?

Hijo... tu madre... ya sabes. Lo mismo de todos los años. —Joder Joder Joder. El nudo en mi garganta me impide decirle algo de inmediato, y la música de los chicos se torna de pronto como una patada en las bolas—. Lamento tener que llamarte pero la han tenido que hospitalizar. Ella está bien, pero es que tú... tú siempre logras hacerla recapacitar.

—Voy para allá papá, en el siguiente tren ¿vale? No te preocupes ¿sí? —sin pensar demasiado cojo mi bolso y me dirijo a la puerta—. Mantén el teléfono cerca, ¿recuerdas cómo atenderlo cierto?

Me las arreglaré tranquilo.

—Bien.

Taehyung, lo siento hijo.

—Tae ¿te vas?

Quisiera contestarle a Nam quien lanzó la pregunta directo en su micrófono y por encima de la música. Pero no puedo hacer más que darle un gesto de mi mano y salir pitando de allí.

Yo es que vivo del drama y lo necesito tanto como al aire

Prometo que el siguiente capítulo será peor
MUAJAJA

(Les dejo medicina por adelantado)

¿Qué tal Kook? ¿Está mal que esté tan entusiasmada por escribir su ff?

Loveya♥️

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