8
Chico y chica cayeron a un charco de lodo. Sin saber que hacer Suran comenzó a poner lodo en su cuerpo e igual que Hyun-Woo para que los infectados no los reconocieran o pudiera pasar desapercibidos para ellos. La chica respiraba agitada tras correr y buscar el modo de esconderse. Miro a su amigo y este asintió en modo de agradecimiento por ayudarle a sobrevivir el camino que recorrieron luego de huir de las torres.
Se quedaron quietos cuando el grupo de caminantes pasaban por arriba de zanja en donde estaba ocultos con barro ellos dos. Pasaron unos largo diez minutos hasta que todos los caminantes ya se habían alejado lo suficiente. Suran se levantó asqueada del lodo y se percató de que ya se había apartado lo suficiente como para continuar con el camino. Se dejo caer agotada al suelo para retomar todo el aire perdido en la huida.
Su amigo trato de subir afirmándose de algunas ramas de arbustos hasta que quedo junto a Suran.
—Nunca más salgo contigo —bromeo la chica, luego de pasar el mal rato.
—No estaba dentro de mis planes esta huida. —Le siguió la corriente.
Ambos rieron por un momento mirándose llenos de barro. Claro que no todo es risa, Suran cambio su semblante al ver que un grupo más se aproximaba, por suerte este era un poco más pequeño que el anterior.
—Debemos movernos, Hyun.
—Ayúdame por favor. —Pidió extendiendo su mano.
La chica se limpió el rostro un poco con algunas hojas de un árbol. Al poder ver mejor, a los metros de ella estaba una silueta que reconocía a la perfección y era su pareja. Jung Hoseok que corría hacia ella para abrazarla al ver que al fin la encontró luego de horas andando por la carretera con su familia.
Cabe mencionar, que la noche ya se había apoderado por completo. Estaba oscuro y la vista era borrosa y obstaculizada por la poca iluminación del entorno. Por suerte Hoseok andaba con una linterna.
—Hoseok... —Suspiro ella abrazándolo con fuerza. —Perdón por no avisar, es que...
—Te encontré, y es lo que me importa Su... —Le beso la frente quedando con una sensación rara en la boca.
—Ya se, estoy asquerosa, pero no tuve opción...
Detrás de él se dejaron ver sus padres y hermano. Yoongi no se veía muy contento.
—¡¿Cómo se ocurrió salir como si nada, Suran?! ¡Estaba preocupado por ti! —Exclamó entre molesto y preocupado.
—Lo lamento... Andabas ocupado como decírtelo.
—Daba igual, por lo menos decirle a los demás. Quedaron sin nada como volver o con que protegerse en el camino.
—Ella sabe cuidarse y cuidarme... —Agrego Lee entregando una sonrisa para calmar los ánimos.
—Ya lo veo. ¿Qué te paso? —preguntó la mujer.
—Caí mal y me torcí el tobillo. Duele un infierno, jefa.
—Volveremos ahora a Jirisan para que te vean.
Todos asintieron, sin embargo, sus caras no eran las mejores y Suran capto esto al igual que su mejor amigo.
—¿Pasa algo en casa?
—Caminantes, hija. Llegaron acercarse a la comunidad y debemos volver con lo demás. Tae y Yeonie están solo allí.
Suran miro a su hermano, bastante molesta.
—¡¿Cómo eres tan irresponsable de dejarlos con infectados merodeando por Jirisan?! -Le cuestiono. —¡Yo después, primero tu familia, Min Yoongi! —La chica comenzó a caminar bastante enfada.
—Suran... Espérame. —Yoongi escalo un poco por la tierra hasta que llego a la carretera.
Jae-ik miro a su expareja. Admitía que Suran tenía algo de razón. La mujer ayudo a Rio a escalar.
Mientras iban caminando ambos hermanos estaban discutiendo, más que anda, Suran regañando a su hermano mayor por la falta.
—¡Te fuiste a Seúl y ahora vienes hasta aquí! ¡Entiendo porque Tae se enfada contigo a veces eres muy terco! —Vocifero.
—No me hables así tampoco, trate de ayudar y hacer lo que puedo.
—¡Ya, lo sé! —respondió enojada. —¡Pero ellos te necesitan! Con que viniera Hoseok y mi madre, estaba bien. Íbamos a volver de todos modos.
—¡¿Puedes parar?!
—¡No! —Negó. —¿Sabes la razón por la que Taehyung se molesta contigo últimamente?
Min aparto la mirada.
—Sales de Jirisan todos los malditos días. Y regresar con sangre y destruido, igual que cuando encontraste Jaewook y a Soo-hyuk. ¿Qué pasa contigo? ¿Qué tienes que no puedes quedarte quieto un segundo al lado de ellos? —Encaro sin dejar hablar a su hermano.
Su madre le tomo la mano. Sin embargo, Suran se mantuvo firme.
—Necesito despejarme a veces, me siento abrumado con las cosas. ¿Acaso no lo entiendes?
—¿Y de qué? ¿De que Jaewook allá traído la noticia de que Hwang-Woong le paso lo que le tuvo que pasar el día que lo vimos en Ansan? ¿Morirse?
—Suran. —Regaño su madre. —Acordamos no mencionar el tema.
—Tengo que hacerlo, mamá. Para ver si aterriza de una vez.
—¡Deja de hablarme así, no seas alzada, Suran! —La regaño Min mostrando claramente molesto.
—Tu problema, es que el pasado te está consumiendo y no estás disfrutando el presente que tiene con Taehyung y con Yeonjun.
Yoongi se quedó en silencio. La chica comenzó a caminar en dirección al furgón que estaba estacionado hacía unos metros de donde estaba. Asumía que era de ellos por la aprecia de los vehículos de Jirisan, bien cuidado y con las ventanas protegidas con rejillas.
Jae-ik se quedó con Yoongi mientras Ja-hyun llevaba a Rio hasta el vehículo.
El silencio era un poco interrumpido por los grillos los búhos que generaban la melodía de la noche.
—¿Me quieres decir algo tú también? —Yoongi le preguntó a su padre.
—Hijo, tienes treinta y cinco años, dudo que tenga que decirte algo de tu vida, pero... quizás debas oír esta vez a tu hermana. Si te estancas en el pasado, el presente y el futuro se te ira de las manos y créeme, es hermoso lo que tienes ahora. Una persona que te ama y un niño que... Dios, te adoro. No lo descuides, Yoon. —Le palmeo la espalda.
Yoongi se quedó allí, parado por un momento el solo, mientras que oía como se ponían de acuerdo para llegar pronto a Jirisan. Suspiro, y el mal sabor de boca tras la discusión con su hermana no se lo quitaba nadie, sin embargo, no había tiempo para lamentos en Jirisan junto a su esposo arreglarían las cosas.
Así debía ser.
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Jungkook cayó de espalda luego de que la puerta que trataba que no fuera derribada por el peso de los caminantes. Jeon sacó la pistola y disparó contra dos de ellos, mientras que Eun-seok le cubría asesinando a los otros. Ya estaban invadiendo la clínica donde la mayoría de gente se encontraba resguardad.
Quienes igual protegían a su manera con cuchillos y objetos con punta que sirvieran para defenderse de los caminantes que asechaban por la clínica. Cada que, miraban por las ventanas, eran capaz de darse cuenta de los cadáveres de los habitantes de Jirisan e infectados. Un escenario desolador y doloroso, pues traía recuerdos de lo vivido hace años.
Por otro lado, Jackson y Eunwoo protegían a los niños dejándolos en la consulta de Seokjin, quien yacía allí dentro tratando de no perder la calma, menos llamar la atención tras sentir la primera contracción, después la segunda y así llevaba unos diez minutos. Wang sospechaba que algo andaba mal con el doctor, ya que sus caras no eran precisamente de las mejores. El militar cerró la puerta, dejando a su pareja a cargo de que nadie más entrara, al menos que fueran sus mismos amigos.
El médico se sentó en una silla y Jackson solo se le acercó.
—Doc. ¿Qué te ocurre? —preguntó interesado, dejando el arma apoyada en la pared.
—Na-Nada, estoy bien —respondió entre escalofríos por el dolor.
—Ni siquiera se te ocurra mentirme. —Amenazó asustado al verle el rostro pálido y la frente sudorosa. —¿Qué pasa? ¿El bebé? —Insinuó el hombre. Al no obtener ni una clase de respuesta supo que la última opción era la correcta. —Iré por Ji-eun. —Aviso.
—¡No, Jackson! —Le agarro la mano antes de que pudiera ponerse de pie. Entre medio, logro captar la atención de Eunwoo. —P-Por favor... No... Ahora no, ve como están las cosas...
Wang recordó esa vez que iba a nacer el hijo de Jungkook y Jimin, la situación era doble de peor, pero esto no se trataba de poner en la balanza quien lo paso peor. Se trata de que en ambas situaciones estuvo y está dispuesto hacer por el doctor. Wang tomo el rifle y en eso llega su novia que se quedó con él, mientras que algunos niños, incluidos Yeonjun y Beomgyu miraban asustado al amigo de sus padres, que no tenía buen rostro.
—Quédate con él, yo iré por Roy y Ji-eun.
—Tú ve, no tiene por qué pedírmelo. —Sonrió ella.
Jackson asintió conforme y salió hecho una bala al pasillo de la clínica que llevaba a la zona de la recepción. No eran tan grande, de hecho, era una clínica improvisada, armada en una casa, y esa casa era de Roy que, con el tiempo, la fue armando con todos los implementos que hoy los profesionales podían ocupar.
Al estar ahí vio como Jungkook y Taehyung custodiaban la puerta que se había desperdicio de las bisagras por la fuerza y el peso de los caminantes. Ambos amigos se percataron de que Wang estaba más que acelerado buscando ayuda, es por eso que se les acercó en busca de respuestas.
—¿Vieron a Roy o Ji-eun?
—Estaban por la puerta trasera de la clínica. ¿Por? —Le respondió Jungkook mientras miraba que ni un caminante entrara.
—Jin, creo... creo que tiene contracciones.
Taehyung abrió los ojos sorprendidos y Jungkook igual.
—¿Cómo no avisa? —Cuestiona Jungkook.
—No sé... la situación está horrible... Mierda... —Mascullo entre dientes. Miro hacia las ventanas y estas seguían con algunas personas defendiendo el lugar.
—Iré por ellos, no me tardo.
Kim salió corriendo hacia la parte trasera de la clínica en donde Roy y Ji-eun, se encontraban resguardando algunos implementos médicos con tal de no perderlos y sacarlos cuando llegara el momento de realizar las curaciones pertinentes a cada persona de Jirisan que haya salido lesionada con la horda de caminantes que apareció. La doctora cerro con llave, mientras que Roy mataba a un par de infectados pegados a la puerta con tal de querer entrar y devorar a quien estuviera dentro; dos cuchillazos en la cien y los dejo en el suelo, muerto al fin.
—¡Doctor Roy! —Exclamo Taehyung, llamando al médico.
—¿Qué haces aquí? Debes estar al frente con las personas cuidando el lugar, Tae.
—Es Jin hyung... —Lo tomo del hombro para hacer que lo mirase concentrado. —Tiene contracciones y-y... la situación no mejora para nada allí dentro.
—¡¿Cómo así?! —Ji-eun se espantó. —No puede ser... —Miro la puerta del sótano, en donde se ubicaba toda la implementación médica necesarias para operaciones de emergencia. Y esta era una de ellas. —Tráiganlo ya, mientras antes sea mejor. Lo dejaremos reposando aquí abajo mientras nos seguimos encargando de todo este caos. —Taehyung asintió. —¡Rápido, tráelo, Tae!
El castaño se echó a correr nuevamente, dejando a los dos doctores preparándose para una nueva y difícil situación.
—¿Primera vez? —preguntó Ji-eun buscando su traje clínico con aceleración. Saco una caja con gasas, apósitos, material quirúrgico y una jeringa con algunos medicamentos.
—S-Si... Jamás operé bajo presión, menos con infectados en las espaldas.
—Deberás hacerlo, porque Jin depende de nosotros dos, Suran aún no llega y estamos contra el tiempo, Roy.
El hombre asintió y llevo algunas cosas necesarias para abajo. La mujer respiró hondo, preparándose para enfrentar nuevamente una situación arriesgada entre la vida y la muerte de dos personas.
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Jaewook y Soo-hyuk lograron escapar del sótano. Un poco de fuerza, un pequeño alfiler e ingenio, lograron soltarse las esposas, abrir la cerradura, la celda y con una patada la puerta del calabozo. Aunque estaba cómodo seguir abajo en la penumbra.
El escenario era mortífero. Sangre, cuerpos, caminantes esparcidos por todos lados; todo se fue por la borda. Jaewook lo veía venir, lugares como Jirisan duraban poco, lamentablemente. No tenía nada para defenderse de los infectados que acechaban alrededor, menos Soo-hyuk que estaba en posición de defensa, empuñando sus manos y flectando un poco sus piernas para atacar a un caminante con solo puñetazos en la cara o empujándolos alejado sus mordidas.
Corrieron hacia el portón principal, queriendo irse. Sin embargo, Mingyu les apunto con una pistola, deteniendo su corrida en seco. Lee levanto sus manos al igual que su compañero, Mingyu frunció el ceño enfurecido por ver que se había logrado salir con la suya para escapar de Jirisan.
—¡Vuelva ahora allí abajo! —Gritó dando una orden clara. Mientras se cuida de los muertos.
—Vamos amigo... No creo que esa sea tu preocupación ahora. Sin la jefa... esto se irá a la mierda.
En ese momento llega Sunwoo y con su vara le golpea a Jaewook en las pantorrillas dejándolo en el suelo. Kai ataca a Soo-hyuk derribándolo contra el suelo para inmovilizarlo.
—Jirisan en mi preocupación y con ustedes sueltos, no dormiré tranquilo. —Admitió sin bajar el arma.
Jaewook iba a levantarse, pero Sunwoo lo tenía amenazado con darle un golpe con la vara que traía en las manos.
Por lo pronto, Namjoon y Hanni llegan; el moreno con su bate repleto de sangre oscura y viscosa. Mingyu aparta su atención de los dos sujetos para conversar con él.
—Debemos alejarlos de aquí —dijo.
—¿Cómo? No tenemos nada con que hacerlo, Nam...
—Ya van quedando pocos, por lo menos, con un auto basta y sobra para apartarlos de Jirisan.
—¿Lo harás tú? ¿O quieres que lo haga alguien más?
Namjoon miro a los dos tipos en el suelo, los ignoro por completo. Ahora había temas más importantes que preocuparse de aquel par. Mientras pensaba si ir o no, pues necesitaba estar con Jin, no quería dejarlo solo en medio de todo y apoyarlo cuando llegara el momento de atender a las personas, porque desde ya, se veía que sería un arduo trabajo curar a los que viven en la comunidad.
Cuando ya tenía lista su decisión, se percató de que Jimin iba corriendo hacia su propia dirección con un cuchillo en la mano cuidándose de los caminantes. El chico al llegar miro a Namjoon con gran preocupación y angustia.
—H-Hyung... debes venir ahora. —Le jaló del brazo.
—¿Le paso algo a Seokjin? —Supo enseguida.
—Ji-eun y el doctor Roy van a operarlo para que nazca el bebé, empezó con contracciones hace ya una hora. -Contó.
—¿Y por qué no me avisaron, apenas las tuvo? ¡¿Por qué ahora, Jimin?!
Kai, Sunwoo, Mingyu, Jaewook y Soo-hyuk pusieron suma atención.
Lee se removió en el piso, buscando la manera de zafarse hasta que lo logro, empujando a Sunwoo al suelo, provocando que cayera sobre su propio trasero. El menor se levantó en el segundo y levanto el palo para golpearlo, pero Jaewook coloco la mano interviniendo en el golpe que de seguro lo iba a noquear si lo permitía.
—Sé que no soy el indicado, pero... déjame apartar a los infectados. —Pidió serio. Soo-hyuk lo miro estupefacto.
¿Buscaba ganarse el favor?
—¿Acaso perdiste lo poco que te queda de cerebro? —Ataco Ghim aferrado a su vara mirándolo con odio. —Ni creas que te dejares irte de aquí como si nada.
—Miren, sé que me tienen un odio parido, no lo pienso cambiar, pero están con la mierda hasta arriba y ahora va a nacer otro niño más... Puedo hacerlo.
Park negaba, no confiaba en él. Namjoon estaba en la misma postura que Jimin, junto a los demás que se oponían.
—¿Te volviste loco, imbécil? —Interrogó Soo-hyuk al oído.
—¿Qué más da? No tengo nada, Soo-hyuk...
—¡Si te escapas vamos a estar más jodidos! —Exclamo Kai apuntándolo con el dedo. —Eres un vil mentiroso que no merece la confianza de nadie. Toma un cuchillo y ponte a matar caminantes.
—¡Cierra tu boca, mocoso! —Lo mando a callar. —No tengo paciencia, y lo saben... —Namjoon, Sunwoo y Jimin se miraron entre sí. Lo sabían mejor que nadie. —Denme un auto con una bocina que sirva, si de camino me encuentro a Yoongi y a su familia los voy a atraer, y si me escapo... Lo sabrán, y el día que me encuentren, mátenme... Al fin y al cabo, nunca tuve nada en este mundo de mierda. ¿No?
Mingyu apretó las manos pensativas. Namjoon no dejaba de ver hacia la clínica mientras Jimin seguía diciendo que se relajara y que ya estaba siendo intervenido por los dos médicos. Si tan solo Suran estuviera ahí, todo sería un poco más fluido y eficaz. El hombre y mano derecha de Ja-hyun tomo las llaves del auto que conducía cuando iban por provisiones, y las extendió a Jaewook,
—Intenta escaparte y verás que aquí si cumplimos lo que decimos, Jaewook.
El hombre rodó los ojos y le quito las llaves. Soo-hyuk se quedó pasmado viendo como su compañero de celda salía disparado hacia el auto, notando que, en parte, sí iba a cumplir. Negado ante la idea, lo siguió y se interpuso entre Lee y la puerta del vehículo.
—¿Perdiste la cabeza? ¿Los vas a ayudar? ¿Tú? —Le preguntaba sin comprender del todo. —Eres el tipo que les hizo la vida mierda antes que yo, y ahora, ¿quieres ser el protector de este pueblucho lleno de ingenuos?
—¿Hemos tenido otras opciones? —Devolvió la pregunta. —Sobrevivimos, aquí o afuera, todo sobrevivimos y no quiero seguir deambulando por un lugar desolado, Soo-hyuk.
El de exlíder de las Cobras refunfuño.
—¿Te ganaron el corazón esos mocosos? ¿Yeonjun, Beomgyu, los hijos de los demás y ahora ese bebé? ¿Te volviste corazón de abuela, Jaewook?
Lee lo agarró de la polera y lo aparto del auto.
—Si tengo que poner el riesgo el trasero por dejar que tenga una vida digna... Lo haré.
Se subió al auto y lo puso andar mientras comenzaba a tocar la bocina, captando la atención de varios caminantes.
Soo-hyuk tomo el cuchillo que tenía guardada en el pantalón y se puso a asesinar algunos caminantes que estaban cerca y se iban amontonando más y más. Mientras que, pensaba como Jaewook había cambiado su percepción de las cosas en los meses que llevaban encerrados en Jirisan. Si era sincero, era algo que veía venir, Lee Jaewook no siempre era un desgraciado.
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El bebé viene; Suran y Hyun-woo lograron ser salvados, pero de paso los hermanos pelearon, por Yoongi pasando por una etapa complicsds de su vida. Por último, está Jaewook queriendo ayudar. ¿Qué piensan? ¿Sus intensiones son puras o querrá algo a cambio?
Gracias por leer.
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