Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

58

Eun-yoo estaba caminando por la orilla de la playa cuando a lo lejos logra ver a un hombre que le era familiar, ya que fue quien la acerco al hospital aquel día que se lesiono en su trabajo. En cuanto a su herida ya estaba mucho mejor, tras haber abierto por atacar a ese medico de cuarta que tanto detestaba.

Con los días aprendió y casi que se obligó a olvidarlo con ayuda del sargento Tak que la trato de calmar y despejarla dándole nuevas tareas o acomodándola en más puestos libres de trabajo para que pudiera buscar algún oficio que le gustara y se acercara más a sus preferencias, pero nada parecía dar frutos.

Completaba sus jornadas laborales en uno y no regresaba, después iba al siguiente trabajo y lo mismo, era un ciclo sin fin que ella mismo había comenzado por la idea de sentir que no encajaba con las personas de Oedo. Mientras ellos buscaban volver a la normalidad, ella estaba seguro que una tragedia siempre estaba por venir y confiarse era lo peor que la gente podía hacer. Si bien admiraba su prosperidad con los años, no quedaban exentos de los posibles peligros y de hecho, la mucha seguía pensando que la gente de Bogum los buscaba como venganza por haber matado al mano derecha del líder la RCMC.

Recordando aquellos años de huida, pensó que quizás ese era su único propósito, sobrevivir a lo que fuera que se presentase y que claramente su lugar no era en una isla con gente que trabajaba y vivía como si nada de los caminantes existiera. Ella prefería vivir en el mundo que había, muerto y abandonado, gobernado por seres que se movían solo por el deseo de carne, algo vivo y latente.

Suspiro y se sentó en la arena mientras oía el oleaje chocar con la orilla. Cerro sus ojos y respiró hondo si entiendo esa bruma marina chocar contra su rostro. Ignorando que Jaewook estaba a sole metros de ella.

Después abrió sus ojos paulatinamente dejando que brillo de la tarde la encandilara. Aparto al mierda del horizonte y introdujo su mano al bolsillo de su pantalón sacando una pequeña insignia bordada con una serpiente en ella. Estaba vieja y roñosa por el paso del tiempo, nunca supo de donde venia, sin embargo, cada que metía su mano a algún bolsillo o morral la tenía ahí como una pista de quine fueron sus padres. Siempre pensó que de algún grupo como los de la república, aun asi no estaba cien por ciento seguro. Nadie sabía de donde venia ella, era casi una incógnita que deseaba resolver, de ahí su deseo de no estar en Oedo.

Buscaba algo imposible, quizás algo muerto que se desvaneció con los años.

Miro la insignia y la dejo en su mano derecha, entre tanto vio como Lee se sentaba junto a ella.

—¿Mal día?

—¿Por qué? —preguntó ella.

—La gente que está sola en la playa es para reflexionar o porque tuvo un día de mierda. —Comento. —¿Cuál eres tú?

Eun-yoo se encogió de hombros.

—La que está pensando en volver a irse de la silla.

Lee la observa con detenimiento.

—¿Te quieres ir de Oedo? —La miro poco crédulo. —Creo que no es buena idea arriesgar tu vida por nada.

—No me iré por capricho, me re porque quiero buscar a unas personas. —Contó.

Jaewook entendió, aun asi sentía bastante curiosidad.

—¿A que personas buscas?

La menor extendió su mano y tomo al Lee para que le recibiera la insignia que traía desde que tenía memoria en sus bolsillos.

—Desde que tengo uso de memoria siempre he cargado con eso. —Miro le objeto.

Jaewook quedo en blanco, palideció al segundo al ver nuevamente eun insignia de las Cobras. Algo que creyó perdido en el tiempo, muerto y sin esperezas de volver a ver. No analizo con detenimiento y claramente estaba más que desgastado por los años, percudido y con algunos puntos de la costura corridos.

El hombre la observo enseguida, sintiendo una enorme presión en su pecho.

—¿Cómo dices que la encontraste?

—No la encontré, siempre está en mi bolsillo desde que soy una niña. —Explico ofuscada. Luego chasqueo la lengua. —Es por eso que pasaba explorando allá en la capital, intentando buscar algún indicio de los que usaban eso, porque siento que de ahí vengo, por algo cargo con ella siempre. ¿No crees?

El hombre, luego de años, sintió la lagrima caer por sus mejillas. Apretó con fuerza la insignia que Eun-yoo le paso en su mano.

—La creí perdida. —La chica arrugo la frente al oírlo. —Yo, hace años, estuvo en este grupo. Se llamaban las Cobras, está liderado por uno tipo peor de lo que yo fui. Paso tiempo y muchos se fueron uniendo hasta que caímos todos, sin quedar ni uno.

Eun-yoo comenzó a sentir más intriga de lo normal. Estaba urgida por saber más de esa gente.

—¿De casualidad no me recuerdas en tu grupo o a mis padres? —pregunto exasperada. —Siempre busque a esta gente, a ese grupo y nada...

Jaewook soltó una risa entre dientes. Luego miro a Eun-yoo.

—Como no te voy a recordar, si yo te cuide.

La muchacha menor parpadeo varias veces, buscando entender las palabras del hombre. Sus ojos comenzaron a aguarse con los segundos que pasaba y procesaba lo dicho por Lee.

¿Cómo que la cuida?

¿Conoció a sus padres?

¿Por qué nunca la busco?

Todas y más preguntas tenía al respecto de su pasado, entender como pudo caer manos del doctor Lim en una isla aledaña.

—¿Cómo? ¿Por qué? —preguntó con la voz en un hilo. —No entiendo...

—Sé que no lo entenderás, porque eras un bebé cuando te llevaron. —Comento Jaewook. Dejo a la insignia en la arena mirándola fijamente. —Hace tiempo, yo era solo un tipo con un grupo pequeño, que lo lideraba, por haber sido un idiota sin sentimientos se fueron y no los voli a ver hasta que yo ya era parte de las Cobras. —Conto poco a poco. —En aquel grupo estaba un líder, demente y despiada, y demás personas con el fin de solo poder vivir a pesar de lo que había en las calles, entre ellas esta tu padre, Hwan-woong.

—¿Padre? —No lo comprendió. —¿Tenía dos padres? ¿Cómo Yeonjun y Beomgyu?

Lee asintió.

—Hay mucha más historia detrás de Hwang-Woong, una vida complicada, pero lo que tu quieres es saber que paso.

—S-Sí... —Asintió.

—Bueno, luego de atracar un refugio nos regresamos a un punto que teníamos y seguimos prosperando hasta que eras mucho y cada vez se unían más. Tu padre tenía problemas con un tipo que seguro te es familiar, Yoongi. —Agregó Jaewook. La chica abrió sus ojos sorprendida. —Para hacer la historia corta, tu padre le fue difícil olvidarse de un hombre que ya tenía una familia y encontró consuelo en otro. —Contó algo apenado por ella. —Tu otro padre fue alguien de por ahí, que murió por una mordida y ya.

—¿El Murió?

Jaewook asintió.

—Murió el día que naciste, se convirtió en un caminante. —Confesó. —Ese día estábamos huyendo de los ya corredores y uno loa alcanzó a morder, fui yo el que le tuvo que abrir el estómago para sacarte antes de que fuera tarde y... a la hora era uno de ellos. Te cuidé porque se lo prometí, hasta que te llevaron.

—¿Quién me llevo?

—La RCMC. —Le dijo. —Te busque años, muchos años hasta que la gente de Jirisan me atrapo y he estado con ellos desde entonces. —Rio entre dientes. —Tras llegar aquí, admito que me rendir, buscaba a una niña que no sabía si vivía o estaba muerta, hasta quizás se convirtió en esas cosas asquerosas, pero... —Sonrió con melancolía. —Estuviste frente a mi desde el día que te trajimos con Yeonjun y Beomgyu.

Eun-yoo comenzó a llorar a mares tapando su rostro para que no la viera llorar como una niña pequeña. Lee alzo su mano y la poso en su espalda dando pequeñas palmadas para ayudarla a sacar toda esa agonía que sentía en ese momento. Al entendia, el vivir en la incertidumbre siempre era un martirio que soportar, más cuando el mundo se fue al infierno por quien sabe que motivo.

Lee no lo pensó más y atrajo a su cuerpo para abrazarla con fuerza. Eun-yoo por primera vez permite ese tipo de contacto físico con alguien, ella detestaba los abrazos, sin embargo, este en particular se sentía sanador. Sentía que encontró lo que siempre quiso encontrar, la verdad sobre quien era y de donde venia.

—¿Mi padre me quería?

—No lo sé, la verdad, Yeon jamás expreso disgusto o cariño por su estado, pero si recuerdo que dijo que te cuidaría mucho cuando naciste. —Admitió. —¿Y sabes qué? Tiene otro nombre.

—¿Cuál?

—Lía. —Sonrió sobando su espalda. —Te llamabas Lía.

Ella sonrió.

—Me gusta más que Eun-yoo. —Se encogió de hombros. Entre que era contenida por Lee a su mente se vino una pequeña idea a su mente. —¿Crees que si le pregunto al padre de Yeonjun sobre Hwang-Woong, me diga algo?

El hombre miro hacia el horizonte pensado en la idea.

—Quizás, pero a Min una vez le hable de Yeo y no tocamos más el tema, la verdad es que si quieres saber más de él podría ir y preguntarle, pero no t aseguro nada. Para Yoongi por lo poco sé, Hwan-woong fue algo complicado en su vida.

—Entiendo, quizás pueda intentarlo.

—Si gustas te puedo acompañar.

Eun-yoo sonrió y asintió.

Ambos pasaron las horas que quedaban de atardecer contándose sus anécdotas, Lee sobre cómo era la apariencia y carácter del padre de Lía para que de esta manera se lo pudiera, aunque sea imaginar. Ella por su lado, le fue relatando como iba creciendo en varios lugares a la vez, formándose quine era hoy en día, casi una chica ruda, pero en el fondo con sentimientos a flor de piel. También le relato como ella sobrevivió años deambulando sola por el país, o lo quedaba de este aprendiendo a defenderse prácticamente sola sin necesidad de que le cubrieran las espaldas.

Las horas pasaron hasta que la noche cayó sobre Oedo nuevamente. Lee y la chica caminaron juntos de regreso al pueblo de la isla, esta vez iban en silencio pasando por el sendero de arena y tierra que había cruzado por el bosque que dividía el pueblo con la zona costera.

Jaewook estaba feliz y ya se lo quería contar a su amiga Ji-min, una enfermera que conoció un día que fue a hacer una carla sobre la insolación al campo de trabajo de los agricultores. Aunque más que amiga, la sentía demasiado cercana como para solo encasillar su relación en amistad, sin embargo, era primera vez que se fijaba en una mujer y no quería arruinarlo con su desesperación masculina ni palabras que las pudiera mal interpretar. Deseaba contarle pues confiaba bastante ella.

Asi mismo, la muchacha le quería contar a sus amigos y sobre todo al sargento Tak que se mantenía al tanto de la situación de la chica sobre su pasado. Poder contar que por fin encontró a una persona el grupo de su padre la ponía muy feliz y emocionada, luego de mucho tiempo volvía a sonreír. Por otro lado, esperaba que en algún momento pudiera hablar con el padre de Yeonjun, él era el único que iba a poder aclarar dudas respecto a su padre, pero todo era tiempo al tiempo.

Al ir pasando por el sendero ambos se miran entre sí y se sonríen.

—Gracias por decirme.

—No tienes que agradecer nada, estoy muy feliz por haberte encontrado al fin. Y sin querer. —Rio.

La menor iba a agregar algo más, pero el ruido de las ramas crujir la detiene abruptamente al igual que a Lee, quien saca su navaja junto a la chica que tenía un pequeño corta cartón en su mano para defenderse, lo había sacado de la zona de entregas en donde Yeonjun hizo su servicio comunitario.

—No te alejes... —Murmuró Lee.

Ambos esperaron hasta que las ramas volvieron crujir, al cabo de unos segundos en las hojas se movieron haciendo que los dos mirasen hacia arriba en dirección a la copa del árbol. Pensaron que era un ave. Sin embargo, no fue eso.

Algo había caído de golpe al suelo, sacándole un grito a la chica y a Lee su sobresalto que se apartó delo que había caído desde arriba del árbol. El tipo dio un último vistazo hacia la copa, y ya no volviendo a oír las ramas crujir.

Se agacho para ver que era y con sus manos lo levanto. Era un aparato con tenía pequeñas luces y cuatro aros grandes con lo que parecían ser alises. Lee lo analizó bien y al girarlo ve una pequeña cámara con un punto rojo, la arranca con los dedos y ve que esta estaba grabando.

Jaewook la lanza al suelo y la pisa con fuerza rompiéndola en pequeños pedazos.

—¿Qué demonios es eso?

Lee la mira.

—Creo que nos encontraron.

═══════ ● ════════

Min repartía besos en el cuello de su pareja mientras que está pasaba sus manos por toda la extensión de su espalda con sus manos cálidas. Kim se dejaba besar en cada centímetro de piel dejando salir cada gemido sutil, pues era una de sus zonas erógenas y cada que sentía los labios de su marido una corriente eléctrica recorría su anatomía de pies a cabeza.

El azabache bajo un poco más hasta sus clavículas y el castaño soltó una rosa entre dientes, ya que le había dado cosquillas. El mayor se separó un poco y lo quedo mirando con una sonrisa ladina. Taehyung le tomó el borde de su camiseta de dormir para quitársela y comenzar con lo que tanto deseaban y prologaban, sin embargo, cuando estuvo a punto de ver un poco de piel del abdomen de Yoongi un ruido escandaloso de la puerta siento azotada con fuerza los sobresaltos de golpe.

Min se separó enseguida de Taehyung y Kim se levantó de la cama, estaba preocupados por el extraño ruido que había llegado a su hogar a primera hora en la mañana. El hombre salió de su recamara pasando por el pasillo, cuando ve que la luz de la cocina estaba encendida, al asomarse y llegar a la sala principal se da cuenta que estaba Yeonjun parado en la puerta mirando a través del ojo de esta.

El chico se dio la media vuelta y con su semblante somnoliento.

—Es el señor Lee... —Bostezó.

—¿Jaewook?

El chico asintió enseguida yéndose hacia el sofá de la sala para recostarse encima y cerrar sus ojos una vez más y porque también quería oír la conversación con de sus padres con Lee Jaewook.

Yoongi algo resiliente lo dejo entrar a su departamento, era la primera vez que Lee tocaba su metro cuadrado con su familia, no es ya desconfiara de él, si no más bien le resultaba algo extraño y desconocido, pues el Lee Jaewook que ahora estaba frente a él, era otro, nuevo y diferente.

—¿Por qué te apareces tan temprano por aquí? ¿Sucedió algo?

Taehyung apareció luego sentándose en uno de los taburetes de la encimera de la cocina junto a su esposo mientras que Lee estaba de pie con las manos en la espalda.

—Sí, algo paso. —Lee saco lo ocultaba detrás de él para enseñárselo a Yoongi y a Taehyung que se quedaron pasmados al ver un objeto tan grande en las manos del tipo. —Anoche lo encontramos con Eun-yoo de camino a la plaza del pueblo y... tenia una cámara. —Contó. —No sabia a donde ir, no quise donde tu madre porque se alteraría enseguida y primero me quiero asegurar que no sea lo que creo que es.

Yeonjun se sintió curioso por la conversación y se acerco a ello a mirar el mismo objeto aparentemente volador que estaba en su casa.

—Yo diría que es uno de esos drones que se usaban antes —dijo Kim mirándolo con detenimiento.

—Entonces si es lo que creía.

—¿Qué piensas? ¿Por qué estaría aquí? —preguntó Yoongi más preocupado.

—Tenia una cámara, la hice pedazos porque aún seguía grabando, pero me traje la memoria que tenía. —Comentó mientras sacaba de su bolsillo un pequeño chip de color negro que sujeto entre sus dedos. —La verdad, yo pienso que nos espían, no a nosotros solamente, a la isla completa.

El chico asomo su vista.

—Pero sin la cámara no sabremos que grabo. —Agregó Yeonjun. Luego miro el dron fascinado. —Nunca había visto uno, solo en las revistas que daba la maestra en Jirisan —dijo fascinado. —Es pesado y muy grande.

—Jungkook. —Les dijo de pronto Taehyung. Todos los quedaron mirando. —Sé que se debe manejar en estas cosas, tiene cara de ser un cerebrito para este tipo de situación y... de eso. —Apunto el objeto.

—Entonces deberíamos ir con él, ahora ya. —Yoongi se levantó de la silla. —Si esa cosa grababa por aquí cerca, es porque nos están espiando de hace tiempo y quienes yo creo que son, no em da buena espina.

Yeonjun se puso nervioso.

—¿Te refieres a... ellos?

Min asintió, claro que se refería a la RCMC.

Tras la visita de Jaewook, Taehyung, Yoongi y Yeonjun, fueron detrás de Lee para ir al hogar de Jungkook para poder hablarles sobre el dron hallado por el tipo y la amiga de sus hijos. Kim iría porque todo lo que tuviera que ver con el grupo de Bogum le importaba. Primero porque se quedaron con su hijo por mucho tiempo y lo apartaron de su hogar. Segundo, porque estaba asustado que todo lo que estaba formando en Oedo se venga abajo por la intromisión de la gente de su ex pareja.

Antes de ir con Jeon dejaron a Jiho con el señor Min, quien estaba al preocupado por las expresiones de su yerno, hijo y nieto con las que se aparecieron en su puerta esa mañana. Claro que luego le explicarían primero debían asegurar al cien por ciento que esto era obra del, pero grupo con el que se han podido topar en años.

Tras la parada en casa de Jae-ik, llegaron al edificio de Jungkook, el primero en tocar la puerta fue Jaewook, con la misma fuerza que toco al departamento de Yoongi. Esperaron algunos minutos hasta que Jimin se dejo ver en el umbral algo confundido por la cantidad de gente que había en su entrada a esas horas de la mañana. Iba a preguntar que necesitaban, pero Lee ya había puesto un pie dentro del recibidor del hogar de Park.

—¿Y esto que significa? ¿Qué hacen tan temprano? —preguntó confundido mirando a los cuatro presentes. Después miro a Yeonjun. —¿Vienes por Beomgyu?

—No. —Le respondió rotundamente. —O sea... si, pero es otra cosa también.

—Entonces...

—¿Está Jeon? —preguntó Lee interrumpiendo a Jimin. —Necesito preguntarle algunas cosas urgentemente.

Park frunció el ceño.

—Esperen un momento, llegan de la nada aquí, buscando a Jungkook y aun no me dicen que hacen a estas horas. —Recapitulo algo ansioso al no saber que ocurría. —¿Qué es lo que sucede?

—Esto. —Lee le enseño el dron. —Lo encontré anoche de regreso al pueblo y es urgente, ¿puedes decirle a Jungkook que venga?

Jungkook que estaba con la puerta abierta de su habitación acabándose de vestir oye el revuelo en la sala y sale enseguida a ver que ocurría. Viendo a Min, Kim, Lee y al novio de su hijo en su sala de estar. Los aludo uno por uno luego se unió a la conversación.

—¿Qué necesitan?

—Jaewook encontró esto anoche y tenia una cámara. —Comenzó explicando Yoongi mientras que Lee le enseñaba el dron. —Le saco la memoria y queríamos saber si tu nos puedes ayudar como sea, a la verdad no sé como pedirte ayuda porque ni entiendo como demonios llego esta cosa a Oedo cuando estamos kilómetros de una orilla.

Jeon tomo el dron y lo miro, sonrió aldino.

—Yo usaba uno parecido. —Les dijo. —Cuando hacia mis viajes por el paso grababa algunas partes con uno de estos drones, al ser más grandes eran de un largo alcance, casi kilómetros de vuelo. —Explico de manera técnica. —Suelen tener cámaras go pro, pequeñas pero que sirven para grabar lo que sea.

—¿Si es de largo alcance pueden salir de una orilla y llegar hasta aquí? —preguntó Taehyung.

—No tanto, llegan lejos, pero no cruzan kilómetros de mar. —Lo dejo sobre la mesa de entro de la sala de estar. —Tienes que estar en un punto intermedio, ni tan cerca ni tan lejos...

—Entonces... ¿Puede que haya gente cerca de Oedo?

—Lo más probable, pero ¿quiénes tendrían de estos? —preguntó mirando a los demás. —Hacen años que no veo un dron, y me refirieron a antes que todo ocurriera.

—Yo puedo tener una idea de quienes. —Comento Yeonjun.

—¿La gente que se los llevo? —Quiso saber Jimin.

—La RCMC. —Jugo con sus manos, nervioso. —No me sorprendería que nos hayan seguido luego de que acabara con... él. Puede que sean ellos y que anden cerca de la isla, si los usan no es por algo bueno.

Todos se pusieron más nerviosos de lo normal.

—Tarde o temprano van a llegar... —dijo Yoongi tomándose el tabique de la nariz. —Hay que hacer algo.

—Primero hablar con tu madre y ver si tiene algo con que poder reproducir las imágenes de la memoria que Jaewook sacó y luego tomar acciones para detener o retrasar lo que sea que quieran hacer esos tipos.

—Tae, Jimin, avisen al grupo que nos veamos donde la señora Choo para hablar de esto. —Les pidió Jaewook. —No podemos arriesgarnos mientras ellos andan allá afuera como carroñeros.

═══════ ● ════════

Algunos ya lo sospechaba, pero ya esta más que confirmado que Eun-yoo es la niña que Jaewook perdió y busco por mucho tiempo. Estuvo frente de sus narices por varios días y por fin logró verla.

Con esto también queda en evidencia que Jaewook ya no es el mismo hombre bruto y despiadado de antes, está cambiado, con su corazón  abierto demostrando que sí, tiene sentimientos como todos.

Así mismo, se avecina un tormenta y es que puede que la RCMC este merodeando Oedo, pero se sabrá más la próxima semana.

Gracias por leer.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro