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50

Jimin se colocó una sudare como ultimo retoque. Luego tomo su jean de un tono claro subiéndolo hasta abrocharlo con el botón y subiendo la cremallera de este. La manera en vestir había resultado ciertamente natural y con un toque de sensualidad al subirse el pantalón.

Jungkook desde la cama con los brazos detrás de su cabeza, solamente con la sabana cubriendo la parte inferior de su anatomía se mordió ligeramente los labios. Park se percata de esto y sonríe algo tímido acercándose a la cama para besarle los labios. Jeon lo tomo con fuerza y lo tumba dejándolo abajo de su cuerpo para comenzar una guerra de besos desenfrenados entre ambos.

El rubio se alejo y sonrió saboreando un poco sus belfos. Había extrañado los besos y muchos más de su pareja.

—¿Anoche no te basto? Porque déjame decirte que estuviste increíble, Jeon. —El chico mordisqueo su labio tirando un poco de él. Luego alzo la vista justo cuando Jungkook sonrió ladino. —¿Qué te hicieron?

—Nada.

—¿Estás seguro? —Park frunció el ceño. —Tienes un no sé qué, que me hace querer comerte a besos, Jeon Jungkook.

Este rio ante la ocurrencia. Los dos rieron juntos después.

—Solo te extrañaba, y mucho. Que besarte hace sentir que no es nada para recompensar todo el tiempo que te deje aquí, solo. —Le dijo. —Tengo esa sensación de que desperté en un sueño, aun no me creo estar contigo, con Beomgyu y Somi en casa.

Jimin acarició su cabeza, luego aparto un mechón de cabello oscuro de la frente que cubría parte de su rostro maduro.

—No tienes que recompensar anda, Kook. Con que ustedes estén aquí, me hace feliz. Somos esa familia que planeamos en Jirisan y es todo, ya no más sufrimiento, mi amor. —Murmuró besando sus labios.

Amaba la manera que Jimin tenía para traerle calma a su mente. Estar en su hogar con su hija e hijo era todo lo que alguna vez soñó estando kilómetros lejos. Con el tiempo se daría cuenta que nada era producto de su imaginación jugando una mala pasada, si no querer la realidad. Su vida y su familia.

La puerta fue tocada y ambos miraron hacia ella, luego una voz se oyó del otro lado.

Papi Koo, tengo hambe.

La voz de Somi llego a sus odios y Jungkook sonrió enternecido.

—Ya la oíste, la jefa manda.

—Es igual de mandona que tú, Minie. —Se puso de pie tomando la toalla para ir a darse una ducha rápida matutina.

—Si claro... —Farfullo entre diente. —Iré a ver a tu hijo, antes de que se ahogue en vomito. —Se puso de pie para ir hasta la puerta.

—No me digas nada, tengo que llevarlo con la madre de Yoongi para ver que tendrá que hacer como trabajo comunitario. —Suspiro. —Aun no entiendo en que momento se fue a beber con Yeonjun para quedar tan mal...

Jimin se encogió de hombros.

—Adolescentes, amor. Ve y dúchate, preparé el desayuno mientras.

Al abrir la puerta Somi entro corriendo a brazos de Jungkook, este la alzo entre sus brazos para decirle buenos día y besar su coronilla. La niña no se despegaba de él desde que llegó a casa. Cuando Park le dijo que era su padre y que Beomgyu su hermano mayor del cual tanto Eun-seok y él le hablaron la niña salto de felicidad y corrió a los brazos de su padre y hermano. Somi era afectuosa, la definición de ternura que manaba de sus poros; mirada adorable, tamaño perfecto de una niña y sus ojos brillante como los de Jeon. Lo que más sorprendió s que era tranquila, no como Beomgyu que a esa edad era un torbellino andante.

Verlo juntos era el punto culmine de su felicidad.

Jimin fue por ella y la tomo para llevarla a comer.

—Dejemos que papá se bañe, ¿me ayudas a cocinarle al borracho de tu hermano?

—¿Oppa ebio?

—Si, corazón.

Jungkook se quedó un momento de pie oyendo como Jimin y Somi conversaban con naturalidad sobre Beomgyu, luego sus voces se hicieron lejanas siendo ahí cuando se metió a la ducha para despertar mejor y comenzar como se debe el día.

Al cabo de quince minutos que duró su baño, Jeon salió con el cuerpo húmedo y la gota de agua corriendo por sobre su tatuaje en la espalda. Su cabello aun mojado también, este fue estrujado un poco con sus manos quitando el exceso de agua para después peinarse hacia atrás. Tomo algunas prendas para ponerse ese día, estaba fresco sin llegar a ser del todo caluroso.

Vistió un pantalón negro, una camiseta de tirantes blancas y se cubría con suéter abierto de un tono azul que resaltaba bastante. Se arreglo el cabello dejando solamente pocos mechones cayendo por su frente dando un aire atrevido, pero con su ropa un poco más maduro.

A Jeon le seguía pareciendo extraño, todavía más cuando se vi al espejo. En sus años lejos de casa, en la península buscando a Beomgyu, solía vestir lo primero que le quedara bien, rpa sucia, oscura y con sangre pegada que fue imposible quitar solo con agua. Por supuesto que las circunstancia dieron un vuelco el día que regreso, la ropa era diferente olía a recién lavada, suave y sin suciedad pegada. Se veía limpio y aseado, nada comparado con lo últimos años vividos.

Jeon se encamino hacia el comedor, en donde vio a Beomgyu sentado con la mirada perdida en el cuenco con sopa que Jimin había hecho para el de forma rápida, pero reparado y buena para las resacas. El mayor se sentó junto a su hijo para comenzar con el largo repertorio y lección de vida que como padre, tendría la responsabilidad de darle a su hijo mayor.

El chico al ver los ojos severos de su padre sobre él. Se quejó y se recostó sobre la silla, casi muriéndose por la jaqueca y el mareo que sentía.

—Ya dilo, dispara todo lo que me quieras decir. Acaba con mi sufrimiento. —Hablo dolido.

—¿Solo te harás la victima o me darás una muy buena explicación de tu mal comportamiento? —preguntó. —¿Robar? ¿Escaparte? ¿En qué piensas, Beomgyu?

—Es cierto, espero que sepas que tu castigo va muy en serio. Lo anoche estuvo de más, pudiste estar aquí en casa con nosotros y tu hermana, hijo. —Le dijo Jimin con un tono más pasible.

—Primero, no robe nada. Eso que les quede claro. —Insistió de manera prepotente. —Y lo demás, si lo hice, pero nada más. Aparte Yeonjun me necesitaba, está pasando por problemas en su casa.

Jimin y Jungkook se miraron entre sí.

—No justifica nada, menos tu borrachera de camionero que te diste. Vomitaste le baño, casi te duermes sobre la tapa del inodoro y para rematar, te pusiste a llorar en el balcón. ¿Sabes cuantos vecinos molestos vieron a quejarse?

El menor negó a las palabras de Jimin.

—Cinco, Beomgyu. A cinco personas entre señoras y sus maridos, tuve que darle explicaciones.

—No te pedí que lo hicieras, appa.

—Eres mi hijo, por eso lo hice. —Le dijo ayudando a Somi a limpiarse la boca. —Ahora, déjame decirte, y espero que se lo digas a Yeonjun, que el alcohol y las penas son la combinación más fatídica de todas.

Jungkook estuvo de acuerdo.

—Es mi primera vez, ¿no tengo permitido equivocarme? —Jugo con la cuchara.

—Claro que sí, cariño. —Park le presto más atención. —Tienes derecho a equivocarte por simple hecho de ser una persona. Todos nos equivocamos y aprendemos de los errores, por supuesto siendo consciente de las consecuencias que traen los descuidos. —Le tomo su mano con mesura. —No sé qué le paso a Yeonjun y es bueno que estés para el cómo el mejor amigo que eres, pero no hagan más cosas como esta, menos beber soju, es horrible la resaca. ¿O no?

Jeon asistió tomándose la cabeza y bebiendo de la sopa que le preparo para recomponerse.

Jungkook por su lado quedó fascinado con Jimin. Siempre estuvo en sus genes ser tan apacible, calmado cuando debía y compresible. Lo aplicaba con Beomgyu y el resultado que daba era que su hijo aprendía de buena manera y entendia que, lo que hizo estuvo mal.

—Creo que tu padre lo dijo mejor que yo. —Le miro Jungkook a Jimin. Este le guiño un ojo. —Te llevaré con la señora Choo para que te dé tu labor. Espero que este servicio comunitario te sirva de lección. Y por favor, no vuelvas a llorar en el balcón. Un poco empatía te pido. —Bromeo sacándole una sonrisa a su hijo y esposo.

—¡Gyu ebio! —gritó Somi.

El castaño rio al oír a su hermana y le pellizcó la mejilla con delicadeza.

La familia continuó comiendo por un rato mientras que Jimin no dejaba de pensar en lo que dijo Beomgyu sobre Yeonjun y que tuvo problemas en casa.

No ha podido hablar con Taehyung desde que llego la familia de cada uno a casa, estaba ocupado con su esposo e hijo, sin embargo, Yeonjun le preocupaba era como su sorno después de todo. Asi como Beomgyu y Somi lo eran de Taehyung debido a los fuertes lazos que construyeron por años y los últimos años más que nunca.

—Hijo. —Le llamó. —¿Qué problemas tiene Yeonjun?

—No sé si sea bueno decirte.

—Claro que sí, él preocupa lo mismo que tu y Somi. —Insistió.

Beomgyu jugo un poco con el cuenco.

—Tiene un hermano de otro hombre. Por lo que me dijo, oye a sus padres discutir y se enteró, solamente ibas habla, pero Eun-yoo nos llevó a un lugar y pasamos la tarde allí. Nos pasamos de trago, lo admito, pero ya no recuerdo más. —Contó la verdad, que era esa y ni una más. Del resto no se acuerdada del todo bien.

Jungkook y Jimin se dedicaron miradas entre sí. Ambos sabían, uno mejor que otro, por supuesto. Park estuvo en cada momento de la etapa complicada que su amigo pasó al igual que el debido a la ausencia de sus respectivas parejas. Y Jungkook supo anoche por lo que Yoongi le había contado respecto a la pelea que tuvo con Taehyung apenas llegar a casa.

—¿De casualidad sabes algo más, appa? —preguntó Beomgyu mirando a Jimin esperando una respuesta.

—Hijo, claro que sé, pero no es tema que debamos tocar. Yoongi y Taehyung deben hablar, entiendo que debe afectarle a Yeonjun y mucho, pero...

—No digas que son problemas de adultos. Tengo casi diecinueve años, appa. No creo que haya algo que no pueda entender. —Increpo. —Quiero tratar de ayudar a Yeonjun, no me gustó verlo mal ayer en la tarde, quiero hacer algo más que solo oírlo.

—Lo apoyas y es suficiente, hijo. —Comentó Jungkook.

El menor dio una bocanada de aire, rendido por su intento. Se mordió sus labios pensando en mucho más que solo eso. De hecho, Beomgyu deseaba decirles toda la verdad a sus padres, comenzando por la que les decía que era novio de Yeonjun hace un tiempo, antes de ir a Oedo con sus padres. Quizás eso aliviaría sus pensamientos y estaría sintiendo esa sensación de mentir u ocultar parte de su vida. Sin darse cuenta su rostro cambio levemente, Jungkook se percató de esto.

—¿Hay algo más?

—Y-Yo... —Jeon apretó la cuchara. —Queria decirles algo, espero que no se enfaden o me vean raro.

—Gyu, no lo haríamos. —Afirmó Jimin con una sonrisa para que pudiera entrar en confianza.

Tomo aire y lo soltó.

Yeonjun y yo somos novios.

Jungkook tosió un poco atorándose con algunos granos de arroz. Jimin le sobo la espalda para que lo dejara salir. Carraspeo un poco aclarando su garganta un poco antes de poder emitir alguna pregunta respecto a la revelación que el castaño hizo.

—¿Hace cuanto que lo son? —preguntó tomándose el cuello un poco. Adolorido por la tos.

—Hace como unos cinco meses más o menos. Es que... llego un punto en que no lo pude ver como mi amigo, Yeonjun me gusta y mucho, lo quiero, mejor dicho, lo amo y mucho. —Confesó. —No digan nada, no hace falta. Por sus caras sé que no les gusta la idea. —Beomgyu se levantó de la mesa.

—Hijo, no te vayas...

Jimin se giró sobre la silla viendo como su hijo huía de ellos, creyendo que amar a alguien era algo malo. Park frunció sus labios y luego miro a Jeon que estaba algo sorprendido aún.

—¿Por qué lo hiciste?

—No hice nada, Jimin, me sorprendí. ¿Qué quieres que diga luego de oír que mi hijo está creciendo?

Al oír el tono de Jungkook suavizó su mirada.

—¿No te molesta? —preguntó. —Recuerdo que tu y Yoongi no eran partidario de ver a los chicos muy pegados.

Jeon rio negando con la cabeza.

—Beomgyu está creciendo y es normal que sienta más que cariño hacia su familia. Espero que Yeonjun sienta lo mismo por él y que no le rompa el corazón.

—Lo dudo, esos dos se adoran desde que tiene memoria.

Lo aceptaba porque era la verdad detrás de todo lo que podía sentir Beomgyu hacia Yeonjun. El tiempo avanzo trayendo nuevas cosas esta, por ejemplo, el escuchar que su hijo se sentía traído por el alguien y oír como se expresaba le dejaba claro que estaba con su mente enfocada en lo que deseaba. Amaba a Yeonjun y jamás dudaría de las palabras de su hijo, asi como no dudaría de Min, ya que lo conocía y sabía que era sincero con sus sentimientos y es un chico transparente. Solamente que es ineludible que un padre piense que un hijo siempre es su bebé y es difícil aceptar que está creciendo.

—Me estoy haciendo viejo... —Murmuro dolido.

—Nos hacemos viejo, mi amor. Así es la vida.

═══════ ● ════════

Ja-hyun miró a su nieto, amigo de esta y la chica nueva que el sargento mayor Tak había conocido. Dentro de su oficina estaban Jungkook, Yoongi y In-hwan, este último como único adulto responsable de la muchacha.

—Bueno, lo de ayer fue desafortunado y tenemos reglas, obviamente. —Tomo asiento en su escritorio frente a los tres. —No porque los conozca o sea mi nieto... —Miro a Yeonjun. —No seré mano suave con ustedes, asi que cumplirán con su servicio por un mes.

—Abuela...

—Como decía, no hay beneficios. —Recalco. —Me tome el tiempo de preguntar en algunos lugares donde necesitaran un mano más. —Extendió una pequeña lista. —Kang Taehyun está a cargo de la armería de Oedo, necesita ayuda con el inventario, quizás Beomgyu puede ir allí.

Yeonjun frunció el ceño. No le parecía muy buena idea, y no, no era celos, lo podía asegurar. ¿Cierto?

—Hace tiempo que no lo veo, no es mala idea.

—Yo quería ir. —Interrumpió. Todos miraron al azabache. Beomgyu lo miro extrañado solamente, al ver su rostro supo el motivo.

—A ti iba a mandar a repartición, tu padre trabajo antes de irse, es buen lugar. Deberás cargas cajas, entregas insumos a las familias, el hospital, la escuela, es... es divertido. —Le propuso su abuela.

—Abuela por favor, hasta usted sabe que es aburrido. —Ja-hyun se encogido de hombros. —¿No puedo ir a la carpintería con el abuelo Jae-ik? Puedo ayudar más ahí, además está enfermo, y necesita ayuda.

Choo rio divertida.

—¿Enfermo de qué? Tú le crees todo a ese hombre, Yeonie. —Le dijo. —Ustedes tienen la buena o mala suerte de los conozco al revés y al derecho, a ti y a tu abuelo. Hará de todo menos sus tareas. Ya te inscribí para que comiencen mañana a las ocho. —Comentó entregándole su credencial para ir a la central. Que más viene ra un garaje ubicado detrás del ayuntamiento.

Eun-yoo supo que era su turno de recibir el castigo.

—Señorita, usted ira a la tienda conveniencia en la que robo.

Tak estuvo de acuerdo, mientras que ella se mostraba inconforme con la orden y el lugar dado por la gobernadora de Oedo.

—¿Por qué era la lista? —preguntó mirando la hoja frente a ella.

—Para creerla falsa esperanzas de que pueden elegir. —Contesto sin más. Min rio ante la ocurrencia de su padre. Jeon y Tak se contagiaron de la sonrisa de Yoongi. —Es un mes completo, al acabar el verano tendrán su mes cumplido y yo espero que no se repita una situación desafortunada como esta.

Existían cosas peores que solamente cumplir con un servicio comunitario de un mes, no había porque quejarse cuando hace solo meses huían de un grupo que casi funcionaba como una dictadura para ellos, esto era algo diferente. No como con la Republica que los obligaban a observar como parte de un entramiento, actos atroces; incendiar, asesinar persona inocente solo por territorio que no ocuparía, todo por sentir que tenia el poder en sus manos.

Yeonjun acepto su castigo, no hizo nada bueno —de lo poco que se acuerdo— por ello, solo queda tomar las represalias. Viéndole otro punto, era un modo de distraerse de los problemas que había en su hogar con respecto a sus padres. Necesitaba pensar en algo más que no fuera en ello.

Los chicos comenzaron a salir junto con sus tutores fuera de la oficina de Ja-hyun para ir a cas ay aprovechar el día previo al servicio. Los primeros en irse fueron Tak y Eun-yoo que no se veía para nada conforme con la situación. Después se despidieron de Beomgyu y Jungkook. Quedando solamente Yoongi y Yeonjun en el lobby principal del ayuntamiento.

Min le toco el hombro a su hijo.

—¿Conforme?

—A nadie le gustan los castigos, appa.

—Buen punto, no quiero seguir con el tema, hijo, pero espero que no se repita. Verte casi al borde de un coma etílico no es agradable, menos que saber que vomitaste en la alfombra de tu cuarto. —Comentó como recordatorio para atormentarlo un poco y ver su expresión de asco que le saco una risa.

—Ya basta... Por favor, ya entendí.

—Una vez igual me embriague y tu abuela me fue a buscar a un calabozo a las afuera de Daegu. Fue divertido, no teníamos auto y nos regresamos en autobús a casa mientras me daba el sermón que te di en la mañana. Use las mismas palabras.

Salieron finalmente del ayuntamiento a la calle.

—Que original eres. —Rodo los ojos.

—Fueron palabras sabias.

Ambos sonrieron y caminaron por la calle mientras pensaban a donde poder ir.

—Yeonjun, hoy en la mañana fui a la estación y me pasaron un libro de lenguaje de señas que se te cayo en la plaza. ¿Es para tu hermano? —El chico asintió. —Ten. —Se lo entrego, Min tuvo el libro en la bolsa negra en la que lo dejaron en la estación mientras lo sostenía detrás de sus espaldas para que no lo viera y entregárselo en un momento como este, los dos conversando. —Seria bueno que te comuniques con tu hermano de alguna manera.

—Es mientras, leí que ellos usan audífonos. Hablare con la tía Suran, quizás conozca a alguien que pueda hacerlo.

El joven asintió feliz al oír como su padre le apoyaba sus ideas con respecto a su hermano menor.

—Hay algo más que quería decirte, Yeonie. —Min buscaba cambiar el rumbo de la conversación. —Es sobre lo que oíste esa noche entre Taehyung y yo. Creo que lo mejor es que no enfades con él.

—No me enoje con él, o bueno, sí por que mintió. Me molesta la situación, no quiero que Jiho pase quince años de su vida en una mentira. —Revelo con la verdad en su boca. —Me hubiera gustado saber quién era mi verdadero padre, que diga esto, no cambia el hecho de que te adoro y te admiro, appa. De hecho, si me lo hubieran dicho, te adoraría más y el doble por cuidar y criar a un niño que no tiene tu sangre.

El mayor tomo una postura melancólica. Yeonjun tenia mucho más que decir de lo que podía llegar a aparentar.

Tomo en cuenta cada palabra, cada revelación que le hizo con la confianza que existía entere ambos y era cierto, todo lo que decía. Quizás haberle dicho de mucho antes que él no era su padre, hubiera hecho que las cosas fueran un poco más distintas. Que Bogum hubiera aparecido era algo parte de la vida inevitable, pero se hubiera afrontado de una manera diferente sin haber llegado al punto en que personas importantes para ellos murieran, como Hoseok o Eun-Woo que abandonaron el grupo hace tiempo. Y Min no dudaba del cariño de Yeonjun, de la manera madura en la que lo decía, podía dar fe que lo hubiera adorado tanto como el le expresaba y aquello lo dejaba satisfecho, saber que logró criar a un buen muchacho junto con Taehyung.

Orgullo era poco, estaba eso y más de su hijo.

—Quiero que tu y appa Taehyung hablen, se digan más que solo gritarse. Se aman y son el ejemplo que quiero seguir para mi relación...

Yeonjun se mordió la lengua quedándose callado enseguida.

—¡Espera! —Min lo miro enseguida. —¿Dijiste "relación"? ¿Con quine sales y no me ha dicho?

—Appa...

—Ya dilo. —Insistió.

El chico tuvo que aceptar, era algo que tarde o temprano se iba a saber, quisiera o no.

—No te pongas modo padre preocupado o me mires con tu mirada juzgadora.

—¿Quién me crees que soy? ¿Un padre conservador?

—Beomgyu es mi novio, es con quien salgo. —Expresó sin pelos en la lengua.

Min se quedó sin palabras mirando fijamente su camino sin tropezar con la acera. El chico mantuvo una postura firme, esperaba que lo entendiera.

—Yo... no me esperaba, pero sabia que algo asi pasaría entre ustedes. Una vez me dijiste que te gustaba.

—¿Nunca lo olvidaste? Fue después de que mordieran. —Comentó recordado aquella vez en el bosque cerca de Jirisan.

—Por supuesto que no, como hacerlo, te gusta el hijo de mis amigos. —Comentó sonriendo. Min paso su brazo por sobre su hombro para atraerlo cerca de su cuerpo y de esa manera caminar junto a su hijo. —Estas grande, no voy intervenir en tu relación o decirte que te alejes, eso es muy anticuado, mereces ser feliz y espero que lo seas.

—¿Me darás consejos de amor cuando tu matrimonio está en la cuerda floja?

—No te pases tampoco. —Le pellizco la mejilla con fuerza sacándole un quejido de dolor al chico. Este se sobo la piel. —Lo tengo arreglar con tu padre las cosas, tu preocúpate de Ji-hoo y Beomgyu.

Yeonjun asintió.

Los dos llegaron a un pequeño restaurante de comida casera que tenia un aroma embriagante que les habría el hambre. Sus estómagos rugieron a la vez. No era mala idea comer algo juntos luego de haber pasado tanto tiempo alejados. Ante de entrar, el menor se detuvo en la entrad captando la atención de Min que lo quedo mirando curioso.

—Appa, ¿tu serias el padre de Jiho si appa Taehyung te lo pide? ¿O Jiho te ve como su padre?

Yoongi se quedó en silencio,

era una pregunta complicada de dar respuesta.

═══════ ● ════════

Yeonjun estuvo toda la tarde luego de almorzar con Yoongi, en casa con Jiho enseñándole el libro que había comprado con el dinero que usaban en Oedo —el antiguo— para poder enseñarle a comunicarse un poco mejor. Esta feliz de ver que poco a poco iba entendiendo, tampoco podía exigirle mucho apenas tenia dos años y dos meses exactamente.

Esa tarde Suran lo fue a haber y aprovechó de hablar sobre los audífonos para Jiho. La mujer feliz de oírlo le explico como funcionaba la hipoacusia de su hermano que, básicamente, trataba sordera, una deficiencia auditiva que ciertamente dificultaba la audición, en primero lugar, luego el habla y el lenguaje. En caso de la menor tenía ambos oídos afectados.

Se podía hacer audífono para Jiho, pero requería de mayor trabajo y era complejo conseguir lo requerido para aquella labor, al menos que un medico bastante capacitado lo ayude con la creación del auricular y tras ello, una larga terapia con fonoaudiólogo para que ayude al pequeño a incorporarse.

—Puedo hablar con Do-yeong o Ji-eun. El doctor es pediatra, te puede guiar un poco más, ha tratado a Jiho desde que nació. La doctora Lee controlaba a tu padre durante su embarazo, los más adecuados son ellos. —Le comentó como parte de comenzar con su plan de ayudar al niño a oír. —Es noble lo que haces como tu hermano, Yeonjun.

—Es lo que me quedara si appa Tae o Yoongi le pasa a algo, debo cuidarlo hasta me muera.

—No tendrás que hacerlo, porque todo estará bien aquí en la isla. —Junto algunos libros que llevo para explicarle el sistema auditivo a Yeonjun. —Por cierto, ¿qué paso con Bogum? No te he querido preguntar porque puede que sea un tema delicado para ti.

—Yo... Lo maté, tía. —Reveló a la hermana de su padre. —Ese día antes de llegar, le enterré un cuchillo en la garganta y lo dejé tirado en el suelo. —Sus manos temblaron antes de seguir contando que fue lo que sucedió previo a llegar a Oedo. —Me dio una crisis de pánico luego de hacerlo.

—Dime una cosa, ¿han venido antes esas crisis?

—Cuando escapaba de él. Cuando lo lograba me sentía sofocado como si estuviera en una piscina llena de agua y poco a poco me hundía hasta el fondo sin poder respirar. Trato de respirar y no puedo, me ahogo.

Suran le acaricio el cabello con cariño.

—Debes hablarlo con tus padres.

—No quiero darles problemas. Han estado mal estos días. Apenas se miran o se hablan. ¿Sabias que appa Yoongi esta con el abuelo? —preguntó.

—Quien lo diaria, tu padre apenas podía ver a tu abuelo en su momento. Que viva con el ahora que los cerdos vuelen. —Bromeo sacándole una risa pequeña.

El chico bajo la mirada mirando el libro de lenguaje de señas infantil de Jiho. El pequeño se dejó el libro de lado cuando se fue a dar baño y en eso estaba ahora con Taehyung. Por eso el y Suran aprovecharon de hablar a solas.

—Yeonjun, que los problemas de tus padres no te impidan cuidarte. Las crisis de pánico son parte de la ansiedad. Estar con Bogum fue algo, me atrevo a decir que, traumático. Aprendiste a sobrevivir a las malas, cariño. No es sano, te puedo conseguir una hora con una buena psicóloga. —Contó un poco.

El chico estuvo de acuerdo.

Ambos se quedaron en silencio guardado en una bolsa de género beige los libros de anatomía y fisiología de Suran. Taehyung reaparece cln ellls, estaba mljado de piesba cabeza, no parecia noelsto de hecho habia una gran sonrida divertida en sus semblante. Yeonjun rio al verlo asi y Suran también.

—¿Estuvo divertido ese baño? —preguntó la hermana de su esposo.

—Un caos, no se de donde saca tanta energía. ¡Me empapó entero!

Suran csecajeo al ver su cabello húmedo. Luego se despidió de ambos.

—Debo irme, Ji-yool me espera. —Se dirigió hasta la puerta en donde se detuvo abruptamente al recordar un detalle. —¡Antes de que se olvide! Haré un reunión en mi casa este viernes, para celebrar que volvió mi hermano, Jungkook y todos, hasta Jaewook, ese idiota... —Refunfuño.

—Suena bien, Suran, pero no creo poder ir, no tengo animo y Yoongi no querrá verme. —Agregó cabizbajo secando sus manos con la toalla que uso para secar el cabello de su hijo menor.

Suran y Yeonjun lo miraron apenado. Lo menos que deseaban era ver que entre ambos las cosas estaba yendo poco a poco cuesta abajo. Su hijo se quedo mirando a su padre, y no quería seguir molesto o ser un mal hijo por haberle gritado alguna veces en su cara para luego dejarlo solo, después de años no merecía algo así de su parte. El azabache al oír que el se quedaba y que Min iría, el foco se encendió. Sonrió ante la idea que se le ocurrió en ese momento.

—Entonces yo iré, y llevaré a Jiho para pasar tiempo con él. —Se ofreció.

La hermana de Yoongi sonrió contenta. 

—¿Seguro que podrás con su tu hermano? —preguntó.

—Por supuesto que sí, es más tranquilo que yo a los dos años. Podre hacerlo. —Continuo en pie con su idea mente.

Taehyung acepto sin dudar mucho, confiaba en que su hijo podría cuidar del menor bastante bien, más si lo llevaba a casa de Suran en donde estaría rodeado de gente de confianza para Kim. 

El chico celebro victorioso consigo mismo por la idea que tuvo. Sería él, quien les diera un pequeño empujón que necesitaban.

═══════ ● ════════

Beomgyu se sincera con sus padres confesando la verdad sobre su relación con Yeonjun siendo una noticia bien recibida, solo que con la nostalgia de que el chico ya está creciendo, lo suficiente como para afrontar la responsabilidad de sus actos juntos a sus amigos.

Mientras que Yeonjun aún busca el modo de llegar Jiho, a pesar de su condición, enfrentando de paso sus crisis de pánico a raíz de lo vivido con Bogum, convirtiéndose en una piedra en su camino. Pero tenia en mente ahora un plan para evitar que sus padre se separen.

Los chico crecen poco a poco.

Gracias por leer.

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