Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

5

Jaewook miraba por la ventanilla que daba hacia una parte de la calle. Llegada la mañana las voces de mujeres, hombres, ancianos, e incluso niños, rebosaban la villa. Lee analizaba en el silencio de la celda como eran las cosas; típico grupo que cree que viene un futuro mejor.

Chasqueo la lengua al ver como una mujer dejo en el suelo una caja de madera llena de manzanas.

Soo-hyuk por su lado, estaba sentado en el frío cemento. Mirando una pared gris, del mismo tono que el suelo. Durmió en el piso, dejando que el frío calaba su espalda, Jaewook en la cama delgada hecha con solo mantas.

-Mira en la mierda que vinimos a parar Soo-hyuk -murmuró mirando como la dama recogía la caja y una manzana roja brillante caía y rodaba por el suelo. -Manzanas recién cosechadas, personas riéndose... ¿Qué infiernos es este?

-Estamos condenados aquí abajo, ¿lo sabes? -preguntó mordiéndose las uñas.

-Sí, lo sé...

Jaewook se apoyó en la pared sin dejar de ver la ventana. De pronto, su mirada descanso de nuevo sobre aquella fruta que lucía fresca, no podía negar que le apeteció, hace tiempo que no probaba una manzana jugosa, dulce como aquella. Entre eso que de lamia sus labios imaginándose el sabor, unas piernas delgadas se cruzaron en su vista, el chico se agachó y recogió la fruta. Jaewook agudizo la mirada y era un chiquillo de estatura media, vestía una jardinera de mezclilla, una camiseta polo de color celeste y una converse rojas. Su cabello era medio esponjoso, de un castaño opaco, su piel era trigueña.

«Un niño, era fácil de persuadir.»

-Oye, niño. -Llamo en voz alta. -¡Niño, ven aquí!

El menor miró curioso a todos lados hasta que se percató que una mano salí de los barrotes de la ventana. Ladeó su cabeza curioso y caminó en dirección a él.

-Eso, ven aquí... Trae esa manzana -insistió Jaewook queriendo la manzana.

-¿Y usted señor? ¿Hizo algo malo que está ahí abajo? -preguntó cuidando la fruta entre sus manos.

-¿Qué? No... -Negó bufando. -Soy un buen hombre, ¿te parece darme esa manzana?

El pequeño miró la manzana entre sus manos, y negó con la cabeza agitando sus cabellos.

-Miente, las personas malas duermen ahí abajo. Mi abuelo me dijo -habló.

Jaewook gruño molesto.

-Bien, soy malo, soy un ser muy perverso. ¿Qué harás con eso?

-Nada, no puedo hacer algo para ayudarlo. Usted eligió ser malo, señor. -Hablaba con inocencia. -Y no, no le daré manzana.

Soo-hyuk negó con la cabeza al ver como su compañero de celda intentaba convencer a un niño. Soltó una risa nasal al ver que el niño se lo estaba vacilando.

-Carajo... Tengo hambre... -murmuro. -¡Oye, oye! ¡Espera! -El niño se detuvo. -Dámela, por favor... Tengo hambre y aquí no me han dado de comer nada. ¿Cómo te llamas? Empecemos desde cero. -Hablo más calmado y tratando de mostrarse amable, aunque le doliera.

-Appa Yoongi no me deja decirles mi nombre a extraños... -El pequeño extendió la mano por los barrotes.

Jaewook y Soo-hyuk se miraron entre sí, ahora dudaba de pedirle la manzana.

«¿Yoongi?»

«No puede ser...»

-¡Yeonjun, aléjate de ahí ahora!

Jaewook se alejó de la ventana al oír la voz gruesa de Min acercarse. La manzana, sin querer, cayó a su celda y rodó a sus pies. El menor, por lo que vio, se apartó y se quedó de pie esperando a su aparente padre.

-El señor dijo que tenía hambre, appa... -hablo apenado.

-No quiero que te le acerques al hombre de ahí, ¿oíste? -Min se agachó y le tomo los hombros al menor.

-Okey appa... -Le respondió con una sonrisa.

Al cabo de unos minutos, vio como el niño se iba y le tomaba la mano a una chica, por lo poco qué logro ver, se trataba de Suran, la hermana de Yoongi, se notaba tan cambiada que ni él lo podía creer como pasaron años en ellos, avanzaron y él, seguía siendo un prisionero más.

La puerta del sótano en donde se hallaban las celdas o más bien, la prisión que tenía montada ahí. Se oyó y una luz se dejó ver que ilumino todo lo largo y ancho de allí abajo. Los pasos se escucharon luego y se dejaron ver la misma mujer de anoche que lo atrapo, Hoseok y Yoongi, quien lo miraba con odio. Estaba seguro de que lo iba a atacar con preguntas, amenazas y miradas llenas de odio.

Jaewook lo acepto, así que tomo la manzana y se sentó en la cama, en donde Soo-hyuk estaba sentado con la espalda bien recargada en la pared. Lee le dio un mordisco a la manzana, riéndose con sus labios delgados, casi que haciéndole burla a Yoongi, más que a nadie.

-El pequeño es un pan de Dios... ¿Seguro que es tu hijo? -preguntó mirando a Yoongi que seguía con una mirada cruda. -Eso quieres decir que tú y Taehyung... tienen una familia. -Dejo la manzana de lado y le aplaudió. -Viva el amor y la familia.

-Cierra la puta boca y espero que sea la última vez que te vea hablándole a mi hijo. -Amenazo.

Su madre no dijo nada, Hoseok menos. Pero Soo-hyuk se rio.

-Que miedo, Yoongi. -Se burló y fingió temor. -Eso no es un buen ejemplo para ese niño tan adorable. A pesar de que todo, casi le da una manzana a Jae.

Yoongi, si no fuera por su madre que tenía las llaves, hubiera entrado a golpearlo.

-Basta. -Levantó la voz la mujer. -Ustedes están aquí porque no confió en extraños que le hicieron la vida a cuadros a mis hijos, a su familia y amigos... Apenas supe quienes eran, tuve que meterlos aquí y encerrarlos. -Tomo una silla y se sentó de piernas cruzadas. -Claro que la estadía en... este calabozo, no es gratis, Jaewook y Soo-hyuk.

-¿Qué quiere? ­-pregunto el que estaba sentado contra la pared. -¿Recojo lechugas, lavo platos, salgo como carnada para infectados?

-Quiero que hablen, digan si tiene refuerzos, campamentos o personas que los estén buscando para detenerlos, no pienso arriesgar mi comunidad por un par de ineptos que valen nada -dijo directa. -Ustedes hablan y tendrán una de esas manzanas con un desayuno cada mañana, así con el almuerzo y la cena. ¿Qué dicen?

Jaewook y Soo-hyuk se miraron de reojo.

-Señora, ¿usted cree que viviremos aquí siempre? -preguntó Lee.

-Es mi plan, personas como ustedes no merecen las cosas buenas que se están logrando -increpó.

El otro compañero de celda se encogió de hombros con una sonrisa ladina.

-Pregunten lo que quieran, no van a hacer nada al final.

-Eso tú no lo sabes, Soo-hyuk -comentó Hoseok cruzado de brazos.

Los hombres se acercaron a los barrotes y se apoyaron en ellos para querer verse amenazantes ante la mujer que permanecía sentada, claro que ella no tembló al ver como dos hombres se alzaban ante ella, imponentes y temerosos, buscando asustarla. Ya ha tratado con tipos y tipas así, Ja-hyun no era fácil de asustar, pero sí fácil de temer cuando se enfadaba.

Fría y dura con los demás, pero con su familia era un veredero sol. Ella misma reía ante eso. Así que le mostró una agradable sonrisa.

-¿Ustedes y quienes más?

-Solo los que ve; yo y él. Los demás murieron por enfermedades, mordidos o porque fueron idiotas, la gran parte, idiotas. -Le respondió Soo-hyuk.

-Uno a uno caían. ¿Recuerdas a tu ex? ¿Hwang-Woong? -Jaewook preguntó mirando a Min.

La madre de Yoongi se quedó muda, pues han pasado años, que no lo mencionaban. Su hijo le contó del reencuentro que el destino se encargó de ponerle en el medio, en un momento poco agradable. Yoongi mientras tanto bajo la mirada.

-Claro que debes recordarlo, fue duro para ti verlo y ahora te dé valer un comino que se haya muerto...

-¿C-Cómo?

-Tuvo una bebé, y murió a las hora de hacer por... una infección. -Contó. -Leedo, otro de los nuestros fue el padre, pero ese imbécil se murió buscando medicamentos para Yeo... Triste historia, ¿no crees? -El hombre se aferró a los barrotes mirando con odio a Yoongi. -Pero no saco nada gastando saliva contándote esto, no te importa, mientras hacía tu vida de lujos aquí en detrás de estos muros, la gente seguía y sigue muriendo Yoongi... La mierda de afuera, jamás terminará.

Un silencio sepulcral lleno el sótano. La madre y el hijo sintieron un nudo en la garganta y Hoseok, no se queda atrás, igualmente tuvo una extraña sensación en su pecho al oír todo lo que hablo el exlíder de las Cobras, quienes ahora, seguro, yacían metro bajo tierra, olvidados como la gran mayoría de personas en el país.

Saber que su ex pareja había muerto de ese modo, era... extraño. No le dolía, claro estaba, pero dejaba una emoción difícil de explicar que no mezclaba ni la pena ni la felicidad. Un vacío de haber cerrado aquella etapa de ese modo.

-¿Hace cuento fue eso?

-Años atrás. Luego de que Yeo muriera, me hice cargo de esa niña. -Contó Jaewook. -Lía, le puso, bonito nombre... lo malo es que, los pocos que quedamos fuimos arremetidos por otro grupo, mil veces peor que lo que fuimos en nuestros tiempos de gloria. Despedidos, carniceros y asesinos que no se median. Claro, tenían códigos, y esos eran que a los niños no les hacían nada; se lo llevaban. -Jaewook miraba por la ventana. -Lía se fue con ellos, un año ha pasado y jamás la encontramos...

-Le fallamos a Hwang-Woong, a Leedo, a todas las Cobras... -murmuro el Soo-hyuk. Min se fue alejando de los barrotes. -No hay más que decir. Solo que, merodeamos esta zona buscando algún indicio, pero claro, nos topamos contigo y ahora estamos aquí. -Bufo.

Ja-hyun se levantó de la silla y se alejó de los hombres. Saco un radio de su cinturón y lo encendió.

-Hye-jin. -Llamo. -Necesito que bajes un par de almuerzos al calabozo. Por favor.

-Recibido, lo mandaré con Kai, yo estoy haciendo inventario.

Los dos presos sonrieron.

-Es bueno conocer gente de palabra, señora.

La mujer, lo último que vio ese día, fueron las sonrisas de hombre que una vez lo tuvieron todo, y ahora, estaban sucumbidos bajo la oscuridad y barrotes de hierro. Atrapados con el sueño de poder tener ese poder que se convirtió en agua y sal, cayendo por sus manos.

═══════ ● ════════

Yeonjun jugaba a las cartas con Suran en la mesa. Jae-ik miraba junto a Taehyung a Yoongi que estaba sentado en el sofá de la casa, con la mirada perdida en una copa vacía de vino blanco. El padre le había servido las segundas y última copa, pues no se veía dispuesto a beber.

-Algo le paso. Hace tiempo no le veía así. -Murmuro el padre mientras estaba en la cocina con Taehyung.

-Quisiera saber qué, pero Yoongi es Yoongi y no dirá nada hasta ahora para no preocupar a nadie.

-¿Tendrá algo que ver con los tipos de las celdas?

-Espero que no... -suspiro guardando el último plato.

El rubio, sabía que Min se guardaba la mayoría de las cosas para sí mismo con tal de no molestar a nadie con sus tormentos, sin embargo, a Kim le constaba entender ese mecanismo de defensa contra los problemas que tiene. Prefiere oírlo y ver si podía aconsejarlo de algún modo.

En eso aparece Yeonjun dejando su vaso de jugo dentro del lavaplatos.

-Appa está enojado. -Afirmo.

-¿Por qué cielo? -preguntó calmado.

El pequeño jugo con sus manos.

-Hable con el señor malo de abajo.

Su suegro y él se miraron entre sí. Kim dejó las cosas de lado y se hincó a la altura de su hijo. Torció sus labios al ver la mirada cargada de inocencia de Yeonjun.

-¿Tu padre te dijo que estaba molesto por eso? -pregunto, a lo que recibió una negativa. -¿Entonces porque lo dices?

-Es que... es que cuando me acerque me dijo que me fuera, se oía molesto. Bajo con la abuela y con el tío Hobi y ahora está enojado... muy enojado.

Taehyung se asomó un poco y miro a Min una vez más, analizándolo mejor antes de pensar que quizás sí estaba enojado. Al verlo, lo noto todo lo contrario, solo estaba neutro, sus facciones no señalaban indicios de tristeza o molestia.

-Yo creo que tu padre no está molesto, Yeonie. Solo debe estar cansado. -Le acaricio sus cabellos. -¿Te parece si subes a alistarte para dormir mientras yo hablo con él?

Yeonjun asintió feliz. Jae-ik prefirió acompañarlo hasta su cuarto. Este mismo, al salir de la cocina, le hizo señas a Suran para que lo siguiera. Así, los dos subieron hasta el cuarto del menor de la familia para compartir con él hasta que cayera dormido.

Taehyung salió de la cocina, y se sentó junto a su pareja. Lo miro con parsimonia.

-¿Sabes que no puedes evitar que te haga un interrogatorio?

-¿Eso quiere decir que no tengo más opciones que responder? -preguntó jugando con el borde de la copa.

Negó con una sonrisa.

-Menos si tu hijo cree que estás molesto con él.

-¿Eso cree? -Lo miro preocupado. -No fue intensión darle a entender eso, perdóname.

-Está bien, te creo -respondió de inmediato-, pero debes decirme que te atormenta, Yoonie. -Le acaricio el dorso de la mano.

Min dejo la copa sobre la mesa de centro. Se enderezó y vio a Taehyung a la cara para poder hablar. No le gustaba dejarlo preocupado, no obstante, guardarse más las cosas tampoco era algo sano para su mente.

-¿Alguna vez has sentido que debes cerrar ciertas etapas de tu vida? -Interrogo.

-Sí, bueno... me hubiera gustado cerrar muchas cosas con... con mis padres, pero las circunstancias me dejaron claras que yo no porque no era el contexto, y no debía pedir perdón por ser como era, o querer lo que quería. Eran ellos quienes me debía mucho más a mí. Al final, lo cerré un tiempo después de llegar a Jirisan. -Hablaba de lo más profundo, mezclando las cosas que aún sentía respecto a sus padres. Yoongi asintió mientras Kim le seguía acariciando la mano y mirando con cariño. -¿Tú lo sientes así?

-Quizás, sí, con Hwan-Woong.

La respuesta dejo confundido a Taehyung. Eran años de no hablar aquel tema.

-¿Por qué lo mencionas? ¿Soo-hyuk y Jaewook lo...?

-Sí, ellos hablaron de él. -Interrumpió enseguida. -Y mierda... ¿Tanto ha pasado allí afuera? -Se quedó pensativo.

-Avanzamos, amor. Eso pasó.

-Sí, pero ellos no... Nadie de allí afuera no lo hizo.

-No comprendo a donde quieres ir con Hwag-Woong y con el pasado. -Confesó confundido.

-Él murió y todas las Cobras... murieron y solo esos idiotas quedan.

Taehyung se alejó un poco.

«¿Karma? ¿Acaso existe de verdad?»

Quizás sonaba mala persona pensando en ellos, pero luego de todo el daño que hicieron, es lo de menos quedarse solos.

-¿Cómo fue que murió? ¿Te lo contaron todo?

-La mayoría sí. -Afirmo. -Yeo murió luego de una infección tras tener... tener a su bebé.

-¿Q-Que...? -Taehyung estaba atónito. -¿Cuándo?

-Hace tiempo ya. Jaewook me dijo que murió por eso y el padre de esa bebé, igual, fue durante que buscaba medicina para él. Fue tarde para ambos.

-¿Y la bebé? ¿Dónde está? -Interrogo.

-Se la quitaron a Jaewook y Soo-hyuk, otro grupo peor que ellos dijeron. Sean quienes sean, no quiere topármelos, Tae.

-Lo entiendo, Yoongi. Solo que, ¿por eso estás así? ¿Por Hwang-Woong?

-No es por él, o bueno... parte sí, solo tengo algo que me pesa y creo que eso que te pregunté, el que no pude cerrar esa etapa que tuve a su lado, como corresponde, Taehyung. Ahora murió y... ¿Cómo debo tomármelo?

Taehyung se recostó en el respaldo del sofá.

-¿Quieres llorar?

-No, para nada. Sé que no siento ni pena ni felicidad. Solo un vacío raro, eso es todo. -Respondió más que convencido. -Salí dos semanas y bastaron para darme cuenta de que la vida allí afuera es igual de miserable que siempre, todo es igual hasta peor.

Taehyung junto a sus manos y miro dubitativo a su marido. Jamás pensó que Yoongi le confesaría algo como la muerte de Hwang en circunstancias bastante tristes. El no poder ver crecer a un hijo debe ser difícil, y morir sabiendo eso, peor. Yeo nunca fue un ser agradable para la vista de Kim, era un enemigo predestinado que tuvo sin saberlo, hasta que toda la verdad se fue destapando poco a poco. Lo odio, lo golpeo, por todo lo que dijo de él y Yeonjun, más los nulos intentos de acercarse a Yoongi hasta el día que todo Ansan estallo, se fue sin dejar rastro, sin siquiera pedir perdón.

-Avanzamos. Sobrevivimos y seguimos haciéndolo hasta que no quede nada. Por eso aquí es diferente y allí afuera es igual. -Dijo y Yoongi lo miro. -Las etapas siempre se pueden cerrar cuando puedas y aquí es tu momento de hacerlo, y luego de eso vas a seguir avanzando, amor. Porque eso hacemos y tú lo haces, siempre tuviste ese instinto de sobrevivir desde que estuviste en prisión hasta donde estás ahora.

-Perdón por sacar el tema.

-Yo siempre te voy a oír, aunque el pasado se tenga de vez en cuando despolvar para poder mirar al futuro, amor.

═══════ ● ════════

Jaewook y Soo-hyuk finalmente han quedado solos y a la deriva dentro de Jirisan. El fin de los Cobras ha llegado, justo para el daño que hicierom, pero... ¿Seré que también fue un final justo para Yeo Hwang-Woong?

Gracias por leer.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro