34
Min contemplaba el océano desde la cubierta del bote. La isla de Oedo había desaparecido en el inmenso horizonte dando aquella impresión que el mar no tenía fin, sentía que estaban perdido o tenía el curso correcto, pero se equivocaba Tak sabia a donde iba, ya que no cedió su puesto en lo que llevaban de viaje. Jungkook, por otro lado, se le acercó sigilosamente, sabiendo que Yoongi solo pensaba en dos personas importantes en su vida.
—Taehyung estará bien —murmuro Jeon. —No se rinde con facilidad y sé que se cuidara muy bien sus espaldas.
—No dudo de ello —concordó cabizbajo. —Sé que lo puede hacer, solo me da miedo que se le pase la cuenta y los idiotas merodeen cerca de él. También me preocupa mi padre. —Confesó.
—Sé que tu hermana lo cuidará como nadie más podrá.
—Lo sé, es la indicada para esa labor.
Ambos se quedaron en silencio recibiendo la brisa en sus rostros hasta que oyó la voz de Jaewook.
—¡Creo que veo tierra! —Vocifero esperanzando. —Mierda... creí que nos habíamos perdido.
In-hwan se percató de esto junto a Namjoon y los dos se cruzaron miradas entre sí, dando a entender que debían comenzar a preparar todo para detener el bote y dejarlo resguardado.
—Preparen todo para arribar. —Indico el sargento mayor alzo un poco la voz para que los cuatro de fuera los oyeran.
A unos metros más Tak aumento la velocidad del bote para aproximarse todavía más a la playa. Aun no lograba ver a los dos hombres que dijo que lo aguardarían una vez llegasen. Sin preocuparse mucho apago el motor y espero que Jaewook y Jackson anclaran el bote a una distancia segura de la costa.
Al llegar el cielo estaba completamente nublado, las nubes cerraron por completo el cielo y seria asi hasta algunas horas más debido a la densa neblina que se había precipitado sobre donde estaban ahora mismo, apenas lograban ver con claridad la costa.
Jaewook analizo la situación con cuidado y les incido que cargaran armas en caso de no estar seguro si el par de hombres que según Tak estarían ahí estaban muertos, vivos o podrían ser los de la RCMC. A pesar de Tak sabía que podían estar vivo, siguió el plan de Lee sin queja aparente. Mientras tanto Jungkook y Namjoon dejaban bloqueado todos los accesos posibles como para que un grupo se robase el bote, cerrando la cabina con llave y un candado de más. Las llaves las tenía Jackson guardadas.
En el momento que todos pisaron la arena húmeda de la playa, tuvieron varios sentimientos encontrados. Volver nuevamente a donde vivieron por años les traía gran melancolía, en ese mismo lugar se había embarcado para llegar a la isla de Oedo. Tak les toco el hombro a Min y Jeon diciéndoles que comenzaran a caminar hacia el frente, saliendo de la zona de la playa. Esto asintieron y los demás siguieron los pasos de los tres. Pese a los intentos de ver por donde estaba la salida de la playa, la niebla era un gran obstáculo para ellos asi que en ni un momento se separaron.
Los seis hombres se pusieron en alerta cuando un gruñido familiar fue escuchado por ellos, lo peor las pisadas en la arena eran veloces. No era un caminante sino un corredor. La silueta de ese fue tomando forma velozmente y del mismo modo se acercaba a ellos. Era una mujer bastante adulta, vestía un vestido de flores y sin calzado. Tenía escaso cabello y sus piernas estaba completamente mordisqueadas.
Yoongi desvaino al katana y espero paciente hasta que la distancia fue menor para atravesarle el cráneo con fuerza. Logro ver que su rostro estaba cadavérico, las mejillas completamente hundidas y un agujero en la izquierda indicando que le había disparado, pero no hubo suerte. Min retrocedió y quito la hija del arma de un movimiento, tomando un pañuelo y limpiando la sangre oscura del ser. Lo miró con gran asco.
—No recordaba lo asqueroso que era esto. —Comento Jaewook.
—Solo pasaron días, Lee. Tampoco nos fuimos meses. —Contradijo Namjoon tomando su hacha en las manos en caso de enfrentar a otro.
El grupo continúo caminando hasta que llegaron a una avenida, la niebla era menos densa, pero no desaparecía. Era una calle angosta con algunos camiones y autos varados y chocados dentro de locales con artesanías, comida y restaurantes abandonados. Estaba en una zona turística, asi que el caos llego a arruinar la vacaciones de más de alguno. Una vez pisando asfalto y viendo un poco mejor el panorama ante sus ojos decidieron a donde ir.
—¿A dónde se supone que debes juntarnos con tu gente? —Le interrogo Jackson cargando una pistola.
—En un almacén a la esquina, ellos tienen un vehículo que nos llevara a Jirisan. —Explico comenzando a caminar hacia el norte.
Aunque la tensión que había en el ambiente era bastante, nadie se detuvo. Min siguió los pasos de In-hwan al igual que el resto tratando de mantener la calma y el cuidado de no toparse o alerta más caminantes o corredores que anduvieran deambulando por la zona. Sin embargo, fue difícil, al haber sido una zona con ala afluencia de persona, los infectados aparecía por las espaldas, nadie uno armas de fuego, solo navajas, cuchillos, y Yoongi su katana de tal manera que rebana cuellos, cara y cortaba cabezas intentando despejar el camino.
Se toparon con varios seres putrefactos hasta el almacén que Tak indico. Al seguir caminando por una calle llena de locales pesqueros, mataron a unos que otros muertos vivientes hasta que el aparente almacén se alzó ante sus ojos. Este estaba algo abandonado, tapiado con madera.
El sargento se apresuró y busco el modo de entrar al igual que Namjoon dirigiéndose a la parte trasera del local hallando un espacio en una ventana sobre un basurero gran en el cual apoyarse y pasar.
Silbo, captando la atención de todos.
—Bien, una a uno.
Jaewook hizo un mohín.
—Primero el sargento, el conoce a la gente que debe estar adentro.
Todos rodearon los ojos y Tak, sin ayuda, se montó en el basurero y se metió a la zona de la cocina del local, al parecer era un restaurante de comida marina, pescados y sopas de almejas. Cayo de pie y saco una pequeña linterna enganchándola en su chaqueta anti balas. Les toco el vidrio de la pequeña ventana indicando que estaba despejado, siendo asi como de uno a uno fueron pasando hasta estar los seis dentro de la cocina.
Jackson hizo una mueca de asco, solo era olor a materia prima más que podrida.
—¿Podemos salir de aquí? —pregunto al borde del vomito.
Tak con la cabeza les indico que avanzaron hasta llegar a la parte principal del restaurante encontrando algunos faroles encendidos, armas sobre las mesas y latas de comida. Jaewook estudio el entorno percatándose que todo estaba ocupado por pocas personas y que seguían donde mismo. Y de seguro eran aliados del sargento mayor.
Namjoon dio un paso más e hizo sonar un trozo de tabal del piso captando la atención de dos siluetas encapuchadas que lo apuntaron con armas de grueso calibre.
—¡Bajen las armas! —Vocifero Tak.
Los dos se quitaron las capuchas y bajaron las armas que daban hacia Namjoon.
—¿Sargento? —Un chico con cara de aún más joven se dio a conocer dando la cara a la luz. —Pensamos que no vendría nunca, lo esperamos toda la noche en la playa, pero aparecieron muertos y debimos venir al punto de encuentro.
—Si, si... No te preocupes, Chan-Young. —Le dijo dejando el bolso el suelo.
—¿Y estos? —pregunto el otro sujeto. El grupo lo vio y su rostro tenía rastros de quemaduras. Bajo el arma dejándola apoyada sobre una mesa.
—Son de Jirisan, como les conté el otro día.
—¿A ellos ayudaremos?
—Sí, asi que dígame. ¿Qué tienen para nosotros?
El grupo se reunió en una mesa bastante grande, lo suficiente como para que todo alcanzarán a sentarse y poder oír lo que tenían para ellos. Sang-wook, el tipo con las cicatrices de la quemadura, saco un mapa de una mochila extendiéndolo sobre la gran mesa donde todos estaban.
—Recorrimos los perímetros que nos dijo y todos, vacíos. No había nada, ni un rastro, la comunidad estaba... calcinada. El muro fue echado abajo, varias casas quemadas y algunos pocos infectados. —Informo Sang-wook.
—¡¿Qué?! —Jackson levanto la voz. —¿Cómo que la calcinadas? ¿Qué carajos paso allá?
—Seguro fueron los de la RCMC. Suelen dejar los lugares que invaden quemados con tal de que no lo vuelvan a levantar. —Tak suspiro mirando el mapa. —¿Por donde empezamos? ¿Quieren volver a peinar la zona de Jirisan? —Les preguntó.
Min miro a Jeon y a su grupo. Todos estaban de acuerdo, además había todavía recuerdos de sus vidas allí, quizás volver y revisar levantaría algunas pistas que los chicos dejaron y esto lo pensaban con harta esperanza de verdaderamente encontrar algo, o lo que sea de sus hijos.
—Lo haremos, luego podemos movernos a Busan. —Propuso Jungkook apuntando en el mapa. —Podríamos hacer una parada en Jinju y buscar también por esa zona. —Señalo.
—Y de Busan, pasar por Ulsan, luego Gyeongsan y acabar en Daegu... Otra vez. —Agrego Namjoon. —En Daegu podemos movernos bastante bien, después de todo la mayoría estaba allí cuando esto empezó.
—Sí, pero hablamos de que Daegu fue una la segunda o tercera ciudades más devastadas con los caminantes, quizás como este ahora... irreconocible. —Comento Yoongi mirando el mapa. —Aun asi podíamos barrer un poco algunas zonas importantes, asentamientos militares quizás.
—No es mala idea, dejémoslo pendiente. —El sargento se mostro de acuerdo. —Si tenemos en cada lugar algún puesto militar nos podemos abastecer lo suficiente como para continuar.
—¿A dónde nos dirigiremos luego de Daegu? —preguntó Chan-Young.
—Pasaremos Daejon, por algunas zonas cercanas. Después a Incheon y llegaríamos finalmente a Seúl. —Indico In-hwan.
Todos asintieron mirando el plan armado previamente todos se mostraban de acuerdo.
—Esperen. Yo los veo a todos muy emocionados con esto y de acuerdo, pero... ¿hasta cuándo piensan merodear por el país buscando a dos chicos? —Quiso saber Sang-wook. —Hablamos de un camino largo, quizás están a horas, pero el vehículo deja de tener gasolina y debemos considerar los posibles imprevistos, serán... ¿meses buscando?
Jungkook y Yoongi no era que estuvieran emocionados, mas bien decididos a jugar todo y nada por esta oportunidad, pues no habría más. Tak accedió a hacer esto poniendo en peligro todo lo que tenían en la isla; trabajos y esa añorada estabilidad. Quizás serian meses, sin embargo, estaba la esperanza de poder hallar algo, aunque sea lo más mínimo sobre Yeonjun y Beomgyu, quería encontrarlos y regresar a lo una vez fue lo mejor de sus vidas.
—Sea el tiempo que sea que no tardemos, no nos vamos a rendir, son nuestros hijos, no solo chicos. —Jungkook se colgó la ballesta en el hombro.
—Kook tiene razón. ¿Cuándo partimos? —Se integró Jaewook a la conversación.
—Mañana por la mañana, la neblina nos complicara el viaje por lo densa que está hoy y estamos preparando el vehiculó.
Los demás no les quedo más que aceptar aquella condición. Y por un lado el chico más joven del grupo tenia bastante razón. El clima los desfavorecía bastante, era esperar ser comidos por la nubosidad y la incertidumbre de los caminantes o corredores llegándoles por todos lados, atacándoles por todos lados.
Min miro por una de las maderas que tenia un agujero. Corrió la manta que tapaba todo paso de luz dentro del restaurante. Al ver se percató que andaban varios caminantes dando vueltas sin dirección alguna. Unos de ellos estaban realmente en los huesos, con andrajos y trozos de piel colgando de sus extremidades y rostro. Bastante desagradable para la vista, pero ya estaba acostumbrado a ese panorama. El de la cicatriz bajo su mochila y busco el radio sacándolo, intento conectar con la señal, pero solo le daba estática. Apretó varias veces, pero nada daba frutos.
En eso se acerca, el chico arremangando su camisa, le toco el hombro y Yoongi le miro enseguida.
—La señal es débil en estos lados, espere a salir de aquí y tendrá más suerte.
Yoongi asintió.
—Gracias.
—¿Asi que uno de los chicos es su hijo? ¿Cuántos años tiene?
—Si, y él tiene solo quince años.
—Espero que tengamos mucha suerte. Hace días, cuando el sargento nos comento de este problema, dudamos un poco, pero el fue padre asi que comprendí la importancia de este asunto. —Explicó.
—¿Cómo que días? —Yoongi se sentó en una de las mesas a limpiar su katana mientras conversaba con Chan-Young.
—El sargento preparo todo con anticipación. —Sonrió. —Se ve serio, pero es un gran hombre que trabaja para la gente equivocada.
El chico se fue dándole la ultima sonrisa. Min se quedo solo botando trozos de papel para sacar los restos de sangre del filo, en un momento el brillo de este dio su reflejo y se veía algo cansado, no durmió nada debido a la ansiedad del viaje, más haber navegado sin pegar ni una sola pestañada en todo el camino a la playa. Pero por más que trataba de dormir a su mente venia Taehyung y Yeonjun. Se sentía mal por haber dejado a su esposo solo, con gente mala habitando en la isla, sobre todo ese tipo de Ji-hoon, Min cada que lo pensaba sentía que lo iba asechar.
Además, que Yeonjun ocupaba la mitad de sus pensamientos en el día a día. ¿Dónde estaba? ¿Esta bien? ¿Habrá comido o dormido algo? Esos detalles, quizás pequeños, pero a la hora de estar en el exterior con la muerte a la orden del día, significaban mucho más que solo detalles pequeños e insignificantes. Esperaba que Yeonjun estuviera bien, pero conociéndolo como era, él ha de estar luchando por su vida y por la de su mejor amigo.
—Ya queda poco hijo...
Min envaino la katana dejándola apoyada sobre la silla y caminando a buscar un rincón en donde poder descasar y recobrar las fuerzas que necesitaba para buscar a su hijo y regresar a casa.
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Seok-min carcajeo apenas oyó que el sargento mayor, el cual creía que era el hombre de confianza suya, que hacia todo lo que le ordenase con tal de charquear los dedos se había ido de la isla con los rebeldes de Jirisan, se sintió traicionado. Llevaba bebiendo desde las diez de la mañana, ya eran las doce y estaba en su oficina mirando hacia la ventana que daba vista a toda la comunidad e la isla que continuaba como si nada.
—Con que desertaron... —Quien estaba ahí era el mismo Han que le hacía compañía. —Sin ellos podemos llevar a cabo el siguiente paso de la operación para la cura que busca Lim. ¿No crees?
—No con Seo Joon encima como lapa. Ese hijo de perra no nos dejara trabajar y menos con la gente que trajo en el hospital. —Chasqueo la lengua. —Tenemos que hacerlo con los que estaba abajo con los A, dile al doctor, seguimos gastando recursos en algo que no me esta dando frutos.
—Esta igual que tú. Desilusionado, creyendo que todo se fue al carajo.
Noh negó y dejo el vaso sobre le escritorio.
—No debí acceder, ese grupo es un dolor de cabeza, unos salvajes y rebeldes que vinieron a manchar esta isla con la idea de la verdad y la justicia, partiendo por ese tal Min con su esposo... —Murmuro. —Que bueno que se fueron, quedan menos.
—Uno de ellos espera un hijo.
Seok-min abrió los ojos mostrando interés. Se reclino en la silla del escritorio atrayendo una carpeta de color azul, en ella se veía una etiqueta que ponía en grande la letra "B". la abrió y vio en la lista varios nombres y justo quedaba un hueco bajo al final. Tomo el lápiz le saco la punta.
—¿Cómo se llama? —Se preparo para escribir.
—Park Jimin. ¿Lo calificaras como tipo B?
—Hace tiempo que no trabajamos con un B, no vendría mal. —Sonrió agregándolo a la lista. —Sera como esa mocosa que se fue y dejo echo un verdadero desastre con Lim en el laboratorio, esa niña... espero que este secándose allá afuera.
Seok-min lanzó la carpeta hacia un lado dejando todo como estaba volviendo a llenar su vaso con wiski.
Sin embargo, al otro lado de la puerta, estaba Seo Joon atento a la conversación escribiendo absolutamente todo lo que oyó. Luego de anotarlo se fue sin dejar rastro y levantar sospecha alguna con tal de que nadie les dijese que anduvo por allí cerca. Salió del cuarto piso a través de las escaleras que llevaban a su piso donde trabajaba el tercero, en ello que llegaba vio a Taehyung en recepción trabajando a la par con la señora que recibía a todos en su área.
Sonrió al verlo, se le acerco por detrás y lo saludo sorpresivamente. Kim, con poco ánimo, le saludo. Después de eso lo tomo del brazo con delicadeza llevándolo a su oficina.
—¿Qué sucede señor Park? —preguntó algo confundido.
—Solo sígueme y finge.
Ambos sonrieron poniéndose en corriente de la actuación. Lo importante de todo esto era no levantar sospechas. Luego de llegar a la oficina de Park Seo-Joon, este ultimo al cerro con llave quedándose con Taehyung a solas para poder conversar mucho mejor y cómodos.
—¿Me dirá lo que pasa? —Insistió Kim preocupado por el misterio.
—¿Cómo salió todo en la madrugada?
El castaño entendió de que se trataba.
—Yoongi se fue. No se si llego, me dio un radio, esperare a comunicarme con el a la noche. —Conto parte de los hechos.
—Que bueno, Noh ya andaba algo cabreado por que desertaron de la isla con el sargento mayor, pero tenemos otro problema un poco o quizás igual de grave.
—¿Qué pasa ahora?
—Quieren usar a tu amigo en cinta para lo que hacen abajo en la morgue con Lim. Deben tener cuidado, tratare de mover algunos hilos desde aquí.
—Mierda... —Taehyung se tomo el cabello algo frustrado. —¿Cuándo se van a detener Seo-Joon?
—Cuando logren algo, por ahora su suegro y amigo son prioridad. En cuanto al marcapasos estará listo para mañana y será entregado por mi mismo a Roy para que lleven a cabo el procedimiento.
—Menos mal, muchas gracias...
Taehyung tomo sus cosas y se preparó para salir. Seo-Joon se mordió los labios y lo volvió a detener tomándolo esta vez del hombro. Kim se dio la media vuelta esperando a oír algo más de su jefe.
—Tae, si Ji-hoon se te acerca... solo dímelo, yo me hare cargo. —Mostro algo caballerosidad e interés en el bienestar de Kim.
El castaño negó enseguida.
—Se cuidarme solo, gracias señor Park.
—Seo-Joon, por favor...
—Solo soy su secretario, así que, será señor Park.
El chico del parche en su ojo abandono la oficina dejando al moreno solo en medio de su espacio personal. Algo frustrado, esperaba que todo saliera acorde a lo conversado con el sargento, por ahora debía cumplir muchas cosas para asegurar el bienestar de la gente que vino desde Jirisan. No eran simples personas que no tenían idea de nada, ellos mostraban tener bien en claro lo que hacía, que decían y lo mucho que se cuidaban sus espaldas a la hora de que alguien saliese amenazado por otros fuera del circulo cercano de ellos. Eso era admirable, hace mucho que no experimentaban ese compañerismo tan arraigado que todos portaban y que solo les nacía sin necesidad de ser exigido.
Taehyung salió de la oficina caminando hasta el pequeño cuarto y "oficina" que Seo-Joon le había brindo para trabajar más seguro. Tenia escritorio, un sofá de dos cuerpos y una estantería con carpetas de las cosas que más se ocuparía Kim mientras trabajase con él. El chico cerro detrás de sus espaldas la puerta. Dejo todo sobre el escritorio y fue a mirar debajo encontrando el morral que lleva al trabajo con un radio y un suéter en caso de ponerse el clima más fresco.
Suspiro y lo accedió buscando algo de señal abriendo la pequeña ventana que decoraba su pequeña ofician de secretario. Tardos minutos en estabilizar la señal y no hubo frutos de esto. Solo estática e incluso en un momento hubo silencio en donde emitió dolorosas palabras que lo angustiaban.
—¿Yoonie? —Soltó el botón. —¿Llegaste bien? Respóndeme por favor.
No hubo respuesta. Kim lanzo el radio sobre el escritorio. Sabia que solo fueron horas en las que ya se había separado físicamente, aun asi, era matador toda es incertidumbre de no saber de sus maridos. Kim trago duro ahogando las ganas de llorar, pero ya no pudo más, tal vez, debió acceder a irse con él, estaría más tranquilo, pero Min le insistió que su bienestar era importante.
Mientras pensabas en su esposo mirando por la ventana, la puerta fue abierta. El reflejó del cristal dejo ver a Ji-hoon. Kim metió las manos a su bolsillo y sao la misma navaja que Yoongi le había dejado la última vez.
Se dio la vuelta abruptamente para enfrentarse a Ji-hoon.
—Vaya... —Silbo apreciando el lugar de mejor manera. —Que ascenso te dieron, Taetae.
—No me digas asi, y largarte por favor.
Camino hasta la puerta la abrió y comenzó a tira del brazo a Ji-hoon con tal de sacarlo de su espacio. El hombrw hizo fuerza y lo agarro entre sus brazos. Le miro el rostro algo enrojecido por las lágrimas.
—¿Estuviste llorando por que tu marido se fue? —pregunto. Taehyung no dio respuesta solo forcejeaba para salir. —No llores, eres demasiado lindo como para hacer eso. —Le acarició el rostro.
Kim abrió la navaja y la se la puso en el estómago casi que incrustando la punta del arma con filo.
—Lárgate. —Ordenó fríamente.
Taehyung, sorpresivamente, el agarro la mano a Ji-hoon doblándosela con bastante fuerza. Lucharon entre ambos, buscando someter al otro, claro que lo veía como un juego y creía que Kim no tenía toda la energía ni fuerza para derribarlo. Pero grave error fue pensar aquello que el castaño, entre esa batalla de poder, logro darle un corte sobre el sordo se la mano izquierda sacándole bastante sangre.
—Te lo advertí, Ji-hoon. —Taehyung lo tomo del cabello mientras el otro se quejaba de dolor y refunfuñaba miles de palabras algo enojado. —Esta es la segunda, a la tercera... te mato y te tiro por la borda de un bote. —Le dio un puñetazo en el pómulo izquierdo.
Este se levantó ejerciendo presión en la herida mientras seguía sangrando con bastante fluidez. Luego camino de nuevo hacia Taehyung.
—Disfruta, porque la valentía te va a durar poco si estas solo sin el bastardo de tu esposo que te cuide el culo. Que, por cierto, se puso celoso cuando le propuse un trio. —Le guiño el ojo.
—Eres asqueroso. —Kim lo comenzó a empujar con vehemencia hasta que lo saco de su oficina cerrándola con llave.
Kim se apoyó en la puerta y poco a poco se dejo caer hasta sentarse en el suelo. Solo cubrió su rostro con sus brazos y apoyándose en sus rodillas. Las lagrimas y la nostalgia no tardaron en llegar sumergiendo a Taehyung en la inmensa pena que sentía por la ida de su esposo.
Jamás creyó necesitarlo tanto. Pero sabía que estaba por buscar a su hijo, algo que ambos amaban y extrañaba con gran intensidad. Entre ambas ausencias, él sufría. En silencio, en la madrugada también lloro en su cama abrazando la almohada de Yoongi, nunca pensó que el afectaría tanto, se había mentalizado que seria complicado, pero vivirlo no era nada parecido a lo que tanto se preparó.
Dijo que no lloraría, pero se deshizo en lagrimas mas de tres veces en el día y aun quedaban sobrevivir al resto de la semana o del mes, ya que, no sabía cuándo regresarían. Lloro asi unos minutos hasta que el radio sobre la mesa comenzó a hacer ruidos similares a la estática Taehyung se levantó enseguida en dirección a la mesa.
Camino hasta el y cuando llego al escritorio una voz muy familiar comenzó a hablarle entre cortado.
—A... A-Appa...
El corazón de Taehyung comenzó a latir con fuerza, aumentando la frecuencia en solo segundos. La estática no dejo de sonar luego de eso. Pasado otros segundos se volvió a escuchar la voz de su hijo.
—E-Estoy... —Hubo más ruidos. —A-Aquí...
—¡Yeonjun! —Tomó el radio y trato de comunicarse. —¡Hijo! ¡Háblame por favor! ¡Yeonjun!
—Aquí... en... Estoy, bien... los estoy b-buscando... —La señal se perdía de a poco.
—¡¿Dónde?! ¡Dime donde Yeonjun! —Estaba desesperado.
—P... Perdóname...
La señal se perdió por completo. Taehyung intento e intentó una y dos veces, pero no volvió a conectar con Yeonjun. No sabia como fue posible eso, o la exasperación y la pena lo consumieron hasta el punto de hacerlo tener alucinaciones auditivas. Debía existir una explicación técnica o algo para que Yeonjun lograse dar con su señal. Tenía que hacer algo, y solo quedaba que Yoongi lo comunicase para darle la noticia de que oyó a su hijo.
Luego de días, la voz de Yeonjun volvió a llenar su corazón.
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El grupo dirigido por el sargento Tak llegó a tierra sanos y salvo encontrándose con caras viejas para él y nuevas para el grupo de Yoongi y compañía. La búsqueda comenzará por sus hijos y los peligros volverán tal como antes.
Mientras tanto en Oedo, las ideas malevolas de Seok-min no tiene fin, comenzando a poner la mira en Jimin por su embarazo, sin Jungkook que le ayude a protegerse, veremos como se las arreglará para sobrevivir.
Finalizando el capítulo con Taehyung que se pone firme contra Ji-hoon y recibe un llamado de Yeonjun lo que darás esperanzas para seguir adelante.
Gracias por leer.
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