16
Su grito fue un alarido del dolor que sintió cuando los dientes del corredor los tenía clavados en su antebrazo derecho. Yeonjun solo atinó a quitarle la cara con fuerza, lo empujó lanzándolo contra el suelo.
Seguido de esto, tomó una roca para hacerle añico la cara. La cabeza del muerto era un río de sangre y restos de carne podrida. Entre cada golpe soltaba un gruñido y grito de rabia, dejando que su cara se llenara de gotas de fluido ajeno. Min se alejó y lloró escandalosamente, se miraba el brazo y esta tenía una marca roja repleta de su propia sangre roja escarlata. Gritó furioso consigo mismo, se sentía idiota, un perdedor y un mal hijo.
Se tomó el brazo y temblaba con solo pensar que en cualquier momento sería una de esas cosas. Yeonjun se trató de cubrir la herida, pero era inútil, la sangre corría y corría, dejando gotas por todas partes.
En eso, Kang levanta la mirada y niega incrédulo al ver a Min sangrando, aterrado y sin voz alguna. Entre el alboroto ve cómo alguien llega corriendo a auxiliarlo y no era nadie más que Lee Jaewook con un arma en sus manos. El mayor se arrodilló delante del azabache para buscar calmarlo, pero estaba al borde del llanto.
Ver al niño con una mordida lo dejo casi paralizado.
—¡Yeonjun! —Jaewook llegó al lugar de sorpresa. —N-No… Yeonjunie, tranquilo, todo estará bien… No pasará nada, ¿sí? —Le hablaba entre las lágrimas de desesperación al no saber qué hacer con el chico que lo acaban de morder en el antebrazo.
¿Bien? No, estaba en problemas y seguro esto destrozaría la vida de toda su familia y amigos. Fue tonto al creer que podía pasar por el caos para llegar a su casa, la culpa era suya y de nadie más. No está bien, ya nada lo estaba.
—P-Perdón… F-Fui un tonto… —Jaewook lloraba abrazando a Yeonjun, quien estaba perdido en la nada misma mirando a Taehyun que se obligaba a mantenerse de pie.
Mientras la escena ocurría, las nubes grises comenzaron a aparecer, teñido el cielo de un aura melancólica. Luego, gota tras gota, comenzó a caer sobre ellos tres. Yeonjun comenzó a cerrar los ojos poco a poco hasta que cayó desvanecido en los brazos de Lee. El hombre lo sacudió mientras la intensa lluvia los empapaba a cada segundo.
—Yeonjun… —Le movía las mejillas para que despertara. —N-No… ¿Qué debo hacer? Se preguntaba. —Despierta… Oye, debes despertar… —Suplicaba.
Un par de latidos débiles le hicieron reaccionar. Lee se puso de pie, firme como un tronco viejo. Taehyun tomó una rama gruesa que Jaewook le extendió para que se apoyara y comenzaron a caminar a Jirisan.
En el camino debía pensar en cómo daría esta desafortunada noticia, de que Min Yeonjun había sido mordido.
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—¡¿No, que eras el amo del clima, Sunwoo?! —exclamó Jackson cubriéndose de la lluvia. —¡Es un agua cero que me va a inundar el sótano de la casa!
—¡Solo leí un par de libros de meteorología, hyung!
Jungkook, Jimin, Yoongi y Taehyung estaba junto a ellos dos caminando por Jirisan buscando a Jaewook, Taehyun y Yeonjun para hacer que regresaran casa a protegerse de la lluvia que cayó de la nada misma. Min estaba todo empapado caminando hacia la entrada principal de Jirisan, sabía que andaban afuera y la lluvia era peligroso, jugaba malas pasadas en muchas ocasiones. Kim no se quedaba atrás, su ropa completa mojada, pero no regresaba a su hogar sin su hijo.
Tras la hora repleta de caos, se la llevaron buscando a su hijo. Así mismo, Jeon y Park no encontraban a Beomgyu, hasta intuyeron que fue con su mejor amigo y fue por eso que se unieron a buscarlo fuera de la comunidad, cuando lo fueron a ver a casa de Eun-seok, se cruzó con la desagradable sorpresa de que el menor no estaba allí, los dos buscaban a su hijo. Se toparon con varias personas que yacían escondida bajo los techos de sus casas, en el quiosco, huyendo de la intensa lluvia.
Jeon buscaba a Beomgyu con la pura mirada.
—¡Beomgyu! —Lo llamó gritando en viva voz. Aun a su nadie apareció. Jimin también gritó el nombre de su hijo para buscarlo. —Si lo encuentro, te juro que lo voy a castigar por un mes… — Murmuró Jungkook.
—Deja de castigarlo, no sacas nada así, Jeon Jungkook. —Le regañó molesto.
Al cabo de unos minutos, Kai y Namjoon andaban por allí, pues estuvieron a cargo del establo esa tarde y de seguro ahora dejaron a los animales bajo techo. Jimin y Taehyung se les acercaron a los dos para preguntar.
—¿Vieron a G-Gyu? —Les preguntó Park. —No lo encuentro, lo dejé en casa de papá… —Contó. — Ese niño me va a sacar canas verdes algún día de estos. —Habló entre dientes.
—Hyung, cálmate. Beomgyu está bajo la torre del portón principal esperando que Yeonjun regrese. —Explico Huening Kai apuntando hacia la entrada principal del pueblo.
—Gracias.
Cuando llegaron lograron ver a Do-il y Soo-hee junto al hijo de Park y Jeon a punto de abrir el gran portón de la entrada. Tanto los padres de Yeonjun como los de Beomgyu notaron que algo pasaba, pues corría como loco tratando de abrir el portón. Jungkook y Jimin fueron con su hijo, debidamente le regañaron por haber salido sin avisar y haber preocupado a su abuelo y a ellos también, claro.
—¡Abrán rápido, corran! —Ordenó Do-il.
Yoongi y Jackson llegaron enseguida. Do-il al ver al de la cicatriz su pecho se apretó.
—¿Qué pasa? ¿Yeonjun aún anda afuera? —preguntaba exasperado.
—Yoongi, lo lamento… —Murmuró, dejando al de tez pálida con la duda y el miedo carcomiéndolo.
¿Por se lamentaba?
Se preguntó el azabache.
Taehyung llegó a su lado para ver mejor.
En segundos, la puerta se empezó a abrir, dejando ver a Taehyun muy malherido, lleno de barro y quejumbroso. Detrás estaba Jaewook con Yeonjun en sus brazos. Kim sintió su pecho dolor al ver que, su hijo no mostraba reacción alguna, estaba desmayado. Lo supo al ver cómo su cuerpo se movía débil y como si no tuviera nada de fuerzas. Lo peor, lo confirmó cuando vio sangre fluir de su brazo, que goteaba y se mezclaba con el agua de la lluvia cayendo al suelo, dejando gotas que se corrían con el agua.
—Y-Yeonjun… —Suspiró y comenzó a ir con él.
Lee cayó rendido al suelo y Yeonjun, por el movimiento, quedó en el suelo. Taehyung y Yoongi corrieron. Jackson ayuda a Kang, mientras que Sunwoo a Taehyun. La familia de Yoongi, Jimin, Jungkook y Beomgyu se acercaron a ver qué pasaba. En eso el gritó de Taehyung, preguntando qué había pasado el susto de sobremanera.
—¡¿Qué le pasó! ¡¿Cómo fue posible que le pasara esto?! —Le preguntaba a todos esperando una respuesta sensata. —¡Díganme algo, por favor!
Yoongi le revisaba el brazo y sí, era una mordida de solo minutos atrás, hace nada, pues estaba caliente, roja, sangrante, cuál riachuelo, con gran flujo. Min se aguantó las lágrimas.
—¡Tenemos que llevarlo ahora a la clínica! —Vociferó Jackson. Tomándolo por su cuenta, pues los padres del menor estaban en un estado de shock que lo mantenía inmóviles, sin saber cómo reaccionar. Taehyung comenzó a llorar mientras que Yoongi miraba el suelo. —¡Reacciona, Yoongi, maldita sea! ¡Luego lloras, gritas y golpeas lo que se te cruce, pero debemos llevar a Yeonjun ahora con Ji-eun!
Beomgyu comenzó a llorar, y sollozaba de forma audible. Jungkook lo abrazó y lo contuvo como pudo, pero su hijo no estaba bien, para nada lo estaba. Era su amigo al que mordieron, así que el dolor lo estaba matando. Jae-ik lloraba, aterrado por la vida del pequeño. Kang estaba igual, que el dolor de su pierna no era comparado con el que debían sentir los padres del chico que conocía. Lo asumía de ese modo, pues no hay dolor más grande que de una pérdida o de ver a un familiar mordido por uno de los muertos.
Lo mordieron.
Habían mordido a Yeonjun.
—Esto no es cierto… —Roy se quitó la bata y rompió la manga con la navaja para hacer una venda rápida. Le envolvió el brazo y trató de revisar. No lo hubiera hecho; sin embargo, Yeonjun no mostraba reactivo o al menos eso afirmó Taehyung entre la desesperación que sentía, pero al abrirle el parpado sus pupilas se contrajeron, así que aún había algo de conciencia. Algo bastante interesante. —Yeonjun, ¿me oyes?—Lee levantó la cabeza y sacó la linterna para mirarle las pupilas. Aún seguía con ellos. Lo ayudó a ponerse de pie. —Déjenlo en la camilla, rápido.
Roy conocía a Yeonjun de bebé, pues algunas veces fue encargado de sus controles pediátricos. Estaba asustado y nervioso. Mordieron al hijo de Yoongi y Taehyung, nieto de la jefa de la comunidad. La familia estaba enormemente destrozada con esta noticia, no sabía qué hacer. Yoongi entro como desesperado detrás de Roy para ayudarlo o ver que podía hacer por su hijo.
Roy subió al segundo piso y vio que una habitación tenía la puerta abierta, dentro no había nadie, solo una camilla con algunas pocas cosas. Allí atendían a más ancianos. Lo tumbo en a la cama y comenzó a correr buscándolo todo lo necesario para mantenerlo con vida. Entre toda su exasperación, oyó los pasos provenientes del mismo pasillo que daba a la habitación donde estaba el menor de los Min.
La doctora Lee que subió a buscar vendaje junto a Suran, que se quedó de piedra parada en el umbral de la puerta, la mujer dejo caer todas las telas de venda cubriéndose la boca ahogando un grito. Ella se acercó y al ver efectivamente que era su propio sobrino, sintió su corazón doler. Ji-eun estuvo igual.
—N-No me digas que lo mordieron... —Rogó Min aterrada.
—Quisiera negártelo, pero es cierto. Lo atacaron, Suran. —respondió acongojado.
—No, no, no... ¡¿Por qué?! —Vociferó Ji-eun haciéndose el cabello hacia atrás y tirando de las vendas al suelo.
Suran comenzó a llorar con gran dolor, cayendo de rodillas al suelo junto a la cama de Yeonjun.
Sus horas estaban más que contadas.
Detrás entraron los padres y Taehyung no estaba en sus propios cabales, no era capaz de conservar la calma en un momento como este. Solo quería que Yeonjun estuviera bien, que regresara y que no le pasara nada malo, y con eso se refería a que no quería que se convirtiera en una de esas cosas de las cuales mucho tiempo protegió de que no le pudieran ni un solo diente encima.
Su mundo se derrumbaba, al igual que el de Yoongi.
El castaño sintió como un pitido se apoderaba de sus oídos, la voz de Ji-eun explicándole demás se oía tan lejana, casi un murmuro distorsionado. Se dio la vuelta, miro a Yoongi y esté lucia roto. Su mirada, su respiración. Analizo a todos y lucían igual, pero Taehyung... Taehyung se había sentido en un hoyo de dolor que lo arrastraba hasta el infierno, quemando cada parte de su cuerpo que lo terminaba matando lento. Cayó al suelo delante de su esposo, y este lo tomo de los brazos, agitándolo para hacerlo reaccionar, pero estaba ido, totalmente ido.
Si así estaba Kim, Min no estaba mejor. Tuvo sus piernas débiles que también provocaron caer frente a su pareja, lo tomo de los hombros para ver si reaccionaba, pero nada. Se engañaba si quería hacerlo sentir mejor, porque ni el mismo podía con su persona. Yoongi tenía gran impotencia y tristeza. La pareja lloró el hombro del otro, mientras los padres de Yoongi consolaban a Suran.
Jaewook explicaba lo que pasó, cómo fue que vio a Yeonjun y salir, además del modo en que encontró a ambos menores de edad malheridos en el bosque con dos caminantes muertos. Él asumió que eran caminantes, no sabía si fueron corredores, a sus ojos se veían igual de apariencia. Lee deseaba de verdad explicarle a Yoongi a Taehyung, pero Ja-hyun le explicaba que su hijo y yerno no estaba en condiciones óptimas para oír nada de nadie, no porque fuera él, sino que estaban bloqueados... en blanco.
La voz de su suegra y de Lee era lejana a sus sentidos, lloraba mares por su hijo, apretó el brazo de su esposo, miró hacia atrás y buscó levantarse. Aun así, por más intentos, fallaba y caía a la madera del suelo lustrado.
El castaño entró corriendo a la clínica, caminando inestable. Sentía un peso gigante en el cuerpo que a punto lo hacía caerse rendido al suelo. Yoongi iba detrás de él para sujetarlo y que no cayera mal y se golpeara. No solo iban ellos, sino que Ja-hyun y Jae-ik entraban corriendo buscando las escaleras que Ji-eun les indico que subieran.
Hace menos de veinte minutos, la doctora, con todo el dolor acumulado en su corazón, tuvo que levantarse para ir a buscar a la familia de menor. Había estado buscándolo toda la noche tras lo ocurrido.
Kim cuando subió al segundo piso busco la habitación hasta que vio una que tenía la puerta abierta. Al quedarse en el umbral vio a Roy con un suero en la mano, a punto de colgarlo y así pasárselo por vía a su hijo. Antes de poder acercarse, Suran lo agarro del brazo para que no entrara, dejando a todos afuera con Ji-eun.
—Déjame pasar, Su. Necesito verlo, dime que está bien, que no tiene nada... Dime algo, te lo suplico. —La chica oía la voz quebrantada de Taehyung, le tomó las manos para relajarlo un poco. —¿Dónde está Jaewook? ¿Por qué nadie me dice nada? —Miró a Ji-eun con el corazón en la boca, la respiración irregular y su cuerpo tembloroso.
—Roy está a cargo de esto, pronto les dirá algo, por favor, esperen...
—Déjenme verlo. —Pidió aferrándose al pomo. Min fue detrás de él. —Tengo que verlo por mi cuenta.
—Tae. —Suran le tocó el hombro, pero Kim se alejó.
—Me mienten, ustedes me están mintiendo... —Acusaba. Su mirada era oscura, por lo cual, Suran tuvo algo de miedo. —No lo pudieron haber mordido, no...
—Esperemos que Roy salga.
—¡No! ¡No voy a espera nada! —gritó asustando a todos. —¡Quiero ver a mi hijo! —Exigió. Taehyung abrió la puerta y entro, Roy al verlo hizo un paso al lado para que Kim viera a Yeonjun. Yoongi entro para poder controlar a su esposo. Taehyung cayó delante de la cama y vio el brazo vendado y a su alrededor tenía un tono morado bastante parecido al de la piel de los caminantes. —No, no, no... Yeonie, no... —Le tomó el rostro. —No es cierto, no es cierto... Solo es mal sueño...
—A-Amor... Ven aquí. —Min lo atrajo a su cuerpo y abrazo, tratando de calmarlo un poco. —Respira, por favor... Respira. —Repitió acariciando su cabello.
—Yeonie... No... Él no. ¿Por qué?
Roy se acercó un poco para explicar la situación.
—Lamento mucho esto, pero necesito que me ponga mucha atención. —Yoongi lo miró con los ojos húmedos y rojos. El médico sabía que estaba haciendo un sobreesfuerzo para no quebrarse frente a Taehyung. —Todos, quiero que oigan atentos. —Llamó al resto de la familia.
Jae-ik vio a su pequeña pulga dormida y comenzó a llorar en silencio. Suran igual y Ja-hyun estaba como Taehyung. Estaba devastado, al igual que Ja-hyun y por primera vez en años solo se abrazaron repitiendo, mostrándose apoyo mutuo. A la clínica apareció Jaewook siendo perseguido por Kai que lo estaba vigilando, pero Lee no andaba de humor para nada más. Al estar allí, alcanzó a ver a Yeonjun dormido, quiso decirle algo; sin embargo, Huening cedió y le dijo que de seguro estaban afuera en la oficina de Roy conversando al respecto, solo lo llevó.
Se quedó de pie cerca del umbral de la puerta, oyendo todo.
—¿Q-que quieres decirnos, Roy? —preguntó Suran.
—¿Recuerdan a alguien que fue mordido? Da igual el tiempo.
—¿A qué viene esa pregunta? —Criticó Jae-ik con seriedad.
—Respóndame, por favor...
Suran hizo memoria años atrás. Cuando todo empezaba, se unía al campamento de Jaewook y conocía a todos los que alguna vez quiso, entre ellos estaba la amable tía de Sunwoo, Hye-Jin, que aparecía en su memoria con una bella sonrisa. La chica tomó aire.
—La tía de Sunwoo. E-Ella fue mordida, y se convirtió en... en solo horas. —Respondió tocándose la frente. —Recuerdo darle pastillas, curarla, pero no resultó, fue de la noche a la mañana.
—Exacto. La mayoría se convierte de un día a otro o en horas, depende de la respuesta inmunológica de esa persona que fue mordida por un caminante. —Comenzó a explicar con un idioma técnico que solo Kim y Lee podía entender más a fondo.
—Empieza a explicarte más claro, porque no te estoy entiendo. ¿Cuánto le queda para convertirse? —Yoongi estaba aterrado ante aquella idea.
—Es incierto, porque por la apariencia de la herida, quizás... lleva más de las horas que normalmente tardan en cambiar. —Aquello fue oído como un rayo de esperanza para la familia del menor. Sin embargo, era poco probable, quizás imposible, y solo Roy lo decía para tratar que la situación fuera más llevadera.
—Solo quiero que digas cuánto le queda... solo dime eso. —Pidió Taehyung entre lágrimas de dolor.
—Lo tendremos en observación toda la noche, daré un límite de tiempo de unos tres días como máximo.
—¿Y si mi nieto sobrevive esos días, Roy? ¿Qué quiere decir eso? —Interrumpió Ja-hyun al estar tan ansiosa.
—Que, quizás y solo quizás, Yeonjun sea inmune al virus.
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Quienes tuvieron más privilegio de oír las malas noticias fueron el grupo que se conformó mucho antes de llegar a la comunidad. Todo era un silencio lúgubre en donde los menores, Beomgyu se sentía con más pesadez. Sus padres oían con atención a Roy, quien se encargó de ver y cuidar a Yeonjun día y noche, turnándose con Ji-eun. La noticia la dieron al día siguiente cuando pudieron estar más en calma las cosas. Agradecieron por la gran confianza de poder decirles.
Kai pensó mucho en Soobin y en aquel año y día, de la tragedia que azotó la granja de señor Min, cuando se perdía al hermano de Namjoon, dando su vida por Yeonjun. Si él estuviera aquí, sería el primero en estar en la puerta, pegado a espera que Yeonjun reaccionara un poco. Al igual que perdieron la casa que los hizo tener pocas esperanzas y fe en el mañana.
La situación cambió tanto en pocos días que, no podía creer que estaban regresando al mundo del cual escaparon por años.
Jackson era alguien que le costaba llorar, esta situación era la número tres que le sacaba lágrimas. No podía irse aquella palabra. Wang no era una persona de abrazar o ser mimosa, pero al ver a Min tan mal solo dejo que fluyera. Lo abrazo y se largó a llorar.
—¿Y qué esperamos ahora?—preguntó Namjoon apoyado en la pared con su hijo abrazado a sus piernas, algo triste. Jungwon quería mucho a Yeonjun, era su niñero favorito y el no poder verlo en un tiempo lo entristecía. Namjoon, al ver al menor afligido, le acariciaba su cabello con el fin de ayudarlo a calmarse.
—Los tres días —respondió Suran—, el doctor dijo que, si Yeonie reaccionaba fuera de estos, podía ser potencialmente inmune al virus.
—¿Qué pasa si es inmune? ¿Podría... llegar a ser una cura? -Interrogó ahora Sunwoo.
—No lo sabemos, Roy dijo que, gracias a algunas cosas, ha podido estudiar un poco la sangre de Yeonjun, nos dará resultados para mañana —respondió Taehyung mirando su vaso con agua.
—La cosa es que, Yeonjun pasó la hora promedio, es nos hace pensar que, quizás, se recupere de todo... Aún no estamos seguros. —Agrego, Min.
—Hyung, apenas tengas esos resultados, dinos. —Pidió Jungkook mirando a Taehyung. Kim sonrió y asintió. —Traten de descansar, por favor... Para sea lo que necesiten, pídanlo, no se guarden nada.
—Gracias, Kook. —Jeon se acercó y lo abrazó con fuerza.
—¿Entonces qué pasará con el concejo, señora Cho? ¿Se tomarán los días? —preguntó Hoseok a Ja-hyun.
—No. —Negó enseguida. —Tenemos que reforzar los muros, vigilar el perímetro más que nunca. La lluvia dejó estragos en los alrededores de Jirisan; socavones, el río corre a kilómetros, se desbordó, hay posas enormes. Algunos sótanos se inundaron. —Contaba la mujer gracias al reporte de Hae-soo. -Debemos estar preparados para lo que sea. El chico ese... Taehyun, sabe mucho de ellos.
Min miró a su amigo enseguida.
—¿T-Taehyun? ¿Es el chico de la otra vez? —preguntó arrugando la frente.
Beomgyu se levantó de la silla, se acercó a su padre, que estaba al lado de Yoongi.
—Se quedó en casa del señor Min y de mi abuelo para recuperarse. —Explicó jugueteando con sus manos. —La cosa es... es que está dispuesto a ayudarnos. Sabe cómo se mueven, su punto débil, cómo evitarlos. Solo tenemos que darle la oportunidad. —Jungkook sonrió un poco al oír a su hijo tan decidido. Jimin estaba igual, pero más sorprendido, al principio parecía odiar a ese chiquillo.
—¿Estás seguro de que podemos confiar en él, Beomgyu? —preguntó Kai mirando al menor.
—Sí. —A la conversación intervino Jaewook que entró a la sala con su rifle en el hombro, dejando a todos en silencio. —Kang es buen chico, amable, solidario... Solo que ha sufrido y perdido mucho, es por ellos que siempre anda a la defensiva. —Lee se apoyó en la pared. —Pero si aún desconfían de él, vigílenlo.
Hae-soo, Jackson y Hoseok asintieron, no era mala idea.
—Podemos hacerlo. —Yoongi le sonríe a Beomgyu. —Jaewook te encargo que lo veas tú... hiciste mucho por ellos y gracias... gracias por traer a Yeonjun a casa.
Lee sonrió con pesar, pero aceptaba gratamente las palabras. Taehyung le murmuró un «gracias» tratando de no quebrarse. Jaewook no pidió más, con eso era suficiente.
—Debe haber un modo de aislar a Jirisan, no queremos que quede expuesta y atraiga gente de otros bandos...
—No va a pasar. —Intervino Eun-seok. —No dejaré que más gente o caminantes, o esas cosas que corrían... Entren. Si tengo que aprender a tomar más armas lo haré. Si tengo que... Matar por mi familia, lo voy a hacer. —Sentencio.
Gran parte del grupo estaba de acuerdo con Park, todos en realidad.
Había que ponerse firmes, aquel lugar no era una simple comunidad de gente débil, tenía que unirse y afianzar sus lazos para que nada ni nadie les quitara, por lo que lucharon años en construir. Si había que dejar de lado el miedo, así iba a ser.
Si tenía que dejar de ser blandos, lo haría.
Si ha de empuñar el arma con el enemigo, sería igual. Debían proteger su hogar, sus familias a toda costa y sin miedo a macharse las manos con sangre.
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La mordida de Yeonjun a dejado una gran impacto en todo los integrantes cercanos al círculo familiar del chico.
¿A que se debe la tardía respuesta ante el virus? ¿Qué creen ustedes?
Aunque yo creo que la respuesta está más que clara. 👀
Ahora solo queda preparase para esta nueva horda de seres “evolucionados” que llegaron para quedarse y complicar las cosas en la comunidad.
Gracias por leer.
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