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CONFLICTOS
Un dolor de cabeza me toma tan fuerte que quiero gritar, pero cuando lo intento, fallo. Mis cuerdas vocales no emiten sonido, la garganta la siento seca e irritada.
Escucho voces a lo lejos, y mi cuerpo es como un bloque pesado incapaz de moverse.
¿Qué sucede?
Mi último recuerdo es el mar y Barnett, los dos abrazados y luego... Luego todo es confuso para mí.
- ¡Despierta Kelly!, por favor-una voz masculina aterciopelada, se escucha más de cerca, junto al mar-, por favor, por favor, despierta-su suplica me pone a temblar.
Trato de abrir los ojos pero se me hace imposible. Sin embargo, logro emitir pequeñas palabras.
- ¿Qué?...-me siento sin fuerzas ni aliento- ¿Qué sucedió?-brazos fuertes me envuelven y por un momento me siento en paz con aquel acto.
-Dios mío, estás bien-reconozco por fin la voz.
Es Barnett.
-Me duele la cabeza.
-Ven, tienes que ir al médico-trato de apartarlo y sin control alguno comienzo a despotricar palabras.
-No... No ..., mi sistema inmunológico. Me evaluarán. No me lleves a ese lugar. No me ayudarán. Yo...-vuelve a abrazarme, callándome.
-Tranquila, si no quieres ir, está bien. Pero necesitas atención-me alza en brazos como si tan solo fuera un pluma.
Camina conmigo en brazos, hasta llegar a la habitación, la cual sigue vacía.
La tranca y me tiende en la cama, tomando mi pulso.
- ¿Tienes algún recuerdo de antes de desmayarte?-niego.
-Lo único que recuerdo es...-pero antes de continuar, mi cabeza comienza a palpitar fuertemente, haciéndome gritar.
Nuevos Flashbacks aparecen, trayendo consigo lo que ví antes de desmayarme.
Perturban, me ponen a temblar y de un momento a otro me encuentro encima de Barnett, con mis manos en su cuello.
-Kelly-Habla sin aliento.
Lo observo en shock.
¿Qué estoy haciendo?
-Disculpa yo... Yo... No sé qué me pasó, pero-vuelve a palpitarme la cabeza y otro grito desgarrador deja mi garganta, pero esta vez no hay Flashbacks, solo dolor.
-Calma, calma. Respira-intento, pero el dolor es tan fuerte que mis intentos fallan.
-Hay un... Hay un mundo lleno de sangre allá fuera-le digo a Barnett lo que vi-, demasiada sangre; que si no hacemos algo antes... Manchará hasta el último rincón y hasta la última alma.
- ¿De qué hablas?
-Mis visiones. Sangre. Muertes. El virus esparciéndose sin control alguno. Gente que controla lo que sucede-coloca sus manos al rededor de mi rostro.
-Tranquila, por favor cálmate. Necesitas recuperarte.
-No. Necesito actuar-justo en ese instante otra visión toma lugar, pero esta vez más viva, más nítida y con más durabilidad.
-Los ángeles te marcaron por una razón-la voz de Barnett resuena, y mi cuerpo es visto en una camilla de hospital. Una máquina cardíaca muestra mis latidos y estos toman ritmos descontrolados.
-Ella no es Experta de un día para otro, solo porque sí. Lo es porque su sistema ha activado algo que yacía de hace tiempo-una voz femenina que reconozco como Karla, habla a mi espalda.
-Ella puede ser la salvación-otra voz femenina toma lugar, pero no la reconozco.
-O la respuesta.
Vuelvo a la realidad, con el pecho acelerado.
-Tú lo dijiste. Dijiste que estaba marcada por una razón, y es verdad. Por eso debo actuar. No quedarme aquí a relajarme-él frunce el ceño, pero no por no entender, sino por disgusto.
-Para actuar, necesitas estar bien-esta vez grito, grito de frustración-. Kelly, por favor...-lo empujo no aguantando más.
-Quiero espacio-él asiente, dirigiéndose a la puerta.
-Hay cargas que no puedes sobrellevar por más que quieras-dicho eso, sale.
**
Los días siguientes se pasan en entrenamientos arduos, que casi no me dejan tiempo para comer o dormir.
El General ha sido muy estricto en cada ámbito. Maxwell es un líder que impone pero que es más suave con los tratos.
Justo ahora me encuentro frente a los sacos de boxeo golpeándolos sin parar. He ganado fuerza y habilidad en estos días; de diez peleas he ganado ocho, y cada día me siento mejor.
Para mi suerte la sala se encuentra a solas.
No he hablado con Barnett desde lo sucedido, no porque estemos molestos sino porque se me hace incómodo verlo, recordando cada flashbacks.
Cayden ha sido un gran amigo y compañero, lo que me cuesta, él me ayuda a terminarlo de comprender.
-Sigues dejándote llevar por tus impulsos-me paralizo al escuchar la voz de Barnett.
- ¿Qué haces aquí?-se encoge de hombros, con los brazos cruzados.
-Son las doce de la madrugada, no habías llegado a la habitación, así que supuse que estarías en este lugar, entrenando.
-Algo en lo que aciertas-mal hecho hacer contacto visual-. Quisiera entrenar sola-aún así, no se mueve.
-Yo también quiero entrenar-frunzo el ceño.
- ¿Cómo?
-No eres la única que puede usar los sacos de boxeo-dichas esas palabras, se acerca a uno de los sacos y se coloca la cinta en las manos, para comenzar a golpear.
Quedo boquiabierta, con la precisión y fuerza que ejerce.
Principios básicos.
Fue lo que dijo aquella noche de mi desmayo. Palabras que utilizó a su favor para desviar el tema.
-A pesar de todo, sigues empleando tus rodeos-ahora es él quien se detiene.
- ¿Qué quieres decir?
-Una persona no ejerce esa fuerza, ni esa habilidad, solo por "Principios Básicos"-recalco entre comillas.
-No entiendo-sin pensarlo, mis labios sueltan una risa amarga, sin nada de gracia.
-No te hagas, Barnett. Ocultas cosas, no eres capaz de decirlas y por eso empleas tus rodeos-su mirada se torna turbia, fría, y es en ese momento que noto que cuando algo no le agrada, sus ojos cobran un color azulado.
-Y ¿Por qué he de contarle mis secretos a una chica aparecida, que no ha hecho más que desestabilizarme?-jadeo.
¿En serio dijo eso?
-Al menos soy alguien que admite lo que siente y lo que pasa por su cabeza. No me ando con cobardias-suelta un golpe que me deja escandalizada.
-Retira lo dicho-me encojo de hombros. En este juego, pueden jugar dos.
-Sigue con tus Principios Básicos, que yo me encargo de no ser una aparecida que estorba-sin previo aviso, sus manos toman mi cintura y me acerca más.
-De un momento a otro, las cosas pueden cambiar, Kelly-se separa-; Supongo que ninguno de los dos estará preparado para aquello-se desata la venda y con una pequeña reverencia, se retira.
Muelo a golpes el saco.
Odio estas benditas sensaciones que Barnett causa en mí, odio toda esta situación, y aún más odio ser tan impulsiva.
**
Se me hacen las dos de la madrugada en entrenamientos. El General anunció que en dos días llegaremos a Sidney y por más que tengamos más probabilidad de resguardo, hay que estar precavidos, por ende los entrenamientos son arduos y siempre soy la última en irse.
Se han detenido las alarmas en este tiempo, sin embargo, la soledad en los pasillos es intensa, a veces abren los bares, pero si no hay nadie que active la fiesta, suele estar desolado. La mayoría de las personas suelen estar inmersas en sí mismas.
Camino directo a mi habitación, sin embargo, unos murmullos detrás de una de las puertas, me detienen.
-Ella puede ser la respuesta-noto la voz del médico que me evaluó.
-Sus exámenes están inconclusos, Edward. No estudiaré a una persona que ni su sistema controla-Karla Smith, es quién le responde.
-No has visto su sangre es...-se ve interrumpido.
-Ella no me interesa, solo es una pequeña rareza y listo-Trato de acercarme más para obtener información, pero si me muevo sé que puedo ser vista-. Lo que necesito es que evalúes los estándares del nivel Pramadam.
-No creo que sea algo apropiado-se escucha ansioso y preocupado.
-No te pago para que me contradigas-me inclino un poco y...
-Bú-me sobresalto con el susurro inesperado a mis espaldas.
Cayden.
-Me asustaste, chico-antes de que pueda seguir, Karla nos pilla. Cayden toma de mi mano y me pone a correr junto a él.
Corremos como locos por todos los pasillos aunque Karla no se haya molestado en seguirnos.
-Amo estas cosas-suelta a reír, contagiándome.
- ¿Ahora me dirás por qué razón me estabas espiando?
-La misma pregunta debería hacerte yo. ¿Por qué estabas espiando a Karla Smith?-achino mis ojos, reparandolo con incredulidad.
-No respondes una pregunta con otra.
-No evades una pregunta cuestionando otra-vuelvo a reír, Cayden me brinda una calidez impresionante, con él me siento en paz.
-Bueno, escuché los murmullos y se me hizo imposible irme, así que dejé la curiosidad tomar su lugar. Creo que hablaban de mí-respondo.
- ¿De ti?
-De mis exámenes inconclusos, el doctor insiste en que hay algo en mí que hay que analizar a profundidad, mientras que Karla no quiere involucrarse porque cree que es una pérdida de tiempo-él asiente confuso.
- ¿Qué es eso que el doctor quiere analizar?-pregunta con una curiosidad impresionante, no es como esperaba que fuera, su curiosidad es real y nata.
-Aún no lo sé, solo... Un día era Cuda y al otro, nivel Experto.
- ¿Cuándo pasó eso?
-El día del rescate de mi madre. Es todo muy confuso-se acerca un poco más y se cruza de brazos.
-Aquí entre nos, hasta el nombre de los niveles son confusos-ahora soy yo quien lo observa con curiosidad, algo que percata y se limitaba responder con un encogimiento de hombros-. Solo digo que, ¿por qué nombrar al mejor nivel como Expertos? ¿Son Expertos en qué?, ¿en tener un mejor sistema inmunológico? No lo creo.
-Quizás solo buscaron palabras al azar-vuelve a encogerse de hombros.
-Entonces, ¿por qué el nivel Pramadam significa Contagios?-pongo los ojos en blanco.
- ¿Significa Contagios?, ¿cómo lo sabes?-la curiosidad aumenta en mí, y las preguntas se revuelven en mi cabeza.
-Me gusta investigar, y encontré que la palabra Pramadam, proviene de un idioma antiguo que significa Contagios. Y la palabra Cuda, proviene del mismo idioma, que significa Experimento-suelto una risa sin nada de gracia.
-Me estás tomando el pelo, ¿no?-niega.
-Puedes buscarlo, si quieres.
- ¿Contagios? Entonces el último nivel... Es donde yacen los que fueron consumidos por el simbionte?-afirma, y mis vellos se crespan.
Este lugar cada día muestra tener más secretos.
-Lo que no encuentro, es ¿Por qué el nivel Cuda es Experimento? Suele ser el nivel más tranquilo y menos concurrido.
-Pero es el más activo de espíritu-respondo recordando a las personas inmersas en sí mismas, todo el tiempo, en el nivel Experto-; el nivel Experto suele estar muy apagado, su sistema los hace mejores, de cierta forma, pero su actitud muestra extrañeza, o en sí, no sería extrañeza porque es la actitud que tomaría alguien que ha sido apartado del mundo. En cambio el nivel Cuda, mantiene su espíritu y actúa como si la situación no fuera tan compleja.
-No entiendo.
-Para vivo ejemplo, Adler. Siempre anda queriendo innovar, aún cuando estamos atrapados aquí, lejos del mundo, lejos de lo que amamos. Yo también me sentí unos días así, cuando estuve en ese nivel.
-La personalidad de una persona no puede influir en muchas más para llevarlo a un Experimento. Adler siempre ha sido así-se apoya en la pared; a pesar de que se encuentra todo oscuro, un farol en el medio del pasillo, ilumina su rostro, realzando el color miel de sus ojos.
- ¿Y qué opinas de las demás personas?
- ¿Qué opinas de Amaia? Ella suele estar pensativa-punto para él-. Creo que, aquel Experimento, puede referirse a algo que ni tú ni yo nos imaginamos-cambio mi peso de un pie a otro.
-Cambiando de tema... ¿Me vas a responder por qué me espiabas?-curva una sonrisa, que le porta más ternura.
-Te ví salir de la sala de entrenamientos, y fui a buscarte para hablar, entonces te encontré espiando a Karla y quise asustarte-comenzamos a caminar, en dirección a mi habitación.
He notado que Cayden, suele curvar sus labios cuando está nervioso y fruncir su nariz cuando algo le desagrada, cómo justo ahora, estando frente a la puerta.
Se rasca la nuca y da media vuelta para encararme.
-Si él vuelve a molestarte, puedes buscarme-suspiro.
-Él no es malo, solo inestable. Además, sé defenderme sola.
-No lo niego, pero a veces las personas sobrepasan límites que son difíciles de pausar-antes de que pueda continuar, la puerta se abre, dando paso a Chiara y Barnett.
El cruce de miradas entre Cayden y Barnett, me pone ansiosa.
-Yo creo que será mejor ir a buscar a Thiago, que debe estar pasado de copas. Son las tres de la madrugada, y no ha llegado-con risas incómodas, se va en dirección a las escaleras.
Cayden y Barnett, vuelven al duelo de miradas. Barnett mantiene la mirada fría en todo momento, sus nudillos se tornan blancos y en breves segundos cruza su vista con la mía. Cayden es unos diez centímetros más alto que Barnett, posee más músculo y su porte me intimida hasta mí, aunque su mirada sea más suave.
-Llevan más de cinco minutos viéndose con rabia, ¿podrían dejar de hacerlo?; esto no es el Medio Oeste-los dos rompen el contacto visual y se centran en mí, haciéndome sentir pequeña, pero nunca bajo el rostro ni relajo mi postura.
Son simplemente dos hombres, ellos no pueden influenciar en mi ser.
-No ha sido mi intención, molestarte. Sin más qué decir, Buenas noches para los dos-Cayde inclina su cabeza en modo de despedida y sale por el mismo lugar que Chiara.
- ¿Sigues intentando no ser una aparecida molestia?-aprieto los puños.
Barnett, cuando quiere ser molesto, logra serlo a un nivel que me hace
descontrolar.
-Si tanto te molesta, puedes tomar tu espacio, el hecho de que estemos durmiendo en la misma habitación, no implica que no te puedas alejar de mí-da dos pasos a la izquierda, dejándome entrar.
-Espero que algún día, puedas entender mis rodeos.
-No me interesa entender las decisiones de alguien que no es capaz de ser claro cuando se debe serlo, no cuando quiera para usarlo a su beneficio-frunce el ceño.
- ¿Qué dices?
-No eres el único que puede darle la vuelta a las cosas, para confundir a la víctima y ser capaz de ponerla dónde quieres que esté. Si me disculpas...-entro, dejándolo atrás.
Me recrimino, me recrimino el que aún así, sigan latiente ciertas sensaciones en mí, hacia él. Al parecer lo mío es buscar caos, y no permitirme refugiarme en la paz.
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¡TENEMOS MOCK UP!
¡Gracias! EditorialLatina Por esta increíble presentación 😍😍
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