
Capítulo X
Maratón Especial Halloween [2/2]
Ver los cadáveres es lo que me puso al límite.
— ¿Ven eso...? — susurró Sam.
— Sí... — respondió Mike y yo asentí.
— ...Cuerpos... — dijo Sam, con disgusto en su voz.
— Sí — repitió Mike, brillando la luz de su linterna alrededor — Sí, y muchos...
Noté que el cuerpo del hombre del lanzallamas colgaba del techo. Agarrando mi estómago, hablé.
— Eso es terrible...
Sam se detuvo y sostuvo su estómago, su respiración aumentando poco a poco. Conocía ese sentimiento.
— Oh... — agregó Mike — Oh, Dios mío...
— ¡No! — exclamó Sam, obviamente perturbada.
Intenté no mirar los cadáveres mientras caminábamos hacia una pared de tablas de madera.
— Voy a potar — dijo Mike, mirando lejos de los cadáveres. Miró a través de las tablas — ¡Espera, espera! Un momento. Espera. Creo que he visto algo...
— ¿Qué es? — pregunté, mirando hacia dónde estaba mirando. Vi a Josh tropezar con sus propios pies. Llevaba el mismo mono azul que llevaba cuando era el psicópata.
— No... No, no, no, no... No pienso... No pienso obedecer tus ordenes... — se dijo Josh a sí mismo — No lo voy a hacer. No puedes decirme lo que tengo que hacer.
— ¡Josh! — llamó Sam.
Mike abrió un par de puertas de madera gigantes.
— ¡Eh, Josh! — dijo Mike, tratando de llamar su atención. Sam y yo lo seguimos.
— ¡Deja ya de decirme lo que tengo que hacer! — gritó Josh. ¿Me pregunto si estaba alucinando?
— ¿Josh? — preguntó Mike — ¿Tío?
— ¡No tienes control sobre mí! — exclamó Josh, poniendo su cabeza entre sus manos — Vale... Vale... Confío en ti... Confío en ti... — dijo con una voz más tranquila.
— Dios, debe estar alucinando — me susurré a mí misma. Nos acercamos a él. Definitivamente dejó de tomar su medicación.
— ¿Pero qué le pasa, Mike?
— Creo que alucina o algo — contestó él, inseguro de qué hacer. Ver a Josh ahora me hizo darme cuenta de que tenía sentimientos por él. No los había encontrado hasta ahora, después de haber pasado tantas horas y de leer su carta.
Tomé una respiración profunda.
— Ven aquí — Abofeteé a Josh en la cara y luego lo agarré del cuello de su mono y aplasté mis labios contra los suyos. Sentí a Josh sonreír en el beso mientras yo hacía lo mismo.
Después de unos segundos, Josh y yo nos separamos el uno del otro y le solté el cuello.
— Vale, m-me lo merecía — dijo él, casi arrastrando las palabras. Oí a Josh susurrar bajo su aliento — Y necesitaba ese beso.
Le eché una mirada de 'No mierda' y me volví hacia Sam y Mike. Nos estaban mirando fijamente.
Mike se acercó a Josh y le dio unas palmaditas en la espalda.
— Estabas en el límite, tío. Se te había ido del todo.
— Creímos haberte perdido — dijo Sam. Ella se acercó a mi oreja y me susurró: ¿Quieres contarle lo de Hannah?
Tragué saliva y agité la cabeza. No sé cómo tomaría Josh la noticia de que una de sus hermanas es una Wendigo y la otra está muerta.
— Pirémonos de una vez — dijo Mike.
— Bien... — Sam se acercó a Josh — Josh, ¿tienes la llave del teleférico?
Él asintió.
— Eh... S-Sí... — se metió la mano en el bolsillo y le entregó la llave a Sam — Toma.
— Oh, bien. ¿Ven eso de allí? — Sam señaló hacia un agujero gigante, que dejaba entrar mucha luz. Ella comenzó a caminar hacia él — Hay una salida directa. Vamos.
Ayudé a llevar a Josh hacia donde decía Sam y miramos por el agujero. Parecía como si estuviéramos en un enorme pozo de los deseos.
— Josh no podrá llegar hasta ahí arriba — declaró Mike.
— Bien. Si me ayudas, volveré y les diré que estamos bien — nos dijo Sam.
— Sí... Sí, bien — contestó Mike.
— Vuelve con Jodie y Josh luego nos veremos en el refugio — explicó Sam.
— Ten cuidado — dijo Mike.
— Tú también — respondió Sam mientras Mike la ayudaba. Se volvió hacia nosotros después de que supiéramos que ella estaba bien.
— Muy bien, vámonos, tortolitos — bromeó, pero no había humor en ello. No sabía si reírme o tomarlo en serio, así que me sonrojé.
Mientras empezábamos a caminar, guié a Josh en la dirección en la que Mike estaba caminando, sabiendo que todavía estaba muy jodido y confundido. Le eché un vistazo a su frente. Había una enorme herida cerca del lado izquierdo de su cabeza, emanando sangre de ahí.
— Maldita sea — jadeé, mirando su herida — Tan pronto como estemos de vuelta en el refugio, te curaré.
—Gracias, Jodie. M-Me duele mucho — dijo Josh.
— Ya, me lo imagino — comenté.
Josh miró hacia Mike.
— No tenías... Tío, no tenías que pegarme así.
Una mirada de confusión cruzó mi cara.
— Sí, perdona por lo de antes, tío... Creía que habías matado a Jess... — se disculpó Mike — Fallo mío.
— ¿Me he perdido algo? — pregunté, confundida.
— Oh. Claro — Mike se rascó la nuca — Pensé que Josh había matado a Jess en la cabaña de invitados, así que lo golpeé por ira. Pero era uno de esos malditos Wendigos.
Mike diciendo la última palabra me hizo pensar en Hannah. Espero que esté bien.
Cojeé junto a Josh mientras seguía a Mike fuera del área de las minas en las que estábamos.
Mike nos miró, asegurándose de que todavía estábamos detrás de él. De repente, Josh empezó a hablar consigo mismo otra vez mientras caminábamos por el pasillo de los cadáveres.
— No... ¡No! — dijo él arrastrando las palabras. Apreté su mano y sus rasgos se suavizaron.
Finalmente llegamos al lago submarino. Mike cayó en el agua, seguido por Josh.
— Mierda. Esto va a doler como el infierno — susurré y me senté en el muelle, sumergiendo mis piernas en la tan fría agua. Hice una mueca de dolor.
Josh hizo todo lo posible para ayudarme a permanecer por encima de la superficie mientras que Mike estaba todavía unos pies delante de nosotros.
Antes de que pudiéramos pasar la rueda de agua, un sonido retumbante se hizo presente.
Mike se sobresaltó.
— ¡Oh, Jo--! — fue arrastrado bajo el agua. Mis ojos se abrieron.
— ¡Mike! — grité, corriendo hacia adelante (como podía). Entonces una chillona Hannah saltó del agua justo detrás de mí. Rápidamente me giré solo para ver a Josh gritándole.
— ¡No! ¡Tú no eres real! — gritó él — ¡No lo eres...!
— ¡Hannah! ¡No! — la advertí, por segunda vez esta noche.
Pero esta vez, no obedeció. Hannah levantó a Josh del agua por el cuello y se volvió hacia mí.
— Hannah... Por favor... — supliqué, con lágrimas escapando de mis ojos y deslizándose por mis mejillas. Ya perdí a Beth y no puedo perder a Josh también.
— ¡¿Qué-- ¡¿H-Hannah?! — exclamó Josh. Han giró su cabeza hacia él, con una mezcla de tristeza y perdón en sus ojos blancos. Poco a poco lo dejó bajar al agua mientras una ola de alivio caía sobre mí. Hannah cuidadosamente me levantó y me abrazó.
— Nunca quise que pasara nada de esto — susurró-gritó ella en mi oído.
— Lo sé, Han. Lo sé — susurré. Y como la mejor amiga que es, Hannah me puso suavemente en el agua, sabiendo que estaba herida.
Se giró hacia Josh y chilló.
— Te quiero, hermano mayor. Nunca olvides eso.
Entonces Hannah volvió a las minas por su cuenta.
Josh se quedó en el agua en estado de shock.
— ¿C-Cómo lo has--? ¿Q-Qué solo--
— Te lo explicaré más tarde. Ahora mismo, tenemos que encontrar a Mike. De lo contrario, estaremos atrapados aquí abajo — dije rápidamente. Como si fuera una señal, Mike apareció detrás de una roca, llamando nuestra atención.
Jadeando, Mike se dirigió hacia nosotros.
— Jodie tiene razón. Tenemos que largarnos de aquí antes de que nos vuelvan a emboscar.
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El batir de las alas de una pequeña mariposa hoy puede originar un devastador huracán dentro de unas semanas
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