Al escuchar la historia de Adam, el segundo grupo de monstruos llega a la sala de estar y se encuentran con los demás monstruos, que ya habían escuchado la historia de Dan. Ahora solo falta el veredicto final de ambos bandos para saber cómo reconciliar a Dan y Adam.

–¿Cómo les fue? –Preguntó Asgore, un tanto preocupado–

–Supimos al menos lo suficiente... –Respondió Toriel, algo penosa–

–¡Y ES UNA DE LAS HISTORIAS MÁS TRISTES QUE HE ESCUCHADO! –Dijo Papyrus, sollozando, mientras se secaba las lágrimas con su bufanda–

–Ya, ya, Paps. –Dijeron Muffet y Sans al mismo tiempo, para calmar a Papyrus–

–¿tan mal está..........? –Preguntó Nabstablook–

–C-Cree que Dan lo traicionó... Según Adam, paso doce a-años sin nadie a su alrededor porque lo molestaban y lo golpeaban sin parar. Y-Y cuando tuvo "amigos", eran los mismos que ellos y que solo lo utilizaron y lo manipularon, l-lo que hacía que su estado mental bajara suficiente y entrara en depresión, que fue evitada un poco por su f-familia. –Explicó Alphys, algo triste por Adam–

–Y DESDE... –Papyrus se suena la "nariz" con su bufanda– QUE CAYÓ AL SUBSUELO, ESO DESAPARECIÓ GRACIAS A NOSOTROS, PERO EL MÉRITO SE LO LLEVARÍA DAN POR ESTAR CON ÉL... PERO AL DESCUBRIR LO QUE PASÓ, –Papyrus se limpia finalmente las lágrimas– ADAM SE SINTIÓ TRAICIONADO DE NUEVO Y NO SABE QUE CREER...

–oh.... eso si debe de ser duro.... –Comentó Nabstablook, con pésame–

–Pero si hablamos de ahorita mismo, ¿cómo está él? –Preguntó Muffet, con una sonrisa nerviosa para intentar romper el aire melancólico–

–S-Se tumbó en una esquina... –Respondió Alphys–

–ESTA LLORANDO... –Continuó Papyrus, ya calmado–

–Y Frisk lo está consolando... –Dijeron los monstruos que fueron a ver a Adam al mismo tiempo–

Muffet se quedó un momento en silencio, aún sonriendo. Unió las palmas de su mano, inhaló, que al mismo tiempo se llevó las mano a la punta de su boca, y exhaló, lo cual bajó las manos al exhalar. Se volteó hacia los demás monstruos con los ánimos hacia el suelo.

–Ok, esto es malo. –Dijo Muffet, pesimista–

–Ya no estoy tan segura sobre reconciliarse ahora mismo... –Admitió Undyne, con fuerte golpe de realidad– Deberíamos darles un tiempo y ver si las cosas se calman un poco...

–Démosle unos días a ver si mejora algo. Y si no, pues... veremos qué haremos... –Sentencio Asgore, con cierto desánimo–

–ESTOY DE ACUERDO. SI ELLOS NO SE RECONCILIAN, TENDREMOS QUE HACERLO NOSOTROS. –Dijo Papyrus, con energía, al estar de acuerdo con Asgore–

–Solo espero que la cosa no empeore. –Dijo Mettaton–

Escuchan la puerta del garage abrirse y los monstruos observan a Frisk, yendo en su dirección. Aunque la notaron un poco cansada y agobiada, tal vez por intentar calmar a Adam.

–Pude calmarlo, pero dice que quiere estar solo por unos momentos, y que quiere hablar con Sans de algo. –Dijo Frisk, dirigiéndose a Sans en la última oración–

–ya voy... –Dijo Sans, para luego teletransportarse al garage. Sans encuentra a Adam, ya calmado, dándole la espalda y prosiguiendo con las armaduras. Suelta un suspiro y le dirige la mirada hacia su nuca– dime kiddo...

Adam se queda en silencio por unos segundos y voltea a ver a Sans, para no hablarle cuando está de espaldas, ya que pensaba que no sería honesto lo que le iba a contar.

–Te quiero confesar algo... Antes de que vendrías con los demás, yo... intenté matar a Dan por la noche... –Adam saca el arma de su bata, con el silenciador integrado– Si revisas dentro, tiene una sola carga que iba hacia él... –Tira el arma hacia Sans, y él la agarra en un movimiento rápido–

Sans quita la corredera del arma y ve una carga de energía dentro. Sans se sorprende al ver lo intentó hacer, ya que nunca pensó que sería capaz de hacer algo así. Se le pasó por la cabeza de qué tal vez podría hacer una Ruta Genocida, pero se dio cuenta de que esto no es solo por ira u odio, sino por venganza. Solamente venganza hacia él. Pero de todos modos, no dejo de preocuparse por lo que intentaba hacer.

–¿adónde quieres llegar con todo esto? –Preguntó Sans, volviéndolo a ver a los ojos, muy seriamente–

–Que al hacerlo, Asriel y Chara ya lo saben y tuve que mentirle a Frisk. Y sí, ya sé lo que me dirás, pero juro por lo más preciado que le diré, solo necesito tiempo, ya que si no lo hago en una semana, Chara me enviara a la morgue. –Adam suspira y se pone a la altura de Sans, y lo toma de los hombros– Quiero que me prometas algo. Que esto esté entre nosotros. No le cuentes a nadie sobre esto, en especial a Frisk. Y asegúrate de que Asriel y Chara no habrán la boca sobre esto. Eres la persona más confiable que conozco, prométeme que no le dirás esto a nadie.

Sans no le gustaba ocultarle a un ser querido, mucho más a Frisk, que era más como un hermana para él. Pero de algún modo, cuando vio a Adam, se vió identificado con él y su situación.

–okay... –Aceptó Sans, sin reproche ni nada–

–Gracias. –Agradeció Adam, para luego ir a buscar una llave inglesa en su caja de herramientas– Chara vendrá a visitarme en la noche, quiero que estés ocultó en las sombras. Y si piensa atacarme, necesito que intervengas, pero sin matarla. ¿Ok?

–lo que tú digas...

–Bien. Te lo agradezco mucho. –Adam encuentra la llave inglesa y seca a terminar su armadura y la de Frisk–

Sans daría una mirada hacia el suelo y se teletransporta de nuevo a la sala, pero sería recibido por las miradas curiosas de los demás monstruos, en especial la de Frisk, que al parecer quería saber que le dijo Adam.

–¿Qué te dijo, Adam? –Preguntó Frisk, para saber que le dijo Adam–

Sans se queda viéndola en silencio. La verdad no le gustaba el hecho de mentirle a Frisk, ya que en ella era la que confiaba más para estas cosas y en relación con las líneas del tiempo y las rutas, pero se lo prometió a Adam el no decir nada, pero ya estaba acostumbrado a eso.

–nada... –Respondió, aumentando su sonrisa para que nadie sospeche–

–Ya veo... –Dijo Frisk, algo desanimada y un poco molesta con la respuesta. ¿Adam estaría desconfiando de ella?–

Un aire de tensión se mantuvo por un tiempo. El hecho de que sepan las historias de lo que parecían los amigos más inseparables y que por esas mismas los enemistará, los ponía incómodos y sin ganas de hablar. Era un tema demasiado sensible que nadie se dignaba a hablar y era un tanto difícil entender los dos puntos de entender, incluso para Frisk o Asgore. Frisk carraspea un poco y cambia de tema para no pensar en eso por ahora.

–¿Y cuánto tiempo se quedarán aquí con nosotros? –Preguntó, viendo a Asgore, Toriel, Sans y Undyne, ya que eran los más propensos a responderle con seguridad–

–Lo obvio es que nos quedaremos hasta que todo esto termine y acabemos con el desgraciado de Leo. –Respondió Undyne, algo molesta y presionando sus puños entre sí–

–Un amigo nuestro se está encargando de eso, así que no te preocupes. –Respondió, segura–

Sin aviso alguno, los presentes en la sala escuchan unos fuertes estruendos provenientes detrás de la puerta de la casa. Sans, Asgore y Undyne se ponen en frente de los demás en un intento de protección de lo que sea que venía. La puerta se abre y muestra a un Kronnos bastante agotado, con algunas heridas y algo sucio. Kronnos se acercó a uno de los muebles de la sala y se apoyó en ellos, respirando muy agitadamente por las heridas.

–Eso si que estuvo pesado... –Dijo Kronnos, intentando recuperar el aliento–

–¡Kronnos! –Dijeron Asgore, Toriel y Frisk a coro, y van hacia Kronnos y lo sientan en uno de los muebles–

–¿Estás bien? –Preguntó Asgore, preocupado–

–Algo. Y tengo noticias. La primera, es que estoy bien a pesar de cómo me veo. La segunda, es que logré "derrotar" a Leo, pues volvió a escapar y me rodeó con varios robots. Y la última, es que debido a las heridas que le causé lo más seguro es que esté inactivo por unas semanas. –Informó Kronnos, mientras se agarraba el estómago–

–Al menos estás bien y es lo que cuenta. –Respondió Frisk, aliviada–

–¿Me perdí de algo en lo que no estaba?

En ese instante, todos los monstruos y Frisk miran a Sans con una ceja arqueada. Sans se da cuenta de eso y ve hacia otro lado mientras silba disimuladamente.

–Déjenme adivinar, ¿hizo algo en contra de Danthon o algo así? –Preguntó Kronnos, ya esperando una respuesta tan obvia a su pregunta–

–Digamos que intento matarlo. –Respondió Frisk–

Kronnos suspiraría por el hecho de que Sans intentó matar a Dan.

–No puede ser... No puedo dejarlos por un día y medio solos, pues ya se forma un caos. –Kronnos se pasa los dedos a la cara y se frota los ojos–

Alphys ríe nerviosamente ante ese comentario.

–¿Q-Qué le decimos acerca de nosotros?

–¿No hay nada más de que enterarme? –Preguntó Kronnos, mientras se levanta del mueble y estira los brazos–

–Que Adam está rehaciendo su ejército y que Chara lo culpa de supuestamente intentar matar a Dan. –Respondió Frisk, mientras cerraba los ojos un tanto cansada por tener que recordar aquel incidente. No negaba de que eso la tenía un poco cansada y no quería pensar en eso–

–Y PENSAR EN UN PLAN PARA... –Papyrus fue interrumpido por Undyne, que lo golpea en el hombro–

–Papyrus, no sueltes el asunto tan pronto. Ya lo haremos luego pero primero hay que calmar la situación. –Le recordó Undyne–

–LO SIENTO, ES QUE YA QUIERO QUE ESTO SE CALME.

–"La paciencia es la mayor virtud". –Dijo Kronnos esa frase con verdad– Les recomiendo que charlen las dos partes de las historias y busquen una vía para arreglar el asunto. Ahora si me disculpan, voy a ir con Khent y ver cómo se encuentra Dan.

Kronnos se va de la sala y se dirige primero a la habitación de Dan, dejando a los demás solos.

Frisk suspira y ve a los monstruos que fueron a ver a Dan para escuchar su versión de la historia de éste.

–De lo seguro, ya les contaron ambas versiones.

–Así es, lo que faltaría es que compartamos lo que nos han contado más a profundidad. –Dijo Mettaton–

–El de Adam me lo sé porque me lo contó en los momentos que Dan desapareció en el Subsuelo. Cuénteme el de Dan. –Insistió Frisk, queriendo saber la verdad de todo–

Asgore se sentó en el mueble y le pidió a los monstruos que hablaron con Adam que se sentaran para que se le sea más cómodo explicarles, a Frisk en cambio, le pidió que se sentara al lado de ella, para que se sienta un poco más íntimo. Al parecer los monstruos, querían que el que le explicara todo sería Asgore, por su capacidad de compresión y empatía. Asgore les cuenta todo sobre lo que Dan había hecho luego de que Chara y Asriel fallecieran. Les contaron sobre cómo el Odio lo controló y utilizó para realizar las genocidas debido a su sed de venganza, sobre su batalla contra Khent, y el cómo logró recuperar el control de si mismo y lo que ocurrió después de eso, incluyendo el "por qué" del True Reset.

Al escuchar el relato, se quedaron helados por todo lo que había pasado Dan, en especial Frisk y Sans. Frisk se sentía culpable por todo lo que pensó de él y de haberlo juzgado antes de enterarse de su punto de vista, y más cuando recordó que iba a matarlo. Sans solamente se sentía impresionado. No se sentía culpable, ni ganas de matarlo ahora mismo, solo sorprendido, algo que nunca le había pasado al escuchar la historia de un verdadero genocida.

Luego de eso, se cambiaron los lugares y los demás monstruos se sentaron para escuchar la parte de la historia de Adam. Frisk les contó todo lo que le pasó a Adam en su vida. De cómo recibía golpes y era engañado sin parar solo para aprovecharse de él, los deseos de venganza junto con el sufrimiento y locura que le invadían, y el como se libero de eso hasta que creyó que Dan era igual a los que conoció por lo que vió.

Después de que escucharan las dos historias, los monstruos y Frisk por fin dieron su veredicto final sobre la enemistad de Dan y Adam. Decidieron... que ninguno tenía la culpa. No podían culpar a Dan por hacer las genocidas ni el True Reset, ya que fue controlado por el Odio y no fue consciente de lo que hacía. Y tampoco a Adam, por todo los engaños y golpes que había sufrido, y sin tener a nadie por mucho tiempo, haciendo que se cree un caparazón hostil. Por aquellas historias, sintieron lástima por ambos muchachos y su situación actual, todos exceptuando a Sans. Muffet se adelantó a tomar una caja de paños para Papyrus, para evitar que inunde la casa con sus lágrimas, y Mettaton goteaba aceite por los ojos con su típico melodrama.

–Vaya, si que lo tenemos difícil... –Admitió Undyne, mientras se llevaba una mano a la nuca–

–Un poco, solo un poco. –Dijo Muffet–

Toriel pensó un poco para disolver este aire tan tenso pero al mismo tiempo deprimente. De repente, se le ocurrió una idea que posiblemente cortara el aire o tensara las cosas, pero sabía que nadie se resistiría por lo que iba a proponer.

–Oigan, ¿qué tal si preparo una tarta de caramelo y canela? Es claro que necesitamos algo para tranquilizarnos un momento. Y de paso, preparo el almuerzo. –Propuso para aligerar el ambiente y también para relajarse–

–Creo que es lo mejor, gracias. –Agradeció Frisk, estando de acuerdo con Toriel–

Toriel se dirigió a la cocina y se dispuso a preparar una tarta de caramelo con canela para luego empezar con el almuerzo. Los monstruos empezaron a hablar entre ellos para no pensar en el tema de la pelea entre Dan y Adam, al menos por ahora. Frisk decidió ir con Adam al garage para ver si está bien.

Frisk encuentra a Adam lustrando las armaduras, que ya estaban terminadas y se acercó para verlas con detenimiento y como eran. La de Adam era de color azul oscuro con blanco, un casco desplegable en el que tenía unas antenas en las partes de las orejas y unos espacios para los ojos, un blaster en el brazo derecho, un jetpack, y un gran círculo en el pecho. La suya era de color rojo con azul oscuro, un visor rosa oscuro, un cubrebocas, las antenas en las partes de las orejas, y unas botas cohetes. Frisk se le acercó por detrás y lo abrazó, mientras él seguía puliendo las armaduras.

–¿Ya estás mejor, amor? –Preguntó Frisk–

–Sí... Pero todo gracias a tí... –Respondió Adam, con una extraña combinación entre frialdad y cariño–

–De nada. Y ya veo que ya terminaste, me gustan.

–Me alegra que te guste... Pienso ponerme a trabajar en el ejército luego...

–Pues te digo que más tarde vamos a comer, para que tengas un descanso.

–Bien. En unos minutos estoy allá.

–Bien. –Frisk lo besa en la mejilla y se va del garage–

Frisk se le pasó por la mente el ver a Dan, ya que al escuchar su historia, quería disculparse por intentar matarlo y también Poot las cosas que pensó de él, incluso cuando no se las dijo en cara. Cuando se dirigía a la habitación de Dan, se topa con Chara, que venía saliendo de la habitación.

–Hola, Chara. –Saludó Frisk–

–Hola... –Saludó Chara, sin tantos ánimos– ¿Necesitas algo?

–No, nada. Solo venía a ver a Dan.

Chara dudó por unos segundos sobre aquella decisión, pero sabía que ella no le haría nada y que tenía un límite.

De acuerdo. Pero ten cuidado de no forzarlo... –Le avisó–

–¿Aún no despierta? –Preguntó Frisk, mostrándose preocupada–

–Debido a lo que hizo ese estúpido esqueleto se debilitó bastante... –Respondió molesta, refiriéndose a Sans–

–No culpes a Sans. Ya sabes cómo es él con el tema de... proteger.

–Como sea....

–Te veo luego... –Se despidió de ella, sigue su camino y entra a la habitación–

Ve que Dan aún estaba recostado en la cama. Asriel al ver a Frisk decidió dejarlos solos, pues ya entendió lo que intentaba hacer Frisk. Dan tenía los ojos ligeramente abiertos pero se veían bastante grisáceos en lugar de su típico carmesí brillante. Frisk se acerca a centímetros de la cama y se siente al lado de Dan.

–Hola, Dan... Quiero que disculpes a Sans por lo que hizo. Es que ya sabes cómo es él. –Ve que a pesar de lo que decía, Dan seguía sin reaccionar. Pero eso no la iba a detener– Solo vine aquí para decirte que espero que te mejores y que te perdono por lo que hiciste esa vez y que comprendo porque lo hiciste. A todos nos gustaría que te mejores para tenerte con nosotros a nuestro lado, y que las cosas contigo y Adam se puedan resolver, y que sean los grandes amigos que fueron... Es que verlos así a ambos, me da tristeza...

Frisk suspira un poco decepcionada, pero no de él por reaccionar, sino de ella por haber dicho aquellas palabras en vano qué tal vez él no escuchó, pero sintió que su mano era agarrada y dirigió su mirada a Dan. Dan dirigió lentamente su mirada Frisk y pudo formar una pequeña sonrisa, dándole a entender que había escuchado todo.

–Dan... –Exclamó Frisk, asombrada por lo que acaba de ver de Dan y le devuelve la sonrisa– Todos te esperamos afuera. Por favor resiste y mantente determinado...

Frisk suelta su mano y sale de la habitación, y se dirige a la sala, en donde Toriel ya estaba por servir el almuerzo, en lo que terminaba de hacer la tarta de caramelo y cabela. Cuando terminó de hacer la tarta, Toriel sirve el almuerzo y la tarta, y todos los que estaban en la casa, vienen en la mesa, sin excepción. Chara se levanta de la mesa con su plato del almuerzo y de la tarta y se va a la habitación, ya que no quiere estar ni a un centímetro de Adam o Sans. El almuerzo y el postre se da con "normalidad", ya que Khent lanzaba miradas asesinas hacia Adam y Sans. Kronnos, Asriel, Asgore y Toriel evitaba que eso se saliera de control. Khent termina primero y se encierra de nuevo en su cuarto para continuar con la cura. Adam termina y se va al garage para terminar el ejército. Los demás se encuentran en la sala mientras Frisk ayudaba a Toriel.

–Este día si que ha sido difícil para todos. –Admitió Toriel, mientras terminaba de guardar los últimos platos con Frisk–

–Un poco. –Dijo Frisk, aunque sabía que no era cierto, mientras volvía a la sala con los demás–

–Muy bien. T-Tenemos por un lado a Dan, que quiere arrepentirse de sus actos con el True Reset. Y por otro lado a A-Adam, que está molesto con él por engañarlo. –Resumió Alphys, para intentar encontrar una solución a su enemistad–

–No parece tan fácil reconciliar a los dos. Deberíamos intentar hacer que Adam entienda la historia de Dan y esperar que salga bien. De ese modo, podríamos por lo menos empezar con un paso firme. –Propuso Asgore–

–Si es que se deja convencer. Porque de seguro va a pensar que lo van a engañar de nuevo y no querrá hacerlo. –Agregó Muffet, conociendo a Adam como es–

–¿PERO CÓMO LO VAMOS A CONVENCER? –Preguntó Papyrus–

Los monstruos, Frisk y Kronnos piensan por unos momentos para saber una posible solución a su problema. Muffet se le ocurrió una idea y la iba a compartir con los demás.

–no, eso no. –Dijo Sans, negando de inmediato la idea de Muffet–

Volvieron a pensar para encontrar una solución, hasta que Mettaton iba a sugerir algo.

–T-Tampoco. –Negó Alphys–

De nuevo se pusieron a pensar pero con más intensidad. Frisk iba a decir algo, pero Asriel la detiene.

–¡Menos! –Negó Asriel–

Estaban a punto de acabarles las ideas, ya que al parecer las ideas que tenían, no daban a nada... o solo los interrumpían antes de que puedan decirlas. Papyrus se le ocurrió algo y los demás lo ven, entusiasmados.

–YA SE ME FUE... –Dijo Papyrus, cambiando de un rostro entusiasmado a uno pesimista–

Por su respuesta, hizo que todos soltaran un suspiro de decepción y que casi perdieran el equilibrio. Intentaron pensar de nuevo, pero no se le venía algo, hasta que Alphys por fin habló.

–D-De hecho, a-a mí se me ocurrió que reunamos a los dos aquí en la sala para c-conversar o j-jugar para luego intentar entrar en el tema de ambos y así r-reconciliarlos. –Explicó Alphys–

–¿Y si no funciona? –Preguntó Undyne, para saber si ella o alguien más tenía un plan B–

–De hecho, ahora se me ocurrió que podríamos reunirlos en Grillby's después de que acabemos con... –Asriel se detiene en seco, antes de continuar con su explicación– El único problema es que Dan sigue en un pésimo estado... –Comentó, viendo que se le cayó el plan–

–¿Y qué tal si hasta que Khent encuentre la cura ejecutemos el plan que dijo Alphys? –Propuso Frisk–

–Pues por lo que sé, no le está yendo muy bien con eso... –Explicó Kronnos– Ahora estaba por ir a ayudarlo, pero creo que necesitaremos un poco más de ayuda si queremos que se logre rápido y evitar que Dan muera.

–Yo los acompaño... –Dijo una voz proveniente de la puerta del garage–

Los monstruos, Frisk y Kronnos voltean para ver quien dijo que acompañaría a Kronnos y a Khent, y vieron que se trataba de Adam, que estaba de brazos cruzados y estando recostado de la puerta del garage. Algunos de los monstruos, incluso Frisk y Kronnos, se sorprendieron por la acción de Adam y se preguntaron: ¿Por qué lo salvaría si tanto lo odia? Pero para el resto de monstruos, no pensaron en eso, y más bien lo tomaron como algo bueno para que pueda avanzar en su reconciliación.

–¡Sí! –Dijeron a coro Papyrus, Alphys, Mettaton y Asriel, por la decisión de Adam–

–¿En serio ayudarás? –Preguntó Frisk, aún sorprendida–

Adam se quedó en silencio por unos segundos.

–A pesar del que está en esa habitación en es un desgraciado como el carajo,... –Adam hace una pausa y deja, por ahora, su forma de hablar sobre Dan, y comienza a hablar con frialdad– debo hacer que viva si Leo llega a volver... Y porque se diría que buscó un refugio para pasar la noche. –Dijo eso último rodando los ojos hacia el techo con cierta casualidad–

–¿Para qué? –Preguntó Frisk, curiosa–

–Luego te cuento. –Adam dejó de mirar a Frisk y dirigió su mirada a  Kronnos– ¿Kronnos?

Kronoss se quedó pensando un momento. Estaba sorprendido, pero a la vez confundido, sobre la decisión de Adam y estaba en no llevarlo. Pero necesitaba ayuda extra y sabía que Adam era lo suficientemente inteligente para crear una cura para Dan.

–Supongo que si...

Bien. Alphys, Mettaton, les dejo encargado el ejército. –Ordenó Adam, dirigiéndose a Alphys y Mettaton–

–Sí, señor. –Dijeron ambos al mismo tiempo, asintiendo con la cabeza–

–Te veré en la noche o en la mañana, amor. –Adam se despide de Frisk con un beso. Siente una mano en su hombro y se voltea para ver que era Kronnos–

–Bien, sígueme.

Adam lo sigue mientras Alphys y Mettaton se van al garage, para cumplir con la orden de Adam. Kronnos y Adam van a la habitación en dónde estaba Khent y Kronoss empieza a mover las manos al aire, cada una con el sentido contrario, y un portal hacia su espacio aparece en medio del cuarto. En ese momento, Kronoss y Khent son los primeros en entrar al portal y luego son seguidos por Adam.

Al estar dentro, ven que el espacio se parece al interior de una gran cabaña. Era de estilo algo rústico, pero con un toque medieval algo moderno. Tiene las paredes de una madera entre marrón y roja, y todo estaba alumbrado con velas. En medio del espacio, había una sala de estar con varios sillones y mesas, y al fondo, una gran cantidad de habitaciones las cuales tenían inscrito en un letrero lo que estaba dentro de estas. El portal se cierra y Adam observa el espacio a cada centímetro. Notó que no había puertas y ventanas, y al parecer la única puerta, por ahora, era el portal. Pero a pesar de eso, le pareció un ambiente muy agradable y perfecto para trabajar.

–Lindo aposento. –Elogió Adam, mirando por completo el espacio de Kronnos–

–Gracias. –Agradeció Kronnos, con humildad– Si vamos a trabajar, tengo que llevarlos a sus salas de trabajo. –Comentó, mientras tenía una mano en su barbilla– Síganme. –Terminó, para luego comenzar a caminar hacia el fondo, con Adam y Khent siguiéndolo–

Los tres van hacia las habitaciones y logran ver varios nombres en las inscripciones arriba de las puertas de las habitaciones como: "Sala de Pensamiento", "Sala de Entrenamiento", "Sala de Magia", entre otras más de ese tipo. Adam se queda fascinado por todo lo que está viendo y el tipo de lugares que está viendo, pero a Khent solo le pareció algo de todos los días. Los tres se detienen ante la puerta de un cuarto que dice: "Laboratorio de Ciencias".

–Muy bien. Siéntate como en casa. –Dijo Kronnos, dirigiéndose a Adam, mientras abría la puerta del cuarto–

–Gracias. –Agradeció Adam con amabilidad, y  entra al cuarto, pero se detiene al ver lo que contenía dentro–

El Laboratorio de Ciencias de Kronnos era algo extenso con varios libros , artilugios y objetos de investigación y creación. Tiene de todo. Analizador de muestras, juegos de química, una pequeña librería, mesas de trabajos, telescopios de todos los tamaños, herramientas y materiales de inventos, entre más cosas. Adam se quedó con los ojos chispeando de la emoción y quería gritar. Khent solo rodó los ojos e hizo una mueca. Kronnos sonrió al ver que Adam disfrutaba del cuarto.

–Se nota que te encantó en serio. –Dijo, simpático y con una ligera sonrisa–

–Es simplemente... hermoso... y maravilloso... –Respondió Adam algo serio, pero intentando ocultar un poco su entusiasmo–

–Podrás disfrutarlo todo lo que quieras, de todos modos tengo pensado eliminar esta sala. Así que, al terminar por lo que puedes llevarte lo que quieras.

Y tras esas palabras, Adam, sin dudarlo dos veces, se va corriendo por toda la habitación sin parar, llevándose casi todas las cosas que estaba a su alcance. Adam tenía la cara llena de exaltación y con una gran sonrisa de lado a lado, pero dirigió su mirada a Kronnos y Khent, que lo miraban con una ceja arqueada, y suelta las cosas y se calma.

–Gracias. –Agradeció Adam, recuperando la compostura–

–No hay de que. Si necesitas algún libro extra que no consigas aquí, la biblioteca está en la habitación de al lado. Khent y yo estaremos en la Sala de Alquimia en caso de que lo preguntes. –Dijo Kronnos–

–De acuerdo.

Kronoss y Khent se retiran del cuarto y Kronnos cierra la puerta. Adam se truena los dedos y busca algunos libros y equipo, y se pone en una de las mesas de trabajo y se pone a hacer una cura para Dan. Aunque la esté creando con regañadientes, hace que su trabajo quede sin errores y sin trampas. Aunque la verdadera trampa sería que solo usó de excusa la creación de la cura para poder salvarse de Chara, y como los espacios son lugares fuera del tiempo y el espacio, lo usó como ventaja, aunque temía que pasaran años cuando regresara.

Tanto Adam como Kronnos y Khent, pasaron más de unas cuantas horas experimentando para la cura, pero ningún lado tenía éxito alguno. Intentaron apoyarse en los libros y los materiales que habían, hasta intentaban una desesperada combinación entre química y alquimia, pero no daba resultados eficaces. Ninguno de los tres se rindió en la búsqueda de curar a su amigo y ex-amigo, aunque les costaba tiempo.

Adam salió del cuarto y se dirigió a la biblioteca para conseguir otro libro, para ver si tenía una respuesta alternativa o una forma de crear la cura. Adam agarra un par de libros y estaba por irse. Sin embargo, cuando tropezó en una de las repisas, se le cayó un libro de la parte de arriba de la librería. Adam miró con confusión el libro, pero lo agregó a los suyos y se dirigió a su lugar de trabajo.

Adam siguió con la cura con los libros que encontró en la biblioteca, pero ninguno con el resultado que esperaba. Estaba a tal punto que entró en frustración y se llevó las manos a la cara y ful un grito interno. Dirigió su mirada al libro que se le cayó y hojeó unas cuantas páginas e intento una cura. La realización le fue bien y la mezcla de química y alquimia le fue con gran éxito. Puso los componentes. ya líquidos, en un revolvedor para estabilizarlos mejor. Cuando terminó el compuesto, lo analizó con sus libros y computadoras para verificar el compuesto final, y vio que los componentes decían: Recuperación de DT. Había terminado la cura. Adam se sintió orgulloso de si mismo y dio una pequeña risa.

–Excélsior... –Dijo Adam, con gran orgullo de sí mismo–

De repente, escucha que la puerta es abierta y ve a Kronoss entrar en el cuarto, como si parecía buscar algo.

–Oye, Adam, ¿no has visto un libro que se llama: "El Principio de la Alquimia en la Ciencia Moderna"? Estuve buscando en la biblioteca y no lo encuentro, y supuse que lo tendrías tú.

–¿Cuál? –Adam toma el libro que se le cayó de la mesa, mira el título y se lo muestra– ¿Este?

–Sí, ese mismo. –Respondió Kronnos, yendo en dirección a Adam–

–Ten. –Adam se lo devuelve– Por cierto, termine la cura.

–¿De verdad? –Preguntó, abriendo los ojos de par en par, sorprendido–

–Así es. Ven.

Adam lo guía hacia su muestra de trabajo y le muestra los datos e información sobre la cura. Adam saca la cura del revolvedor y la pone en un gran tubo de ensayo tapado y se la muestra.

–Está es. Y todo se lo debo al libro que tiene en las manos. –Dijo Adam, señalando al libro que tiene Kronnos–

–Pues si que tienes suerte. Este libro es de mi maestro y fue él quien escribió. Mira.

Kronnos abre el libro hacia la primera página y le enseña la firma que tenía en la parte inferior de la página. La firma decía: Blackbird – Príncipe de la Alquimia. Adam se impresionó al saber ese dato.

–¿El creador de la Orden? Wow... –Adam se quedó impresionado por unos momentos, hasta que recordó su visita a La Ciudadela y no evitó preguntar sobre su paradero– Por cierto, ¿qué le pasó a él?

Kronoss suspiró ante esa pregunta y miró al techo por nostalgia.

–Pues desde la Batalla de La Ciudadela, no lo he vuelto a ver. Lo poco que sé es que tras la derrota, se dirigió al sur junto con los pocos que restaron del combate, pero algunos grupos se separaron durante el camino... –Kronnos dirigió su mirada de nuevo a Adam– Es lo muy poco que he podido escuchar de su paradero.

–¿Cómo era él? De seguro un gran maestro, ¿no? Por lo que oí.

–Pues si que lo fue. Era muy sabio, un excelente líder, incluso capaz de lo imposible. Puede que fuese bastante frío, pero realmente apreciaba a sus compañeros. Me enseño un sin fin de cosas y según me dijo, solo me había enseñado el 15% de todo lo que él sabía. Hasta el día de hoy se me dificulta demasiado siquiera recordar el 7%. –Contaba todo eso con una sonrisa en su rostro–

–Ese Blackbird se ve que es una gran persona. –Respondió Adam, impresionado sobre lo que oyó–

–Pero creo que es una historia para otro momento.

–Entiendo.

Los dos salen del cuarto, no sin antes Adam llevarse todo del Laboratorio de Ciencias en varios bolsos que le consiguió Kronnos en el mismo cuarto. Kronnos toca la puerta de la Sala de Alquimia y sale Khent, y Kronnos le cuenta que ya tienen la cura y Khent se va con ellos. Los tres van hacia la "entrada" del espacio y Kronnos abre el portal directo en el cuarto de Dan, en el que ahí se encontraban Chara y Asriel, y se pusieron en frente de la cama en la que estaba Dan. Kronoss le pidió la cura a Adam y este se la da para poder administrársela a Dan. Adam sale de la habitación y se dirige a la sala, en el que es recibido por las miradas de los monstruos y su novia.

–¿Que pasó? –Preguntó Frisk, algo ansiosa por saber la respuesta de Adam–

–La cura esta lista... Solo falta que le haga efecto... –Dijo Adam, un tanto agobiado por las miradas–

Los monstruos, menos Sans, y Frisk suspiran aliviados, sabiendo que está funcionando.

–Gracias al cielo... –Dijo Frisk, aliviada–

–Ven, Tori, vamos a verlo. –Dijo Asgore, dirigiéndose a Toriel, para luego ambos ir a la habitación de Dan–

.  .  .

Kronnos le inyecta la cura a Dan en el brazo y ven que cierra los ojos por completo. Asgore y Toriel llegan al cuarto y se ponen al lado de Chara y Asriel para ver mejor a Dan. El Alma de Dan se desprende de su cuerpo, que se encontraba toda fracturada y marchita, y de repente, todas las fracturas empezaron a desaparecer, y su Alma volvió a su cuerpo. Su piel volvió a la normalidad y abrió los ojos, mostrando que sus ojos recuperaron su carmesí normal. Dan se levantó un poco y dio un quejido de asco.

–Sabía asqueroso... –Dijo Dan, con un mal sabor de boca–

–Oye, no te quejes por eso. –Dijo Kronnos–

–Lo dices como si la hubieses probado. –Respondió Khent, un tanto amargado–

–Bueno, yo también he tenido mis experiencias con esos sabores... –Comentó, poniendo una cara de desagrado al recordar eso–

–Bueno, al menos me estoy recuperando. Y espero estar listo para romperle la cara a ese malparido. –Dijo Dan determinado, mientras junta sus puños–

–Me apunto. Yo también quiero arrancarle algunos dientes o destrozarle algunos huesos. –Confesó Khent, con cierta malicia–

A ambos se les pasó por la cabeza sobre quien viene luego de golpear a Leo en ciertas partes del cuerpo, pero sus pensamientos serían disipados por Asriel y Chara, que ambos abrazarían a Dan con lágrimas en los ojos.

–Sí, también les eché de menos a pesar de que estuvieron conmigo todo el tiempo. –Dijo Dan, sonriendo–

–Supongo que eso te apunta otro punto a favor en contra de la muerte, ¿no es así? –Dijo Asriel, separándose del abrazo y limpiándose las lágrimas junto con Chara–

–Por supuesto. –Respondió, seguro. Pero siente la mirada fruncida de Chara en su espalda y su pensamiento. "No puedo creer que después de tantos años, aún iban a seguir con esa apuesta", pensó ella. Pero de algún modo, Dan también sintió ese pensamiento en sus adentros– Aunque, estoy pensando en dejar esa mala costumbre de contarlas. –Al decir eso, Chara deja su mirada, por ahora– A lo mejor un día me termina anotando un punto en contra multiplicado por cien.

–Hey, no es momento de hacer ese tipo de malas bromas. –Reclamó Chara–

–No te preocupes, solo... pensaba en voz alta.

–Bueno, les dejamos solos a los tres. –Terminó Kronnos, para luego irse de la habitación junto con Khent–

.  .  .

Algunos de los monstruos estaban yendo a algunas de las habitaciones de la casa Dreemurr mientras que otras estaban arreglando la sala, acomodando los muebles y almohadones de los sillones, para prepararse a dormir. Al parecer Adam, Kronnos y Khent se ausentaron por demasiado tiempo que ya se hizo de noche, tal vez por estar tanto tiempo en el espacio de Kronnos. Adam se dirige al garage para seguir trabajando en el ejército, pero se detiene en la puerta al saber que Frisk lo estaba siguiendo para preguntarle algo.

–¿Quieres que te traiga algo, amor? –Preguntó Frisk–

–No, gracias, no te preocupes. –Respondió Adam–

–De acuerdo. Recuerda descansar. Buenas noches. –Frisk lo besa en forma de despedirse y se va a arreglarse para dormir–

Adam entra al garage y se encuentra con Alphys y Mettaton, tomándose un pequeño descanso de haber construido algunos robots del ejército, y también a los robots que construyeron, que era una gran cantidad de ellos, lo cual se impresionó por su empeño.

–¿Cuántos construyeron?

–C-Construimos cincuenta y cinco modelos nuevos. Que para la actual serían u-unos sesenta y nueve en t-total. –Respondió Alphys, con su típico tartamudeo–

–¿Sesenta y nueve? Eso fue rápido.

–D-Dales las gracias a Mettaton.

–De nada. –Dijo Mettaton, con una sonrisa orgullosa y viéndose las manos como si fuera una diva–

–¿Por cuánto? –Preguntó Adam, viendo el cielo nocturno por la puerta del garage y preguntándose sobre el tiempo–

–C-Cómo por unas horas, nos tomó toda la tarde y la mitad de la noche. –Respondió Alphys, mirando el reloj en su teléfono–

–¿Mitad?

–B-Bueno, son las diez con diecinueve minutos. Te t-tardaste mucho y aprovechamos para construir más y p-prepararte una sorpresa.

–¿Que tipo de sorpresa? –Preguntó Adam, intrigado–

–Y-Ya verás. Estarás sorprendido cuando e-esto acabe. –Respondió Alphys, un tanto juguetona–

–Ya veo. Entonces, vayan a descansar mientras yo sigo trabajando. Se lo merecen por su empeño.

Alphys y Mettaton asienten y se van del garage y Adam busca en su caja de herramientas una llave inglesa, la gira un par de veces y se va a construir más robots para el ejército. A pesar del paso de las horas y la noche, Adam sigue construyendo el ejército arduamente, con solo manteniéndose despierto con café. Y para hacer un descanso del ejército, ya que tenía un poco de dolor en la mano y en la espalda, tuvo el suficiente tiempo para hacer los planos de una nueva actualización para Mettaton llamada: "Alpha NEO". Cuando estaba por los detalles finales, Adam sintió que alguien estaba atrás de él y se levanta de su asiento.

–Vamos, yo sé que estás allí...

Siente el filo helado de un cuchillo de cocina tocándole el cuello mientras siente una mano en su hombro. Chara se muestra con una aterradora determinación hacia Adam, ya que no dudaba ni por un segundo en cortarle el cuello o rebanarlo en pedazos. Adam suspira, se quita el cuchillo de su cuello, y se voltea para ver a Chara con unos ojos fríos, mientras Chara aún le seguía apuntaba con el cuchillo, no importa si se lo quitaba del cuello.

–¿Vas a matarme? Te recuerdo que me diste una semana y tu novio está vivito y coleando. –Dijo Adam, frío–

–Solo vine a darte un recuerdito... –Dijo Chara, aún estando resentida por lo que Adam le hizo a Dan en el hospital– Y por cierto, no creas que te daré las gracias, maldito infeliz... Pero deberías agradecerme de que te bajaré el número de apuñaladas de siete a cuatro...

Adam se puso una mano en la barbilla como si pensara, pero solo lo hizo para burlarse de Chara.

–Cuatro... Me agrada y no me desangró demasiado. Y conste que solo hice la cura para que Dan venciera a Leo. Aunque viendo a Leo, supongo que le dará otra paliza y lo dejara en coma. –Dijo esas últimas palabras con frialdad y un poco de maldad–

Chara comenzaría a enfurecerse y le acercaría mas su cuchillo a su garganta, más de lo que ya se lo tenía.

–Empiezo a retractarme de bajarte la cantidad de apuñaladas. Creo que es mejor que las aumente a veinticuatro ¿Te parece bien?
Supongo que sí. Y además, –Chara movió rápidamente su cuchillo y le hizo un ligero y pequeño corte al hombro de Adam– Espero te guste el "recuerdito"... –Dijo, resentida–

–Si que te gusta vengarte en términos de que lastiman a tu novio, ¿no? –Dijo Adam, irónico, con una pizca de burla–

–¿Acaso quieres que te deje como carta postal llena de estampillas directo al hospital? –Preguntó, hartada, apuntándole de nuevo con su cuchillo–

–Con que amenazas, ¿eh? Yo te recomendaría que no lo hicieras.

–¿O qué harás, pedazo de basura mal empada?

Adam ríe un poco irónico y burlón, y se quita el cuchillo de encima con sus dedo y comienza a caminar alrededor de ella, como si le pareciera divertido. 

–Tú y yo conocemos a alguien poderoso que no tuve el honor de enfrentar porque es un buen amigo, pero tú si lo conoces y que tú versión de Odio tuvo el honor de enfrentar. Te doy varias pistas: es bajito, lleva suéter azul, pantuflas y una sonrisa de lado a lado, y que de seguro te dijo estás palabras que de seguro te causo escalofríos: –Se le acerca a Chara al oído y le susurra...– "¿Quieres pasar un mal rato?"

Chara se dio cuenta de inmediato a quien se refería. Nunca pensó que se aliaría con Sans para que lo protegiera o que él realmente necesitaba protección. Pero a pesar de todo, no era estúpida, sabía cómo tenía que actuar en estas situaciones. Bajo su cuchillo, pero aún lo miraba con odio.

–Bien, te dejaré por ahora... –Cuando estaba por irse, le hace otro corte a Adam en el otro hombro, pero un poco más profundo– Espero que nadie le cuente a los cuatro vientos lo que intentaste hacer aquella noche, pues no tendrás aviso previo...

Chara se va del garage en completo silencio mientras sus brillantes ojos continuaban observando a Adam en la oscuridad. Después de que Chara se fuera, aparece Sans de las sombras, poniéndose al lado de Adam, y ambos observan el lugar en el que desapareció Chara. Sans observa las heridas de Adam.

–¿algo de que preocuparme? –Preguntó Sans, serio, al ver las heridas de Adam–

–No te preocupes, no fueron graves, me los curo yo mismo. –Respondió Adam–Pero necesito que vigiles a Chara a partir de ahora. Evita eso y que no le cuenten a Frisk, por favor.

–de acuerdo, kiddo.

Sans se desaparece del garage y Adam busca algo de alcohol y vendas en el botiquín de primeros auxilios, y se cura las heridas, para que no se muestren mucho al público y que Frisk no se preocupe por él.

Adam sale del garage y va a la sala y ver a algunos de sus amigos dormidos en los muebles. Ve a Papyrus durmiendo en el sillón, usando su bufanda como almohada; Undyne y Alphys, durmiendo abrazadas en el otro sillón; y a Frisk, durmiendo en el sillón grande. De todos sus amigos que están durmiendo, se concentra en Frisk, que se acerca a ella y la acobija mejor. Adam la ve con pena y tristeza por lo que le está haciendo, y la besa en la mejilla y le susurra al oído: "Prometo contarte...", para luego irse al garage y continuar con su trabajo.