Capítulo 11: La Verdad
A la mañana siguiente, los reyes fueron los que se despertaron primero y fueron a hacer el desayuno para todos; Asgore haría unos té de flor dorada (en el caso para Mettaton un aceite de la marca con su mismo nombre) y Toriel unos waffles con caracoles hervidos que vio en su libro de caracoles, que a pesar de ser una extraña combinación, parecían ser dignos de un programa de cocina de alta calidad. El olor de los waffles hizo que todos los que estaban en la casa se despertaran —excepto Adam—, inclusive Kronnos y Khent. Los demás observaron lo que hacía Toriel y se extrañaron por la... peculiar combinación. Aunque estuviera oliendo extrañamente bien. Esto les dio cierta nostalgia a Sans, Frisk, Asriel y Dan cuando Papyrus intentaba hacer uno de sus platos de spaghetti en el Subsuelo.
Mientras estaban esperando el desayuno, Asgore anunciaría antes de que se le olvidara (aunque eso es imposible), de que la Fiesta de Monstruos y Humanos se reanudaría de nuevo, a pesar del estado de las cosas actualmente. Aquella noticia emocionó a varios de los monstruos, incluso al grupo de humanos que se encontraba en ese momento; hasta a Khent se alegró pero no se mostró mucho. Varios aceptaron en ir a ese evento, pero otros se vieron obligados a declinar, ya sea por actividades personales o porque realmente no tenían muchas ganas de ir. También habían algunos si debían o no ir.
Frisk va inmediatamente al garage para preguntarle a Adam si quería ir a la fiesta, aunque de todos modos pensaba en obligarlo a salir para que no trabajara tanto en su ejército y no se encerrara demasiado. Pero solo encontraría a un Adam dormido, muy pegado a la carcasa de uno de sus robots con la baba saliéndole por la boca. Esto se le hizo algo tierno y gracioso al verlo en esa posición. Se acercó a él con una sonrisa y lo sacude ligeramente para despertarlo. Adam se despertaría y recuperando un poco la compostura rápidamente, ya que aún se sentía adormilado.
–¿Qué? ¿Qué? ¿Qué pasó?... –Preguntó a la nada, aún intentando abrir los ojos–
Frisk suelta una pequeña risita.
–Que te dormiste en uno de tus robots. –Comentó Frisk, señalándole la marca de baba que dejó en el robot–
–Y yo decía que no era madera. –Añadió Adam con un poco de humor, haciendo que Frisk suelte otra risita. Pero esto le sorprendió un poco a Frisk, ya que ya se estaba acostumbrado a su actitud actualmente–
–Bueno, el desayuno ya estará listo en unos minutos. Y cuando terminemos, no pienses en trabajar.
–¿Qué? ¿Por qué? –Preguntó, confundido–
–Hoy pensamos ir a la plaza por la fiesta de monstruos y humanos para ir a darle un vistazo. –Contestó entusiasmada– Pensé que después de todo, nos vendría un descanso, en especial para tí, Alphys y Mettaton que se desvelan en hacer ese ejército. ¿Y qué me dices? ¿Vendrás? –Le volvió a preguntar pero esta vez con los ojos iluminados de ilusión y esperanza–
Adam estaba por declinar y volver a su trabajo sin pensarlo dos veces. Esto era para no ver a Dan, por obvias razones, y a Chara, qué tal vez lo amenizaría de nuevo como en esas otras veces. Pero no contaba con la cara de ilusión que le acaba de poner Frisk. Sabia en sus adentros que no podía resistirse a esa cara, aún por su actitud actual. Soltó un suspiro y la miró con una media sonrisa, esta vez un poco más fluida que las demás que hizo.
–De acuerdo, iré. –Respondió Adam–
–¡Sí! –Exclamó Frisk de alegría, mientras abrazaba el brazo de su novio–
–¿Y quienes irán con nosotros? –Preguntó Adam para saber si Dan o Chara iban a ir con ellos–
–Vendrán los demás, pero Muffet se queda porque dijo que no iba a matarse de nuevo en hacer casi quinientos postres. Toriel y Asgore decidieron quedarse para descansar. Tampoco vendrá Asriel porque dice que quiere quedarse con Dan a entrenar. No sé si vendrán Kronnos, Khent y Chara, pero los preguntaré. Pero me gustaría que tú –Dijo haciendo énfasis en "tú"– le preguntes a Chara. He notado que las cosas con ustedes dos no están del todo bien y me gustaría que esto sea como una forma de que se lleven bien.
Frisk realmente no entendía lo que pasaba entre Chara y Adam, y el chico estaba a punto de volver a declinar la oferta de Frisk en ir a aquella fiesta. Iría con mucho gusto para no ver a Dan, pero Chara es un tema diferente. Ella lo llevaba amenazando sin parar para que le contara la verdad, estaba siempre detrás de Frisk solo para atormentarlo, y le lanzaba miradas llenas de odio y repulsión. Fue por estas razones que ya no quería ir a la fiesta ni mucho menos invitarla. Pero pensó en Frisk. En el qué tal vez Chara se aparecería en la fiesta de repente o le diría de repente que cambio de idea. Eso no lo iba a hacer sabiendo que Frisk le lanzó una mirada que le evitaba decir que no.
–Bien, le diré. –Respondió, no tan seguro de su decisión–
–Gracias. Te espero adentro. –Terminó Frisk para luego salir del garage–
Adam se quedaría viendo la entrada del garage por la cual salió Frisk y volvió a pensar en todo lo que había hecho para evitar que Frisk descubriera la verdad. El tener que decirle a Sans que lo cubriera, tener una cuenta regresiva de si mismo para evitar su tumba y todo lo que Chara estaba orquestando para que lo admitiera saliera de una vez por todas. Pero sin embargo, no podia dejar de pensar en cómo Frisk reaccionaría si le contara que estuvo a punto de asesinar a Dan. ¿Qué pasará? ¿Lo sacará de su propio hogar? ¿Lo dejará? Esas preguntas eran como un interminable torbellino, pero todas esas preguntas tenían un deseo para él, para estar bien consigo mismo y no tener que engañar a si amada nunca más... "No más mentiras. No más engaños. No más espera... Es hora de contarte la verdad, Frisk...", pensó con determinación, y salió del garage.
Adam es recibido por los monstruos y por Kronnos con saludos y sonrisas. Intentó buscar con la mirada a Chara entre los monstruos y Khent y Kronnos, pero no la encontró entre ellos. Entonces, se dio cuenta de que si no estaba en la sala, estaba en la habitación de Dan. "Vaya suerte que tengo...", pensó con reproche.
Adam estaba a punto de arrepentirse de lo que iba a hacer, incluso estaba por dar la vuelta, no ir a la fiesta y encerrarse en su trabajo. Pero se lo prometió a Frisk. Le prometió en invitarla a pesar de todo. Se dirige a la habitación de Dan para avisarle a Chara si quiere ir con una cara que parecía ser de perro castigado, pero evidentemente se la encuentra saliendo de la habitación. Ambos se estuvieron mirando por unos momentos, hasta que Chara se cruzó de brazos y lo miró seriamente a los ojos. Esta vez Adam se sorprendió, no le dió la típica mirada de odio que ya estaba acostumbrado.
–¿Necesitas algo?
–Frisk me mandó a preguntarte si vas a venir a la plaza para la fiesta.
–No quisiera perdérmela sinceramente. Por lo que sí, voy a ir. –Respondió con total naturalidad, sin ninguna pizca de odio. Aunque a Adam no lo convencía del todo–
–Bien. –Replicó Adam con frialdad, antes de retirarse y volver a la sala, y esperar no volver a aquel cuarto. Pero sintió que una mano lo tomo del hombro, aunque ya sabia quien era por tan solo ver esa mano tan pálida–
–Espero que esta vez te apresures en contarle a Frisk. No quieres tener otro juicio, ¿verdad? –Le advirtió Chara, con cierta maldad en su voz al recordarle el juicio–
Adam se volteó ligeramente a verla, se quitó la mano de Chara de su hombro y la dió una mirada entre seria y algo molesta.
–No te preocupes. Hoy le pienso contar y así ambos podemos estar en paz. Yo podré estar en paz. –Le contestó Adam frío y algo harto, para luego retirarse a la sala. Pero mientras se dirigía a la sala, sintió la mirada fulminante de Chara por su espalda. Volvió a sentir aquellas miradas de odio de parte de ella–
Adam regresaría a la sala, en la que vio a los monstruos y a Frisk distrayéndose con alguna cosa o hablando entre ellos mientras esperaban el desayuno por parte de Toriel y Asgore, y ve a Kronnos sentado en la mesa principal en la cocina mientras hablaba amistosamente con los reyes de viejos tiempos, y a Khent, que estaba afilando su espada al fondo de la cocina. Adam irrumpe en la cocina de inmediato y se dirige a Kronnos, el cual éste lo mira de inmediato, olvidándose de su charla por aquel momento; aunque no lo vió con los mismos ojos decepcionantes que en el "juicio" o como las miradas de odio que le lanzaba Chara o Khent que ya estaba acostumbrado, sino con una mirada amistosa.
–Hola, Kronnos. –Saludó Adam–
–Hola, Adam. –Saludó Kronnos amistosamente con una sonrisa–
–Me preguntaba si vas a venir a la Fiesta de Monstruos y Humanos.
–No veo porque no. Me apunto. –Aceptó Kronnos, con un poco de entusiasmo–
–Bien. –Adam dirige su mirada a Khent– ¿Y tú, Khent?
–Yo no voy a ir por ahora. –Respondió Khent cortante y sin siquiera verlo a la cara–
–Claro... –Dijo Adam, no tan convencido por su respuesta, para luego dirigir su mirada de nuevo a Kronnos– Entonces, te esperamos, Kronnos. –Se retira de la cocina, dejándolos de nuevo con su charla amistosa–
Dan finalmente sale del cuarto con Chara para reunirse con los demás y hablar con los monstruos o con quien sea mientras esperan la comida, que estaba desprendiendo un olor exquisito a pesar de la extraña combinación. Dan estaba mirando a la pareja de Adam y Frisk, en especial a Adam. A pesar de que supo por Asriel y Chara que Adam lo intentó asesinar, no le tendría ningún rencor en absoluto. Era obvio que hacer aquellas genocidas y hacer ese True Reset le dolió, ya que lastimó a mucha gente y asesinó a los que serían sus amigos; a uno de sus mejores amigos, y quería reconciliarse con él. Le mandó varios saludos con algunas sonrisas entre nerviosas y amistosas, pero Adam no las recibiría de la mejor manera, ya que aceptaría esas miradas como un engaño o un juego, y las rechazaría o se las devolvería con una cara inexpresiva o con una mirada llena de odio y frialdad. Jamás se imaginó que el daño que le hizo era tanto que hasta rechazaba sus saludos o el verlo, aunque ya se lo imaginaba pero jamás de ese modo, y le empezaba a doler, aunque no quería presionarlo ni nada, ni ponerse a su nivel. Sintió una mano que toco la suya que hizo que sus preocupaciones se disiparan al menos un poco. No sabía que era lo que tenía la sonrisa de Chara o su mirada carmesí, pero no importa lo que fuera, siempre hacia que se tranquilizara y sonreía con su presencia; aunque no entendía cómo, pero eso sería una de las razones que la quería como una hermana... ¿o también era algo más?
La voz de Toriel resonó desde la cocina hacía la sala avisando que la comida ya esta hecha. Los demás salieron de la sala y se dirigieron a la cocina y se sentaron en sus respectivos asientos. Algunos de los monstruos, como Muffet, Mettaton y Undyne, salieron corriendo rápidamente hacia la mesa. Parecen que se morían de hambre. Toriel trajo los platos con ayuda de Asgore, quien traía los té, y los puso en la mesa con rostro de ilusión. Los demás pusieron una cara de extrañes, haciendo que se les quitara el hambre a los que corrieron para tener su comida, ante esos waffles con caracoles, en el caso de Mettaton con tuercas y engranajes; y el de Nabstablook con una mezcla fantasmal. Varios se miraron entre ellos y tomaron valor para llevar aquellos platos a sus bocas. Aunque esperaron que supiera mal o que contenían las ganas de vomitar, la verdad sería que es todo lo contrario, la comida era deliciosa y no sabía nada mal y comieron sin problemas.
Al cabo de un rato, Adam, Frisk, Kronnos y algunos de los monstruos salieron de la casa para ir a la plaza. Chara se quedó atrás de todos ellos para evitar a Adam y a Sans, ya que esa era otra razón para no amenazar y acercarse a Adam. Chara podrá ser muchas cosas, pero no estúpida, sabía que no podía enfrentar a Sans con el poder que tiene. Inician su caminata hacia la plaza y camina entre ellos para distraerse en el camino a pesar de como están los alrededores. Todo está en silencio en la ciudad, algunas estructuras destruidas o dañadas, pero aún había gente en las calles caminando o arreglando los daños con ayuda de la Guardia Real. Su caminata sigue por una parte en la que inician la reconstrucción de la ciudad, hasta que escuchan música más adelante haciendo que Papyrus corra hacia el origen del sonido como un niño emocionado. Los demás intentan seguirle el paso.
Llegan a la plaza y ven que todo está decorado y lleno de gente, tanto humanos como monstruos, acompañado con un aire lleno de un bullicio de felicidad junto la ruidosa fiesta que se estaba armando. Habían varias mesas con comida de Muffet's Bakery, La Spagheterría de Papyrus y Grillby's, junto con varios globos y serpentinas esparcidas en el suelo, los monstruos y humanos disfrutaban en los alrededores del lugar, la música eran parte de una banda y de un DJ, y el cartel que colgaba del lugar aún seguía en pie a pesar de la situación. Entran a la fiesta y empezaron a festejar como no hubiera un mañana. Mettaton y Nabstablook llegan al lugar del DJ y de la banda y empezaron a tocar junto a ellos, animando más la fiesta. Sans bebía ketchup mientras Papyrus intentaba que no se "emborrache" con ello. Los demás estaban parados en una esquina hablando entre si y disfrutando de la comida del lugar. Mettaton y Nabstablook pusieron una canción más animada y todos los invitados fueron al centro de la pista a bailar, eso incluyendo a Frisk, quien jaló del brazo a Adam para bailar con él para que luego se animarán los demás. Solamente se quedaron Kronnos y Chara a conversar.
–¿Te digo algo? Nunca pensé que ibas a venir, Chara. Pensé que estabas enemistada con Adam. –Señaló Kronnos con un poco de sorpresa–
–No te confundas, aún lo sigo estando. –Aclaró Chara– Solo vine para asegurarme de algo. Y en caso de que no salga como lo espero, supongo que le haré la vida imposible hasta que lo haga. –Clava su mirada carmesí en Adam, haciendo que Kronnos solo reaccione ante eso con una gota de sudor cayendo de su frente y manteniendo una sonrisa un tanto nerviosa–
–Bueno, solo espero que salga bien para evitar que se forme un caos justo ahora. –Añadió, mientras dirigía su mirada hacia el centro de la pista–
–Oye, ¿de quién hablas? –Dijo Chara en tono de broma, al mismo tiempo que le dirigía de nuevo la mirada–
–¿Quién sabe? –Dijo Kronnos también con el mismo tono–
Los dos ríen por un rato y se quedan viendo a los demás bailando en el centro de la plaza.
Mettaton y Nabstablook se vieron entre ellos y cambiaron la música a una lenta y todos los que tenían parejas empezaron a bailabar juntos, y Alphys, Undyne, Adam y Frisk no eran la excepción. Sans solo bailó abrazado con su botella de ketchup. Papyrus solo bailó solo como si no tuviera nada más que hacer que vigilar que su hermano. Adam y Frisk bailaban abrazados, pero a pesar de que Adam lo disfrutaba, el pensamiento de lo que hizo lo estaba matando. Y se dijo en su mente: "Es hora de decirle...". Pero cuando iba a comenzar a contarle, los labios de Frisk empezaron a modular las palabras.
–Debo admitir que a pesar de la situación que está pasando, por fin tenemos un momento en el que no tenemos que preocuparnos por nada. –Dijo Frisk, mirando a su alrededor como si la destrucción causada por Leo no hubiera pasado–
Adam no estaba escuchando lo que decía Frisk, pero sabía que hablaba sobre que por fin podrían tener un momento de descanso, a lo que decide responderle.
–Sí... Es bueno tener esto... –Respondió Adam, dirigiendo su mirada a Frisk para luego desviar su mirada con vergüenza–
–Adam, ¿sucede algo? –Preguntó Frisk con preocupación al ver que desvió la mirada–
Adam se quedo en silencio para pensar sus palabras. No quería que hubiera malentendidos con ella, quería explicárselo sin rodeos, sin mentiras. Solo pura honestidad. Adam por fin dejó de desviar la mirada y la miró con un tristeza y pena. Frisk entendió de inmediato con lo que quería decir esa mirada.
—Frisk, no he sido honesto del todo contigo. Yo... no te conté la verdad sobre lo que pasó aquella noche. Yo no he ido para saber el estado de Dan, yo he ido con la intención de... –Frisk lo interrumpe rápidamente–
–Matarlo... –Se apresuró a decir Frisk, con una sonrisa y con una completa calma–
Adam se paralizó por completo, tanto que hasta no se movió y se quedó congelado en medio de l pista de baile. ¿Cómo lo supo? ¿Quién le contó? ¿Cuando pasó? ¿Fue Chara o fue Asriel? No importaba cual de esas preguntas eran la posible respuesta a toda la incertidumbre que le recorría por su espalda ahora mismo. Un sudor frío le recorrió por la frente y se le formó un nudo en la garganta. Adam bajó la mirada con pena y su voz comenzó a quebrarse.
–¿Lo sabes?... –Preguntó Adam con vergüenza–
–Adam, te conozco lo suficiente para saber lo que te pasa. Y cuando paso lo del "juicio" te veías tan alterado, como si un secreto tuyo que tanto quisieras ocultar saliera a la luz. –Explicó Frisk–
–¿Por cuánto?...
–Al principio, no lo quise aceptar. Pero lo que pasó más adelante, tu actitud, Chara y el "juicio", me hizo sospechar que esa afirmación pudiera ser cierta.
Adam se quedó en un silencio eterno por unos segundos.
–¿No... estás molesta? –Preguntó, para saber si en verdad lo va a dejar, a pesar de que Frisk este tan calmada–
–Adam, no, no lo estoy. Si te contará que apuñale a Dan también sería como asesinarlo, y por eso no puedo molestarme contigo. –Frisk cambia su rostro calmado y sonriente a uno serio– Pero lo que si me molesta es: ¿Por qué no me lo dijiste antes? Quiero saber eso... –Le preguntó mirándolo a los ojos, como si le estuviera suplicando–
Adam volvió a sumergirse de nuevo en un silencio eterno antes de contestarle.
–Porque sentí vergüenza. No querías que vieras esa faceta mía... –Contestó Adam apenado, mientras una lágrima rozaba por su mejilla– Si supieras lo que hice, que me vieras así, tal vez querías irte de mi lado... No ibas a perdonarme... Y te juro que quise contartelo, pero la vergüenza no me dejaba y quería estar listo para decirte... Si quieres separarte de mi lado, está bien. Lo que hice fue horrible...
Adam iba soltar la mano de Frisk y estaba por irse de la pista de baile con una mirada llena de tristeza y pena junto con varias lágrimas, pero sintió la mano de Frisk agarrando la suya, evitando que se vaya. La mirada de Frisk se clavó en sus ojos, pero no lo miraban con ira sino con comprensión y compasión. Admite que no se separaba que lo mirara así, ya que esperaba una cachetada o un golpe, pero recordó que intentó asesinar a Dan; algo que lo calmó un poco.
–Adam, yo jamás me separaré de tí. Aunque rompieramos por unos días, tú siempre estarás en mi cabeza. Y a pesar de que lo que hiciste fue malo, lo admito, tú siempre ganarás mi perdón. –Dijo Frisk con una sonrisa, junto con una pizca de comprensión en su voz–
–Gracias... En serio, te lo agradezco, Frisk... –Agradeció Adam con una sonrisa y con las lágrimas derramándolas con violencia– Es que, la ira, la tristeza, me controló y me hizo cometer tal cosa y yo... –Iba a continuar con su explicación hasta que Frisk lo toma de la mejilla–
–Ya, ya. –Frisk lo calma y le limpia la lágrima– No quiero verte llorar. –Frisk le planta un beso y ve la primera sonrisa fluida de Adam después de unos días de completa amargura– Me gusta ver esa sonrisa en tí...
–Pues la tuya siempre ilumina mi vida.
Una segunda canción lenta se reprodujo en la pista de baile y Adam y Frisk siguen bailando abrazados. Varias canciones lentas pasan y las parejas que estaban en la pista, bailaban al son de la melodía; con algunas parejas abrazadas y otras estando más cerca entre ellos que otras, mientras sentían que varios pedazos de confeti y serpentinas caían sobre ellos. Aquel ambiente tan tranquilo y pacifico cambió repentinamente con un sonido de disco rayado y la música sonó como si fuera una discoteca, animando a todos en la pista, pero también haciendo que varias personas y parejas se alejaran –entre ellos Adam, Frisk, Alphys y Undyne–. Adam ve a Sans a lo lejos en la pista y le dice a Frisk que va a hablar con él y de paso traer algo para tomar. Frisk dice que sí y Adam se aleja, mientras ella va a la esquina en la que se encontraba Chara y Kronnos.
–Hola, chicos. –Saludó Frisk con una sonrisa–
–Hola, Frisk. –Kronnos le devolvió el saludo con amabilidad–
–¡Hey! –Saludó Chara sonriente y con un ojo cerrado–
–¿Que tal la pasan? –Preguntó Frisk, fijando su mirada en ambos–
–Pues la estoy pasando bien. Ya tenía bastante tiempo sin ver una celebración así. –Respondió Kronnos con cierta nostalgia–
–¿Y yo? Pues, me la paso como mejor se me dé. –Respondió Chara, ampliando más su sonrisa– ¿Y tú como la estás pasándo?
–Bien, de hecho. –Dijo Frisk con la misma sonrisa, hasta que su cara cambia a una seria pero con una media sonrisa– Más que Adam me lo contó lo que intentó hacer. Bueno, yo ya lo había sabido, pero él decidió dar el primer paso. –Aclaró, mientras veía a Kronnos ligeramente sorprendido, aunque ya sospechaba que Adam ocultaba algo; Chara era la más sorprendida, ya que no le había dado el más mínimo detalle de ese suceso, aunque lo hubiese querido–
–Pues me alegro de eso... –Replicó Chara, mirando hacia otro lado–
De repente, sintieron como el aire empezó a tensarse. Chara ya no tenía más razones para hacerle la vida imposible a Adam, al menos por ahora, pero no quería volver a retomar ese tema. Kronnos solo se sentía algo incómodo por esa escena que se estaba formando mientras intentaba pensar en que decir para romper la tensión. Frisk solo se quedo mirándolos, en especial a Chara, ya que le preocupaba lo que pensaba ella.
–Adam se arrepiente... Él quiere perdonarlo, quiere a su amigo...
Chara arquea una ceja y frunce el ceño.
–Espero que sí sea de verdad...
–Chara, lo ví en sus ojos. Quiere que su ira y su tristeza se vaya con solo perdonarlo, pero una parte de él no quiere, que piensa que lo manipulará de nuevo. Es como si su corazón quiere perdonarlo por todo lo que hizo, pero su mente no. Y tengo miedo de eso. Tengo miedo que por ese rencor el Adam que conozco desaparezca... –Dijo Frisk con tristeza, mientras veía a Adam hablando con Sans–
–Sigo sin creerle del todo...
–Chara... –Le reclamó Kronnos con una ceja arqueada–
Chara se queda en silencio al ver la mirada de Kronnos la penetraba y suspira derrotada.
–Okay, ¿qué quieres que te ayude? –Preguntó Chara dirigiéndose a Frisk, mientras intentaba quitarse la cara de reproche que tenía–
–Quiero que se reconcilie con él, que Adam y Dan sean amigos de nuevo. –Respondió Frisk con determinación–
–Bien. Comenzaré por dejar de intentar de hacerle la vida imposible a Adam... –Dijo Chara con un poco de malicia–
–Y ya también tenía mis sospechas contigo. –Añadió Frisk, achicando unos ojos juzgadores–
–Sí, –Chara alarga un poco ese "sí" un poco avergonzada– lo siento por lo del chocolate caliente. –Se disculpó, con una sonrisa nerviosa–
–Te perdonó. Pero un día de estos voy a hacer que Dan también te lo haga a ti también. Si es que me entiendes. –Frisk le dedicó una mirada un tanto atrevida pero también llena de una divertida venganza–
Chara y Kronnos se le quedaron viendo a Frisk con preocupación, ya que no habían conocido ese lado de la chica. Chara ya empezaba a tenerle un poco de miedo por lo que le tenía pensado hacerle.
–Recuerda, Frisk: "La venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena"... –Repasa Kronnos con un poco de preocupación–
–Ya, ya. Solo era una idea... –Chara suspira aliviada– Pero aún sigue vigente. Porque pienso que a Dan le va a gustar.
Chara suelta un grito ahogado con la cara tan roja como un tomate, haciendo que Frisk ría un poco y que Kronnos silbe un tanto avergonzado.
–Pero hablando de Dan, ¿aún no le cuentas?
–Pues,... no aún. Sé que debo decirle y eso. Pero... –Respondió Chara, con el sonrojo bajándole un poco pero aún estando avergonzada–
–Bueno, si me disculpan, me retiro de esta mesa. No soy ningún experto en el amor por lo que creo que es mejor dejarlas solas por el momento.
–Okay.
–N-No hay problema. –Dijo Chara tartamudeando, aunque no pensaba o quería hacerlo, pero de seguro sería por lo avergonzada que estaba ahora–
Kronnos se retira del lugar y deja a ambas chicas solas.
–¿Pero?...
–No sé si sea el momento indicado...
–¿Y si le dices cuando esto acabe?
–Lo más probable es que sea así... –Respondió Chara, esperanzada para que aquel deseo se vuelva realidad–
–Es que quiero que ambos tengan lo que siempre quisieron. –Dijo Frisk con una sonrisa, poniendo una mano sobre su hombro–
–Si hubiéramos tenido todos esos años, de seguro todo esto sería muy diferente.
–Está vez lo será. Tú mereces ser feliz también.
Chara le da una pequeña sonrisa de agradecimiento. Sintió que por primera vez, después de tantos años, le deseaba que ella fuera feliz, junto con Dan y Asriel. Y por esas palabras, quiso llorar, pero se aguantó las lágrimas.
–Gracias por eso...
–No hay de qué. Ven, bailemos.
–Lo siento, pero no me llama la atención el baile. –Mintió Chara para salvarse de ir a bailar–
–Eso es lo que no me dijo Asriel. –Comentó juguetona, mientras le guiñaba un ojo–
Chara se quedo en silencio por unos segundos, ya que no vería eso venir, y quería agarrar a puñetazos a Asriel.
–Voy a matar a Asriel cuando volvamos... –Susurró Chara en lo bajo, algo avergonzada y ligeramente enojada, haciendo que Frisk suelte una ligera carcajada–
–¿Vamos, Chara? –Preguntó Frisk insistente, con los ojos como estrellas–
–N-No lo creo sinceramente...
Frisk agarra a Chara del brazo y la lleva a la pista de baile y juntas se disponen a bailar. Chara se mostraba un poco amargada y avergonzada ante eso, pero al ver que Frisk le sonreía, que de alguna manera le incitaba a bailar, comenzó a mover su cuerpo al ritmo de la música, hasta que una sonrisa se formó en su rostro y empezó a ambas empezaron a reír y a danzar.
–¿Sabes? Esto me trae un recuerdo bastante curioso y algo extraño.
–¿En serio? ¿Y cuál es? –Preguntó Frisk con curiosidad–
–El primero me recuerda a un festejo de la realeza en mis días en el Subsuelo, era porque se festejaba el ascenso de Undyne a Líder de la Guardia Real. Dan y yo estábamos charlado de lo más tranquilo cuando le empecé a contar sobre un "secreto" que era bastante absurdo pero le puse algo de interesante. Justo cuando parecía estar completamente interesado, decidí escaparme con Asriel a la pista de baile y Dan fue detrás mío diciendo: "Oh no, tú no vas a ningún lado hasta que me termines de contar esa tontería." –Relató Chara con cierta nostalgia y una sonrisa–
–¿Y qué le contaste? –Preguntó, estando más intrigada por el relato–
–Que había un secreto de las Ruinas. Sobre supuestos pisos inferiores que escondían misterios y esas cosas. Lo más gracioso es que esa tontería terminó siendo de verdad. Aún recuerdo la cara de Dan en ese entonces. –Aquella escena volvió a estar en su cabeza y pudo volver a visualizar el rostro de Dan en su mente, haciendo que se sonrojo. Aunque eso duro poco, ya que noto que Frisk le sonreía algo traviesa– ¡Pero no es que pasara algo romántico o algo por el estilo! Es que, no hubieron tantos momentos así precisamente, pero sí hubo algún que otro roce sentimental y cosas así... –Aclaró rápidamente, estando más sonrojada y nerviosa–
–Yo ya sabía que entre Dan y tú había algo. –Frisk suelta una carcajada–
–¡Hey! En esos tiempos, eramos un poco niños y eso. Pero no lo digo como si nunca hubiera...–Chara se lleva las manos a las mejillas mientras suelta un pequeño grito– ¡Mejor no digo nada!....
–Pero es lindo que digas tus sentimientos, en especial si es amor.
–Frisk, a veces es bueno que no hables por los demás... –Replicó Chara mientras hacía un puchero–
Frisk suelta una pequeña risita mientras una gota de sudor se derramaba por su frente.
Alejándonos de aquella divertida charla entre Frisk y Chara, Adam terminó de hablar con Sans y se dirige a la mesa de bebidas mientras su cabeza aún seguía en una batalla entre su mente y su corazón, para ver si por fin decide perdonar a Dan o no; aunque le resultaba muy difícil. Después de conseguir su bebida y la de Frisk, tropieza con una persona que estaba en medio de su camino, haciendo que sus bebidas se caigan y se derramen al suelo.
–Oye, ¿por qué no te fijas? –Preguntó Adam un poco molesto mientras lo tomaba del hombro y lo volteaba–
–Mira quién lo dice, "el vista baja". –Replicó Khent, y se quitó la mano de Adam de su hombro–
Adam de pronto se dió cuenta de que había tropezado con Khent y dejó su tono hostil por ahora.
–Perdón, no me fijé eras tú. –Se disculpó un poco avergonzado–
Khent se le quedó mirando de los pies para arriba por unos instantes.
–Vista arriba, mirada al frente. Si el mundo te patea, tu pateas de vuelta. Si te encuentras con Khent, mejor reza, pues de seguro, te golpea. –Recitó Khent como si fuera una especie de cántico, para terminar dándole un pequeño golpe en la cabeza a Adam–
–Oye, ojos de Rodolfo, ¿cuál es tu problema conmigo? Porque si tienes un problema, escúpelo de una vez. –Le preguntó Adam desafiante–
–Pues que simple y sencillamente me caes bien... –Khent hace una pausa junto con una sonrisa sarcástica– Bien mal. Y eso me basta y sobra, pues el resto son cosas mías. –Le responde con el entrecejo fruncido–
Adam suspira algo cansado y se lleva las manos por el rostro.
–Oye, mira, sé que la relación entre nosotros ha estado algo tensa últimamente y me gustaría hacer las pases entre los dos. –Extiende su mano de mano de manera amistosa hacia Khent– ¿Qué dices?
Khent suelta una pequeña carcajeada y vuelve a poner de nuevo su cara fruncida.
–Que te quede claro. Yo no soy de las personas que perdonan así fácilmente y que hacen las pases. Así que, lo que pienses hacer, mejor piénsalo dos veces. –Le contestó con una mirada penetradora llena de frialdad y odio–
Adam bajo su mano y se acomodó la bata.
–Entiendo. Pero me gustaría que por lo qué pasó entre ambos, hubiera algo de respeto entre ambos, inclusive con Frisk. Pues he notado que ese rencor conmigo es más bien personal, y no solo por Dan. Tienes otro rencor.
–No en realidad. Tal vez lo tenga, pero es no es algo importante ahora...
–Lo es. Porque metes a Frisk en ese rencor y no quiero que ella esté involucrada en eso. ¿Cuál es? ¿A qué, quién, quiénes odias tanto? –Preguntó, algo insistente–
–¡¿Puedes dejar de fastidiar?! –Le gritó Khent, ya estresado y harto de la terquedad y insistencia de Adam–
–Pero primero dime: ¿A que le tienes tanto odio? ¿Por qué tienes que meter a Frisk?–Le insistió Adam, fijándole su mirada a sus ojos–
–¿En serio quien saber? Bien. Primero, a una cierta rama de humanos. Y segundo,... no es de tu incumbencia. –Le respondió con irritación–
–¿A quiénes?
–Pues una de las organizaciones que se encargó de masacrar a la Orden, pero son como una "sub-división" de ellos...
–Pues he escuchado de varias organizaciones. Draconia, Black Eye, etc.
–Pues fueron Black Eye e Igarnol, pero más precisamente esta última...
–¿Qué te hicieron?
Khent baja la mirada y suelta una pequeña carcajada psicótica, haciendo que Adam sienta un escalofrío en su espalda baja.
–La pregunta sería: ¿Qué es lo que les hice a ellos?... –Dijo Khent con un siniestro tono de broma–
Adam piensa en esas palabras por un momento hasta que llega a la siguiente conclusión...
–¿Los mataste? –Preguntó, un tanto asustado mientras su cuerpo temblaba un poco–
–Los "extinguí", por decirlo más de manera más acertada. Los perseguí de tal forma que hasta cualquiera que se sintiera parte, pensara igual e incluso simpatizara con ellos... Acababa en una tumba... –Relató Khent con cierta gracia en su voz, aunque también se notaba un poco de sufrimiento–
–¿Qué te hicieron?
–Lo suficiente como para querer exterminarlos de la faz de la Tierra.... Y de paso, ese asunto ni te incumbe....
Adam no quedó satisfecho ante las respuestas de Khent. Sabía que algo estaba ocultando y que esa no era toda la historia sobre su rencor, pero sabía que seguir preguntándole e insistiéndole solo le lanzaría mas leña al fuego y dejó de hacerle preguntas. Adam suspiró derrotado al saber que no logró nada.
–Esta bien. Pero no quiero que metas a Frisk.
–Como sea. Si quieres que deje de "meterme" con tu noviecita, deja de meterte en mis asuntos... –Amenazó Khent, deletreando las últimas palabras–
Khent le escupe en los zapatos con repudio y se desaparece de su vista. Adam se le queda mirando como desaparece para luego ver sus bebidas en el suelo.
–Diablos... –Reprochó Adam–
. . .
En la residencia Dreemurr, unas chispas arcoíris salían de las espadas de Dan y Asriel, causando que durante su enfrentamiento, chocaran sus espadas con fiereza y las chispas salieran más. Asriel lanzaría varias bolas de fuego desde la punta de su espada hacia Dan, pero él esquiva las bolas de fuego con su espada y contraataca con su cuchillos. Asriel lanza unos truenos arcoíris en dirección a Dan, quien logra evadirlos eficazmente y se forma una gigantesca pantalla de humo, cosa que utilizaría a su favor, pues lanzaría varios cuchillos en dirección a Asriel. Sin embargo, cuando se disipó el humo, notó que Asriel no estaba y sintió una presencia detrás de él. Dan envió su espada a su espalda antes de que la de Asriel tocara la suya, provocando que ambas espadas choquen entre sí y los haga retroceder. Ambos toman impulso para dar el "golpe final" entre ellos y ver quien sería el que siguiera en pie. Ambos pasaron el uno al otro a una velocidad que ni siquiera habrían alcanzado en el pasado y se quedaron estáticos por unos minutos. Ninguno se movía, ninguno parpadeaba, incluso ninguno hablaba. Todo el ambiente era como si el tiempo se hubiese congelado, hasta... que ambos chicos se desplomaron en el suelo, los dos sudados y extremadamente cansados.
Ambos rieron ante el resultado que termino ese fuerte entrenamiento. Se levantaron del suelo y se acercaron para ir abrazados por encima de los hombros de vuelta al hogar Dreemurr, que fueron recibidos por los reyes, los cuales estaban leyendo en su sofá; y Muffet, la cual estaba preparando unos postres y los dejaba en la mesa; un poco contradictorio con lo que dijo que no iba a ir. Asriel se va a su habitación a descansar y Dan se quita la chaqueta y su camisa manga larga, y deja ver una camiseta de color blanco y su tonificado cuerpo. Dan se sienta en la mesa y resopla cansado.
–Hace mucho que no practico de forma tan explosiva y agotadora... –Dijo Dan, mientras se quitaba el sudor de la frente–
–Aunque les debo repetir que entrenar a veces de esa manera, es algo malo para sus cuerpos. –Resaltó Toriel de manera maternal, mientras se levantaba de su asiento y le llevaba un té de flor dorada–
–Lo sé. Y sé me estoy sobre explotando demasiado. Pero ahora que me recuperé es necesario para mejorar la capacidad. –Dan ve su mano y la cierra con fuerza junto con una mirada llena de seriedad, pero luego la cambia al ver a los reyes y Muffet y les sonríe– Así que, me tomaré una parte del día para reposar. Y de paso, no estaría mal un postre de primera de la mejor pastelera. –Dijo algo juguetón, dirigiéndole evidentemente la mirada hacia Muffet para que le dé uno de sus postres–
–Es un país libre, agarra los que quieras. –Sentenció Muffet, y Dan agarró varios de sus postres. Muffet vió el cuerpo bien marcado de Dan y se le ocurrió una idea de molestarlo un poco– Vaya cuerpo que tienes. Con razón Chara anda detrás de ti. –Recitó esas palabras con una sonrisa un tanto traviesa–
Dan dejaría de comer por esas palabras y empezaría a sonrojarse bastante, y un poco más y echa humo. Deja sus postres a un lado y empieza a silbar un tanto nervioso. Muffet evitaría reírse ante su reacción.
–¿Pero por qué te avergüenzas? –Le preguntó, un poco comprensiva–
–N-No es que me avergüenza eso precisamente. Supongo que es eso d-de los sentimientos... –Respondió, tartamudeando las palabras por la vergüenza–
–Pues no tiene nada de malo. Si te soy honesta, tengo cierta preferencia a un esqueleto de mayor altura. –Comentó Muffet, teniendo su mente en la nubes con un sonrojo–
–Se nota a kilómetros... –Añadió Dan un poco burlón y de forma de vengarse de Muffet por las preguntas que le hizo–
–Sí, no me lo restriegues. –Replicó Muffet, sabiendo que la estrategia que usó contra Dan fue contraatacada– ¿Y por qué no le cuentas?
–Lo dices como si hubiéramos estado desde un principio...
–Pero se ve que le gustas.
–Si te soy sincero, no creo que sea el mejor momento. Ya sabes, con lo de Leo estando pendiente...
–Pues dile cuando esto acabe. No debes de guardar tus sentimientos.
–Estoy de acuerdo. –Dijo Asgore con una pizca de razón y experiencia, dirigiendo su mirada hacia Dan– Aunque no deberías forzarlo si quieres tener una relación sana con ella. Porque las cosas apresuradas y forzadas, nunca llevan a cosas buenas. Debes esperar a que sea el momento perfecto para decirle tus sentimientos.
Dan se puso a pensar en esas palabras y era cierto. No quería apresurar las cosas para ellos dos, pero ya se conocían desde hace mucho tiempo y se consideraban como hermanos. Pero ese pensamiento fue cambiando por los años y ya no la veía como una hermana. Su corazón palpitaba mas rápido de lo común con su presencia, su mente se volvía un torbellino cuando pensaba en ella, y se sonrojaba cuando le preguntaban sobre temas de amor relacionado con Chara.
–Sí, supongo que tienes razón. –Admitió Dan con una sonrisa y prueba el postre de Muffet, y sus ojos se iluminan al estar maravillado con el postre de Muffet–
–Se ve que te gustó. –Resaltó Muffet lo obvio–
–¿Cómo esperas que no me gusten tus postres? Si son los mejores que he probado, sin contar la tarta de caramelo con canela de Toriel.
–Hablando de eso, mejor hago una tarta de caramelo de canela para cuando llegara los demás. –Dijo Toriel, un tanto animada–
Toriel se va a la cocina a preparar la tarta de caramelo y canela. Aunque ese momento iba a ser perfecto por aquella tarta de caramelo y canela, la puerta de la casa sale volando. Los demás se levantan de sus asientos para ver quien era el responsable de irrumpir en el hogar de los reyes. Asriel sale de su habitación para ver que era lo que estaba pasando. Una silueta junto con una guadaña en mano se adentra un poco a la casa.
–Buenas, espero no haber llegado en un mal momento. –Saludó Leo con sarcasmo. Leo olfatea el olor de la tarta– ¿Tarta de caramelo y canela? En definitiva, no es un mal momento.
Dan saca su espada rápidamente al igual que Asriel, Asgore saca su tridente, Toriel envuelve sus manos en fuego, y Muffet extiende sus manos hacia Leo. Leo observa a todos en la casa para saber a quien cortara primero con su guadaña, pero se llevó una sorpresa al ver a Dan, vivo y coleando y en perfecta salud. Así que, cambiaría de estrategia repentinamente.
–Veo que sobreviviste, maldito suertudo... –Replicó Leo con aspereza y reproche–
–Se podría decir que está de mi lado. –Le contestó Dan en tono burlón y sarcástico, apuntándole con su espada carmesí– Y creo que llegaste justo a tiempo para probar un truco nuevo que te tengo preparado.
Dan se teletransporta detrás de Leo e inicia el combate entre ellos. La espada de Dan y la guadaña de Leo chocan con una fuerza abismal. Leo se ha dado cuenta de que Dan se ha vuelto más fuerte, tanto, que con el mango de su espada logra sacarlo de la casa. Al parecer era cierto el dicho que lo que no te mata, te hace más fuerte. Asgore se encarga de proteger al resto con su tridente y sus llamas, mientras Toriel y Muffet lo atacan desde lejos, y Asriel se encuentra detrás de Dan y Leo con sus espadas: Sables del Caos. Leo se encontraba algo acorralado.
–¿Y bien? ¿Cuál es ese nuevo truco? –Preguntó Leo algo impaciente por ver el truco nuevo de Dan–
–Créeme, ya lo verás... –Le respondió Dan–
Leo no quiera esperar más ese truco de Dan y lo ataca simultáneamente, pero él se logra defenderse. En un momento, Dan invoca una masiva cantidad de cuchillos y los lanza contra Leo. Dan y Asriel se intercambian miradas y ambos asienten, como si ya saben lo que tienen que hacer. Los ojos de Dan brillan de Determinación e invoca otra espada idéntica a la suya y se lanza contra Leo, logrando acertarle varios golpes. Asriel invoca su Blaster del Caos y le apunta a Leo, lista para disparar.
–¡Dan!
–¡Lo tengo!
Dan se aleja lo suficiente de Leo e invoca una gran cantidad de cuchillos, pero estos se tornan azules, y sus ojos son rodeados por una ligera llama del mismo color. Dan lanza los cuchillos a Leo y logran acertarle algunos cuantos cortes y golpes que logran inmovilizarlo. Asriel saltaría sobre Dan y dispararía su Blaster del Caos mientras el resto se ponía a cubierto. El disparo logra herir a Leo a tal grado que una explosión resonó en toda la manzana y más allá.
La explosión se escuchó hasta la fiesta, en la que los invitados, al oírla, creyeron que era un ataque y salieron corriendo aterrados, pero la Guardia real los evacuaba e intentaban. Adam, Frisk, Chara, Kronnos y los monstruos vieron el humo de la explosión mientras la gente pasaba alrededor de ellos atemorizada.
–¡¿Qué fue eso?! –Exclamó Frisk preocupada–
–N-No sé, pero al parecer se escuchó por allá. –Dijo Alphys, señalando el origen del humo–
–La casa de Toriel y Asgore... –Dijo Adam, indicando en dónde podría ser el origen de la explosión–
–¿Será...? –Preguntó Undyne, sabiendo en el fondo la respuesta–
–¿El hijo de perra de Leo? Sí... –Respondió Chara con una furia interna–
–¿Sans? –Preguntó Adam con obviedad, dirigiéndose a Sans–
–no hay necesidad de insistir. –Respondió Sans–
Sans agarra de la mano a sus amigos y los teletransporta a las afueras de la casa de los Dreemurr. Dan se fija que los demás habían llegado a lo que emboza una sonrisa, para luego apartar a Leo con su espada carmesí. Khent se une al combate y saca sus katanas.
–Ya estaban tardando. Me preocupada en tener que quedarme con toda la diversión. –Dijo Dan, bromeando–
–Sabes que jamás me pierdo una buena fiesta. –Contestó Khent con el mismo tono de broma–
La guadaña de Leo se cubrió de un aura color violeta al igual que sus ojos y se lanzó de nuevo a atacar a Dan y a Khent, a lo que ellos la detuvieron con sus espadas y prosiguieron con su lucha, en el que el combate ya estaba nivelado por el ya creciente poder de Leo. Asriel y Asgore los vinieron a apoyar con sus respectivas armas y habilidades mágicas, que pudieron acorralar a Leo. Adam no se quedaría atrás y haría un movimiento con las manos y salieron dos brazos de metal —de colores azules y blancos— del garage y se adhieren a sus brazos; formando que el derecho sea un blaster. Adam le daría un disparo de gran potencia a Leo que lo alejaría un poco de ellos . Leo se levanta de nuevo y sus ojos vuelven a brillar al igual que su guadaña y se mueve más rápido y sus ataques son más fuertes y precisos. Aunque esa precisión se esfumó por los ataques de Undyne y de Sans, que al ser los más fuertes, le empezarían a dar problemas. Los gasterblasters de Sans se acumularían y dispararían en sincronía hacía Leo, haciendo que reciba la mayoría de sus disparos. Kronnos se une a la batalla y logra poner el combate a su favor con sus habilidades con la espada. Leo estaba agotado y algo herido, y por un error de cálculo, Kronnos lo deja rápidamente en el suelo.
Leo se encontraba rodeado y no podía atacarlos o hacer nada. Solo emitió un silbido y siete de sus robots aparecen entre los cielos y aterrizan en frente de Leo, haciendo una especie de muro protector, y comienzan a sacar su arsenal de armas y les comienzan a disparar desde la lejanía. Kronnos, Khent y Dan invocan unos escudos para evitar los disparos. Undyne invoca unas lanzas desde el suelo que atraviesan a los robots de Leo sin esfuerzo, pero vieron que al destrozar los robots, le dió a Leo la oportunidad perfecta de volver a escapar. Habían entendido que ante ese escape y por ese ataque, que la próxima vez que se vean, no habrá tregua alguna.
–¿Todos están bien? –Preguntó Frisk, mirando con preocupación a los demás–
–Todos estamos bien. –Respondió Asgore con alivio–
–Aunque ese malnacido me interrumpió mientras disfrutaba un postre de Muffet. –Replicó Dan, enojándose de manera cómica–
Muffet suelta un pequeño grito de furia.
–Ahora si que la próxima vez, lo agarro y le doy de comer a mi mascota. –Masculló con ira–
Mettaton suelta una carcajada un tanto burlona ante lo que dijo Muffet.
–¿En serio vas a hacer eso? Yo prefiero agarrarlo y obligarlo a ponerlo como doble de riesgo o sujeto de pruebas. –Mettaton dirige su mirada hacia Dan y le da unas palmadas en la cabeza– Pero tu siempre serás mi favorito.
Dan se sintió un poco incómodo ante que era el doble de riesgo no oficial de Mettaton y mejor va a preguntarle a los demás qué tal les fue en la fiesta...
–¿Y qué tal la pasaron? –Preguntó Dan para ver quien le responde, aunque en el fondo quería que le respondiera Adam–
–La pasamos bien, gracias... –Respondió Adam, cortante–
–Oh... Esta bien. –Dijo Dan con sorpresa ante la respuesta de Adam, pero también con desanimo por el como le contestó–
Dan entra de nuevo a la casa junto con los monstruos, Chara, Kronnos y Khent. Adam se iba dirigir al garage para seguir trabajando en su ejército, pero es detenido por Frisk, quien le agarra la mano.
–Adam, por favor, ven adentro con nosotros. Te lo pido. Sé que tú pelea con Dan es intensa, pero por favor, no te encierres en esas paredes. –Le suplicó Frisk con una mirada triste al darse cuenta que se iba a aislar de todo y todos–
Adam iba a soltar su mano e irse a trabajar, pero sabía que no podía decirle que no a esa cara.
–Está bien, iré. Solo porque tú estás allí y los demás. –Aclaró Adam con esa condición–
–Gracias. Ven, entremos. –Frisk toma a Adam de la mano y ambos entran a la casa Dreemurr–
Los monstruos junto con los demás humanos, ayudaban en arreglar la casa por los daños que ocasionó Leo. Lo único que hicieron es reparar y reemplazar algunos muebles y mesas y barrer la suciedad de los daños. Bueno, todos trabajaron menos Sans, quien se puso a descansar en una de las sillas y fue víctima de los reproche de Papyrus. Después de reparar y ordenar la casa Dreemurr, se tomarían un pequeño descanso después de tanto ordenar, reparar y limpiar. Kronoss jugaba ajedrez con Asgore. Alphys jugaba videojuegos desde una computadora portátil que trajo y Undyne solo la apoyaba y la veía jugar. Dan pasaba tiempo con Chara, tomándose un chocolate caliente. Asriel, Sans, Toriel, Muffet, Mettaton, Nabstablook y Papyrus jugaban a las cartas. Adam y Frisk no estaban haciendo nada, hasta que a Frisk se le ocurrió participar en el juego junto con Adam, para que al menos haga algo y evitar que Adam se encierre en el garage. Lo agarra de la mano y va con su grupo de amigos que jugaban a las cartas.
–¿Nos podemos unir? –Preguntó Frisk–
–¡CLARO! CUANTOS MÁS MEJOR. –Respondió Papyrus con una alegría desbordante al saber que más gente se iba a unir al juego. Les entrega su respectivo manojo de cartas a Adam y a Frisk–
Con Adam y Frisk incorporándose al juego de cartas, se iniciaría todo desde cero. Asriel llevaría una racha de tres victorias. Toriel llevaba dos. Muffet y Mettaton, que intentaban hacer trampa, llevaban solamente una victoria; cosa que les frustraba. Nabstablook no llevaba ninguna victoria; cosa que lo desanimaba, al igual que Papyrus; que en vez de desanimarse, lo impulsaría a seguir adelante. Frisk llevaba cinco victorias. Adam llevaba seis victorias. Y Sans llevaba diez victorias por ahora. A los minutos, Dan, Khent, Kronnos y Chara se unirían al juego. Ahora que todos se encontraban jugando a las cartas, los que llevaban más rachas de victorias eran: Kronnos, Sans y Asgore, quienes llevaban la delantera en el juego. Siguieron por unas horas, hasta que a Asriel se le ocurrió algo para hacer el juego más interesante.
–Oigan, se que suena algo abusivo, pero se me ocurrió: de que al que saque menos puntos en la ronda, haga lo que el ganador le pida. Claro, sin excederse. –Sugirió Asriel–
Los demás monstruos y humanos hablaron entre ellos y aceptaron la sugerencia. Asgore agarró las cartas y las barajó.
–Bien, a comenzar de nuevo. –Sentenció Asgore con una sonrisa, y devolvió las cartas a los demás–
Después de decidir como el juego iniciaría de nuevo, se decidió que será en grupos de tres. Los grupos quedarían con: Asgore, Toriel, Asriel, Chara y Dan. Adam, Frisk, Kronnos, Alphys y Nabstablook. Y Papyrus, Sans, Muffet, Mettaton, Khent y Undyne.
La primera ronda iría normal y casi algunos iban a perder y hacer el reto del ganador. Hasta que por fin se definiría el ganador y el perdedor, o perdedora en este caso, pues el ganador sería Kronoss y la peor puntuación la tendría, o sea la perdedora, sería Undyne.
–De acuerdo, te la dejaré fácil. Vas a jugar con Alphys sobre tus hombros. –Sentenció Kronnos–
Alphys suelta un pequeño grito de sorpresa junto con una cara extremadamente sonrojada.
–No es nada. –Contestó Undyne relajada y monta a Alphys sobre sus hombros– ¿Todo bien allá arriba? –Undyne le dedica una de sus típicas sonrisas–
–S-S-Sí, gracias... –Respondió Alphys, sonrojada y tartamuda–
Undyne soltó una pequeña risa ante la actitud de su prometida. Pero se detuvo un momento a pensar sobre el por qué Kronnos quería que Alphys estuviera encima de ella, hasta que por fin entendió y miró a Kronnos con el ceño fruncido.
–Oye, ya entiendo el truco. Ahora ella puede ver mis cartas.
–Así es. –Dijo Kronnos, satisfecho de si mismo–
–¡Rayos! –Masculló Undyne–
Comenzaron la segunda ronda. Y al contrario de la ronda anterior, esta fue más rápido que los demás esperaban, pues solo duró unos seis minutos, los cuales fueron suficientes para definir al ganador y al perdedor; Frisk fue la que terminaría ganando mientras que la perdedora sería Chara, aunque tenía un mal presentimiento sobre cual sería su reto.
–¡Sí! –Victoreó Frisk–
–Demonios... –Replicó Chara con derrota–
–A ver, que puedo... –Dijo Frisk, pensando en que puede hacer Chara por ella. Frisk se le abren los ojos de par en par, teniendo ya la idea en la cabeza, y se le forma una sonrisa entre traviesa y malvada, que varios de sus amigos desconocieron de ella y que solo le provocó a Chara un escalofrío por todo su cuerpo– Oye, Chara... –Frisk se acerca al oído y le susurra lo que tiene que hacer–
Chara escuchaba a cada detalle lo que contaba Frisk. Al principio, solo asentía para indicar que estaba entendiendo, pero luego su cara se iba volviendo cada vez más y más roja y con los ojos abiertos por la sorpresa, hasta el punto en el que el escalofrío que tenía cuando perdió, se convirtió en su temor. Chara se volteó para ver a Frisk con vergüenza, mientras que ésta solo tenía una sonrisa "inocente".
–De verdad, ¿tienes que hacerme esto? –Le preguntó Chara a Frisk, con una mirada que literalmente decía que le dieras otro reto–
–Se diría que es la "venganza". –Respondió Frisk, guiñándole un ojo y sacándole la lengua–
–Y por como lo dice, mejor ni veo. –Añadió Asriel, por aquella escena entre ambas chicas–
–Te agradezco eso, Asriel. –Chara hace una pequeña pausa– Aún eres un niño. –Suelta una risa un tanto burlona–
–¡Ya no soy un niño! –Gritó Asriel, sonrojado por la pena–
–En ese caso, media vuelta. –Ordenó Chara con la misma sonrisa burlona–
Asriel hace un pequeño puchero algo adorable y gracioso y se voltea con los brazos cruzados. Al parecer Asriel seguía siendo un el mismo niño adorable e inocente después de todo.
–¡Escuche eso! –Exclamó Asriel viendo al frente para luego volver a voltearse–
Chara tuvo su momento de risa por un momento para que su cara cambiase a una de pena. Fue inmediatamente a la cocina con las miradas de los demás fijándose detrás de ellas. Ninguno sabía que era lo que le pidió Frisk, pero vieron que ella estaba sonriendo en cada paso que daba Chara. Chara se quitaría su suéter, quedando solo en una camisa negra manga corta, y se serviría un vaso de agua. Su rostro transmitía una completa vergüenza, pero ya era tarde para arrepentirse. Chara se acerca hacia Dan y se echa el vaso de agua encima, quedando completamente empapada. Pero lo que resaltaba en realidad es que, a pesar de que su camisa era negra, se podía ver ligeramente su sostén. Chara, estando más sonrojada que nada, se sentó en las piernas de Dan, rodearía sus brazos alrededor de su cuello, y pegó su cuerpo al suyo. Dan estaba sonrojado al rojo vivo al ver lo hacía Chara. Chara vería a Frisk con algo de piedad para que se detuviera.
–Falta algo. –Dijo Frisk juguetona, mientras movía su dedo indice de un lado a otro–
–¡N-No es justo! –Tartamudeó Chara con vergüenza, cerrando los ojos y con su sonrojo cubriéndole un poco el rostro–
Dan no estaba entendiendo por qué le pasaba esto o cómo llegó a esto, pero eso no lo dejaba pensar tranquilo por tener el busto de Chara pegándose a su rostro; haciendo que solo tartamudee palabras sin sentido.
–Tienes que cumplirlo. –Le repitió Frisk, canturreando–
–Frisk, como dice el dicho: "La venganza nunca es buena". Ten piedad... –Le suplicó Chara con ojos de perritos–
–Hazlo y estaremos bien. –Siguió canturreando Frisk–
Chara hace una cara de sufrida y agarra la mano de Dan y la coloca en su pecho, para luego hacer que la mano de Dan apriete su pecho una y otra vez. Chara logra resistir el gemido con el rostro sonrojado. Pero Dan en cambio estaba tan rojo como la bufanda de Papyrus o el tridente de Asgore, mientras está sufriendo un derrame nasal. Chara hace algunas muecas para evitar soltar un gemido, pero todo fue en vano, pues sin que se diera cuenta su boca soltó un pequeño gemido. Chara estaba roja por la pena, que se cubría la cara sonrojada para que no la vieran. Dan estaba teniendo una hemorragia nasal. Y Frisk tenía una sonrisa de satisfacción. Pero lo que más sorprendió a todos no fue el extraño reto de Frisk, sino la risa de alguien que no habían oído en días.
Fijaron su mirada en Adam, quien comenzaba a reírse por lo bajo, hasta que no aguantó la risa y se escuchó por todos los rincones de la sala. Su risa estaba aumentando a cada segundo, hasta que ve que su risa se les contagió a Sans, Muffet y Mettaton. Los cuatro se detuvieron por un momento y miraron a Dan y Chara para luego verse los cuatro y estallar de la risa.
–Por favor, díganme que alguien lo grabó... –Dijo Adam entre risas–
–¡Esto es oro puro para mi programa! –Dijo Mettaton, mientras decía cada oración entre carcajadas y señalando. Sus ojos como si fuera una cámara–
Chara los veía reírse a carcajadas y cerró los puños mientras formaba una mirada de muerte.
–¡ADAM! ¡TE VOY A VOLAR LOS DIENTES PARA VER SI TE SIGUES RIENDO! –Amenazó Chara, con los ojos más enrojecidos que nunca y alzándole el puño–
–Perdón, no puedo contro... –Adam no pudo terminar su oración por su carcajada– Me mato... –Pero como si le hubiera cumplido lo que dijo, el golpe que le acaba de dar Chara le hizo sentir como si estuviera muerto, ya que lo dejo con los ojos en blanco–
–¡¿ALGÚN OTRO GRACIOSITO?! –Masculló Chara, mirando amenazadoramente a Sans, Muffet y Mettaton–
–¿Video? ¿Cuál video? –Dijo Mettaton apresuradamente mientras ponía un dedo en su "oreja", haciendo que sus ojos causen una pequeña interferencia mientras Sans miraba a otro lado y Muffet silbaba disimuladamente–
–Bien... –Dijo, ya calmada– Ahora, ¿podrían ayudarme a evitar que Dan se desmaye por la hemorragia?
Todos los presentes en la sala fijaron sus miradas en Dan, en el cual tenía los ojos como un espiral y los dos orificios de la nariz los tenía llenos de sangre. Chara y Asriel logran recuperar a Dan con una taza de chocolate caliente de parte de Chara, aunque ella aún seguía avergonzada por lo sucedido; Dan no se quedaría atrás con la vergüenza, ya que no se quitaría de la cabeza aquella escena por varias semanas.
Al iniciar la tercera ronda, hubieron algunos de los monstruos y de los humanos que estaban por perder ante Chara, hasta que por fin se decidió el perdedor. Frisk sentiría los mismos escalofríos que tuvo Chara cuando le contó el reto al perder. Pero no solo sentía aquel cosquilleo que se trepaba en su espalda, sino que también sentía la sonrisa y la mirada de Chara llena de malicia que obligaba a que Frisk ni se volteara.
–Ay, no...
–Ay, sí...
–¿Qué quieres que haga?... –Preguntó Frisk con miedo, dirigiendo su mirada hacia Chara–
–Me alegra que quieras saberlo... –Respondió Chara con una falsa inocencia, y se le acerca al oído y le susurra el reto–
Al igual que Chara, Frisk obtuvo la misma reacción. Cara sonrojada, un sentimiento de vergüenza y unos ojos completamente abiertos. Solo que la diferencia ahora es que Frisk sacaba humo por la cabeza, provocando que Chara se ría en lo bajo por su reacción; ya algunos de los monstruos, Kronnos y Khent, se hicieron la idea de lo que va a pasar, solo que esta vez es cinco veces peor al ya conocer a Chara.
–¡N-No te pases! –Exclamó Frisk, echando humos de la cabeza–
–"Lo siento". Pero las reglas son reglas, por más sucias y abusivas que sean. –Remarcó Chara con una sonrisa con extraña mezcla entre inocencia y malicia–
–Te detesto...
–Yo también te quiero, Frisk. –Chara le revuelve el cabello a Frisk de forma amistosa–
Frisk pone una cara de mártir y se levanta de su asiento y se dirige hacia donde se encuentra Khent. Adam veía esto con el ceño fruncido, ya que tenía el presentimiento de que si Chara le había puesto un reto, de seguro era para alterarlo. Y sus pensamientos se volvían más acertados al ver a Chara que lo miraba con las dos cejas alzadas.
–Me tocó hacer esto contigo... –Dijo Frisk con los ojos cerrados por la pena–
Khent se muestra extrañado ante lo que le pedía, pero no hizo ninguna objeción y se levanta en silencio. Frisk, con unas ganas de desaparecer, pega su cuerpo con el de Khent y lo coloca contra la pared, ella se avergonzaba más a cada segundo mientras Khent seguía manteniendo la calma. Frisk miró a Chara con misericordia, pero ella solo la miraba con una sonrisa. El reto seguía avanzando rápidamente y Frisk movía su cuerpo con el de Khent en una extraña sincronía mientras Adam lo carcomian los celos y los monstruos intentaban calmarlo. Chara veía esto con gran satisfacción por su venganza contra Frisk y ver a un Adam celoso. Dan veía esto con gracia, pero a la vez lastima por la pareja. Cómo parte del reto, Frisk pasó su mano por el torso de Khent. Adam intentaba no levantarse ya que los monstruos lo impedían. Chara evitaba reír a todo volumen al ver la cara de mártir de Adam. Después de que pasará esa escena un tanto incómoda, ambos se separarían, y Frisk, quien estaba sonrojada al tope, y a Khent, con un rostro de indiferencia.
–Listo, lo hice... –Dijo Frisk sonrojada y avergonzada, dirigiendo la mirada a Chara–
–Aún falta una cosa más. –Canturreó Chara, traviesa–
–¿P-Pero? –Tartamudeó con nerviosismo–
–Tienes que hacerlo. –Le sigue insistiendo con picardía–
Frisk se dirige a la cocina y hace el mismo procedimiento que Chara; quitarse la chaqueta de Chara que tomó del closet, servirse un vaso de agua, ir al frente de Adam y tirarse el vaso de agua en la ropa. Ya que al ser la misma camisa que usaba Chara, hace que su sostén se vea un poco. Pero al contrario de Chara, se tapó el busto.
–Será mejor que alguno de ustedes se cubran los oídos o cierren los ojos... –Pidió Frisk, dirigiendo su mirada a los demás–
Asgore, Sans y Undyne le tapan los ojos a Asriel, Alphys y Papyrus mientras ellos se tapaban los oídos. Mettaton hizo lo mismo con Nabstablook, solo que le aumentó la música a sus audífonos y le tapo los ojos, cosa que les sorprendió a los demás por su acción. Todo por proteger a los más inocentes de ellos. Toriel solo se tapo los oidos y se dió media vuelta. Y Chara, Dan, Kronnos, Khent y Muffet solo los vieron, algunos más interesados que otros.
Frisk se sentó en las piernas, provocando que Adam se sonrojara, y lo empezó a besar con pasión extrema para luego pasar a besarle, no solo los labios, sino el cuello. Adam se comienza a sonrojar a cada segundo qué pasa, hasta que por fin quedó más roja como un tomate, junto con la cabeza y las orejas echando humos. Frisk siguió con los besos y comenzó a simular sentones en la entrepierna de su novio, cosa que avergonzó a ambos. Agarró las manos del chico y las llevo a sus pechos para que los tocará. Al igual que Chara, Frisk hacia muecas para aguantarse los gemidos, pero eso duró por poco tiempo y soltó un grito poco fuerte, haciendo que Chara se ría sin parar y que Adam quedé tan shockeado y sonrojado por la situación. Frisk se separaría de Adam, un tanto avergonzada.
–¿Feliz?... –Preguntó Frisk viendo a Chara–
–Satisfecha en sentido vengativo, pero sí. –Contestó Chara con una mirada lasciva–
Antes de iniciar la cuarta ronda, los reyes y Asriel hicieron un reglamento de que si quieren seguir jugando, que no se incluya realizar este tipo de actuaciones o retos, por el bien de todos. Las siguientes rondas no hubo nada más que resaltar, solo que cuando Sans le ganó a Toriel y contaron chistes malos a más no poder, y que Mettaton retó a Asriel a una batalla de baile, que al final quedó en empate. Después de que en la ronda anterior ganara Asgore, quien retó a Kronnos a una batalla de ajedrez que pareció eterna, Adam ganaría la ronda y el perdedor terminaría siendo Khent. Adam se quedó pensando en que reto le podría poner a Khent, hasta que por fin sus labios embozaron una maliciosa sonrisa.
–Bueno, Khent, te reto a que hagas... el swush. –Le sentenció Adam, achicando los ojos de forma graciosa–
Algunos de los monstruos hicieron un gesto de sorpresa un tanto gracioso. Khent los miró confundido y volvió a mirar a Adam aún más confundido.
–¿El qué?
–En términos generales. –Adam se levanta de su asiento y hace una pausa– Tú, la manguera de la cocina, en los pantalones... –Adam hace un ruido con la boca imitando a una llave de agua abierta. Sans, Mettaton y Muffet sueltan varias risas ahogadas, incluso Dan, Chara y Asriel–
Khent cierra los puños y lo fulmina con la mirada.
–Serás un desgraciado... –Replicó Khent, levantándose de su asiento para fulminarlo más por aquel reto que le impuso–
–También te quiero, amigo. –Dijo Adam sonriente y dándole una palmada en el hombro– Tic, tac, Khenny.
–No me vuelvas a llamar así... –Volvió a replicar Khent y se quitó bruscamente la mano de Adam en su hombro–
Khent fue a la cocina, tomo la manguera de la cocina —que al parecer era demasiado larga— y se dirigió a la sala en frente de todos. Se metió la manguera entre los pantalones y activó la llave del agua, mojándose los pantalones y el piso, siendo el blanco de burlas de Dan, Chara, Asriel, Sans, Undyne, Mettaton y Muffet mientras Adam solo mantenía una sonrisa y evitaba reírse. A los cinco minutos de eso, Khent cerró la llave de la manguera y regreso a su asiento con los pantalones mojados y las carcajadas aguantadas de los que se estuvieron burlando de él, resonaron las paredes de la casa Dreemurr.
–El siguiente que tenga las agallas para reírse, tendrá un boleto de ida al Purgatorio. –Amenazó Khent echa una fiera y las risas se detuvieron–
Para la siguiente ronda, Dan ganaría la partida y para desgracia de Adam (pero de satisfacción para Chara) fue el que salió perdiendo.
–Maldita sea... –Se maldijo así mismo Adam, mientras Frisk lo consuela–
–Veamos, vas a jugar sentado sobre el sofá con las piernas hacia arriba. –Sentenció Dan con gracia. Khent y Chara casi sueltan una carcajada–
Adam tomó otro manojo de cartas y fue de vuelta al sofa a hacer el reto que le impuso Dan mientras maldecía por lo bajo. Khent sentía una enorme satisfacción en sus adentros y se carcajeaba por la posición actual de Adam. Aunque él no era el único que se burlaba de Adam, sino también Sans, Undyne, Muffet, Mettaton, Chara y Asriel. Frisk intentaba no reírse.
–Ay, sí, me río de Janeiro. –Replicó Adam con sarcasmo–
–Hey, pudo ser algo peor. –Le animó Asriel para terminar con una carcajada–
Para las siguientes partidas, Adam jugaba en aquella incomoda posición y Khent y Chara aprovechaban en burlarse de él. Algunos retos para las otras rondas fueron fáciles pero algunos fueron que se pasaron de la raya. Como por ejemplo: Muffet retó a Undyne que no podría cocinar mejor que ella, lo que hizo que la capitana de la policía se obsesionará tanto con el reto que casi quema la cocina, y por poco la casa; Undyne retó a Asriel a las vencidas, que casi le quiebra el brazo al principe; y Adam retaría a Dan a hacer el swush pero con bolsas de hielo entre los pantalones. Pasó el tiempo, y decidieron dejar el poker ya que no tenían retos, y dedicarse a sus asuntos.
–Esto si que fue entretenido e incomodo a la vez, por decir lo menos. –Admitió Dan, llevándose las manos a la nuca–
–Pero gracioso también. –Añadió Muffet con su típica risa–
–Lastima que no pudimos tener grabaciones en vivo. –Dijo Mettaton con una dramática tristeza y fijó una mirada fruncida hacía Chara– Amargada.
–Como quieras. –Contestó Chara un poco antipática, para luego cambiar su rostro y mirar a Frisk– Aunque, a veces dicen que "la venganza es un plato que se sirve frío". ¿No es así, Frisk? –Preguntó juguetona hacia Frisk–
–Pero tú tampoco te salvaste. –Le aclaró Frisk–
–Puedo decirte lo mismo pero con mayor peso. –Añadió Chara con un pequeña risa– Y bien, ¿ahora qué? –Preguntó curiosa–
–Pues supongo que Adam y yo volveremos a casa en unas horas. –Respondió Frisk– ¿Y ustedes?
–Pues... –Dijo Chara, no estando del todo segura–
–Pues tenía pensado visitar un parque cerca de aquí para tomarme un respiro de todo esto y de paso del entrenamiento. –Respondió Dan, como si le estuviera leyendo la mente a la chica–
Chara se sorprendió por la respuesta de Dan y se apresuró a decir...
–Si quieres te acompaño. Realmente no tengo nada que hacer. –Sugirió Chara, estando muy sorprendida por su propia respuesta–
–Pues no hay problema. –Contestó Dan con felicidad al saber que Chara lo acompañara, aunque no sabía por qué–
–¡Eso es genial! –Exclamó Frisk, para luego acercarse a Chara y susurrarle una palabra– Suerte.
Chara apreció el apoyo de Frisk y salió de la casa junto con Dan, para ver a donde iban. Adam y Frisk se quedaron parados en medio de la casa, pensando en qué hacer para matar el día.
–¿Y qué piensas hacer? –Preguntó Frisk, para ver si Adam tenía pensado hacer algo–
–Pues necesito empacar las armaduras, terminar un par de cosas y luego iremos a casa, te quiero mostrar algo. –Contestó Adam–
–¿Qué cosa?
–Ya lo verás. –Dijo algo feliz, cosa que no se ha visto de él en estos días–
Adam volvió al garage para adelantar el ejército junto con Alphys y Mettaton, logrando hacer ciento veintiocho robots. Adam le daría a espaldas de Mettaton la actualización Alpha NEO a Alphys, para decirle que se lo dé en forma de sorpresa y que solo la active en situaciones de emergencia. Algunas horas pasaron y Adam decidió que los robots se quedarían en el garage de los Dreemurr por los momentos, no sin antes avisarles a los reyes de su decisión para ver cómo los transportaría luego, a lo que ellos aceptaron, y empacó las armaduras en maletas desplegables para luego irse a casa con Frisk.
. . .
El crepúsculo alumbraba un poco las calles con aquel cielo entre anaranjado y amarillento. Dan y Chara caminaban por la calle sin un rumbo en específico, pero vieron de repente que habían llegado al parque. Como no tenían nada más que hacer, decidieron pasear un rato, aunque Dan no bajaba la guardia en caso de que ocurriera algo. Durante su estancia en el parque, pasearon por varios puestos y paisajes que tenía aquel majestuoso parque, compraron un par de chocolates para el camino y conversaron. Aunque la conversación entre ellos ya no era más como de una hermandad como lo era en el pasado, sino más bien como una charla entre empalagosa y amistosa. Pues ambos sentían que sus corazones se aceleraban cuando se veían los unos a los otros y se sonrojaban cuando intentaban insinuarse algo. Pero su charla seguía siendo amistosa. Ambos llegaron a un jardín un tanto alejado de la gente que pasaba por el parque y terminaron recostándose en el brillante césped. Dan se quedó viendo a Chara como si fuera una escultura mientras ella veía el parque. Se quedó tan perdido en su rostro que no pensó que después de todos estos años, aquella chica que conoció en el Subsuelo, se convirtió en una hermosa mujer.
–Es curioso, ¿no lo crees? –Dijo Chara con una pizca de nostalgia en su voz–
–¿Qué cosa?
–Que todo esté cambiando tan rápido que hasta nos falta tiempo para hacer lo que queremos.
–Bueno, tienes razón. Hace menos de un mes solo eres un alguien con muchas habilidades y al día siguiente te das cuenta de que formaste parte de algo más grande que ni siquiera recordabas. –Admitió Dan al saber que ahora fue miembro de una importante orden que defendía todo y a todos–
–Que ejemplo tan casual. –Bromeó Chara–
–No lo digo como si yo lo hubiera vivido. –Dijo Dan con el mismo tono de broma–
–Pero hablando en serio. ¿No te parece que todo es un sin sentido a veces?
–Pues, no sabría decirte exactamente... –Dan hace una pausa para pensar un poco más su respuesta– Pero yo digo que es mejor no pensar en esas cosas.
Chara lo mira confundida por lo que dijo.
–Pues si uno se esfuerza por buscarle sentido a las cosas, la vida perdería su significado. Ya que por donde yo lo veo, la vida es completamente un sin sentido. Es increíble como la vida en un momento puede ser una cosa y en un instante pueda ser otra totalmente diferente... –Explicó Dan mientras veía el cielo, pues tenía más o menos idea de lo que hablaba, ya que lo había vivido, incluso si no lo recordaba. Volteó a ver a Chara, quien estaba en silencio y sumida en las palabras de Dan– Bueno, solo es un pensamiento tonto sobre la vida. No soy la mejor persona para hablar de ello sinceramente. Pero estoy seguro de algo. Todos tenemos que jugar un papel en la vida que afectará de alguna u otra forma a los demás, el futuro o el mundo... –Dan suelta una pequeña risa– Parezco un mesías o algo por el estilo.
–Oye, oye. No te excedas que se te funde el cerebro. –Volvió a bromear Chara, dándole un pequeño golpe en el hombro mientras se reía–
–Sí, como no. Pero la verdad estoy algo agotado así que cerraré los ojos y me "apagaré" por un rato. –Dijo Dan, cerrando sus ojos y durmiéndose en el césped–
Chara ve a un dormido Dan y se le queda viendo con una sonrisa. Se levanta del césped y recoge a Dan para recostarlo en su hombro. Una suave brisa soplaba por el lugar. El sonido de las hojas de los árboles moviéndose generaban calma. Chara se hundía en sus pensamientos hasta que en un momento empezó a pensar en voz alta.
–Dan, de verdad eres especial. Nunca te rindes por más grande sea el problema, protegerás a quienes quieres, incluso si tienes que volverte un demonio o ir al infierno para hacerlo. Y eso es algo que de verdad aprecio de ti, pero aún así tienes la mala costumbre de no pensar en ti. Pues según tú, "ellos" son más importantes que tu propia vida... Por esa razón quiero decirte que no es cierto lo que dices, tú eres igual de importante para quienes proteges. Recuerdo muy bien cuando nos comprometimos a estar siempre los tres como hermanos, recuerdo muy bien esos hermosos momentos en los que parecían cuentos de hadas que se hacían realidad. Gracias por enseñarme a valorar a los demás, gracias por ayudarme a vencer mis miedos, realmente gracias por todo... –Dijo Chara, todo eso mirando al cielo. Pero luego sintió que su corazón palpitaba cada vez más rápido y miró a Dan con una mirada iluminada– ¿Pero sabes? De verdad, me gustaría que algún día que esta hermandad entre tú y yo se vuelva algo mucho más que eso. De verdad, quiero que sepas lo que siento por ti, desde los momentos en los que estuvimos juntos. La forma en como me trataste. Me defendiste incluso enfrentando a tus propios amigos y eso de verdad significó mucho para mi. Dan, quiero que sepas, que desde el fondo de mi corazón,... te amo.
Chara se volteó y tomo el rostro de Dan con suavidad y le plantó un besó en lo labios. De repente, una suave brisa pasaba por el parque, las flores bailaban, y las ramas de los árboles se sacudían. El beso solo se tornaba cada vez más tierno y lleno de amor... Chara se separa de Dan para luego agarrar su mano y con una sonrisa, cerrar los ojos y caer dormida a su lado. Pasaría más o menos una hora, Dan despierta y se encuentra a Chara durmiendo sobre su hombro. Él sonrió y le dio un beso en la frente para luego abrazarla. Al parecer escuchó todo lo que dijo Chara.
–Yo también te amo, Chara.
Dan procura no despertar a Chara y la levanta sobre sus brazos para ir a casa.
. . .
Adam y Frisk van caminando a casa hablando de cualquier tema, ya sea del trabajo o de situaciones que vivieron en el Subsuelo. Pero Frisk notó que Adam andaba un tanto animado a pesar de su comportamiento, lo cual que alegró un poco el día. Cuando llegaron a casa, ambos entraron y Frisk vio su hogar a oscuras, lo cual la confundió, pero escuchó que Adam cerraría la puerta. Adam se pondría al lado de ella y chasquearía los dedos, haciendo que dos velas se prendieran en su mesa y luego las luces de la casa se iluminara de repente. Frisk vió en su mesa con un aire elegante, dos platos de plata, una rosa y a Sans atrás de la mesa.
–¿Adam, qué es esto? –Preguntó Frisk, fascinada por lo que estaba viendo–
–Quise sorprenderte con una pequeña cena que me gustaría que me dieras el honor de tener. Por lo que sucede últimamente, no he tenido tiempo para hacer este tipo de cosas y ponerme detallista. Así que, mientras estaba trabajando, le pedí a Sans que organizará esto. –Explicó Adam sonriente, mientras se acercan a la mesa– ¿Te gusta? –Le preguntó sonriendo, mirando a Frisk–
–Adam, esto es hermoso. –Exclamó Frisk con los ojos iluminados–
–Todo por mi hermosa chica. La que me enamoré y con la que quiero pasar el resto de mis días. –Adam se acerca a su rostro y le planta un beso en los labios–
Adam deja los maletines con las armaduras en una esquina de su casa y mueve ligeramente la silla para que Frisk se sentara. Se dirige a su asiento, pero antes fue con Sans y sacó de su bata un cupón para que se comprara quince botellas de ketchups por 5 de oro y se lo da en las manos.
–Considéralo como un agradecimiento de ayudarme con esto y con... ya sabes. –Le susurró a Sans–
–tú si que sabes como negociar. –Dijo Sans con una de sus características risas, viendo y extendiendo el cupón–
–Te lo mereces. En fin, muchas gracias. –Agradeció Adam, y le da a Sans un apretón apretón de manos un tanto gracioso–
Sans guarda el cupón en su chaqueta y se retira de la casa teletransportándose. Adam se sienta en su puesto y ambos se ven a los ojos con cariño y amor. Frisk se mostraba alegre por su actitud, pero más confundida por cómo está actuando, ya que se estaba acostumbrando a su actitud fría y cortante. Pero dejó ese pensamiento para otro momento y se concentró en lo que estaba viviendo ahora mismo.
–¿Y qué es lo que vamos a comer? –Preguntó Frisk–
–Pues digamos que Sans se metió en la cocina de Papyrus y... –Adam quita las tapas de plata con una graciosa elegancia, mostrando unos platos de spaghetti que desprendía un delicioso aroma– ¡voilà!
–¿En serio preparaste todo esto? –Volvió a preguntar Frisk, más asombrada de lo que ya estaba–
Adam voltea hacia ambos lados con algo gracia y vuelve a mirar a Frisk.
–¿Hay otro Adam aquí? Porque no sabía que tenía un gemelo. –Dijo Adam en tono de broma, haciendo que le saque una risa a su novia– Y cómo no tenemos casi este tipo de cenas, pedí un vino de tinto rojo y unas donuts de Muffet's Bakery que nos sacó la lotería. –Adam hace un ruido como si fuera un cajero mientras levantaba y bajaba su brazo–
Frisk suelta una pequeña carcajada por cómo se comportaba Adam.
–¿Quién eres y qué le hiciste a mi novio? –Preguntó Frisk con el mismo tono de broma–
–Pues soy el mismo en carne y hueso como lo vez, mi querida Frisky. Y qué como dijiste necesitábamos un descanso y pensé que está es la situación.
–Pues el consejo te sentó muy bien. ¿Y ese cambio tan repentino? –Preguntó, para saber un poco el trasfondo de su reciente actitud–
–No podía quedarme con esta actitud a pesar de los problemas que están pasando. –Contestó Adam. Aunque Frisk sabía que estaba ocultando algo–
–¿Con Dan o Leo?
Y como si por esa pregunta, aquella filosa pregunta que cortó ese maravilloso momento, hizo que el rostro de Adam cambiara de animado y feliz al mismo rostro serio que tenía en esos días. Adam se quedó en silencio cabizbajo mientras intentaba encontrar una respuesta ante esa pregunta.
–Cuando me refiero a problemas, me refiero a problemas con nuestros enemigos en común. Y el enemigo que ahora tenemos en común que es Leo. –Se excusó Adam, mientras estaba cabizbajo pero levantando un poco la mirada hacia Frisk–
–¿Pero no será por otros? ¿Tus problemas? –Le siguió preguntando, preocupada–
–Mis problemas no importan, jamás importaron...
–Pero tus problemas si me importan, porque eres mi novio. Es que me preocupas y no me importa si te lo repito mil veces, pero no quiero que andes así por ese rencor.
–No debes porque preocuparte, yo jamás cambiaré incluso por mi rencor.
–¡Pero lo estás! –Exclamó Frisk casi levantándose de su silla– Andas frío, cortante, serio. Ese no es el Adam que conozco. Y temo perderlo por un simple rencor. Adam, él quiere disculparse contigo si te lastimó. Y no te esta engañando. Él quiere ser de nuevo tu mejor amigo. Por favor, Adam. Creo que debes reconciliarte con él. –Le suplicó Frisk, tomando su mano con fuerza–
Adam se queda de nuevo en un silencio que para él era eterno mientras sentía la suavidad de la mano de Frisk.
–Yo... Yo... –Adam balbuceaba y repetía esa palabra cada vez que abría la boca, pues no se sentía capaz de decir "intentaré", ya que la cabeza aún estaba en esa fuerte lucha entre su mente y su corazón– Yo no sé si dice la verdad o no con todo lo que hizo. No es que te crea ni nada, pero si él quiso arreglar las cosas conmigo, debió hacerlo cuando salió de esa cama vivito y coleando... –Su voz volvió a mostrar fría y seria pero no ante Frisk para desquitar su odio con ella, sino hacia Dan– Sé que mi actitud te ha causado problemas estos días, y no solo a tí, a los demás, pero el tan solo pensar en eso, me duele la cabeza y el corazón al mismo tiempo. Te propondré algo. Cuando esté contigo o con alguno de los chicos, voy a ser el mismo Adam de siempre. Pero cuando esté con Dan,... pues ya sabes cómo reaccionaré con él. ¿De acuerdo? –Propuso Adam con seriedad–
Frisk realmente no le gustaba lo que le estaba proponiendo Adam. ¿Qué con ella y sus amigos sea uno, pero que con Dan sea otro? Es que eso no se lo podía pasar por la cabeza por un segundo, ya que sabía que eso tal vez lo acabaría o peor, perdería a su novio para siempre. Pero sabía lo cabeza dura que era Adam y mejor quiso darle la razón para no enfrascarse en una platica que no llevaría a ninguno lado.
–De acuerdo. –Contestó Frisk con una sonrisa triste–
–Gracias. Mejor continuemos porque creo que ya se va enfríar más rápido que una persona en el Ártico. –Comentó Adam, volviendo a su antiguo sentido del humor–
Frisk suelta una pequeña risa.
Adam y Frisk continuaron su cena con normalidad, conversando de cualquier cosa que se les ocurría y diciéndose una que otra cosa amorosa y empalagosa. Adam seguía haciendo varios comentarios que se considerarían raros y algunas cosas incoherentes que se consideraban graciosas, sacándole una que otra sonrisa a Frisk. Pero ella sabía que no era con la misma naturalidad que antes y eso le preocupaba.
"Los oídos solo escuchan verdades, mentiras, rumores. Lo que oye el corazón, son muchas cosas en verdad, pero hay algo tan único y especial como lo es el amor puro"
"Sebastian2490 – 2021"
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