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Lughnasadh

Capítulo once: Lughnasadh pt.2

"... El engaño es temporal, la traición es instantánea y sus consecuencias son devastadoras y prolongadas..."

Los rituales de tatuajes rúnicos no eran algo ilegal perse, de hecho, muchos de los Lores tienen alguna forma de tatuaje mágico, era ésa la razón por la que los mortífagos no podían ser detenidos sólo por su marca oscura que; en efecto, era una forma de tatuaje rúnico, no era algo en contra la ley pero si poco usual.

Entonces, pese a ser una magia casi al borde de la oscuridad, no era ilegal. Sin embargo, lo inusual era hacer una sesión ritual frente a varios invitados en la celebración del sabbat. Pero Harry Potter ciertamente no era un mago que sigue la norma, sonrió a sus invitados mientras se acostaba en el pequeño cuadro de césped que había en el solarium de la Casa Black, tenía una fina túnica blanca semi transparente y unos pantalones iguales y del mismo material hasta un poco arriba de los tobillos; la túnica estaba abierta mostrando su abdomen plano con músculos levemente delineados por sus prácticas de quiddich, sus rostro tenía una expresión impasible mientras su hermano y Severus se acercaban, ellos mismos con ricas túnicas en Blanco con detalles de oro.

El incienso fue prendido; salva blanca y ruda, mientras una breve oración iba dirigida a la Diosa en agradecimiento, de un cuenco, tanto Cadmus como Severus tomaron un poco de ceniza de hierbas mezcladas con aceites y uno por uno fueron delineando las runas que serían sus tatuajes, estaban ubicados dos en los tobillos, dos en las muñecas, dos en las clavícula y uno en el plexo solar.

Había unas pocas personas observando el ritual, otras admiraban el hombre de paja en llamas pero la gran multitud iba bailando en rondas que se abrían y se cerraban en pasos de baile enlazados con sus parejas. Era una tradición que las mujeres mayores de cada familia iniciaran a los pequeños y adolescentes a los bailes mientras los hombres compartían una propia danza alrededor del hombre de paja en llamas. Era extraño ver a Lucius Malfoy junto con Tiberius Odgen entrelazando los brazos y ofreciendo hidromiel a la tierra en un cántico antiguo utilizado para adorar al Dios Lugh.

Las celebraciones continuaban y sólo unos poco observaban curiosos el ritual del propio Harry, después de todo, un tatuaje mágico común no era lo mismo que un tatuaje rúnico ritualistico; un tatuaje común podría hacerlo cualquier artista de tatuaje en un salón común incluso, las runas por otro lado, tenían todo que ver con la intención. No podrías pedirle una runa de protección a un artista que no te conoce en lo absoluto, el deseo de protección no trascendería la runa y al final sólo sería un dibujo sobre la piel, por éso sólo los más cercanos y en quien confiamos podría hacer ése tipo de tatuajes, un ritual que purifique el cuerpo y la persona cercana con un simple hechizo junto con una imagen de la runa en mente y el significado tras ella y ya podría uno tener su propio tatuaje de runas.

Harry había escogido uno de los rituales más incómodos pero efectivos; su rostro y sus brazos fueron pintados con cenizas de ruda, alejando todas las malas intenciones de él, las propias cenizas que utilizaron para delinear el diseño de sus tatuajes era de Ashwinder, por lo que ardían al tacto con la piel, sin embargo era el hechizo y sentir la magia extranjera entrando a su cuerpo lo más incómodo del asunto.

Cadmus había iniciado con los diseños de las clavícula y su magia se sentía fría bajo su piel.

En la izquierda iba el Transmutador, una runa en forma de círculo con cuatro medio círculos más pequeños que apuntaban a los puntos cardinales, iniciando y finalizando fuera del círculo mayor; como su nombre lo indicaba, transmuta, pues era un generador de energías positivas, todo lo que ocurría a su alrededor se transforma, dando paso a algo mejor.





En la derecha iba una runa de Protección, su diseño también era simple, una cruz de iguales tamaños para cada línea, en las cuatro puntas iba un pequeñísimo semicirculo hacia afuera y dos recta paralelas un poco más arriba sobre la línea en cada semicirculo; su trabajo era disipar las energías negativas y trabajaba en conjunto con la runa de transmutación, decidió ponerlas en el pecho porque era uno de los lugares más cercanos a dónde creía que estaba su núcleo mágico.





Severus continuó con las dos siguientes runas de los tobillos.
En el tobillo derecho, la forma de una Triqueta comenzó a oscurecerse sobre la piel; también conocida como el nudo de la Trinidad, se lo asocia comúnmente con deidades triple así como grupos elementales. Su misión para las Moiras lo hacía pedir sus bendiciones a través de ése tatuaje, siendo ellas las divinidades trillizas; lo utilizó también como una representación de la feminidad de las diosas y las etapas de la vida de una mujer: niña, adulta y anciana. También podía simbolizar la conexión aire-tierra-agua o las divisiones del ser, mental física y espiritual.





El tobillo izquierdo era el nudo de Dara; que representa al roble, que es uno de los árboles más importantes para los celtas, pues de él nacieron dioses y gigantes.
Consiste de cuatro nudos triangulares unidos en forma de rombo o cuadrado. Simboliza la fuerza, el liderazgo, la sabiduría y el coraje.






La respiración de Harry era temblorosa, en contraste a la magia de Cadmus, la de Severus era cálida, recorría el lugar del tatuaje y subía para instalarse en su vientre como algo poderoso que se retorcía y hacía de su hogar allí. Los ojos oscuros del hombre brillaban con poder y Harry no podía apartar la mirada de él, su postura, la oscuridad que parecía saturarse a su alrededor dándole una apariencia imponente y si Harry aún necesitara de aire, estaba seguro de que se le cortaría la respiración ante tal presencia.

-Cuánta tensión...- murmuró por lo bajo Cadmus mientras se acercaba a las muñecas de Harry quien sólo frunció el ceño; el único indicio de su vergüenza. Sin embargo, las mejillas de Severus se veían sospechosamente coloradas y sabían que no era por el sol.

-Solo tres más y acabamos, Harry- comentó el pocionista intentando cambiar de tema mientras cambiaba su posición cerca de los pies de Harry hacía su torso. El menor asintió y extendió una mano hacia cada hombre, quiénes empezaron con el hechizo una vez más.


Cadmus con la muñeca derecha; la runa Quíntuple estaba conformada por cinco aros entrelazados con uno de ellos en medio y los cuatro restantes en cada extremo. Este símbolo está asociado al universo, siendo el aro de en medio la base que lo sostiene y los de las esquinas, los cuatro elementos principales: agua, fuego tierra y aire.





En su muñeca izquierda, Severus susurró el hechizo y un pentagrama apareció, el pentáculo siempre simbolizó al ser humano en busca de iluminación interior, sus puntas hacen referencia a las extremidades y la mente, de forma que quien lo porta encuentra la armonía con el universo. Fue usado por egipcios, griegos y persas y siempre fue un símbolo de magia y misticismo. Los druidas lo usan para simbolizar deidades en conjunto como a Tarannis o Cernunnos, pero es más utilizado como base fundamental para rituales mágicos y ésa era la razón principal por la que se lo había hecho en la mano izquierda.




El último tatuaje era en el plexo solar y lo hizo Cadmus, como su hermano y único otro hijo de la muerte era el único que podría entender el valor fundamental de un tatuaje con el símbolo de las reliquias de la muerte en su pecho, no sólo representando su estatus como Maestro de la Muerte, sino también como una conexión de su núcleo mágico hacía la magia necromántica de su herencia.





Una vez terminados todos los tatuajes, los largos dedos de Severus comenzaron con un suave masaje con esencia de murtlap para aliviar el dolor.

-Es raro- murmuró Harry, mirando el nuevo arte en su piel -Se siente como cuando tienes mucha comezón y te rascas tan fuerte que tu piel comienza a arder incómodamente ¿se sienten así también los tatuajes muggles?- preguntó Harry hacia nadie en específico.

-No lo sé, nunca me hice uno- murmuró Severus, continuando con sus atenciones hacia el menor, ahora atendiendo sus tobillos mientras Cadmus lo ayudaba a sentarse.

-Listo, por la mañana sólo estará un poco sensible, una vez sane por completo, las runas comenzarán a cargarse con tu propia magia y la magia ambiental- Severus lo ayudó a pararse por completo -Fue bueno que los hayamos hecho de diez centímetros por diez centímetros, cuanto más grande sea la runa más magia almacenará- Harry le sonrió a ambos antes de saltar hacía ambos y abrazarlos del cuello. Cadmus, tan estreñido emocionalmente como siempre, miró en busca de auxilio a Severus que se veía igual o peor que él ante el contacto físico de adolescentes emocionales.

-Gracias, a los dos- dijo el adolescente, mirando con sus brillantes y profundos ojos verdes a ambos -No podía pensar en nadie más para que me hicieran éstos- una sonrisa más suave y Harry se escapó de ellos yendo hacia su tía y empezando a platicar con ella.

Cadmus sólo observaba curioso como Severus no apartaba su mirada de halcón de Harry, sobre todo al ver a varios hombres mayores posar su mirada en el cuerpo esbelto y apenas cubierto por la túnica del menor, apenas reprimió su risa, ambos lo traían tan mal. Sin embargo se apiadó del pocionista y caminó hacia el chico de nuevo, quien ahora compartía una amena plática con el Ministro de Magia.

-Sin duda un ritual poco conocido, muchacho, pero muy audaz, generalmente los magos se hacen de uno a tres tatuajes, siete son bastantes- comentaba Cornelius dando palmaditas al hombro de Harry, quien, con una sonrisa falsa y ojos muertos reía en voz baja.

-Tengo un cariño especial con el número siete, Ministro, además de ser mágicamente poderoso- el hombrecito asintió, como si comprendiera el significado real del número.

-En efecto, querido, sin embargo, debo decir que no conozco el símbolo en tu pecho- dio una mirada apenas velada en curiosidad al pecho desnudo de Harry y sólo Cadmus notó la mandíbula tensa del maestro de pociones.

-Es un símbolo familiar, Ministro Fudge- habló Cadmus, atrayendo la atención hacía él -La familia Peverell siempre estuvo envuelta en el misticismo sobre las reliquias de la muerte e incontables magos de la familia incursionaron en la necromancia por ello- el Señor Oscuro notó, no si cierta fascinación como poco a poco el color iba desapareciendo del rostro del Ministro -Esta es una forma de honrar nuestra herencia y que mejor forma de conectarnos con ella mediante un amplificador mágico como un tatuaje, Harry necesita toda la ayuda que pueda cuando se enfrente a sus enemigos- observó curioso como el patético mago se atragantaba con su propia saliva.

-¿¡Enemigos!?- preguntó un tanto alterado el hombrecito. Harry inclinó levemente la cabeza en confusión.

-Señor Ministro, no creerá que dejaré que aquellos que se burlaron y atentaron contra mi familia quedarían impunes ¿verdad?- alzó una de sus cejas hacia el hombre.

-Tonterías, nuestro Ministro de Magia es un hombre inteligente- comenzó Cadmus.

-Él sabe que las enemistades de sangre son algo serio- la voz de Severus se alzó apenas sobre un susurro -Además, aquí hay una alianza ¿No? Tus victorias son las de tus aliados, Harry- continuó el mago oscuro, sólo entonces Cornelius pareció notar el ambiente tenso cayendo sobre ellos cuatro, siendo el rodeado por éstos magos.

-Claro, joven Harry, siempre podrás contar conmigo, así como yo contigo- murmuró nerviosamente, mientras que con un pañuelo blanco se secaba el sudor de la frente en un gesto ansioso.

Harry le sonrió entonces, viéndose como cada centímetro del mago oscuro que era, liberando parte de su magia como Amo de la Muerte y rodeando con ella al hombre, su sonrisa de tiburón fue replicada por los hombres a su lado y Cornelius sintió sus piernas temblar de repente.

-Por supuesto Ministro, yo jamás olvido a aquellos que han tendido la mano, y mucho menos olvido a aquellos que han obrado mal contra mí- la amenaza no fue tan sutil como esperó, pero servía -Estoy seguro de que ambos nos beneficiamos de una alianza, después de todo, la gran Alianza del Wizdengamot pronto tendrá más protagonismo- Harry se divirtió al ver al hombre abrir enormemente los ojos ante la mención de un movimiento por parte de la Alianza Potter con otras familias en el cuerpo legislativo.

Cornelius Fudge sintió el peligro provenir de ésa familia, sin embargo la gloria parecía siempre estar cerca suyo, por lo que no dudo en extender la mano en señal de acuerdo y dar un apretón a la diminuta mano del niño, sellando así su destino.










Las celebraciones continuaron hasta entrada la tarde, sin embargo, a medida que la hora de la cena se acercaba, poco a poco los invitados iban despidiéndose; algunos yendo a casa para cenar y descansar y otros yendo a sus hogares para realizar sus propias celebraciones y rituales privados. Sólo dos familias habían quedado para al final de día, Andrómeda y su esposo Ted y Narcissa junto con Lucius y Draco.

Con una sonrisa invitó a las dos familias a una cena ligera, acompañados de su tía y primo, junto con Cadmus y Barty; éste último lo suficientemente fuerte como para aparecer en la ceremonia más privada, había sido puesto bajo un ligero glamour que hacía su cabello rubio mucho más oscuro; al punto de hacerlo castaño y sus ojos fueron cambiados por un verde azulado, fue presentado como un amigo cercano de Cadmus para sorpresa de nadie. Severus también los acompañaba, y Harry parecía especialmente encantado con la idea de que el hombre decidiera a quedarse a la última celebración familiar del día.





-¿Deseas hacer esto Andrómeda?- preguntó con seriedad Harry -Nadie va a obligarte a ésto, ni a pensar menos de ti por ello- se encontraban en la sala de estar luego de la cena y tanto Cadmus como él se estaban preparando para ir a la sala de rituales.

Andrómeda estaba pálida, a su lado, Ted no podía mirar a nadie a los ojos y sus manos temblaban levemente.

Los Malfoy se veían solemnes en su seriedad, sin embargo Bodhmall terminó por acercarse a ellos, tomó una mano de cada uno y los miró con sus enormes ojos celestes en una especie de transe.

-Pasará- dijo con voz firme -Así estén de acuerdo o no, pero si participas del ritual...- la mano del adolescente que sostenía con delicadeza a Andrómeda ahora pasó a acariciar el vientre de la mujer -Madre magia castiga a quienes obran mal en su nombre y recompensará a aquellos que la veneran por el milagro que es-

El chico los miró fijamente a ambos antes de levantarse y volver a su lugar un poco confundido y desorientado, miró a su madre en busca de ayuda y ella sólo negó con la cabeza, hablarían más tarde, su poder se iba manifestando cada vez más, y todos en la familia estaban orgullosos de él.

-Yo lo haré- murmuró la mujer, Ted se giró a verla con brusquedad mientras la tomaba del brazo.

-Drómeda- susurró con indignación, como si no pudiera creer lo que su esposa acababa de decir.

-Las leyes familiares son todo Ted, y si hay alguna manera de que Nimphadora sea redimida lo tomaré- el rubio sólo apretó con fuerza del antebrazo de su mujer mientras daba un suspiro tembloroso.

-No se suponía que sea así- dijo en un quejido bajo -¿Dónde nos equivocamos tanto?- continuó -¿Cuándo nuestra hija se convirtió en éste... monstruo?- preguntó a nadie en concreto.

Sin embargo, casi todos sabían la respuesta a ello, Dumbledore era capaz de hechizar a cualquiera con sus palabras de aliento y sus brillantes ojos azules, Nimphadora sólo fue una de sus tantas víctimas de ése hombre. Sin embargo, lo que ella había hecho en nombre de aquel mago podría considerarse una abominación.

-Es hora- fue la voz de Harry lo que sacó de sus pensamientos a todos en la sala de estar, Andrómeda se levantó para seguirlo y Narcissa decidió acompañar a su hermana, ofreciendo consuelo; su relación era tentativa en el mejor de los casos, de hecho, Lady Malfoy parecía llevarse mejor con Petunia que con su hermana, pero estaban progresando. Ted por otro lado, sólo negó con la cabeza, él no podía, no podía quedarse sentado y ver cómo...

-Tranquilo Ted- la voz de Harry se escuchó, el adolescente se acercó con largos pasos a él antes de agacharse a su altura en el sillón, le tomó de ambas manos y dejó que su magia saliera, reconfortando al hombre. Era fría y aguda, pero lo envolvía en un capullo protector que conmovió hasta la médula al hombre -Entendemos que estas costumbres te pueden parecer bárbaras, yo también fui criado en un entorno muggle, demonios, mi tía ni siquiera sabía de su herencia, pero hay cosas que no podemos cambiar- y aquí su tono de voz cambió, más seria y determinada -la magia es una madre amorosa cuando devolvemos ése mismo amor, pero es una enemiga vengativa cuando dañan a los suyos- soltó las temblorosas manos del hombre y se elevó a toda su altura -Somos una familia bendecida Edward Black, somos bendecidos por la Magia y por la Muerte, no permitas que la putrefacción de Dumbledore también te contamine a ti como lo hizo con tu hija- y sin más comenzó su viaje al cuarto piso dejando al tembloroso hombre detrás suyo; yendo a la sala de rituales, siendo seguido de cerca por Andrómeda y Narcissa, solos ellos tres podrían realizar el ritual ya que sería enteramente para él beneficio de la familia Black.

La sala de rituales de Grimmauld Place estaba hecho de piedra, desde las paredes hasta el techo y el suelo, dando una apariencia mucho más oscura y húmeda que el resto de la casa, una vez entraron, cuatro antorchas se encendieron, una en cada esquina y justo en el centro de la habitación, sobre una mesa de piedra, estaba Nimphadora, quien al ver a su madre ingresar, comenzó a llorar pidiendo ayuda. Estaba sobre la mesa, completamente desnuda y con cuerdas que la sujetaban a la mesa, había permanecido en esa posición desde la noche anterior por lo que estaba exhausta, además, se veía más delgada que la última vez que la vieron antes del cumpleaños de Harry, sus labios estaban agrietados y sus ojos se veían rojos por el llanto, pero aparte de ello, su cuerpo se veía limpio.

Ninguno habló, y dentro de la habitación sólo se oía el llanto de la metamorfomaga, que al ver el rostro serio de Harry sólo comenzó a llorar más fuerte.

-Por las acciones de traición en contra de tu familia, Nimphadora Black Tonks, te condenó a la muerte- el chillido de la mujer resonó en las paredes de piedra, y con un movimiento de varita las velas alrededor la mesa de sacrificio se encendieron, en cada extremo yacía una hermana, Andrómeda sosteniendo del rostro a su hija y Narcissa agarrando con fuerza de sus tobillos.

-No te elimino de la familia por que la sangre Black en tus venas servirá para renovarnos, así como pusiste en peligro a tu familia yendo con nuestro enemigo jurado, así también ayudarás a la protección de la Casa Black- una daga de plata fue tomada por el adolescente de un pequeño altar a un lado de la mesa de piedra y Kreacher apareció poco después con un orbe de ámbar con un montón de runas protectoras entretejidas, colocó el corazón de las protecciones de su hogar en un pequeño espacio bajo la mesa de sacrificio en un cuenco de barro con el sello de la casa, y con la daga comenzó a tallar en la piel desnuda de Nimphadora runas de poder, de protección, de fertilidad, de amor, de paz y de sabiduría.

Los gritos de la joven podrían oírse incluso fuera de la sala de rituales pero éso no impidió que Harry continuara tallando en la piel suave, runas de todas las culturas eran grabadas en cada centímetro de piel desnuda, todas con el mismo significado, repitiéndose una vez que la serie terminaba, comenzando todo de nuevo.

-El dolor se transforma- murmuró Harry en voz baja -El odio transmuta- continuó -Pero la sangre permanece- recitaba en voz baja, siendo seguido por las dos hermanas que repetían cada frase sólo unos segundos después de Harry. Hasta que ya no quedó ni un solo parche de piel sin marcar, Nimphadora yacía inconsciente mientras la sangre caía lentamente de las heridas para resbalar por la piedra, siguiendo un camino tallado en ella que hacía gotear el líquido carmesí sobre el orbe de ámbar.

Harry a su vez se cortó la palma de la mano, con la misma daga de plata, Narcissa fue la segunda en cortar su palma, Andrómeda la última, y juntos los tres presionaron su palma ensangrentada en el orbe.

-Nosotros tres llamamos a los espíritus de nuestros antepasados, llamamos a la magia antigua y le ofrecemos éste sacrificio en nombre de la Casa Black- los tres pronunciaron al mismo tiempo.

-Madre magia, ofrecemos nuestra propia sangre en sacrificio para la familia, protege la sangre y nutre nuestra casa con tu gracia divina- ésta vez fue Narcissa quien habló.

-Pedimos perdón por ésta hereje y dejaremos que tu elijas su final, somos tus fieles y no pediremos misericordia por aquellos que no lo merecen- la voz de Andrómeda se oía ronca por las lágrimas derramadas pero éso no impidió que terminara su oración.

Entonces Harry dio un profundo suspiro mientras empapaba sus dedos en la sangre de Nimphadora antes de acercarse a Andrómeda, los ojos verdes se enfocaron en el vientre de la mujer y ella sólo pudo levantar su blusa larga dejando descubierto su piel impecable.

-Sangre por sangre- recitaba mientras comenzaba a escribir el nudo de la Maternidad sobre su vientre, que eran una serie de nudos que formaban dos corazones entrelazados como sólo uno, con una forma triangular descendente, el segundo corazón del medio quedaba justo por encima de su ombligo -Vida por vida- continuó. El nudo de la madre celta era el símbolo de unión familiar, y representaba el vínculo sagrado que existe entre la madre y el hijo, la fuerza y la confianza entre la familia -Los corazones se entrelazan en un nudo sin fin...como tampoco tiene fin su amor- su propia mano, todavía sangrante se colocó en su pecho y pronunció.

-Madre Magia, consuela a ésta hija tuya, su corazón no pecó en tu contra, no fue su culpa que su descendencia actuara en su contra, humildemente pedimos su bendición para que la familia se renueve, le enseñaremos a nuestros hijos, y los hijos de sus hijos tus caminos, como lo hemos hecho hasta ahora. Ante ti ofrecemos a ésta hereje y su madre aquí está dispuesta a aceptar el castigo que le impongas, por que cada acción tiene una consecuencia, que así sea- y entonces el cuerpo de Nimphadora comenzó a temblar, después haber caído inconsciente tras la pérdida de sangre su cuerpo ahora temblaba sobre la mesa de piedra mientras pequeños gemidos de dolor que salían de sus labios ahora se convertían en gritos de auxilio, sus ojos se abrieron de par en par mientras buscaba con la mirada a su madre pidiendo perdón y rogando por ayuda, sin embargo, Andrómeda se mantuvo en su lugar, con los labios apretados y las mejillas empapadas por las lágrimas continuas, no se movió ni un sólo milímetro mientras veía como su hija continuaba recibiendo su castigo, por arte de Magia; uno por uno sus huesos comenzaron a romperse, el horrible sonido de los chasquidos de los huesos rotos ahora se unía al de los gritos de la joven mujer.

Pero aquello no fue todo, tal como lo había dicho Harry, la magia podría ser una magia devota, pues la piedra de protección de la casa brilló cegadoramente antes de que volviera a sus estado original, la sangre se había absorbido y las heridas en las palmas tanto de Harry, Narcissa y Andrómeda se curaron dejando una cicatriz, como casi todas las heridas hechas en rituales. Todos dentro de la sala observaron durante un breve momento el resplandor rosa en el vientre de Andrómeda antes de que la mujer se cubriera protectoramente la zona, la bendición también lo había alcanzado a ella, pero la magia también era vengativa con quienes obraron en su contra; observaron en silencio como las llamas aparecieron de la nada, ampollando la piel desnuda mientras iba carbonizando todo a su paso, los gritos aumentaron antes de que todo se detuviera, las llamas continuaban consumiendo el cuerpo sobre la mesa de ritual, y estuvieron allí observando hasta que ya no quedó nada, la última lengua de fuego acarició las cenizas bajo ella y pereció.

-Que así sea- murmuró Narcissa, notando como un viento sobrenatural esparció las cenizas por toda la sala de ritual; incluso sus cenizas traidoras ayudarían a la casa que trató de dañar.

Un suave resplandor plateado cubrió las paredes mientras Andrómeda murmura también un suave -Que así sea- puede que su hija haya sido una desgracia en vida, se dijo la mujer tocando con tristeza la pared húmeda de la sala de ritual, pero su muerte pagó con creces su traición, recordaría todos los buenos momentos que tuvieron cuando eran más joven, pero la historia de Nimphadora la Hereje de la Casa Black, fue escrita con sangre ésta noche y nadie sería capaz de ignorar su traición o, las consecuencias de traicionar a la familia.














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