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The Freedom of the Death

El tiempo había dejado de tener sentido hace mucho, toda su esperanza se había perdido y la posibilidad de un futuro fuera este lugar se había destrozado en un segundo.

El suelo estaba frío, el tiempo que llevaba allí acostado en este no había hacho nada para calentarlo ni un poco, las costras y moretones ya deberían estar empezando a destacarse en su piel, y si pudiera verse en un espejo probablemente le sería difícil ubicar su una vez prístina piel blanca.

Iraq le había prometido que le haría desear que lo hubieran matado, y joder, los estaba logrando, Israel había empezado a anhelar cada día más que la siguiente paliza sea la última, que el árabe esta vez aplicara más fuerza al golpe, más presión al cuchillo, que se tardara solo un poco más antes de soltarlo cuando lo asfixiaba, que la siguiente vez que cierre los ojos fuese la última...

Ya no sostenía la falsa esperanza de alguien viniéndolo a salvar, si USA lo hubiera querido salvar ya lo habría hecho ¿verdad?, y realmente no podía imaginar a nadie más movimiento un solo dedo para ayudarlo a sobrevivir...

La razón de su actual tortura se repetía en su mente, cuando Egipto lo derribó, supo que era el fin, su plan de escape se había convertido en un plan suicida, había tomado la última pizca de confianza y cariño que el árabe había tenido por él y él la aplasto y pisoteo con su pequeño truco ¿Pero en que estaba pensando cuando se le ocurrió hacer eso?

No estaba pensando cuando lo hizo, punto.

Se aprovecho del estado mental de su antiguo compañero y creyó que se saldría con la suya al final, olvido por un momento que los árabes confiarían en la palabra de Egipto antes que, en cualquiera de sus acciones, su pequeño truco solo le había costado el perder al único que se interponía entre él y la muerte.

Una repentina tos lo sacó de sus pensamientos, el sabor cobrizo al que se había empezado a acostumbrar escurriendo de su boca, la última "visita" de Iraq debe haber abierto una de sus heridas internas, y eso no debería de alegrarlo tanto, pero...

Abrió los ojos, aunque tan rápido como lo hizo cerro uno de ellos, ardía demasiado como para molestarse en intentarlo, su otro ojo fue recibido con una vista familiar.

Había sangre manchando toda la "habitación".

Le recordaba a una de esas películas de terror que USA le solía mostrar, este cuarto habría sido perfecto para representar una maldita sala de tortura, ya había sangre manchando las paredes cuando Iraq lo arrastro ahí hace quien sabe cuanto tiempo, y su propia sangre se unió poco después de eso a la macabra imagen que el lugar presentaba.

Un ruido fuera del cuarto lo hizo tensarse, las cuerdas que lo sostenían se rasparon dolorosamente contra su piel desnuda, su camisa destrozada hace tiempo entre golpes y cuchillazos, la ligera humedad en estas por la sangre que las había manchado habiéndose vuelto rojizas, parecía que lo sostenían intestinos en lugar de cuerdas, el entumecimiento de sus brazos había dejado de molestarlo hace mucho.

El ruido había parado, pero podía ver que había alguien parado fuera de la puerta, más de uno si las sombras eran un indició.

El miedo empezó a crecer al adivinar quienes estaban fuera, pero entre el miedo había también una especie de esperanza.

¿Sera que este era el día?

¿Su martirio terminaría pronto?

La puerta se abrió y él quedó momentáneamente cegado por la luz de afuera, los pasos sonaron dentro del cuarto, no se dijo una sola palabra y cuando por fin se acostumbro a la luz del lugar fue recibido con la vista de una bota dirigiéndose a su cara.

Gritó ante el brutal impacto, sabía que hacerse el fuerte no le iba a traer ningún beneficio.

- Despierta, despierta princesa, hoy es un día muy especial para todos. -La cantarina voz de Iraq fue la primera en oírse, la ira se había ido hace tiempo y solo dejó el placer sádico de torturarlo.

La voz de Siria sonó tan fría como siempre. -Sigo sin entender ¿Cómo este patético ser ha logrado llegar tan lejos en el mundo? Mírenlo, sangrando como un animal para el matadero. -Otra patada le siguió a eso, esta vez en su estómago.

Jordania habló con su característico tono bajo, su voz sonando como si no le importara en lo más mínimo estar ahí con él. - ¿Importa? Luego de hoy nunca más tendremos que preocuparnos por él, junto al beneficio de que su muerte será otro golpe al capitalista, así que deja de jugar y ayuda a Mau a preparar todo -

Si escuchar sobre su muerte siendo usada contra USA no lo hubiera asustado, ese ápodo lo aterro, porque sabía de quién hablaban, y con lo debió ser lo último de energía que le quedaba alzó la vista hacia el frente del cuarto.

Egipto ni siquiera lo volteo a ver, más concentrado en montar una cámara, no parecía haber cambiado desde la última vez que se vieron, físicamente al menos...

Cuando esos ojos rojos finalmente se encontraron con su mirada fue cuando notó el mayor cambió en el egipcio.

Esos ojos que, aunque fríos, al verlo solían derretirse un poco, ahora se encontraban vivos y brillantes, había una anticipación en esa mirada, como si el otro no pudiera esperar a comenzar lo que sea que le fueran a hacer.

Tan concentrado estaba en Egipto que notó las miradas intercambiadas entre los otros tres ocupantes del lugar o como sus posturas se relajaron cuando notaron lo mismo que Israel en la mirada del egipcio, los tres aliviados de que la terapia y medicación de su compañero empezara a dar frutos.

Por otro lado, Israel se vio obligado a apartar la mirada cuando un fuerte tirón en su cabeza lo obligo a ponerse de rodillas, Siria y Jordania yéndose al lado de Egipto mientras Iraq se quedaba sosteniéndolo.

La cámara se encendió.

- ¡USA, feliz cumpleaños! Esperamos que nuestro regalo haya llegado a tiempo, lamentaríamos dejarte un segundo más sin saber qué ha pasado con tu noviecito. -Sintió como se le iba el aliento y no era solo por el golpe que vino luego aquella introducción.

¿Ellos, iban a grabar su...?

Las palabras siguieron saliendo de la boca de Iraq, pero lo único que oía era ruido blanco, lágrimas empezaron a formarse en sus ojos ante lo que todo esto implicaba.

La Coalición no temía a cualquier reprimenda del bloque capitalista, no temían lo que USA podría hacer una vez que le enviaran lo que estaban grabando, ¿Cuánta influencia había perdido América en su tiempo de encierro?

- ¿...si fueras tan amable Egipto? -Eso lo regreso a la realidad, lo que vio solo le hizo finalmente soltar lágrimas.

Egipto había sacado un cuchillo terriblemente familiar y se lo estaba tendiendo a Iraq con una sonrisa en la cara, como si no le estuviera tendiendo lo que seguramente sería el arma que le mataría ese día.

El cuchillo parecía haber sido afilado recientemente, la hoja curva diseñada para desgarrar al entrar y al salir del cuerpo y su captor se aseguró de dejárselo en claro al pasarlo por un costado de su cara, la sangre escurriendo de sus nuevas heridas, e Israel solo rezaba a Yahvé por el fin de su sufrimiento en este mundo.

El cuchillo continúo pasando por su cuerpo, el ojo desenfocado de Israel buscaba cualquier lugar para posarse, cualquier cosa que distrajera a su mente del dolor que estaba experimentando, esta casi seguro de que Iraq no era el único que lo estaba torturando, se podrían estar turnando y él no se estaría enterando, su mente haciendo lo imposible para fingir que nada ocurría.

¿Estaba muerto ya?

Iraq animaba a Egipto a "unirse a la diversión".

¿Qué pensaría USA una vez vea cuan bajo ha caído?

Siria tomó la cámara, se aseguro de que la expresión de dolor del judío estuviera en primer plano.

¿Siquiera le importaría ver su muerte?

Egipto tomando el cuchillo de las manos de Iraq.

¿Cuánto mal hizo en su vida como para merecer este final?

Un tajo rápido en el cuello.

Se estaba ahogando.

El rojo estaba manchando todo a su alrededor, trataba de respirar, pero solo provocaba que más sangre saliera de su garganta, su mente en pánico le insto a pedir ayuda a quien fuera, una parte de él todavía quería vivir, atrapado o no.

Pero nadie vino.

Tal vez no era raro que lo último que viera fue a Egipto, su arma homicida aún en sus manos, la sangre aún fresca escurriendo y manchando el suelo a sus pies.

Y tal vez fuera su mente moribunda, tal vez un truco de la luz, pero mientras moría podía jurar que casi se veía arrepentido.

Israel murió sin saber si lo estaba o no, dejó que la oscuridad de la muerte le reclamara antes de hacerlo.




-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

...si se murió de verdad por si alguien pregunta.

Creo que no hice justicia a lo que quería escribir, pero esto esta desde el punto de vista de alguien moribundo, realmente no podía describir tanto.

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