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19

~*~

JungKook

Reviso el teléfono una vez más, es la quinta vez que lo hago. Le he dejado un mensaje a HeeSook hace más de media hora para preguntarle si estaba bien, pero simplemente lo ignoró como mis últimos tres mensajes.

No sé qué le pasa ahora, no sé que he hecho para que esté ignorando mi presencia una vez más, y el no saberlo, esa intriga, pues me consume.

No quiero sonar posesivo con ella, simplemente me preocupa aún más ahora que está embarazada.

Eso me lleva a otra cosa, cuando hablé con su obstetra me indicó que HeeSook presentaría leves cambios hormonales por el embarazo, que era normal que se fuese a enojar o entristecer con más facilidad. Lo cual me lleva a la misma pregunta: ¿Qué he hecho para que me ignore?

Recibo un mensaje de ella diciendo que ha salido a pasear y aunque me alivia tambien me preocupo... ella sola por la calle en su estado... no me suena buena idea.

Le dejo un mensaje dándole un sermón sobre lo que me indicó su obstetra para llevar bien su embarazo, así como también el comer tantas cosas en la calle. Y bueno, como cosa extraña de ella, terminó ignorando mi mensaje una vez más.

Pasan pocas horas luego del almuerzo y decido que voy a llamarle para asegurarme de que esté bien.

Así lo hago, me sigue preocupando sus respuestas a la hora de hablarme por lo que cuando me cuelga de manera abrupta luego de decir que me avisaba cuando llegara, muerdo mi labio inferior para calmar mi carácter. Odio que me cuelguen cuando no hemos terminado de hablar, y mucho más viniendo de ella que es mi prioridad ahora mismo. Suelto un suspiro y desabrocho dos botones de mi camisa luego de quitarme la corbata, despeino mi cabello que ya está muy largo y observo mi teléfono para ver si ha dejado algún mensaje.

— Hijo, hay un cliente que necesita que le planifiques una visita a unos de los domicilios hoy mismo. — mi padre entra diciendo eso, siendo tan directo como siempre. Me ve y me sonríe cuando le frunzo el ceño con mi teléfono aún en manos.

— ¿Qué cliente? — le pregunto mientras reviso en mi computador los nombres que me está por decir.

— Kim HeeSook... — lo miro con mi rostro de 'es en serio' y él me sonríe aún más— necesita que le hagas una visita para hablar de los planes que tiene para su nuevo hogar.

Habla de manera tan precisa que se nota las indirectas para ambas partes, como si fuese un cliente y también como si hablara de ella como mi familia.

— Está algo reacia conmigo, se porta de forma malcriada a veces. — suspiro y él se ríe suave.

— Al parecer mi nieto aún no te perdona que hayas lastimado a su mamá. — comenta con burla y lo miro de mala gana mientras quito mis lentes.

— Le he pedido perdón de mil maneras distintas, le he apoyado con todo mi amor por ella y el bebé... y aun así parece que me odia muy en serio.

— Bueno es normal que aún tenga esa espina por ti, te trata de esa forma porque seguro que aún se siente insegura o tiene miedo de que la vuelvas a abandonar.

— Pero no será así, padre... la amo y estaré con ella siempre que me necesite, pero ya no sé de qué manera demostrarlo para que me crea. — suelto un bufido y él asiente entendiendo.

— Escucha — dice mientras se sienta frente a mi— las mujeres son fuertes... pero a veces... las emociones en ella son más débiles, por lo que para ti no pudo haber sido tan fuerte como para ella el haber rechazado a su hijo en un principio... — hace una pausa y lo espero— Aún está molesta... tu sólo sigue demostrándole tu apoyo y tu amor hasta y después de que ya lo tenga seguro en su mente y corazón... solo tienes que esperarla.

Asiento a sus palabras sabias y luego le sonrío murmurando un gracias. Yo no soy bueno demostrando mi cariño hacia mis padres, más sin embargo ellos me conocen y saben que los amo y los respeto demasiado.

— En verdad gracias, papá. — murmuro y asiente levantándose para caminar hacia mi y palmear mi hombro seguido de despeinar mi cabello.

— Tu madre y yo estamos ansiosos de ver a HeeSook otra vez, coméntale y tal vez acepte visitarnos, tu madre quiere saber de ella y del embarazo. — asiento suave.

— Intentaré convencerla de aceptar. — él ríe suave y asiente.

— ¿Por qué no te vas más temprano hoy? Ve a ver a HeeSook, seguro que te hace mucha falta verla.

No respondo nada y simplemente le sonrío sin ganas. Claro que la extraño y la quiero ver, pero ella sólo me pisotea cada intento.

~*~

Un rato antes

HeeSook

Suspiro acariciando las prendas en el gancho que cuelga de la tienda. Hay muchísimos enterizos para bebés, de diferentes colores y tamaños... me voy a volver loca con tanta hermosura.

Había salido a pasear un rato y observar algunas cosas para comprar más adelante. Desayuné y almorcé en una cafetería y un restaurante del centro comercial mientras revisaba los nuevos proyectos para el programa de la emisora. Había vuelto al trabajo luego de unas semanas de descanso... en contra de lo que quería el señor que es aún mi esposo.

Llevo mi mano a mi pequeña panza que ya se está notando mucho más y la acaricio mientras hojeo el cronograma y tomo del vaso con jugo de manzana que pedí en la misma cafetería en la que desayuné horas atrás.

Sobre JungKook, bueno, no ha pasado mucho. Está muy atento a lo que necesito y lo que no necesito, siempre pregunta si quiero esto o si se me antoja esto otro, y cuando le digo que no aparece el vigilante de mi edificio en mi puerta con ello entre las manos treinta minutos después. Sí, me está malcriando al niño incluso desde antes de que nazca.

Hoy no le respondí su mensaje de buenos dias, por lo que no es extraño que insistiera, y luego de que lo hice y que me preguntara qué hacía le comenté que había salido a pasear, por lo que tampoco fue extraño que su regaño me retumbara en los oídos aún con solo leerlo, es que me lo imagino todo molesto frente a mi. Según él no debo salir tanto ni caminar demasiado por mi embarazo.

Entiendo su preocupación, luego de que le contase mi problema para concebir se volvió aún más protector de lo que ya era.

Reviso mi teléfono que tiene una llamada entrante del susodicho y la contesto para murmurar un 'hola'.

— ¿Estás bien? ¿No te has cansado? ¿Quieres que te recoja? — dice rápidamente que no me deja oportunidad para contestar cada una.

— Estoy bien, JungKook no te preocupes... ya estoy por irme a mi casa. — le digo para que no se preocupe demasiado.

Voy por ti. — propone y murmuro una respuesta negativa.

— Estaré bien, solo quiero caminar... — susurro lo último y escucho su murmullo.

No me gusta que estés sola. — menciona indeciso.

— Ya he venido un par de veces... te avisaré cuando esté en mi casa ¿Sí?

No sé... pero sé que harás cualquier cosa para salirte con la tuya, así que no sé qué decir. — otra vez su murmullo delata lo inconforme que está con mi idea.

— Te avisaré. — no digo nada más y cuelgo el teléfono. Si no lo hago seguramente me convencería él a mi... y por ahora no quiero verlo.

No lo sé, pero después de varias semanas siento un leve rechazo hacia su persona... cualquiera me llamaría loca, pero según la doctora es posible que empiece a tener mis cambios hormonales, le echaré la culpa a eso.

Ha pasado tiempo, no sé cuánto, desde que JungKook llegó en mi departamento pidiendo ser parte de la vida del nene que llevo en mi vientre, ese mismo que nos vincula a ambos. Ya hoy tengo casi mis tres meses y aunque la panza se nota un poco más no deja de ser pequeña aún.

Por otra parte, he tenido pequeños desacuerdos con Jungkook últimamente, ya que siempre que quiere verme no puedo atenderle o yo misma le invento una excusa para no verlo... no me culpen, en serio es muy incómodo para mi tenerlo cerca, es muy extraño... aunque de igual forma él sigue estando al tanto de todo. Él mismo fue al consultorio de mi obstetra y le pidió una lista de todo lo que no puedo comer y beber, así como también una lista de vitaminas y medicamentos que debo tener al pie de la letra por mi embarazo de alto riesgo.

Me parece lindo, pero a su vez irritante... me estoy volviendo loca.

Pasados varios minutos camino suavemente hacia la salida del centro comercial y emprendo mi camino de regreso a casa. En el camino se me antojan unas gomitas dulces con forma de oso y no me evito el comprarlas, para así comerlas en el trayecto.

Al llegar al departamento me quito los zapatos y me quedo descalza para sentir lo cálido de la madera bajo mis pies, con la calefacción encendida solo puedo sentarme en mi sofá luego de buscar una barra de chocolate en la alacena, mis favoritas desde hace semanas. Enciendo el televisor y coloco una película animada para pasar la tarde.

No sé en qué momento me quedo dormida, lo que sé es que unos parpadeos me hacen caer en cuenta que es de noche, y unos toques a mi puerta me hacen poner mala cara por haberme despertado.

— Ya voy... — menciono por lo alto mientras camino hacia la puerta con la manta acolchada sobre los hombros. Llego a la puerta y observo a través de la lentilla, ruedo los ojos y suspiro antes de abrir— deja el apuro y el escándalo, estaba dormida y me asustaste. — murmuro mirando de mal forma a la persona frente a mí. Me doy la vuelta y camino hacia el sofá escuchando sus pasos seguirme.

— Dijiste que me avisarías y no lo hiciste ¿Tienes idea de lo preocupado que estaba? — me dice con su tono asustado y preocupado— dios... eso no se hace, HeeSook.

Ruedo los ojos nuevamente fastidiada con su escándalo... está muy dramático últimamente. Me doy la vuelta y lo miro con mi rostro de fastidio y cansancio.

— Tampoco es para tanto, JungKook... me quedé dormida, es todo. — me encojo de hombros.

— ¿No es para tanto, dices? HeeSook, estás embarazada, tu embarazo es de alto riesgo... — se acerca un poco y con sus dedos empieza a enumerar— no debes caminar demasiado, no te debes agitar, no puedes comer cualquier cosa, y vives aquí sola... ¿sigue siendo no importante el que me preocupe por ti y por nuestro hijo? — pregunta ofendido y suelto un suspiro sentándome en el sofá para no verlo a los ojos.

— Simplemente digo, que no es para tanto porque me quedé dormida apenas llegué... estás exagerando, debiste llamar.

— ¿Crees que si no lo hubiese hecho estaría aquí así de esta forma? — vuelve a preguntar ofendido y suelto un sonido de queja por su drama.

— Ay ya JungKook, estoy bien ¿ves? Ya pasó... — le digo de mala gana, y aunque no lo veo sé que está negando con su cabeza.

— Ya las hormonas te están atacando por lo visto. — dice con tono neutro y cuando lo miro veo que está cruzando los brazos. No debió decir eso.

Me levanto nuevamente y lo miro de mala gana.

— ¿Hormonas? — pregunto ofendida— eres un idiota. — farfullo y él me ve con el ceño fruncido.

— ¿Y qué fue lo malo que dije ahora? — pregunta sin entender mientras se encoje de hombros con sus brazos aún cruzados— La doctora fue muy específica al decir que tus hormonas te harían cambiar el carácter... y ya me doy cuenta de eso... — baja los brazos y suspira— no te ofendas por cada palabra que digo, últimamente has estado muy extraña, me esquivas todo el tiempo y no comprendo porqué si habías aceptado que fuese parte de la vida de nuestro hijo... — Sigo viendo su rostro sin saber qué decir y él continúa cuando se acerca a mi un poco más— Soo, sólo me preocupa tu bienestar y el del bebé, no comprendo porqué ahora estás reacia conmigo... — coloca sus manos en mis hombros y los masajea suavemente. Bajo la mirada de sus ojos y me concentro en la parte de su pecho que deja ver los dos botones desabrochados de su camisa.

Suspiro sintiéndome extraña y bajo aún más la cabeza.

— Estoy cansada, JungKook... voy a dormir. — murmuro intentando pasar a su lado, pero su mano toma mi brazo deteniendo mi paso.

— Hey. — susurra haciéndome girar cuando él se gira a mi— me preocupo por ti porque te amo, Soo... no pretendo ser fastidioso o posesivo contigo, solo... quiero que de verdad me tomes en cuenta. — murmura con su rostro triste, y no entiendo porqué ese rostro no me hace sentir ese pequeño desprecio hacia él. Mi bebé me está volviendo extraña en verdad.

— Voy a dormir. — murmuro ya incómoda con la situación y veo como asiente suave, su mano en mi brazo baja levemente tomando la mía, se acerca a mi rostro y deposita un suave beso en mi mejilla que me hace sentir un escalofríos por todo mi cuerpo.

— Descansa, amor. — susurra en mi oído y me hace tragar fuerte. Su otra mano pasa a acariciar suave mi pancita y suelto el aire suavemente para disimular mis nervios.

Me doy la vuelta y camino de forma rápida hacia mi habitación. Cierro la puerta detrás de mí y suelto todo el aire contenido en mis pulmones en un fuerte suspiro. Que incómodo había sido eso, aunque... también fue muy lindo.

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