~*~

JungKook

No dejo de pensar en el momento del pequeño encuentro con HeeSook, el cómo simplemente me hizo a un lado sin importarle que la hubiese llamado.

Me duele, sin duda me duele muchísimo su rechazo... mierda y claro que lo merezco.

Veo que Jimin entra a mi oficina con su rostro serio y frunzo el ceño, extrañado de que estuviese aquí. Camina a mi escritorio y me mira a los ojos.

— Vine a traerte tu auto. — me muestra las llaves y las coloca sobre el escritorio. Las miro y luego a él que se da la vuelta.

— Hey Jimin. — lo llamo levantándome del asiento y él se gira nuevamente para verme— Entiendo que estés molesto por todo esto pero... necesito saber donde está HeeSook y solo tu puedes ayudarme.

— JungKook, si ella no te ha querido decir es porque no quiere que sepas ¿no? — suspira y niega— solo dale su espacio y tu también piensa las cosas... todo ha terminado muy fuerte entre ustedes y lo mejor es que se separen de una vez por todas ¿no crees?

— No, no me voy a rendir tan fácil a perderla... HeeSook es el amor de mi vida, y maldición... claro que lo he pensado, no he dejado hacerlo desde que pasó todo. — destaco con molestia y él vuelve a respirar hondo— solo... quiero hablar con ella, pero no tengo ninguna manera de contactarla... la vi hace unas horas en una cafetería pero me evadió y no pude detenerla...

— No puedo ayudarte, lo siento. — niega dándose la vuelta y lo tomo del brazo para volver a verlo.

— Jimin, por favor... te lo pido como tu mejor amigo. — suplico pero él se encoje de hombros.

— Es que la verdad no puedo ayudarte. — lo miro mal y prosigue— es en serio, fui a recoger tu auto a la casa de sus padres... solo le hice ese favor y regresé, no he vuelto a hablar con ella.

— ¿Tiene el mismo teléfono? — él asiente y relamo mis labios— es imposible... tampoco me contestará las llamadas.

— ¿En verdad la quieres recuperar? — pregunta suave y yo lo miro asintiendo más que seguro— ¿Aceptarías a ese niño que viene en camino? — me quedo viendo sus ojos y me doy cuenta que me tardo más de lo debido, por lo que él prosigue— es mejor que la dejes tranquila, JungKook... es lo mejor para ambos.

Sale de mi oficina y no logro detenerlo. Llevo mis manos a mi cabello y enredo mis dedos en las raíces, tomo varias bocanadas de aire para calmar mi ansiedad pero es muy difícil controlar el impulso de fumar para desahogarme.

Regreso a mi escritorio y abro uno de los cajones para sacar un cigarrillo junto al encendedor. Me acerco a la ventana y la abro para llevar el cigarrillo a mis labios y encenderlo, suelto caladas calmantes pero dolorosas a la vez.

Al terminar tiro la colilla luego de triturar la misma en el cenicero. Me siento en el escritorio y tomo uno de los caramelos que hay en mi escritorio.

No sé qué haré, esto puede conmigo.

***

Luego de unas horas decido levantarme de mi escritorio e irme más temprano, tengo que lograr dormir algo más de las 3 horas habituales.

— Me iré más temprano. — le aviso a mi padre desde la puerta de su oficina, él levanta la mirada de los papeles en sus manos y me asiente.

Salgo de las oficinas y entro al elevador para bajar al estacionamiento. Encuentro mi auto en su puesto habitual y quito la alarma para sentarme en el asiento piloto, cierro detrás de mí e introduzco la llave para encender el vehículo. Tomo una bocanada de aire y el olor floral me hace sensible... es el perfume de ella que huele levemente en el aire dentro del vehículo, pero puedo sentirlo gracias a mi capacidad para percibir los olores.

Reviso los asientos por si acaso no haya dejado algo que deba devolver, pero no, esta muy limpio. Salgo del puesto donde estoy estacionado y empiezo a darle marcha al audi.

Ya manejando por las calles me sumerjo en los pensamientos mientras veo la carretera.

No quiero perderla, no quiero dejarla ir... quiero estar con ella.

Pensamientos como esos me hacen cegarme ante la realidad de estar manejando por las calles transitadas. Tanto así que una luz me ciega por completo y una gran bocina me hace girar el volante a un lado.

El auto se detiene por chocar contra algo y quedo atónito hasta que no escucho nada de las voces externas a mi auto.

~*~

HeeSook

Con el teléfono en mi oreja mientras hablo con mi madre me dirijo a la puerta que acaba de ser tocada. La abro y le sonrío suave a la persona detrás de esta, camino nuevamente a la sala de mi nuevo departamento mientras la persona cierra la puerta con suavidad y me sigue hasta sentarse a mi lado en el sofá.

Cuelgo el teléfono prometiendo a mi madre enviarle la dirección en un momento.

— ¿Qué estás haciendo aquí? — pregunto con suavidad mientras le envío la dirección a mi madre por teléfono.

— Vine para visitarte y avisarte que ya le hice entrega de las llaves a JungKook. — le sonrío agradecida y él me la devuelve.

— Muchas gracias, Jimin. — le digo aliviada y él hace un gesto despreocupado con su mano.

— Sólo... quería contarte que de verdad me siento muy mal por haberle mentido a JungKook... es mi mejor amigo y también me duele mucho como está. — me dice con suavidad y trago fuerte mientras veo el piso.

— No puedo hacer nada, simplemente no funciona nada entre nosotros por no estar de acuerdo en la crianza de este bebé. — me acaricio el vientre y él sonríe muy amplio.

— Bueno en realidad fui capaz de mentirle a JungKook sólo porque me dijiste que lo hiciera por mi sobrino. — me apunta alegre y sonrío para luego reír suave.

— Y ahijado. — le apunto y él abre la boca emocionado.

— ¿Es en serio, HeeSook? ¿Quieres que sea el padrino? — pregunta muy emocionado y asiento.

— Claro, pero hay que esperar a que nazca. — le aclaro y él asiente más que feliz.

— Ya no me siento mal... primero mi ahijado y luego los demás. — dice con orgullo y niego entre risas.

— ¿Quieres pastel de piña? Compré uno muy bueno en la cafetería del centro. — le cuento animada y él asiente.

— JungKook me dijo que te vio allí...

— Ni lo menciones... creí que ibamos a armar una escena como esas de los Doramas... tuve que salir huyendo al auto. — cuento de lo más incómoda y él ríe suave mientras me sigue a la cocina.

— Cuando hablé con él estaba muy mal, HeeSook. — me cuenta y lo miro mientras saco el pastel del refrigerador— ¿Por qué no hablas con él? Créeme cuando te digo que en verdad quiere hablar contigo.

— El problema es que ya lo he hecho infinidades de veces, Jimin... siempre terminamos discutiendo ¿Para qué volverlo a hacer? Es mejor separarnos. — me encojo de hombros mientras le sirvo una porción en un plato pequeño y luego sirvo el mío.

— Te extraña... — menciona tomando el plato y con la cucharilla toma un poco para llevárselo a la boca.

— Y yo a él... — respondo suave pero luego suspiro— Pero si él no quiere a este bebé prefiero no estar a su lado. No quiero que crezca siendo aborrecido por su propio padre ¿lo entiendes?

Él asiente y llevo también un bocado a mi boca.

— ¿Qué tal si JungKook aprende a quererlo? — lo miro con un gesto de 'basta' por su insistencia y se encoge de hombros al notar mi mirada— Poco a poco puede aprender a amarlo...

— No me des falsas esperanzas, Jimin... — el chico asiente.— ah... prefiero no seguir hablando del tema ¿si? — él asiente entendiendo y seguimos comiendo el pastel.

— Esa cafetería sí que tiene buenos postres. — dice en medio de una queja por lo delicioso que es lo que come.

— Sí... — asiento de acuerdo y mil memorias de Jungkook llevándome pastel de chocolate, galletas de coco, galletas de chocolate... ese lugar se convirtió en nuestro favorito por eso.

Además de que su propuesta de matrimonio fue dejando la sortija dentro de un pastel de chocolate. Tan cursi, lo sé... pero para mi fue lo más hermoso del mundo.

Siento una pequeña molestia en el pecho que me dice que algo no está bien. Sacudo mi cabeza para dejar a un lado esos recuerdos y decido hablar de otra cosa para alivianar el ambiente y el pequeño dolor.

— Hoy me hice una ecografía... ¿Quieres ver a tu sobrino? — le pregunto animada y él sonríe ampliamente.

— ¡Claro que sí! — responde igual de emocionado que yo y caminamos hacia la sala para mostrarle las fotos en mi teléfono y el video del latido de mi bebé.

Al estar en el sofá escuchando los latidos Jimin dice algo que me hace sentir incómoda nuevamente.

— Por esos latidos se nota que va a ser tremendo como su padre. — se ríe y luego me mira cambiando su rostro a uno de vergüenza— Lo siento... — articula apenado y niego brindándole calma.

— No te preocupes, de todos modos es hijo de JungKook. — me encojo de hombros y él parece apenado.

— Oye ¿Me pasas esas fotos y el video? Quiero restregar en la cara de mis compañeros que sí me escogieron como padrino. — me pide haciendo puchero y lo pienso por un rato, luego asiento sin más y él amplia su sonrisa— Gracias HeeSook... nadie me había tomado en cuenta para algo tan emocionante.

— Oye también fuiste nuestro padrino de bodas. — me quejo y él ríe.

— Sí pero mira por donde se fueron las cosas... mejor ser padrino de un bebito. — dice mientras ríe y yo lo acompaño.

— Jimin... — le llamo viendo como levanta su mirada de su teléfono— hagas lo que hagas no le muestres nada de eso a JungKook, por favor.

— Esta bien — asiente y lo miro aún desconfiada, me sonríe y me siento un poco más tranquila— ¿Y es sobrino o sobrina? — pregunta esta vez confundido para calmar la situación. Ruedo los ojos.

— Está muy pequeño, Jimin... aún no se sabe. — le respondo y él asiente entendiendo.

— Sí es niño seguro tendrá tremendo pe...

— ¡Jimin! — me quejo escandalizada y él me mira curioso.

— ¿Qué? — pregunta confundido— de todos modos tiene que sacarlo como su papá porque tremendo paquete que tiene el cabeza de nuez...

Llevo mis manos al rostro y niego ante las cosas que dice... ahora me pregunto si es buena idea ponerlo de padrino. Sigo riendo y él tiempo se va volando mientras seguimos hablando.

Cuando Jimin se va me quedo pensando en lo que hablamos, sobre todo en JungKook... sí es cierto que está muy mal me ha preocupado. Acaricio mi abdomen suavemente y suspiro yéndome a la habitación.

Al llegar a esta no termino de recostar mi cuerpo cuando nuevamente me levanto para ir corriendo directamente al baño con la mano sobre mi boca.