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~*~

HeeSook

Abrazo a mi madre más fuerte mientras ella soba mi espalda.

— Tranquila HeeSook ¿si? — su voz suave cala mis oídos pero aun así no es capaz de calmarme. Me siento mal, me siento rota, vacía y sola...

— Sé que tendré que salir adelante sola pero... igual duele mucho porque lo amo demasiado. — cuento con la voz temblorosa y ella acaricia mi cabello.

— Igual pienso que estas actuando demasiado rápido, HeeSook. — me separo y la miro ofendida.

— ¿Lo vas a apoyar? — pregunto escandalizada.

— No es eso, HeeSook. Te lo digo porque... claramente un hijo no era lo que quería JungKook, sé que ambos fallaron al crearlo, pero te recuerdo que para él es difícil asimilar todo. Solo... dale unos días para que se de cuenta de toda esta situación. — me dice suave y miro a otro lado volviendo mi rostro serio. No es posible que me diga esto— Según lo que me contaste tengo muy en claro que JungKook está acorde con que también fue su culpa, es sólo que está aterrorizado y...

— ¡Y yo también, mamá! — exclamo pero ella me mira tan seria que me hace murmurar un "lo siento" por haberle levantado la voz.

— Pero tú lo querías, en cambio JungKook no, y para él es aún más fuerte el hecho de que algo que no quería está sucediendo. — vuelvo a mirarla mal y prosigue— para darte un ejemplo, imagina que la ginecóloga te dijera que no puedes tener hijos ¿como te hubieses sentido sabiendo que no podrías concebir el hijo que tanto deseas?

Entiendo lo que mi madre quiere decir, pero no quita que me sienta furiosa y dolida con Jungkook. No cambia el hecho de que me duela que no lo quiera.

— Pero él no lo quiere... me pidió no tenerlo ¿Crees que merezca mi compasión? — pregunto ofendida y ella me mira calmada. Sabe que estoy dolida y aún así no me regaña.

— No te digo que le tengas compasión, solo que le des un poco de tiempo para asimilarlo. — me levanto de la cama y me siento nuevamente alterada.

— ¿Qué no entiendes, madre? Me dijo que no quiere ser padre y...

Ella se levanta y me interrumpe con su voz por sobre la mía.

— El hecho de que ese bebé esté creciendo dentro de ti ya lo hace padre por haber concebido un hijo... él verdadero amor paterno se crea en la crianza. — se acerca a mi y me toma de las mejillas— JungKook terminará aceptando a esa criatura hermosa. — baja una de sus manos a mi abdomen y suelto lágrimas sobre su mano.

— ¿Qué te hace pensar que será así? — pregunto sin darme esperanzas.

— Porque un hijo es lo más preciado, lo más amado, pero también es lo que más miedo da. — murmura y acaricia mi mejilla. Vuelvo a soltar lágrimas sin saber qué decir o hacer— ¿Te preparo tu sopa preferida?

Le sonrío aún entre lágrimas y asiento suave.

~*~

↪Días después↩

JungKook

Estoy mal, me siento peor que estos días... esta mañana fui a la casa de la madre de HeeSook, pero al llegar me llevé la sorpresa de que no estaba allí. Según su madre había conseguido un lugar cerca de su trabajo y decidió mudarse allí, la incertidumbre está en que le dijo a su madre que en lo que se instalara le mandaba la dirección, y su madre aún no me ha avisado nada.

Esto es una maldita tortura.

Llego a la oficina y empujo la puerta para entrar, pero me percato de que alguien entra detrás de mí.

— JungKook necesitamos hablar. — Mi padre dice tan serio que me hace pensar en lo importante que es el tema.

Al sentarnos en el sofá lo miro.

— Dime ¿Qué pasa?

— ¿Que "qué pasa"? JungKook eso te pregunto yo a ti... ¿qué pasa? Ayer me entregaste unos documentos que no estaban terminados, otros no tenían tu firma y otros ni siquiera me los has entregado. — pregunta preocupado y suspiro mirando al piso. Lo que menos quiero es que él también esté enterado del problema entre HeeSook y yo.

— Solo tengo inconvenientes en casa ¿Sí?

— ¿Es por el embarazo, no? — pregunta y lo miro cansado. ¿Cómo es que se entera de todo?

— ¿Cómo sabes eso? — pregunto con el mismo tono y él suspira.

— Ayer fui a una pelea de boxeo junto al padre de HeeSook, él me comentó... — entrelaza los dedos de sus manos y me mira— más bien cuéntame qué sucede para que ahora tu estés así y ella esté viviendo con sus padres.

La verdad no sé si contarle porque no quiero nuevamente detallar todo lo sucedido... pero termino haciéndolo.

— Sólo... no pensé con la cabeza fría y bajo el efecto del alcohol hice esa estupidez... sé que es mi culpa, estoy consciente de ello, pero... aún así tengo miedo de lo que pueda pasar. — murmuro, él asiente entendiendo mi posición.

— Te entiendo, hijo. — murmura y me sonríe suave— ¿Sabes? Cuando tu madre me dijo que venías en camino me aterroricé tanto que creí que me desmayaría en la sala de parto... — hace una pausa y continúa— pero cuando te vi por primera vez... sentí que todo a mi alrededor dejó de existir y sólo eran tu y tu madre frente a mis ojos. Te volviste lo más importante de nuestras vidas... y por eso nunca te dejé solo. — susurra lo último mientras lo destaca. Sé que me lo dice directamente por mi actuar con mi esposa.

— He estado buscando a HeeSook desde que se fue de la casa... y me evita a toda costa. — susurro— quisiera hablar con ella pero ahora no sé ni donde está...

— ¿Y Jimin no tiene alguna idea? — me pregunta suave.

— Jimin no responde mis mensajes, está muy molesto por mi actitud... con toda la razón. — susurro lo último con sinceridad.

— Tienes el derecho de aceptar las cosas y pensarlas si el caso lo amerita... pero quiero que recuerdes una cosa. — levanta su índice mientras lo miro a los ojos fijamente— Tu tuviste un padre, nunca te di la espalda y ese no fue el ejemplo con el que te he criado... tienes derecho a sofocarte y pensar mucho, pero recuerda que ese pequeño es sólo un bebé indefenso ajeno a lo que hacen sus padres... quiero que tomes en cuenta que... sin importar como vino, sin importar lo que hagas de ahora en adelante, ya tienes un hijo que viene en camino... y créeme cuando te digo que te va a necesitar mucho, muchísimo.

Luego de decir eso me da una palmada en el hombro y se levanta para irse de la oficina, dejándome mudo en esta triste y amarga soledad de la misma.

Luego de unas horas no pude hacer mucho en la oficina, sé que mi padre me va a despellejar pero es que no me puedo concentrar con tantas cosas en la cabeza. Necesito saber por lo menos donde está HeeSook para poder estar tranquilo.

El sueño me está abarcando por no haber dormido casi nada estos días, así que me levanto para tomar mi abrigo y salir de la oficina. Veo a mi padre en el pasillo y decido avisarle.

— Voy por un café ¿Quieres uno? — pregunto cuando me ve sonriendo suave.

— Sí, gracias hijo. — me asiente y me doy la vuelta para salir de las oficinas y llegar a planta.

Donde a sólo unas calles se encuentra una cafetería que tiene los mejores postres y cafés de toda la ciudad.

~*~

Unas horas antes

HeeSook

Le dejo un último mensaje a Jimin antes de entrar al consultorio y espero que cumpla lo que le pido. Pues exactamente le decía que fuese a mi casa para entregarle las llaves del vehículo de Jungkook. Estar ahí es un martirio para mí, huele a él por todas partes, y aún habían cosas suyas dentro del auto. Simplemente no lo quería y era mejor que se lo devolviera.

— Hola HeeSook, que alegría verte por aquí. — la obstetra me sonríe ampliamente y me levanto para saludarla. Ella me toma de los hombros y me hace mirar a las demás chicas que esperan también— ella es mi paciente milagrosa... y créanme cuando les digo que si ella pudo ustedes también, así que no se desanimen, sigan luchando por ese bebé que alegrará sus vidas.

Sonrío inconscientemente y luego acaricio mi abdomen, solo tengo un muy pequeño bulto en el vientre, ya que está muy pequeño todavía.

Ya dentro del consultorio estoy sobre la camilla mientras la doctora nuevamente esparce el gel sobre mi abdomen.

— Bien HeeSook, como ya estás en la octava semana de tu embarazo creo que podemos escuchar mejor el latido de tu bebé. — le asiento suave sin dejar de mirar la pantalla— míralo, ya puedes incluso notar la forma en su saco...

Es tan hermoso. Sonrío ampliamente mirando el monitor.

— ¿Está sanito? — pregunto inmediatamente y ella asiente con suavidad.

— Está creciendo muy bien... vamos a oír el corazón ¿bien?

— Sí. — murmuro.

Ella empieza a presionar unos botones de la máquina y luego ajusta algo para dejarme oír tan hermoso sonido. Es un pequeño Badum que se repite con constancia y me hace llorar nuevamente.

— Ese es el latido de tu hijo, HeeSook. — me dice con suavidad y asiento sonriente a pesar de las lágrimas.

— Es tan lindo escucharlo. — murmuro y ella suelta una risita. Me brinda tanta paz oírlo.

— Está creciendo muy fuerte, su corazón late como si fuera de hierro.

Me río con suavidad y con el pañuelo que tengo en mis dedos me limpio las lágrimas.

Al terminar la ecografía decidí que esta vez me diera la foto y el video de la misma. Quisiera guardarlo como algo memorable, ya que fue la primera vez que lo escuché tan vivo.

Estoy entrando a mi cafetería preferida luego de haber salido del consultorio, me muero de hambre y algo dulce es lo que se me antoja. Luego de pedir y pagar las cosas estoy por salir hasta que me encuentro frente a frente con Jungkook parado en la entrada de la misma.

Claro, esta es nuestra cafetería favorita.

Me percato de sus ojos oscuros tristes y la sombra debajo de estos. No parece estar pasándola bien.

Decido interrumpir el momento de miradas y camino a paso apresurado para pasar su lado. Escucho mi nombre es un susurro de su parte mientras busca contacto con mi mano, pero no me detengo. Salgo de allí rápidamente y subo al auto de papá. Él me lo había prestado para movilizarme y no caminar demasiado en mi estado luego de haberle dicho que entregaría el auto de Jungkook.

Él aún está molesto por el hecho de que JungKook no quiera al bebé, pero les pedí a ambos que no se metieran en ese asunto por el bienestar de todos.

Estando en el auto miro hacia la cafetería y veo como le entregan dos cafés, tal vez no ha dormido bien y necesita mantenerse despierto.

Suelto un suspiro dejando de lado mi preocupación por él y enciendo el auto, el olor a pastel de piña me inunda las fosas masales y deseo darle un bocado, es por eso que antes de manejar destapo el envase y con la pequeña cuchara llevo una porción a mi boca, disfrutando del sabor mientras hago un sonido de placer. Se siente tan bien comer lo que se te antoja.

Mi teléfono suena y lo saco del bolso para notar los mensajes de Jungkook y también la llamada entrante de mamá. Lo llevo a mi oreja después de contestar.

— ¿Has salido de la cita? — es lo primero que pregunta y me hace sonreír. Sin el apoyo de ella no sé qué haría.

— Sí, si... — murmuro— está tan grande, mamá... y su corazón late tan fuerte.

Al decirle eso no evito soltar una pequeña risa que ella imita, levanto la mirada hacia el parabrisas y noto al mismo hombre que aún es mi esposo mirándome a través de este. Inmediatamente borro mi sonrisa y decido mejor terminar la llamada para irme.

— Mamá, mejor voy a tu casa en una hora y te muestro. — ella me responde en afirmación mientras se deja oír emocionada.

Cuelgo la llamada y guardo el teléfono en el bolso nuevamente, veo sus intenciones de acercarse así que me coloco el cinturón y vuelvo a mirarlo. Él no deja de verme en ningún momento.

Papá debería poner vidrios polarizados.

Procedo a emprender marcha y me alejo de su mirada intensa sintiendo un gran peso quitarse de mis hombros.

Creo que no debo volver a esta cafetería.

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