Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

14

~*~

JungKook

El teléfono en mi oreja vuelve a sonar con un pitido seguido, su teléfono está apagado. He intentado llamarla desde que se fue y no enciende el puto teléfono.

Estoy demasiado preocupado, creí que sería bueno dejarla calmarse y ya luego volvería... pero han pasado dos horas y nada que aparece. Me está matando la preocupación, ya que pensé que solo era una rabieta de momento, pero al parecer sí se fue en mi auto.

Lo peor de todo es que está manejando en un estado en el que no debería tomar un volante. ¿Por qué soy tan estúpido? Debí detenerla, no debí dejarla ir así.

Nuevamente marco a su número y esta vez su línea me envía al buzón. Ahora si ha encendido el teléfono. Aprovecho la oportunidad y decido dejarle un mensaje.

— Soo ¿Dónde estás? Amor estoy preocupado por ti... regresa a casa por favor, es muy tarde. — tomo aire profundamente— nena necesitamos hablar, las cosas no pueden terminar así, por favor contesta... si no quieres, por lo menos déjame saber que estás bien.

Termino el mensaje soltando un suspiro y nuevamente despeino mi cabello frustrado. Camino a la habitación y reviso mi lista de contactos para encontrar el número de su madre... no me importa la hora que es, solo quiero saber si está bien.

¿JungKook? — dice ella extrañada al otro lado de la línea, seguramente por la hora en que la llamo.

— Señora Kim buenas noches, disculpe la hora en que la llamo. — hago una pequeña pausa y continúo mientras veo por el balcón— HeeSook y yo hemos discutido... quisiera saber si está en su casa, ya que salió hace un par de horas y no logro ubicarla.

Ay no, querido... pero ella no... — se interrumpe y prosigue— olvidalo, sí, acaba de llegar... — escucho ruidos y pienso que seguro es la puerta.

— Gracias al cielo. — suspiro y continúo— ¿Podría hablar con ella?

Hija, JungKook te busc... — escucho una voz molesta pero no distingo qué ha dicho— querido, no desea hablar con nadie, está muy cansada...

— Bien — murmuro desanimado— ¿Sólo podría encargarse de que descanse y se alimente, por favor?

Sabes que de eso se encarga su madre ¿verdad? — me pregunta con tono juguetón a pesar de la tensa situación.

— Lo sé, es sólo... que HeeSook es lo más importante que tengo y no quiero que nada malo le pase. — menciono y escucho su suspiro.

¿Ya te lo dijo, no? — murmura. No digo nada y ella prosigue— escucha JungKook, no importa el cómo haya sido procreado, sea como sea esa criatura es lo más hermoso que dios pudo darles, y si ahora está en sus vidas es porque dios decidió ponerlo en las mejores manos para criarlo y amarlo.

Se me hace un nudo en la garganta con lo que dice y no sé cómo hacer para detenerla. Apenas estoy procesando la noticia y estoy tan sofocado que no sé cómo tomar todo esto.

— Solo... repítale lo mucho que la amo, y que debemos hablar. — escucho su murmullo afirmativo y prosigo— buenas noches, señora Kim.

Buenas noches, JungKook. — finalizamos la llamada y por lo menos la preocupación de que le hubiese pasado algo ya no está en mi pecho.

Pero lo que sí está presente en mi pecho es el amargo sentimiento del terror. Tengo terror de perder a la mujer que amo y tengo terror de enfrentarme a una situación que no quería.

Voy a la cocina y tomo de la vitrina un vaso para un trago de licor que necesito para adaptarme a esta amargura. Y mientras estoy tomándolo sólo puedo pensar una cosa: ¿Qué mierda se supone que vamos a hacer ahora? Toda nuestra vida ha cambiado, nuestro matrimonio ha tomado un giro y no sé en qué dirección irá de ahora en adelante.

Estoy asustado, de todo, de perderla, de enfrentarme a un nuevo reto para el que no estoy preparado, y lo peor... no sé si lo estaré.

Ella quiere demasiado ser madre, y convencerla de esperar más tiempo no funcionó. Pero yo no quería ser padre, y sin embargo ya está allí, creciendo en su cuerpo.

¿Cómo podemos resolver esto?

***

Jimin entra a mi oficina luego de que le conté sobre lo ocurrido anoche, su rostro deja ver lo preocupado que está por mi.

Luego de un rato ambos estamos sentados en el sofá mientras tomamos un poco de whisky antes de irnos de la empresa.

— Oye cuando me dijiste que HeeSook se fue de la casa creí que bromeabas... no pensé que de verdad estuviese pasando eso. — comenta por primera vez mi mejor amigo, con su voz ronca demostrando que habla en serio.

— Yo aún no puedo creer que estemos pasando por esto. — niego con mi tono de voz bajo. Revuelvo un poco el vaso mientras observo el líquido amarillento.

— Pero... ¿en verdad se cansó de que te negaras a tener una familia? — muerdo mi mejilla pensando en que aún no le he dicho el motivo por el que ella se fue.

— Es que... no te he dicho algo. — murmuro sin mirarlo y solo revuelvo el líquido.

— Pues cuéntame ¿Qué ha pasado ahora para que ella tomara esa decisión tan grande? — pregunta confundido y curioso a la vez. Yo tomo otro trago.

— HeeSook está embarazada. — suelto de pronto luego de tragar el amargo líquido y la oficina se sumerge en un silencio sepulcral bajo el respiro hondo que toma mi mejor amigo al soltarle la bomba.

— ¿No se cuidaron? — es lo único que pregunta, sin borrar su tono serio. Asiento y él me mira confundido.

— Sé rompió y no le dije a pesar de que me di cuenta. — él me ve sin expresion y yo suspiro masajeando mis párpados.— Ah~ Estaba muy borracho y fue mi culpa... todo por calieturento. — niego y él suspira para cambiar su expresion por una de rendición.

— ¿Sí fue culpa de ambos, por qué se fue? — me quedo en silencio un rato y luego decido contar lo otro que me he saltado:

— Le dije que no lo tuviera...

Otra vez se escucha la respiración profunda de mi amigo y decide hablar de nuevo:

— Eres un idiota. — murmura de mala gana— ¿Cómo vas a decirle eso? — niego con mi cabeza sabiendo que fue una cagada— Imagino que se sintió rota ¿no? Después de todo ser madre es su sueño más anhelado. — con mi mano masajeo mi rostro y continúo:

— La regué... soy un imbécil... ¿cómo por qué tuve que continuar con el maldito condón roto? — reclamo a mí mismo y mi amigo soba mi espalda.

— Ya está... ya existe ese pequeño... la cuestión ahora es qué pasará con tu vida, JungKook... el bebé ya viene en camino. Es hora de que tomes la decisión más importante de tu vida... ¿o decides ser parte de la vida de ese niño, o no te haces responsable y se divorcian?

Trago fuerte y suspiro intranquilo, un tic en mi pie ha empezado, y quiero mostrarle mi miedo, es por eso que mis palabras salen sin meditarlas:

— Es que por esto mismo no quería ser padre, no estoy listo y nunca lo voy a estar... — sueno desesperado y me tomo todo el líquido para calmar la ansiedad que se quiere generar en mi cuerpo, arrugo el rostro con lo amargo del whisky y dejo el vaso en la mesa de centro.

Creo que lo que dije estuvo mal, por lo que no le doy la cara y decido terminar de ordenar para poder irme.

Me levanto del sofá y luego escucho la voz de mi amigo mientras recojo las cosas de mi escritorio:

— Pues no lo seas, JungKook. — volteo a verlo y noto como se encoge de hombros. Está furioso, puedo notarlo. Él es muy fraternal y quiere a HeeSook como a una hermana— quítale a HeeSook ese único apoyo que esperaba, quítale a ese pequeño la oportunidad de tener a su padre así como tu tuviste al tuyo... — me quedo viéndolo mientras camina hacia mí y trago fuerte cuando está a sólo un metro de distancia— huye de él como si fuese la peor escoria... ¿pero sabes? La única escoria aquí eres tu — apunta con su dedo mi pecho y trago fuerte nuevamente— es sólo un bebé indefenso, JungKook... por dios — susurra lo último con un tono escandalizado— no tiene la culpa de los errores de sus padres y tu lo tratas como si fuera lo peor del mundo. — dice mirándome fijamente y puedo sentir su ira contra mis palabras, me siento mal por lo dicho de pronto.

Luego de eso y ver que no le di respuesta, simplemente se dio la vuelta y así como entró, salió dando un portazo.

Lo que Jimin no entendió es que en verdad me dejó mudo, no supe qué responder a sus palabras tan ciertas. Nadie tiene culpa de mis errores.

— Tienes razón, soy una escoria por haber lastimado a la mujer que amo.

Me sostengo del escritorio con mis manos y siento mi cuerpo con una carga pesada. Debo ir a casa antes de que el alcohol pase factura.

***

Llego a casa marcando la clave en la puerta, tuve que tomar un uber, puesto que HeeSook se llevó mi auto, aunque poco me importa, lo que en realidad me importa es que este bien.

Camino abriendo la puerta del estudio que se ubica en el pasillo que me lleva a la sala, allí mismo dejo mi maletín y salgo para ir a la habitación mientras aflojo mi corbata. Los lentes los quito de mi tabique y masajeo este antes de entrar a la habitación. Algo no anda bien cuando entro a la misma, me percato de que faltan unas cosas sobre la mesa de noche del lado de la cama de HeeSook. Aquí parado e inerte relamo mis labios y por reflejo observo el clóset. No quiero ir pero lo hago, abro las puertas del mismo y mi mundo se derrumba.

Toda la ropa de HeeSook ha desaparecido. Cierro las puertas de mala gana y llevo mi mano a la frente para masajear esta mientras refuto unas maldiciones por lo bajo. Doy solo dos pasos para tomar mi teléfono de la cama pero me detengo a mirar algo que llama mi atención. Sobre la mesa debajo del televisor hay una nota que especifica mi nombre sobre esta.

Abro el papel y comienzo a leer.

"Gracias por los momentos bonitos que me hiciste vivir, llegó el momento de separarnos, así que gracias por ser mi esposo, gracias por brindarme tantas cosas y regalarme ahora lo más preciado y hermoso de mi mundo."

— HeeSook... — suelto tembloroso y siento mis ojos soltar pequeñas lagrimas.

***

Al día siguiente me siento aún más solo, no he dormido nada y mi cansancio aumenta cada vez que pienso en que HeeSook ya no está en casa... la llamé toda la maldita noche y en ninguna recibí respuesta.

No puede ignorarme así.

Salgo del uber y me dirijo hacia las puertas del edificio frente a mí. Llego a las oficinas de la emisora y pregunto a una de las chicas que veo caminar, tomo el brazo de ella y me mira curiosa.

— Disculpa ¿Kim HeeSook está aquí hoy? — ella sonríe leve y prosigue a contestar.

— No, ella se tomó unas semanas. Pero si desea puedo dejarle un mensaje y... — niego tranquilo y murmuro un gracias.

Me doy la vuelta regresando por donde vine sin decir nada más, y en vez de ir a la empresa comienzo a caminar por la acera de la calle.

Miro el suelo y voy metiendo las manos en los bolsillos de mi pantalón. Siento ansiedad, necesito calmar mis impulsos, aunque eso nunca ha sido mi fuerte. Observo a mi izquierda una tienda y aprieto mis manos en puño mientras respiro de forma acelerada.

Mis pasos se desvían hacia esa tienda y dentro de la misma llego al mostrador para tomar una caja de cigarrillos, pido también un encendedor y termino pagando para salir e irme a casa.

Ya en casa voy directo al balcón y saco un cigarrillo para llevarlo a mis labios, lo enciendo y comienzo dando una calada profunda.

Hacía mucho tiempo que no fumaba... en realidad lo había dejado, pero cuando tomo con Jimin normalmente fumamos uno.

『•••』

— ¿JungKook no estás feliz? — preguntó mi padre mirándome sonriente al igual que mamá.  Asiento feliz y ellos ríen un poco.

En aquel entonces tendría unos cinco o seis años, no recuerdo exactamente.

Tan sólo unas semanas después esas sonrisas se esfumaron de nuestros rostros, ya no estábamos felices; sobre todo mamá.

— ¿JungKook? — llama mi padre mientras estoy jugando con unos carritos de juguete. Camino hacia él y puedo ver la tristeza en sus ojos cuando me toma de los brazos para sentarme en sus piernas.— ¿Crees que soy un buen padre para ti? — pregunta con suavidad y yo frunzo el ceño, extrañado de que mi padre preguntara eso.

— Shi papá. Edes el mejor papá del mundo. — lo miro triste y de inmediato lo abrazo fuertemente para hacer que se sienta feliz. No me gusta ver a papá triste.

Lo siento abrazarme fuertemente y escucho su nariz sorberse para luego sentir un temblor en su cuerpo. Papá estaba llorando, y no sabía por qué.

『•••』

No sé cuánto tiempo tardo en el balcón en medio de mis pensamientos, pero sé que a la caja le faltan como mínimo tres cigarrillos. Es ahí donde decido parar.

Me voy a la habitación y decido tomar una larga ducha.

Debajo del agua caliente simplemente me pongo a llorar en silencio. Ni siquiera estando solo soy capaz de desahogar mis sentimientos, sólo los reprimo lo más que puedo para no hacerme notar débil... es solo que si se trata de HeeSook sólo soy una copa del cristal más delgado.

Esto me está matando...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro