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HeeSook

Han pasado dos días, sólo dos días desde que llegué a casa nuevamente. JungKook ha estado siendo muy cariñoso y evita a toda costa discutir por cosas inútiles, no quiero arruinar eso... lo sé, es inútil también pensar así porque en un tiempo mi embarazo se va a notar. Pero es que me consumen los nervios cuando estamos comiendo, viendo una película o conversando antes de dormir y quiero hablarle del tema... entonces termino quedándome muda y no me atrevo.

Lo sé, estoy siendo una cobarde... pero temo que piense mal las cosas cuando yo ni siquiera lo pensé.

Es estúpido que esté pensando en esto otra vez, debo decirle, pero... ¿cómo empiezo?

Es fin de semana y decidí no ir a la emisora el día de hoy, tal vez mañana me incorpore nuevamente de mis pequeñas vacaciones. Miro de reojo a JungKook quien está llevando el tenedor a su boca junto al bocado del almuerzo, hago lo mismo mientras veo el plato pero de reojo desvío la mirada a él cada cierto tiempo.

— No me has preguntado qué hice en las semanas que estuve con mi madre... — su mirada se enfoca en mi mientras mastica su bocado— eso es raro. — sonrío suave y él me imita.

— ¿Me fuiste infiel? — pregunta tranquilo y yo me río negando— Entonces no tengo de qué preocuparme... mientras hayas estado bien y tranquila esos días para mi es suficiente.

Sus palabras me llenan de un sentimiento cálido, ha cambiado mucho en comparación al JungKook de nuestro noviazgo y eso me alegra muchísimo.

— ¿Tu hiciste algo en especial? — le pregunto con suavidad y él nuevamente levanta la mirada del plato mientras mastica su comida.

— ¿Cambiamos roles? — pregunta con una sonrisa de burla y yo vuelvo a reír, le doy un golpecito en su brazo y continúa comiendo— Nada interesante... Fui con Jimin a tomar unos tragos mientras veíamos el partido de fútbol y ayer lo acompañé a una cita con su tatuador.

— ¿En serio se hizo un nuevo tatuaje? — pregunto fingiendo estar muy interesada. Necesito sacarle más conversación antes de decirle lo que en realidad quiero decirle.

Pero el miedo persiste.

— Sí. — asiente mientras hace una mueca extraña al masticar la comida, parece enojado al comer y hace que se vea intimidante— Una luna en su espalda, al parecer la quiere continuar con todas las facetas de esta.

— Eso suena interesante. — me río suavemente mientras llevo otro bocado a mi boca aunque no me apetece. Lo miro cuando a pesar de estar comiendo levanta su teléfono para revisarlo y fruncir el ceño— ¿todo bien? — pregunto haciendo que me mire de inmediato, asiente seguro pero sus ojos me dicen que no... o tal vez soy yo pensando cosas locas por los nervios. Si tal vez es eso— JungKook... quisiera preguntarte algo pero espero que de verdad no te molestes esta vez.

A pesar de que se lo digo en un tono suave y precavido él se vuelve serio. Aunque luego levanta la mano para ponerla sobre la mía.

— Dime. — murmura con suavidad y muerdo levemente mi labio inferior mientras veo esos ojos saltones y expresivos.

— ¿Pensaste algo sobre el tema?

Al murmurar eso las caricias de su mano se detienen y solamente permanece quieto, está pensando en algo por como su mirada está fija en mis ojos sin parpadear. Sabe a qué tema me refiero, y sólo no quiero volver a discutir, ya me cansa eso.

— La verdad HeeSook es que, me llené de trabajos cuando no estuviste y no me puse a pensar en ello... estuve tan metido en el trabajo porque mi padre está sin asistente nuevamente y...

— ¿Y ahora qué piensas? — interrumpo con mi tono suave y él suspira mirando su plato para empujarlo un poco, al parecer le he quitado el apetito. No quiero alterarme y trato de no hacerlo, por eso lo miro cansada y prosigo a cambiar mi tono a uno mas suave— JungKook cuando me fui unas semanas tenía entendido que también usarías ese tiempo para pensar en ello... sí no... ¿qué caso tiene? — me encojo de hombros viendo aún su mirada gacha— cada vez vamos a discutir más por el tema y lo que menos quiero es seguir discutiendo. — a pesar de la suavidad de mi tono por precaución él me mira de forma que me intimida.

— HeeSook es que... en mi opinión no quiero hijos, y me cuesta aceptar tenerlos sólo porque tu quieres tenerlos... no quiero que pase así, si ambos no estamos de acuerdo no podemos planificar nada. — me vuelve a repetir las mismas palabras de la última discusión y mi seriedad predomina en mi rostro.

— Y por eso se supone que lo pensarías. — recalco, él suspira y quita su mano de la mía para masajear su rostro.

— No es algo que se tome a la ligera, HeeSook. — me dice con tono calmado mientras me ve con precisión. Parece muy decidido.

— Te he dado tiempo para que lo pienses... ¿es tan difícil para ti decir sí o no de forma definitiva? — pregunto con un nudo en la garganta. Ya no me gusta el hilo por el que nos lleva la conversación.

— Sí lo es... — se toma una pausa para mirar mi rostro detenidamente, levanta una mano para acariciar mi mejilla y prosigue tras un suspiro— Porque sé que si te digo que no de forma definitiva me vas a dejar... y lo que menos quiero es perderte, amor. — sus ojos se vuelven acuosos y trago fuerte sin saber qué hacer.

Esquivo su tacto cuando bajo la mirada a mi plato, y me doy cuenta que mi apetito también ha desaparecido.

— Es mi deseo ser madre, JungKook. — murmuro muy bajo, pareciendo casi un susurro.

Tarda unos segundos antes de dejarme oír su voz nuevamente.

— No es el mio, amor... lo siento. — susurra lo último algo quebrado y mis ganas de llorar aparecen, mi respiración se entrecorta y se da cuenta de mi próximo llanto, es por eso que hace el intento de tomar mi mano, pero yo no lo dejo.

Quito inmediatamente mi mano de la mesa y me levanto para ir a la habitación ya soltando hipidos y lágrimas.

Estoy sentada en el borde lateral de la cama, mirando hacia las puertas del balcón, ya tengo algunos minutos aquí y JungKook no se ha presentado. Es por eso que cuando escucho el sonido de pasos detrás de mí tomo aire profundamente. Su peso detrás mi me hace sentir como está sentado a los pies de la cama, preparándose para volver a hablarme.

— Escucha... de verdad nunca es mi intención herirte, HeeSook. Pero es difícil para mi aceptar hacer algo que en realidad no quiero. — su tono bajito sólo me hace llorar nuevamente, miro a través de la puerta el cielo y trato de contener mis lágrimas aunque sea difícil.

— ¿Qué haremos entonces? — pregunto con mi tono quebrado, siento como el colchón se mueve hasta que está él a mi lado, su brazo me atrae a su cuerpo desde los hombros y siento luego mi rostro impactar en su cuello.

— No permitas que esto nos destruya, por favor. — al decir eso yo simplemente me separo y lo miro.

— ¿Y por qué debo yo renunciar a lo quiero y no tu? — pregunto dolida y él baja la mirada.

— HeeSook yo no me veo siendo papá, quiero disfrutar mi vida junto a ti pero yo... no puedo, lo siento. — lo miro fijamente un momento y luego me levanto para caminar a las puertas corredizas, mi mano impacta el material trasparente y aprieto luego mi mano en puño.

— ¿No imaginas un pequeño Kook? ¿O una mini Soo? — pregunto sonriendo un poco dándole la espalda, pero no oigo su respuesta— ¿no deseas ver a un niño esperándote ansioso en la puerta porque sabe que su padre está por llegar? — me doy la vuelta para mirarlo y lo veo con los dedos entrelazados apoyados debajo de su barbilla. Con mi mano limpio mis ojos de las lágrimas y continúo— ¿No deseas verlo crecer... — murmuro colocándome de cuclillas frente a él y mis manos en sus rodillas lo hacen mirarme— ver crecer el amor de él hacia ti y...

Cuando se levanta de improvisto me quedo muda. Aún estoy de cuclillas esperando por alguna palabra suya.

— No puedo ser padre, no nací para ello...

Allí entiendo que esa ya es su respuesta definitiva. Ya no puedo insistir, debo decir la verdad.

— ¿Entonces que va a pasar entre nosotros? — le hago la pregunta esta vez más directa. Me levanto y camino hasta estar frente a él.

Es hora de aclarar todo frente a frente.

— Yo no quiero estar sin ti, HeeSook. — insiste y asiento suave.

— Ni yo sin ti... pero será muy difícil si no nos entendemos. — Mira a otro lado intentando apaciguar la desesperación que le provocan mis palabras. Me mira nuevamente y prosigue.

— ¿Por qué deseas tanto tener hijos? ¿En verdad crees estar preparada para ello?

Tomo aire profundamente para no explotar como la última vez, entonces suspiro y lo miro a los ojos.

— Nadie está preparado para ser padre la primera vez, eso se aprende con el tiempo y la experiencia... — me acerco más a él y coloco mis manos en sus hombros mientras miro su pecho y luego sus ojos— juntos podríamos aprender. — le digo en un tono suave mientras masajeo sus bíceps. Él mira a otro lado y vuelve a mirarme a los ojos.

— No lo creo... — niega mirando a otro lado para volver a verme— yo lo único que necesito es tenerte a mi lado para poder ser fuerte. Tu eres el motor de mi vida, HeeSook. — dice lo último en un susurro mientras se acerca a mi, colocando su frente contra la mía y luego su nariz roza la mía con suavidad.

— Podemos intentarlo. — susurro con tono triste, quebrada por su negación segura, buscando insistir nuevamente para tal vez encontrar algo de positivismo en sus ojos y tacto.

Pero al mirar bien sus ojos, veo que no cambia de opinión.

— Yo no puedo, amor. — niega en un susurro y muerdo mi labio inferior con nervios.

Bien, no pude convencerlo... creo que es mejor que ahora le diga la verdad y me atenga a las consecuencias. Comienzo a soltar lágrimas y él lo nota, por lo que limpia mis mejillas con sus pulgares.

— Kook podemos intentarlo, por favor. — susurro quebrada mientras mis ojos no paran de mojar mi rostro con las lágrimas— podemos intentarlo por él...

— ¿De qué estás hablando? — murmura confundido y me separo un poco de su rostro para verlo a centímetros de mi.

— Es que estoy embarazada, JungKook. — susurro mirando sus ojos que se vuelven muy serios al decirle la verdad.

Su rostro sin expresión me da cierto temor e incomodidad, parece realmente inconsciente de lo que le acabo de decir, como si pensara que se lo ha imaginado y está esperando a que le diga que es un chiste; una broma de mal gusto.

Pero luego parece darse cuenta de que no es una broma, y mis lágrimas a flote se lo confirman, por lo que endurece la mandíbula y procede a preguntar:

— ¿Cómo es posible? — su tono serio y molesto se deja ver al separarse un poco de mi cuerpo— Te cuidabas, HeeSook... ¿Qué pasó? — pregunta alterado pero sin alzar la voz.

— El día que dejé las píldoras tuvimos relaciones, Kook...

— Espera... ¿dejaste las píldoras? — su tono molesto se deja ver aún más y trago fuerte por lo intimidante que se ve.

— Te lo dije ese día... — me quejo con suavidad y temblor a la vez. Él niega con su rostro molesto.

— No... Me dijiste que habías terminado el mes con las píldoras, y por eso usé pre..ser...vativo... — dice lo último en silabas con un rostro confundido.

Se queda unos segundos pensativo y no dice nada a pesar de tener su ceño fruncido con la mirada perdida. Yo continúo:

— Sé que no te dije lo del tratamiento de concepción pero... — aún entre lágrimas él me interrumpe.

— ¿Tratamiento de concepción? — pregunta sonriendo de forma amarga, estaba indignado— ¿Te atreviste a hacerlo sin tomar en cuenta mi opinión, HeeSook? — pregunta más que molesto y frunzo el ceño— por favor, no me digas que planeaste quedar embarazada aún así cuando yo no quería. — con su dedo apuntándome de esa forma simplemente suelto más lágrimas.

— No fue así... déjame explicarte lo que pasó...

— ¿Es que te das cuenta que yo me cuidé ese...? — menciona aún molesto y trago fuerte cuando lo veo llevar su palma a los ojos— mierda. — susurra pareciendo realmente molesto cuando parece recordar algo.

— Por dios, JungKook ¿Sabes al menos cuanto tiempo tenía ese condon guardado? Tu y yo no los usábamos desde hace muchísimo...

— Se rompió... — susurra de pronto interrumpiendo y lo miro incrédula. ¿En realidad se atrevía a culparme a mi cuando él me acaba de confesar esa cagada de la que tenía conocimiento?

— ¿Se rompió? — pregunto ofendida porque no me lo dijo y ahora se hace la víctima— Claro... ahora entiendo por qué las sábanas estaban algo manchadas. — susurro también cerrando los ojos fuertemente.

Debí hacer caso a mis suposiciones.

— Y si estabas insegura con eso y sospechabas ¿Por qué no tomaste la pildora de emergencia? — sigue haciendo preguntas que por los nervios me dejan muda, a lo que él sigue— claro... tu querías estarlo. — susurra para sí mismo y lo miro expectante— me has engañado con algo tan delicado, HeeSook... no me dijiste del tratamiento. — dice lo último en un tono bajo pero ofendido.

— ¿En verdad crees que quedé embarazada a propósito? ¿Te estás escuchando? ¿No crees que me hubieras dicho que rompiste el maldito condón? — pregunto siendo yo la que está molesta ahora mientras le apunto el pecho con mi dedo de forma fuerte— Te estuve preguntando miles de veces, intentando convencerte y siempre me decías que no... pero eso no fue un motivo para que yo saliera embarazada sólo por mí decisión, y ahora me sales con que eres la victima de todo cuando tu fuiste el que la ha cagado de sobremanera. — destaco apuntando su pecho nuevamente. Estoy dolida, estoy herida, estoy decepcionada.

— Eso no quita el hecho de que ahora estás embarazada y yo no quiero hijos... — Sí, decepcionada totalmente. Simplemente lo quedo viendo y él luego de unos segundos quita la mirada para mirar a otro lado mientras lleva sus manos a su cabello y lo aprieta sin saber qué hacer, caminando de un lado a otro bajo el incómodo silencio.

Mis ojos se vuelven agua nuevamente y comienzo a respirar con irregularidad.

— ¿Sabes qué, JungKook? Si no quieres ser padre no lo seas... no estás obligado a nada. — le digo con rabia contenida mientras lo miro furiosa— mi hijo y yo no te necesitamos... yo puedo hacerme cargo de él por mí misma.

Me doy la vuelta y camino decidida fuera de la habitación. Escucho que me sigue, y cuando estoy atravesando la sala él toma mi muñeca.

— ¿A dónde vas? — pregunta con tono serio.

— Lejos de ti. — le contesto de la misma manera y me suelto de su agarre de forma brusca. Camino a la entrada tomando las llave del auto.

— ¿Y eso es todo? ¿Me vas a dejar por esto? — pregunta y me doy la vuelta cuando estoy cerca de la puerta.

— ¿Por esto? — repito ofendida— es un bebé inocente, es mí hijo... y no quiero estar en un lugar donde no lo quieran. — le devuelvo con el mismo tono.

Abro la puerta y él de inmediato se acerca para impedirme salir.

— HeeSook por favor, no me dejes... debemos hablar más calmados. — murmura pidiendo con su rostro destrozado.

— Ya te dije que si no quieren a mi hijo no tienen nada de mi. — mi tono es tan serio que él parece inmutarse.

— ¿Y así nada más? ¿Va a acabar todo lo que construímos por todo esto?

— Para mí este pequeño es más importante que cualquier otra cosa, es una oportunidad de la vida, es mi reto más grande y una enorme responsabilidad que puedo tomar sola... es una lástima que para ti no sea así... — cierro los ojos fuertemente y tomo aire profundamente— y es una pena que mientras esté embarazada no lo pueda hacer, pero en lo que este pequeño nazca, quiero el divorcio, JungKook... y estoy hablando en serio. — rectifico lo último con mucha seriedad para que entienda que lo digo de manera decidida.

Salgo al pasillo del edificio y escucho sus pasos detrás de mí, me toma del brazo nuevamente y me detiene, lo miro de mala gana y prosigue:

— ¿No estás hablando en serio, verdad? — su voz temblorosa y sus ojos aguados me afectan, pero es hora de que yo sea la fuerte por mi hijo. Es por eso que no me inmuto y mi seriedad prevalece— ¿en verdad me vas a dejar?

— ¿Aceptarías tener a este bebé? — lo miro esperanzada y él se queda mudo unos segundos mientras me ve. Borro toda esperanza de mi rostro— entonces no hay nada qué hacer Jeon... este matrimonio está roto. — me encojo de hombros mirándolo con falsa pena en mis ojos aguados.

Él parece quebrarse y se acerca mucho más a mi.

— No HeeSook, claro que no... — susurra— no digas eso. Te amo y me amas. — su voz quebrada hace que se vuelvan más cristalinos sus ojos mientras su mano toma la mía, al tomarla, sus lagrimas caen— podríamos pensarlo mejor... somos jóvenes aún, y podríamos incluso más adelante...

Quito mi mano de su agarre mientras lo veo como si se estuviese volviendo loco.

— ¡Ya está dentro de mi! No hay un "mas adelante" — toma aire y suspira cuando le alzo la voz— ¿Te das cuenta de lo que estás queriendo decir? — siseo con molestia y él traga fuerte acercándose un poco.

— Podemos esperar. — susurra cerca de mi rostro y mis ojos se abren de más.

— Yo no puedo esperar... — lo miro con mis ojos bien abiertos y parece entender de lo que le hablo— realmente no puedo, además ¿Te estás escuchando? — pregunto con mi tono cortado, y entonces empiezo a soltar más lágrimas— Me estás pidiendo que no lo tenga, simplemente porque tu no lo quieres... — bajo la mirada en lo último cuando se me quiebra la voz y las gotas caen por mi mandíbula. No dice nada y yo lo veo decepcionada. Su rostro me ha dejado notar que está asustado, pero hay que acabar con todo esto de una vez.

— Soo... — Intenta hablar pero levanto mi palma para detenerlo.

— ¿Sabes? No tiene caso que siga discutiendo el tema con un maldito egoísta. — susurro para que los vecinos no oigan— Ya te dije, no estás obligado a hacerte cargo del bebé o estar presente en su vida... yo me encargaré de él... pero aléjate de nosotros y no me busques. — le murmuro con rabia mientras pincho su pecho con mi dedo.

Camino alejándome de él y me doy cuenta de que esta vez no me sigue, ya que sabe que en momentos así es mejor dejarme sola para desahogarme. Entro al elevador y veo como está él de espaldas mientras aprieta su cabello con sus dedos en sus hebras. No me ve porque sabe que nos destrozaríamos con sólo mirarnos.

Lo amo muchísimo, claro que sí, pero no pondré nada por sobre el bienestar de mi hijo. Nada es más importante que él ahora.

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