11
~*~
JungKook
Tomo aire profundamente mientras mis dedos están entrelazados debajo de mi barbilla. No saber de HeeSook me tiene mal, le he dejado mensajes y hoy no me ha contestado.
Durante todos estos días hemos mantenido el contacto para saber como estamos, y a pesar de estar un poco distanciados por el espacio que ella necesita, sigue preguntando si estoy comiendo bien y si duermo las horas suficientes, por lo cual luego de responder ella recibe las mismas preguntas de mi parte.
Cierro los ojos un largo rato y decido por última opción el llamar a si madre.
Me llamarán intenso, pero solo quiero saber que está bien el día de hoy.
Marco el número de mi suegra y presiono el botón de llamar, llevo el teléfono a mi oreja y la voz suave de ella me contesta.
— Hola querido. — saluda con tono suave.
— Disculpe que le moleste señora Kim, le llamo porque quiero saber de HeeSook... le estuve llamando pero no me contesta y estoy preocupado. — le menciono y ella contesta de inmediato.
— Oh JungKook, no te preocupes... HeeSook esta bien, hemos salido a comprar unas cosas y se le ha quedado el teléfono en casa. — me responde brindándole a mi corazón un gran alivio— si deseas puedo pasarle el teléfono...
— No, no se preocupe señora Kim... no quiero que piense que la estoy asfixiando o algo así. — menciono entre risas pequeñas.
— ¿Quieres que vaya para allá a tirar de tus orejas, JungKook? — me regaña y rasco mi nuca avergonzado— ¿Cómo puedes decir eso? Tu no la asfixias... solo necesita pensar con claridad sus ideas. — aclara y asiento aunque no me vea.
— Sí eh... señora Kim gracias por darme noticias de Soo. Sólo... dígale que la amo y... y que la extraño mucho. — murmuro y escucho un suspiro de su parte.
— Claro que sí, JungKook. Yo se lo diré. — murmura en respuesta y le agradezco antes de colgar.
Me levanto de mi escritorio menos preocupado que antes y salgo con la carpeta en mano, necesito entregarle a mi padre los formularios detallados de nuevas propiedades a nuestra disposición para clientes. Camino por el pasillo y saludo a unos compañeros antes de ver la puerta de la oficina de mi padre, pero aunque me alivie me parece extraño que no esté Hyori en su escritorio.
Abro la puerta y no veo a mi padre, pero lo que si veo es a Hyori sacando unas cosas del escritorio y guardando otras en su bolsillo.
— ¿Qué estás haciendo? — pregunto más que serio, molesto.
— JungKook. — dice con sorpresa y la noto nerviosa— Yo... solo dejaba las carpetas que el señor Jeon me pidió y...
— ¿Dónde está mi padre? — le pregunto interrumpiendo su molesta voz.
— Él... fue a almorzar y...
— Estás despedida, Hyori. — le digo de inmediato y ella frunce el ceño.
— ¿Qué?
— Que estas despedida. No voy a permitir que alguien como tú le robe a mi padre. — le soy claro y ella niega entre risas cortas y nerviosas.
— No, yo no... no le estoy robando. — niega y le alzo una ceja para cruzar mis brazos.
— Te acabo de ver, Hyori... — camino a ella y la veo ahora con su rostro desganado y nerviosa— Creí cualquier cosa de ti pero... no pensé que fueras así. — le digo haciendo notar mi decepción— no me caes bien, pero por lo menos pensé que eras buena secretaria para mi padre.
— JungKook yo... — levanto mi palma para detenerla y más que molesto le extiendo mi mano.
— Entrégame lo que has robado y vete, no le diré a seguridad... sólo vete y no vuelvas.
Ella mete su mano en el bolsillo de su blazer y me entrega el reloj de oro de mi padre, luego me entrega la pluma de plata que una vez mi madre le regaló por su aniversario.
— Lo siento... yo... no puedo controlarlo. — susurra con su cabeza baja y hago una mueca con mis labios. Puede que eso sea una enfermedad, pero no la podemos tener aquí. Tomo aire profundamente y lo suelto fuertemente.
— Vete, Hyori.
Ella sólo asiente y camina pasando a mi lado para salir de la oficina.
— ¿JungKook? — volteo y veo a mi padre en la puerta confundido— ¿Qué ha pasado?
Suspiro y le sonrío suave, le indico con mi cabeza que pase y él cierra la puerta.
Lo mejor es que se quede sin secretaria de una buena vez.
~*~
HeeSook
—¿Ve? — mi madre me indica luego de que termina su llamada con Jungkook. Aún tengo mi rostro desganado luego de oír que él piensa que lo asfixia.
Jamás me vas a asfixiar, amor.
Asiento y entro al consultorio de la doctora que me atiende desde que empecé mis primeras anticonceptivas. Ha sido una excelente doctora y por eso nunca me cambié de sitio.
Mi madre me esperará afuera, por lo que al entrar estoy nerviosa, muy nerviosa... si resulta que mi problema no tiene solución, no sé que haría, porque yo quiero tener hijos, y esa idea no se va a ir de mi mente fácilmente.
Me siento en la silla frente al escritorio y veo la pequeña sonrisa de la mujer cuarentona frente a mí. Su bata, lentes y cola alta la hacen ver esbelta y profesional, además de que es hermosa.
— Bien, HeeSook, de nuevo estás aquí... hemos examinado tus muestras y como sabes antes de hacer esto es necesario una muestra de sangre un día antes de la consulta para el examen de rutina. ¿Viniste a hacértela ayer? — pregunta mirando algo en su ordenador y con el mouse le da click a algo.
— Ah... sí, su asistente me tomó la muestra ayer... Vine con mi madre así que quizás si necesita saber algo de que el caso sea el mismo ella le puede contar su experiencia y...
— No te preocupes. — me interrumpe con su sonrisa amable— No creo que la necesitemos por ahora.
— Ok... — murmuro jugando con mis manos nerviosa.
— Estás muy nerviosa, creo que deberías tomar un poco de agua.
— Sí, por favor. — susurro sintiendo que tengo mucho frío pero mis manos están sudando.
Ella se levanta y trae luego un vaso con agua que me extiende. Al tomarlo me calmo un poco y espero su voz.
— Desde hace mas de un mes que interrumpimos los anticonceptivos ¿has sentido algo extraño en tu cuerpo? — trago fuerte y niego con mi ceño fruncido— ¿has cumplido con lo que se te indicó? — asiento suave y prosigue— ¿Qué opina tu esposo del tema?
— Ahh... bueno pues es que no se lo he contado. — confieso avergonzada y ella asiente.
— Deberías. — me dice con suavidad aún mirando el computador— Escucha. — me mira y parece sentir lástima por mi cuando ve mis ojos— se que es un tema delicado, pero es bueno que tengas el apoyo de tu esposo, es bueno para ti...
— Es que usted no entiende... él... ah... no sé cómo decirlo... bueno... él no está de acuerdo con la idea de tener hijos. — murmuro y ella parece entender cuando se recuesta de su silla— y si le digo que estoy haciendo este tratamiento se va a molestar porque no le dije y porque por eso no estoy con él.
— Espera ¿no has estado con él en todo el tiempo que llevas haciendo el tratamiento? — yo niego, aunque en verdad con todo lo que he enfrentado he perdido la noción del tiempo... ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que estuvimos juntos.— HeeSook, disculpa lo entrometida pero yo pensé que hacías esto porque querías quedar embarazada.
— Y lo quiero, doctora... pero mi esposo no. Y tengo temor de que en un futuro no pueda tener hijos por culpa de este padecimiento... porque yo sí quiero tener hijos. — le digo segura y ella asiente relamiendo sus labios.
— ¿Estás segura de que tu esposo no sospecha nada de esto, porque no están juntos desde hace un mes? — niego insegura y ella frunce el ceño extrañada— cualquier hombre podría darse cuenta de que algo pasa ¿no lo crees?
— Sí JungKook sospechara ya me hubiese interceptado, él es así... no creo que sospeche de algo.
— Entonces... necesito preguntarte esto, sé que puede ser vergonzoso pero es mi deber. — asiento de acuerdo y ella prosigue luego de su suspiro. Quita sus lentes y me mira— ¿Has tenido relaciones sexuales con alguien más que no sea tu esposo últimamente?
Inmediatamente mi rostro ofendido aparece.
— Claro que no, doctora, yo amo a mi esposo. — le contesto más que segura y ella asiente confundida aún.
Luego de decirle eso ella se coloca sus lentes y me pasa los documentos con mi resultado. Pero no me deja terminar de revisar cuando nuevamente habla bajando un poco sus lentes.
— Entonces ¿Cómo le hayamos explicación a que estés embarazada? — no termino de ver el documento porque mi mirada va a ella de inmediato.
— ¿Qué dijo? — le pregunto anonadada.
— Estás embarazada, HeeSook. — sonríe un poco y se inclina para susurrar— ¿Sabes el milagro que acabas de recibir?
Abro mi boca mientras mis ojos aguados comienzan a dejarme en evidencia. Estoy feliz pero... es una felicidad amarga. ¿Y ahora cómo le explico esto a JungKook?
Leo el papel en mis dedos y efectivamente dice que estoy embarazada. Mi mano cubre mi boca y las lágrimas siguen saliendo a flote.
— ¿Quieres que le diga a tu mamá que pase? — asiento rápidamente y ella se levanta.
— ¿HeeSook? ¿Qué pasó cariño? — pregunta preocupada al verme llorar. Y me levanto para abrazarla fuerte.
— Lo estoy, mamá... estoy embarazada... tendrás un nieto. — susurro en su oído y escucho su sonido de felicidad a través de su risa y abrazo fuerte.
Minutos después estoy sentada nuevamente frente a la doctora.
— ¿HeeSook sabes el gran milagro que te acaba de suceder? — la miro fijamente aun sin poder creérmelo— las probabilidades de que quedaras embarazada eran menos del cincuenta por ciento... y te pasó de una manera que no entendemos aún. — me mira con complicidad y yo me sonrojo.
— Es que... solo lo hicimos una vez y... le dije que no me había vuelto a tomar las anticonceptivas y él... usó preservativo. — le digo extrañada y la doctora parece sorprendida.
— HeeSook esto es más que un milagro... además de que no tenías muchas posibilidades ¿quedaste embarazada por medio de un condón roto? — resopla quitando sus lentes y masajea el puente de su nariz— esto definitivamente te tenía que pasar... es el primer caso así que llega a mi consultorio.
— Yo estoy igual que usted, doctora... es... increíble. — susurro al final con la voz cortada.
— Tienes suerte de que hoy tengo esta cita nada más hasta la tarde, y que también soy obstetra. ¿Quieres hacerte una ecografía? — aún pasmada por la pregunta asiento rápidamente luego de unos segundos.
Minutos después nos encontramos haciendo la ecografía. La doctora aplica un gel frío sobre mi abdomen que me provoca un cosquilleo, coloca luego un aparato para esparcir el gel por todo el abdomen y estoy atenta a la pantalla que me indicó hace un momento, respiro hondo cada cierto tiempo y me preparo para ver a la cosita que esta creciendo dentro de mí.
— Quiero saber si todo esta bien con mi bebé, doctora. — ella asiente con una suave sonrisa y sigue removiendo el aparato.
— Mira HeeSook. — me indica con suavidad y miro con atención la pantalla— ¿ves el pequeño circulo oscuro en medio del fondo gris? — me concentro bien y lo distingo, la sonrisa se expande en mi rostro y una pequeña lagrima quiere salir de mis cuencas.
— Sí, lo veo doctora. — susurro sin dejar de ver la pantalla, ni siquiera cuando mi madre empieza a acariciar mi cabello.
— Ese es tu bebé... tienes alrededor de solo cinco o seis semanas. — murmura mirándome luego con una sonrisa amplia, mira de nuevo la pantalla y prosigue a teclear algo— Voy a tomar una foto para que la conserves. — asiento y sigo mirando la pantalla congelada.
— ¿Él está bien? — Pregunto con suavidad.
— Sí. — contesta con amabilidad y respiro tranquila— Aún está muy pequeño, tal vez para la próxima cita podemos verlo mejor, y más adelante escuchar su corazón.
La sonrisa de la doctora me hace sonreír aún más, y cuando me limpio el abdomen con la toalla de papel me siento y abrocho el pantalón para levantarme luego.
La doctora nos deja un momento solas a mi madre y a mi, y aprovecho de hablar con ella sobre esto.
— HeeSook, mi niña, esto es un milagro, hija... pero ¿Qué vas a hacer con Jungkook? — miro a otro lado sin saber qué responder y ella prosigue— Tienes que decirle. — la miro con obviedad por su gesto de regaño.
— Mamá, claro que se lo diré, sólo que... aún no sé cómo hacerlo. — murmuro nerviosa y ella asiente.
— ¿Te dije o no que esto podía pasar? — asiento masajeando mi frente. Luego de un suspiro levanto la mano que sostiene la ecografía y se la muestro con una enorme sonrisa.
— Mira mamá... es tu nieto. — susurro aún con mi sonrisa en grande y ella me acompaña para darme luego un abrazo suave.
— Sé que serás una madre excelente, y allí estaré para cualquier cosa. — le devuelvo el abrazo más que agradecida de que esté aquí.
La doctora regresa y me da unas indicaciones, me pide tomar mucho ácido fólico y me receta unas vitaminas para el crecimiento de mi pequeño.
Al salir al estacionamiento nos dirigimos al vehículo, mamá toma el volante y yo subo al lado del copiloto.
— Vamos para que comas algo, esta mañana me fijé que desayunaste muy poco. — reclino un poco el asiento y hago un sonido de queja— Ah mira, tan pequeño y ya te puso perezosa. — suelto una risita con mis ojos cerrados y siento como comienza a manejar suave.
Coloco la mano en mi vientre y lo acaricio suave mientras pienso en lo feliz que me hace esta noticia... aunque borro mi sonrisa y un gesto de preocupación aparece al recordar que mi esposo no quiere hijos... él si no va a estar feliz luego de esto.
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