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09

~*~

JungKook

Salgo del baño luego de secar mi cuerpo, me coloco una toalla en la cintura y salgo secándome el cabello con una toalla más pequeña. Necesito hablar con HeeSook, las cosas se subieron de tono y lo que menos quiero es lastimarla.

— Soo ¿Podrías venir? — llamo cuando no la encuentro en la habitación. Seguro está en el balcón— ¿Soo? — repito sin obtener respuesta.

Al no escucharla busco un jogger y una sueter gris, me los coloco y salgo a la sala. Suspiro viendo las puertas del balcón abiertas, así que me acerco pero no la consigo allí, me doy la vuelta mirando en la cocina y tampoco está. No creo que esté en mi estudio, por lo que voy a la entrada y me doy cuenta de que las llaves de mi auto no están.

Murmuro una maldición por lo bajo y miro la hora en mi teléfono, son más de las diez de la noche y ella está fuera quien sabe dónde.

— Dios... ¿Soo, por qué haces esto? — susurro preocupado y desbloqueo el teléfono para marcarle. Nada, la contestadora habla mecánicamente y cuelgo— ¿dónde te habrás metido? — murmuro presionando el teléfono en mi barbilla.

~*~

Narrador Omnisciente

Jimin quien está sentado en una mesa del bar junto a su nueva conquista, se da cuenta de que una chica castaña muy conocida se acerca a la barra con desespero, parece estar muy dolida por su rostro.

Quería disculparse con su cita para ir y ver que le pasa a HeeSook, pero no lo hizo, en cambio la mira desde lejos para cuidar que nada le pase.

— Oye cariño ¿y si pides otro Martini? — Jimin le hace seña al mesero sin despegar sus ojos de HeeSook, la chica a su lado empieza a hablarle al mesero para indicarle lo que quiere.

El rubio nota como HeeSook recibe una bebida y de inmediato saca su teléfono para llamar a su mejor amigo.

— JungKook, estoy en un bar como a unas cuadras de tu apartamento...

— No quiero beber, Jimin... estoy muy estresado ahora y no quiero dejarme dominar por la bebida. — el rubio abre los ojos un poco más al notar el tono serio y molesto de su amigo. ¿Será que habían ellos discutido?

Bueno, sea lo que sea eso no es su problema, lo que él debía hacer es informarle lo que sus ojos veían, ya que si una de las cosas que odiaba JungKook es que HeeSook saliera sola en la noche a un bar, no por ser posesivo, sino porque sabe que es peligroso.

— No te llamaba por eso, idiota, te llamo porque estoy viendo a HeeSook en la barra. ¿Ha pasado algo? ¿Está todo bien?

Un suspiro escucha Jimin antes de que la voz de su amigo se oiga nuevamente.

— ¿En qué bar estás? — habla con un tono bajo como si estuviese aliviado.

— ¿Recuerdas el bar de la calle en la que nosotros nos tatuamos? — JungKook contesta con una baja afirmación— bueno ese mismo... oye ¿le hiciste algo a HeeSook? porque...

JungKook corta la llamada dejando a su amigo con la pregunta a medias, Jimin en cambio mira el teléfono y suelta un bufido.

— Grosero, mal agradecido. — murmura y la chica a su lado toca su brazo.

— ¿Está todo bien, cariño? — le acaricia el brazo y Jimin asiente sin dejar de ver a la castaña que se toma un shot en la barra como si se tratara de agua.

— Ah, sí... — contesta con tono suave— ¿me das un minuto? Necesito saludar a una amiga. — la chica frunce el ceño molesta y Jimin rueda los ojos— Es la esposa de mi mejor amigo. — contesta y ella asiente de mala gana.

Sin importar la actitud amargada de su acompañante él sigue hacia la barra donde HeeSook se toma un shot seguido de otro inmediatamente.

— Mucho shot para una chica molesta ¿no crees? — ella en respuesta suelta un quejido, pensando que seguramente este idiota ya había llamado a JungKook.

— ¿Es que acaso no puedo estar sola sin que alguien que me conozca se interponga? — pregunta molesta pero sin mirar a Jimin.

— HeeSook ¿Qué pasa? — se inclina un poco y busca la mirada de ella, al encontrarla se da cuenta del rostro destruido que tiene por las lágrimas— Ay HeeSook... — se acerca a ella y la envuelve en un abrazo, ella suelta hipidos mientras aprieta fuertemente al chico.

Ella se separa lentamente al ver a una mujer parada detrás de él.

— ¿Ella es tu novia? — pregunta a pesar de las lágrimas con una pequeña sonrisa. La chica detrás de Jimin se acerca un poco más y le sonríe un poco.

— SoMin. — ella se presenta suavemente y Jimin se pone un tanto nervioso. Ella no era su novia, pero cada vez que alguien los veía ella se presentaba de esa manera.

— Un gusto. HeeSook. — hace una reverencia con su cabeza y luego mira a Jimin— ¿No llamaste a JungKook, verdad? — él le sonríe suave y avergonzado, entonces ella cierra fuertemente los ojos— Eres un tonto. — susurra— ya que. — se gira recibiendo el otro shot de los que había pagado y se lo toma de un trago— Ya no tiene caso, seguro ya viene llegando el idiota ese... — suelta en un gruñido y Jimin entendió que sí habían discutido.

— Entonces sí discutieron... — afirma en un murmullo y ella suspira levantando el índice al bartender— No, HeeSook, ya no tomes. — él le aconseja pero ella se ríe suave.

— Ya deja de hacer lo que te pide JungKook, no es necesario que me cuides mientras él llega, de igual modo me va a encontrar borracha. — toma el shot y nuevamente se lo bebe.

— Ya no más, por favor. — Él le dice por lo alto al bartender y el hombre asiente.

— Oye Jimin ya yo pagué por eso... no puedes decirme hasta donde puedo tomar. — ella le reclama molesta y se dirige al chico de la barra— Trae lo que te pedí, no le hagas caso.

— JungKook debe estar por llegar, HeeSook. — Él le dice suavemente y ella suelta un bufido.

— ¿Y a mi qué? Igual me voy a divorciar... los hombres como él deben vivir solos. — murmura con rabia y Jimin capta que el problema sí es grande.

— HeeSook, solo estás molesta, no digas esas cosas si sabes que JungKook te ama y es capaz de dar su vida por ti... ese muchacho que se cayó a golpes con el idiota aquel sólo para protegerte... ese chico que años atrás fue capaz de dejar su orgullo a un lado para convertirse en tu amante. — suspira y ella lo mira fijamente— ustedes han hecho todo para estar juntos, no lo arruinen con peleas que luego no tendrán sentido para ustedes.

HeeSook lo mira un rato y luego se ríe un poco.

— Wow... — susurra— entonces cásate con él, Jimin, ya que lo admiras tanto... — dice entre risitas mientras otro shot es levantado por ella hasta sentir el sabor fuerte en su garganta.

— Si me gustaran los hombres créeme que ya me hubiese agarrado contigo por las mechas hasta tenerlo para mi. — comenta haciendo reír solo un poco a la chica de rostro rojo por las lágrimas.

— Siempre has sido tan idiota, Jimin. — dice entre risitas mientras bebe otro shot. Luego de bajarse de la butaca decide que mejor se va— ¿Sabes Jimin? pensándolo bien no quiero ver al idiota de tu amigo... yo me largo.

Jimin le toma del brazo para detenerla.

— No te puedes ir así, HeeSook. Te tomaste varios shots. — aconseja pero ella niega.

— Tienes una cita, Jimin, no la arruines por mí... — el rubio la mira con advertencia— vivo a unas cuadras de aquí. — recalca pero Jimin se niega.

— Cariño pero podemos llevarla a su casa. — su acompañante le murmura y Jimin lo piensa.

— JungKook ya viene en camino. — le murmura él en respuesta pero HeeSook se suelta de su agarre.

— No me pasará nada. — gruñe mientras camina rápidamente hacia la salida.

Una salida que al cruzar la puerta le deja ver a un hombre alto de hombros anchos, cabello negro y algo largo con una mirada oscura. Sí, su marido está parado frente a ella y no se ve muy contento que digamos.

Ella le devuelve la mirada penetrante mientras que Jimin aún sigue detrás de ella esperando algún movimiento por parte de los dos.

— ¿Qué estás haciendo aquí? — pregunta con su voz ronca sin siquiera inmutarse un poco.

— No te interesa. — contesta ella con el mismo tono.

JungKook sabía que él no podía contra el carácter de HeeSook, pero maldición estaba tan preocupado cuando ella salió en su auto.

— Vamos a casa. — murmura afectado con la actitud de ella y el estado en el que se encuentra. HeeSook ni siquiera lo mira y quiere pasar a un lado pero JungKook la detiene del brazo— Estás borracha, no vas a ningún lado así. — le dice en advertencia y ella suelta un bufido.

— Solo tomé unos shots, no exageres. — le contesta con tono déspota, a lo que Jimin, detrás de ellos, respira hondo.

Sólo HeeSook se atrevía a hablarle así a JungKook sin tener consecuencias, y sólo ella era capaz de dejarlo sin habla.

— Vamos. — le advierte pero ella se suelta.

— Déjame. — se queja con fastidio y camina hacia el auto.

JungKook la sigue y cuando ella se sienta en el asiento del piloto, él la toma del brazo y la saca nuevamente.

— ¡Suéltame! — gruñe con rabia en sus ojos.

— Basta HeeSook, estás haciendo un show. — exclama en un murmullo molesto y preocupado a la vez— súbete al copiloto y vamos a casa, allá puedes gritarme y desahogarte si quieres, pero no aquí, no armando un show para todo el mundo.

Luego de decir eso tan cerca de ella, comienza a sentir su respiración agitada, al mirar alrededor comienza a darse cuenta que algunos los miran. Vuelve a mirarla a ella, quien ahora tiene sus ojos aguados y algo rojos, y suspira sintiéndose una mierda.

— ¿Por qué simplemente no quieres? — pregunta en un susurro tembloroso. JungKook aprieta su mano sobre el techo del auto y después cierra sus ojos fuertemente.

— Hablemos en casa, amor. — susurra él mientras se acerca a su oído, cuando le va a dar un beso en su cabeza ella se suelta de su agarre con un movimiento brusco.

Le da la vuelta al vehículo y abre la puerta del asiento del copiloto, se sienta y cierra de un portazo. JungKook por su parte mira a Jimin y suspira.

— Gracias por avisarme, Jimin. — le dice suave para que HeeSook no escuche.

— ¿Seguro que estarán bien? — pregunta preocupado, pero JungKook no asiente ni niega.

— Eso te lo responderé luego. — dice con tono cansado para abrir la puerta del piloto. Jimin asiente y luego JungKook entra a su auto para cerrar la puerta y encenderlo.

No están muy lejos de casa pero mientras están en la carretera el silencio en el que se sumergen es demasiado incómodo para él, nunca habían tenido una discusión tan fuerte o algún inconveniente en público, y verla así, molesta e ignorando su presencia por completo mientras mira por la ventana lo hace sentirse desesperado.

— HeeSook dime algo. — le pide con tono cansado.

Nada. No responde a su pregunta y él aprieta su mano en el volante para tragar fuerte mientras entran al estacionamiento del edificio. El vehículo baja al subterráneo luego de abrir el portón con el control remoto y próximamente se estacionan en su puesto.

Tan rápido como se detienen HeeSook abre la puerta y sale despavorida. JungKook mientras tanto apaga todo rápido para poder seguirla y que no lo deje atrás. No podían estar así.

Cierra la puerta del auto escuchando los pasos de ella un poco lejos, enciende la alarma y a paso de trote alcanza a HeeSook entrando en el elevador de recepción.

— Hey... — susurra tomando suavemente su brazo para girarla a él. Las puertas se cierran y lo único que espera es al menos una palabra de su parte.

— Déjame. — le pide con tono cansado. Al parecer no está tan molesta como hace rato, es más parece cansada.

— Amor ¿Por qué eres cortante conmigo? Sabes que lo menos que quiero es lastimarte. — se excusa con suavidad mientras con su mano le acaricia la mejilla.

— Estoy cansada y borracha, simplemente déjame tranquila y hablamos cuando esté lúcida ¿quieres? — se da la vuelta quitando su rostro de la mano de él y mira fijamente las puertas del elevador hasta que se detiene.

En todo ese tiempo JungKook no dijo nada, simplemente la siguió en silencio. A pesar de que está borracha en lo que ha dicho tiene mucha razón, deben hablar con lucidez y calmados... Aunque ya eso lo hicieron y por eso terminaron discutiendo.

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