—¡Que nervios! —sentenció Uraraka, mientras iba a un lado de Bakugo. Esta era la primera vez en la cual ambos podían irse juntos siendo que iban a la misma dirección al estar trabajando juntos.

Si bien por un momento pensó que el chico sería un gran problema al menos logro ponerse al día en la escuela al tenerlo como compañero y así intercambiar respuestas notando así que a pesar de su apariencia era inteligente.

—¿Quieres callarte? ¡Eres molesta! ¿Sabes? —declaro gruñendo.

—¡Oh vamos! ¿Acaso no estas preocupado por los exámenes?

—¡Ja! ¿Por qué? No fue nada para mí, pero —sonrió con malicia— para alguien como tú cara redonda de seguro fue un reto —se burló.

—¡Qué malo! —la castaña infló los mofletes y le vio mal.

Y mientras ambos discutían no muy lejos un chico de cabellera gris miraba al par atento.

—Hey Tomura, ¿Qué ese no es Bakugo? —hablo la chica de cabellera rubia.

El chico solo guardó silencio, mientras daba la media vuelta, por otra parte ella sonrió complacida.

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—Hey —le llamo Bakugo tras colocar una mano sobre su hombro— esta vez te acompañare a casa —dijo tras ver que desde hace días extraños sucesos ocurrían en su lugar de trabajo. Primero los botes de basura habían sufrido daño y no solo eso, la basura aparecía tirada a pesar de que la habían envuelto bien en las bolsas negras y habían sido colocadas en el contenedor.

Además por alguna razón sentía que alguien le observaba.

Por otra parte la seriedad de las palabras de Bakugo parecieron sonar tan extrañas para Uraraka, aún más con su cercanía. Además ¿Por qué querría acompañarla?

—Buena broma —estallo de risa tras oírle decir eso dejando de lado pensamientos demás. Después de todo Katsuki era Katsuki.

—¡¿De qué mierda te ríes cara redonda?! —alzo su voz ante su respuesta.

Ella en cambio se dio cuenta de algo, a pesar del tiempo transcurrido ni una sola vez le había llamado por su nombre.

—Soy Uraraka; U-R-A-R-A-K-A —parafraseo.

—¿Y a mí qué? Podrías ser quien sea y me importaría una mierda —se cruzó de brazos— como sea, hoy yo te llevare a tu casa.

—¿Ha? ¡¿Y con que permiso?! —más el chico le ignoro yendo al frente de la caja para atender a su cliente.

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—¿Y? ¿Cómo van las cosas con Bakugo, Uraraka? —le tinco la mejilla Mina, mientras le veía pícaramente.

—¿Eh? Pues... Bien —ladeó su cabeza— somos buenos amigos —finalizo.

La chica de cabello rozado bufo —¿Ha? Vamos no bromees ustedes dos se traen algo, somos tus amigas, además ya se veía venir desde que... —Mina se detuvo al sentir la mano de Tsuyu encima de su hombro, girando su vista observó la azabache negando. Si Uraraka aún no se daba cuenta entonces no había que apresurar las cosas ¿No? —Bien, pero si sucede algún cambio háznoslo saber.

—Ahora que lo pienso —se detuvo a pensar Ochako— estos días Bakugo ha estado actuando raro.

—¿Raro? —esta vez hablo Tsuyu.

—Así es, desde que empezó a trabajar en la misma tienda que yo él se ha comprometido a llevarme a casa.

—Espera ¿¡Trabajan juntos!? —dijeron las tres al unísono.

—Bueno si, desde hace unas semanas.

Las tres se miraron entre sí.

—Podría ser... —hablo primero Momo.

—Katsuki Bakugo —esta vez hablo Tsuyu.

—Le gusta... —murmuro Mina tras mirar con el rabillo hacia el rubio quien sin tapujo alguno traía una revista porno en las manos— ese imbécil — frunció el entrecejo tras después mirar con pesar a su amiga.

¿Qué mierda le podía ver de bueno a ese Bakugo? Además aún seguía sin entender como su novio era su amigo.

Largando un poco de aire dejaron el tema por la paz al menos por ese día.

—¡Ustedes dos! —levanto la voz Lida tras ver el revuelo que habían causado Bakugo y Denki— ¿Cómo se atreven a traer material inapropiado a un recinto donde el aprendizaje es lo que debe nutrir la mente de los jóvenes —empezó su sermón tras tomar la revista.

—Ya cállate cuatro ojos, no es como si fuese la gran cosa —bufo tras pasarle el brazo y volver a tomar la revista —además lo dices como si nunca hubieras visto una —la abrió mostrándole el contenido.

—Ja, como si ese tipo de cosas afectara a nuestro presi... —detuvo su alarde Mina al ver la hemorragia nasal de Lida, comprendiendo así que sin importar los valores que tuviera su presidente, un hombre siempre sería un hombre.

—¡Ustedes tres! Se escuchó la voz del profesor Aizawa quien venía con el profesor Yamada —a la dirección.

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Uraraka se dirigía esta vez sola al trabajo a pasar de que Bakugo le dijo que le esperara.

Cuestión que no haría pues ella no le había obligado a meterse en problemas.

—¿Acaso no aprende? —murmuro entre sí, solo para dejar de lado sus pensamientos cuando le llamaron.

—¿Uraraka Ochako? —dijo una chica de cabellera rubia quien traía un tapabocas blanco y un uniforme que parecía ser de la escuela del distrito dos.

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—¡Joder mis padres me mataran! —chillo Denki, pero poco le importó a Bakugo quien permanecía atento a la llamada del presidente escolar.

—No mamá tal vez no podré llegar a tiempo, si, si lo sé, sé que debía estar hace 20 minutos antes de que comenzara, pero sabes que no puedo darme el lujo de faltar. A mi hermano no le hubiera gustado.

Y tras unos 5 minutos más donde el chico de lentes asintió una y otra vez regreso junto a ellos esperando a que el director les hiciera pasar.

—Hey cuatro ojos —le llamo Bakugo— ¿Acaso tenías algo muy importante que hacer?

—Si esto es una clase de burla Katsuki yo...

—¡Responde! —grito exasperado, tanto fue el impacto de su voz que Denki dejo de lado sus lloriqueos.

—Hoy operan a mi hermano y...

—¿Y aun así viniste a la escuela? Pero qué clase de mal hermano le toco a tu hermano mayor —se levantó de su lugar.

—¡Maldito! —arremetió Lida.

—¡Esperen chicos! —trato de calmar las cosas Denki.

—¡Tú! —esta vez Bakugo dirigió la mirada al rubio— ¿Cuánto dinero tienes?

—¿Ha?

—Vamos saca todo tu dinero escoria, que es por tu puta revista que estamos aquí —se acercó a él mientras le tomaba del cuello de la camisa.

—¡Oye! —le tomo del hombro Lida.

—Tu mantente fuera de esto, si quieres llegar a tiempo deberás tomar un taxi.

—Katsuki....

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Un golpe en la cara y una suspensión por una semana fueron los resultados colaterales de haber salvado el expediente de sus compañeros al haber iniciado una pelea fingida con Denki, generando que la revista porno que el rubio idiota había traído a clases quedara olvidada.

Ahora se encontraba directo al trabajo. Sin embargo su sonrisa de victoria se borró al ver salir a Toga de su trabajo.