# 42: Arrastrándome de rodillas
Estar viva puede doler mucho: La suave melodía la arrastra a un estado de cansancio. Permitiéndose soltar un suspiro que estuvo conteniendo. Ansiaba liberar todo su llanto interno con la melodía que abrazaba sus sentidos. Solo observando a través de cortos vistazos esas manos rodeadas de cicatrices. ¿Cada marca contaría una historia diferente? Tan extraño, un día era la entrenadora... al otro estaba sentada en al asiento del copiloto escuchando música suave al lado de (t/n). ¿Qué tanta serenidad existe en la comprensión del dolor?
No es la misma corredora.
Irradia un acogedor aroma de salvación. Acurrucándose en el asiento sin ansias de soltar una silaba. No ansia romper este momento... no vendrán más de estos. Unico en la vida. Esto podría ser un sueño... así que se levanta, ambas descendiendo del auto con un restaurante cerca de la gasolinera. Caminando al lado de (t/n), sintiéndose confusa... los eventos del día fueron un evidente desastre, cuestionándose a sí misma... sus sueños fueron un completo desastre, estaba ahogándose en una enorme pecera.
—¿Hm... debería pedirme un café... un caramel macchiato? — oírla hablándose a sí misma la hace sonreír con suavidad. (t/n) no es solo una corredora... es una humana como tal. Con manos levemente temblorosas al sostener el menu, esas heridas eran permanentes... e incluso tenían tanta personalidad. La hacían ser tan especial. Contando su historia de dolor con belleza, se levantó. ¿Por qué ella no se pudo levantar? —. ¿Qué pedirás? Hay un buen menú aquí al menos, me muero de hambre. ¿Quieres unas donas?
Asentiría en silencio. Anonadada entre esas dulces sugerencias... ¿Para que la llevo hasta ese sitio? No parecía tener las ansias de discutir en lo absoluto, tampoco parecía molesta con su esposo... estuvo en silencio tanto tiempo, era difícil saber que pasaría por la mente de ella, era extraña... en un sentido tan maravilloso.
Su sola presencia la hacía sentir en calma.
Observándola en silencio hablando con la camarera en un tono tan amable. Llena de sonrisas dulces. Justo a como era al verla en televisión... sus años de infancia llena de sueños. Estaba en frente a su corredora favorita. Irradiaba tanta dulzura... aunque cuando la veía acomodar su cabello dolía ver pequeños rastros de cicatrices en lo más alto de su frente, la vida realmente puede ser un infierno. Pero ella brillaba... sin intentarlo brillaba cual estrella. Los encabezados de las revistas no mentían sobre su personalidad. Mirandola acomodar la comida en la mesa, entregándole todo sin molestarse, debía estar acostumbrada...
¿Que se sentiría ser así de afortunada?
—¿Aún duele... no?
—¿Qué? — oír una inesperada pregunta de la nada ocasiona la confusión en Cruz, observándola sin entender el origen de esa pregunta. Esperando en silencio, observándola sonreírle cuando no entendía que estaba preguntando.
—Abandonar tus sueños.
Una pregunta acertada... asimilando como es que (t/n) tomo la elección de tocar ese tema. Nadie decidiría hablar sobre temas que aun dolían. Ocultándolo entre las sombras de tu mente, olvidándote de ello... intentándolo, pretendiendo que no existe, pero ahi estaba... casi en silencio, aceptando que era una herida sin sanar.
¿Era tiempo de hablar de ello...?
—No todos tenemos suerte — continúa hablando (t/n), decidiendo escuchar... después de todo una conversación así de importante no surgiría con su corredora favorita. Eran de esos extraños momentos únicos en la vida, una oportunidad que no volvería —. Pero todos tenemos miedo de fallar... de no ser suficiente. E incluso... intentarlo no es suficiente, mi padre... hubiera dado todo por ser un famoso corredor, pero... no pudo, no fue suficiente...
—¿Cómo era... su padre? No estamos hablando de Doc Hudson... ¿O sí?
—No, aunque también es mi padre... hablo del hombre que me dio la vida: Su sueño era ser un famoso corredor de carreras. A veces... incluso intentándolo, no es suficiente... él tomo sus oportunidades, se fue con esa oportunidad... ¿Sabes que pienso cuando te miro? Te pareces a él.
La confusión rodea todo su rostro mientras escucha a (t/n) soltar una risa. Su risa permite que Cruz se calme, permitiéndose relajarse en este ambiente sereno después de una discusión en el día más desastroso... esperando que terminase de las peores maneras, pero ahi estaba, conversando con nadie más que una persona comprensiva.
—El hombre con el que me case una vez me dijo... que aun no era tarde para perseguir mis sueños — asiente en silencio, es una parte de la historia que nunca te contaran por la televisión. Las revistas nunca lo sabrán, son los secretos que se guardan en el corazón —. Lo mismo va para ti Cruz, aún no es tarde para que persigas tus sueños.
—No puedo... es demasiado difícil. ¿Qué haría ahi...? Sé que fallare... no puedo ser tan... confiada. No tengo esa confianza... el resto son... todo lo que nunca podría llegar a ser. Yo no soy como ustedes... no soy la afortunada.
—Nadie comienza desde lo alto: Tienes que ir escalando... tienes que sangrar & dar todo de ti. Hasta que todo eso rinda sus frutos. ¿Por qué no volver a intentarlo? Te caíste, tuviste miedo al fracaso... tú puedes, inténtalo... ¿Que puedes perder?
¿Hubiera esperado esa selección de palabras...? Nunca. Se las imagino una vez. Exactamente lo mismo. Mirandola con un brillo en su mirar. La esperanza volviendo a crecer en su interior, esperanzada... llena de los sueños que nunca la abandonaron. Asintiendo, sin siquiera saber que decir o como continuar esta conversación cuando se sentía de vuelta en casa: Frente al televisor.
Descubriendo a su inspiración.
1998:
Arrastrándose... constantemente arrastrándose en el suelo. Luchando con la lluvia de comentarios. El dolor apuñalándola. Desangrándose. Continuaba arrastrándose de rodillas en el suelo. No eres nadie. Continuarían diciendo, siendo otra persona por eternos meses de tormenta... ¿Cuántas veces debía de sentirse diminuta? Siendo acechada cual venado, encadenada a su cazador.
"¿Querías que el amor me doliera...? Quizá podrías tener un poco de compasión."
El sudor caería de su rostro. Secando su llanto silencioso... ¿Un día dejaría de arrastrarse cual insecto? Tomando el vehículo a altas horas de la noche. Conduciendo con sus manos apretadas al volante. Callando a todos. Silenciándolos, todo comenzó ese día... una parte de si era feliz mientras la otra aún era prisionera. Mordiendo su labio cada vez que lo oía criticarla.
Corriendo hacia el mundo de sus sueños.
Todos te odiaran al ser la nueva novata: ¿Que con eso? Contestaría. Manteniendo una sonrisa en su rostro. Presentándose al mundo con confianza. Nunca les mostraría el miedo que traía en su interior. El miedo a fallar. A ser olvidada. Sonriendo cuando las cámaras se enfocaban en su persona. ¿Quién es ella? Nadie estaba completamente seguro. Los conductores estaban preparados. Será otra temporada de carreras.
¿Qué cambiaría? Ella lo cambiaría todo.
—Pero miren... el viento trajo una indefensa niña — una voz masculina soltaría con una carcajada cuando se acercaba con su propio grupo, todos vistiendo similar a él, observándolo con curiosidad. Examinándolo, esperando a que hablase para ver como tendría que contestar, sabiendo que sus palabras debían de ser cuidadosas —, ¿Te perdiste? La guardería no es aquí niñita, piérdete.
—Debo haberme equivocado... no sabía que aquí era el asilo.
El hombre cae inmediatamente en silencio. Frunciendo el ceño, todos los novatos... cada uno de ellos siempre parecían obtener respuestas veloces para provocarlo. Presintiendo que esta temporada... iba a ser un infierno si no se defendía.
—¿No deberías estar retirado, anciano?
—Cuida tus palabras, novata... no sabes con quién te estas involucrando.
Habla Chick Hicks sin ser escuchado cuando (t/n) no tardo en marcharse. Dejándolo solo con las palabras en su boca. Enfurecido, sabiendo que cada novato que arribaba... eran tan poco amigables. Pero él tampoco ponía demasiado de su parte, observándola detenidamente, era demasiado joven para estar ahi... por ende era un peligro para todos, arribar a una temprana edad a ese mundo solo significaba que tenían talento.
¿Quién era ella? La novata del momento.
El circuito de carreras está listo. Los corredores están listos. Tomando sus posiciones en esta carrera tan llamativa. Centrando sus miradas en cada corredor. Será otra carrera más... haciendo sus apuestas. ¿Quién ganaría? Todos mantenían en alto sus apuestas por Strip Weathers, él debía ser el triunfador en esa carrera. Los motores rugían al dar inicio a una carrera tan esperada. Todos exclamando su apoyo a sus corredores favoritos. Acelerando, teniendo una sonrisa de verdadera felicidad cuando por primera vez en su vida... estaba corriendo con los grandes. Sobrepasandolos sin problema.
Acelerando a más no poder.
Robándose la atención de todos. Irritando a hombres como Chick que no podría tolerar ver a un novato rebasarlo con tanta sencilles. Intentando chocarla sin éxito, ella los dejaba comiendo polvo... marchándose. Liderando cada vuelta. Robándose la atención & emoción del público, ganándose más de un fanático, su vehículo amarillo brillando con el sol que caía sobre este, el público estallando en sorpresa cuando fue la primera en atravesar esa meta.
Convirtiéndose en la primera novata en ganar una copa pistón. Siendo recibida con entusiasmo cuando descendía de su auto. Quitándose el casco, sacudiendo su cabello (c/c), sonriéndole al mundo. Porque todo su esfuerzo dio sus frutos, celebrando que se convirtió en la primera en robarse ese triunfo tan soñado, siendo la primera... en obtener ese triunfo, sonriéndole burlonamente al hombre que anteriormente se burló de ella.
Amenazas vacías.
Similares a un falso romance: Entregarme al amor no debería doler nunca... entregarme al amor debería liberarme. Desesperada. Estaba triunfando. ¿Pero dónde estaba él...? Oh si... estaba planeando su muerte. Él hombre que amaba deseaba verla muerta. Bañándola en insultos pacivo-agresivos. Él me ama... solo bromea. Se engañaría a sí misma.
Él me mantiene arrastrándome de rodillas: ¿Por qué sigo rogando como un animal...? Celebrando con el resto. Oh, el amor realmente podía doler ocasionalmente... ansiando tener a un acompañante que pudiese celebrar sus logros en lugar de criticarla. Recibiendo su primer trofeo, amando el brillo de este, sonriendo entre tantas personas... acomodando el cabello que se desordenaba con el viento. Estaba sola.
Completamente sola en sus triunfos.
Cada foto era tomada & sería un recuerdo eterno de ese día: Decidiendo sonreír. Decidiendo ser feliz. Entregándose a la felicidad del momento. Presentándose ante el mundo como (t/n) Lombardi. Sonriendo cuando acercaban los micrófonos hasta ella. Sus ojos brillando con la luz del sol & la eterna emoción de su primera victoria.
—¿Cuál es tu nombre? — llovían preguntas curiosas de esas personas. Y no solo ellos la observaban, sino que el resto de los corredores que aceptaban esa victoria ante una novata... una novata de la cual nadie había oído hablar, porque nadie tenía puesta su fe en ella... fue inesperado como todo cambio en segundos.
—(t/n) Lombardi.
Se presentaría sonriente sin conocer su futuro. Desconociendo de los eternos cambios... en cómo el mundo la conocería hasta el final. Su nombre siendo de enorme importancia. Pero su concentración se desvanecería en un hombre de su edad observando todo... no era un corredor, observándolo hablando con Strip Weathers.
¿Eran familia? Debían serlo...
¿La sentenciarían a muerte por los deseos de correr hacia los brazos de un desconocido? Porque el amor en sus manos era tortuoso. Cal Weathers. Era su nombre. Presentándose con una sonrisa en su rostro, como maldecía tener un novio en casa... como maldecía tener un hombre esperándola para sentarse a leer el periódico sin siquiera notarla. ¿Merecía ser ignorada...? Su corazón estaba desesperado por amor que rogaría recibir amor de terceros, pero no... se resistiría a la tentación de correr con extraños.
No era esa clase de persona.
Pero nada detenía a un corazón de continuar latiendo con esas miradas. Una parte de si estaba segura... hubiera sido novia de Cal Weathers de tener oportunidad. De haber estado soltera. Quizá... hubiera sido mucho más feliz a su lado que él idiota que nunca apoyaría sus sueños, sonriendo cuando se apoyaba en contra de su vehículo amarillo con una sonrisa enorme, el momento siendo capturado por la cámara de Cal... ocultando eternamente un dulce mensaje en el reverso de la foto; "Te esperare."
El inicio de su carrera era inolvidable & nunca hubiera esperado... convertirse en la persona que era en la actualidad. Ni como su apellido cambio... ni como ella creció, adquiriendo cada cicatriz en su piel como el recuerdo que estuvo luchando para conseguir su sueño. Sonriendo cuando Cruz escucho cada oración concentrada, casi sin parpadear al verla hablando sobre sus inicios... sobre todo, sobre como con una mente llena de caos... continuo, siendo una historia complicada.
Arribando hacia este presente.
—¿Pudiste haber sido (t/n) Weathers? — una risa escapa de la boca de (t/n) cuando esa es la primera pregunta que Cruz realiza. Esperando cualquier otra pregunta menos esa —. ¿El señor McQueen lo sabe?
—¿Debería saberlo...? No salimos románticamente por ende... solo fue un flechazo — contesta (t/n). Sonriendo, recorrió un camino rocoso... todo fue tan confuso en esos años, ese pequeño flechazo la mantuvo despierta para continuar sonriendo al estar atrapada con un mal hombre del cual siquiera podía acordarse en ese entonces. Siquiera estaba en sus memorias... hasta un fantasma tenía más presencia que él. No lo recordaba... lo que un día dolió, ahora fue olvidado —, somos buenos amigos... supongo que, si las cosas hubieran sido diferentes, no estaríamos aquí comiendo donas.
—¿Si las cosas hubieran sido diferentes... no hubieras conocido al señor McQueen?
—Nos hubiéramos conocido... claro, pero... no sería lo mismo, incluso quizá... nunca nos hubiéramos enamorado. Y eso es extraño de solo pensarlo porque... no puedo verme al lado de otro hombre, odiaría que fuese diferente... estoy agradecida de tenerlo en mi vida como mi esposo, es lo mejor que pudo sucederme en la vida.
—Realmente lo amas...
—Es el amor de mi vida.
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Al comenzar a escribir esta historia... nunca creí volver a levantarme. Me sentía devastada. No porque tuviera el corazón roto... sino que soporte tantas cosas malas que estaba desorientada. ¿Pero ahora...? Ni siquiera puedo recordar a esa persona. Es por eso que no tiene presencia en la historia o se menciona al ex. Literalmente es menos que un fantasma... recuerdo fragmentos de cosas, pero me tengo que forzar mucho... así que puedo decir que estoy en ese momento de mi vida donde realmente estoy feliz.
Después de un año de tortura a su lado... me siento libre.
Yo escribiendo esto a las tres de la mañana be like:
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