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𝐓𝐡𝐞𝐫𝐞'𝐬 𝐚 𝐡𝐞𝐚𝐫𝐭 𝐨𝐧 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐬𝐥𝐞𝐞𝐯𝐞
𝐈'𝐥𝐥 𝐭𝐚𝐤𝐞 𝐢𝐭 𝐰𝐡𝐞𝐧 𝐈 𝐥𝐞𝐚𝐯𝐞
𝐀𝐧𝐝 𝐡𝐨𝐥𝐝 𝐢𝐭 𝐟𝐨𝐫 𝐲𝐨𝐮

- ¡chicos! por si lo olvidaban ya hoy nos vamos y es temprano así que el avión saldrá en cualquier momento y todos se quedaron dormidos. - Anthony empieza a golpear de nuestra puerta y básicamente la de todos afuera. Empiezo a reaccionar y es que, anoche habíamos tomado demasiado... mas de lo que me gustaría admitir.

- oh, hola. - sonreí de inmediato al ver que amanecí a un lado de James. - buenos días.

- no quisiera irme. - este dice mientras me acaricia la mejilla. - mierda, pasé la mitad del tiempo molesto contigo mientras estábamos aquí. Bueno, no contigo, conmigo y...

- entiendo, no pasa nada. - le dije interrumpiendo de su monólogo que seguramente sería interminable. - estamos bien, que es lo que importa. Yo te amo, tu me amas y... - mientras acariciaba de su cabello, me di cuenta de que llevaba puesto un anillo. Mi sonrisa se borra de inmediato.

- acabo de recordar que conociste a Elvis Presley. - este ríe y me da un beso en la mano. - debió ser la mejor noche de tu vida, no tengo muchos recuerdos pero...

- ¿Recuerdas que nos casamos?

- cierto, que nos casamos y... - James hace una pausa cuando se da cuenta de lo que dice y deja de sonreír por igual. - oh.

- oh. - repetí y en ese momento, la puerta se abre de golpe, que gracias al cielo era Dorcas.

- no estoy viendo nada, se los aseguro pero yo necesito que ya estén arreglados a la cuenta de tres porque nos tenemos que ir ya. Todos nos quedamos dormidos por lo mucho que tomamos y si no llegamos a tiempo, no estaremos en Hogwarts para las fotos de graduación.

- ¿eso es hoy? - pregunté confundida y me puse de pie para buscar de mi ropa. - mierda... ya ni alcanzo a bañarme.

- James te ama aunque huelas terrible, ahora, vámonos. - Dorcas cierra de la puerta y nos deja solos para empezar a cambiarnos. Eso hago, busco de mi vestido por todo el lugar y James de sus pantalones.

- um... - empecé a decir y luego me puse los zapatos. - no tenemos tiempo de hablar de esto.

- pero tenemos que hablarlo, Rebecca yo... - James se coloca los anteojos. - espera, antes de que salgamos de aquí, puede que este confundido pero no significa que no este feliz.

- ¿Estas feliz?

- ¿tú no?

- claro que lo estoy. - sonreí, al menos un segundo, ya que mis nervios eran mas. - pero ¿qué hicimos?

- fue Elvis. Creo. - me mira con confusión.

- nos vamos. - Dorcas entra y me lleva de la mano rápido para que saliéramos del lugar.

...

Todo el camino me había quedado pensando si James y yo realmente éramos marido y mujer. Quizás no era así, quizás esto era tan solo una broma de mal gusto. Quizás estábamos jugando y ninguno lo recuerda. Pero lo que si recuerdo es a Elvis, y yo contándole mi historia de amor con James y como empezamos de mejores amigos y luego nos llevamos mal y luego terminé confesándome sobre mi amor y terminamos saliendo a escondidas y como eso me convirtió en la persona mas odiada en todo el castillo pero de repente eso nunca importó mas y ahora, ahora estamos juntos. Pero no se si solamente juntos o juntos como... casados.

Todo el vuelo estuve viendo de mi anillo y tratando de recordar como es que lo obtuve en primer lugar. Esta debió ser la mejor noche de mi vida y no recuerdo nada. Debió ser la mejor noche de mi vida y no porque me casara con James, sino porque conocí a Elvis Presley y ahora no recuerdo nada ni tengo ningún recuerdo sobre lo que fue conocer a mi persona favorita en todo el mundo. Mierda ¿por qué debí tomar tanto?

Ahora, si en alguna parte de nuestro futuro estaba escrito el que James y yo nos casáramos, ahora eso esta arruinado y es porque ya sucedió, una noche antes de nuestro regreso a clases para terminar con los asuntos de la graduación.

Ahora nos encontrábamos fuera en los jardines, obviamente en las partes seguras y sin que ninguna criatura pudiera aparecerse para tomar de las fotos de generación. James estaba platicando con Remus, Peter y Sirius y estoy mas que segura de que les esta diciendo en estos momentos lo que creemos que ha pasado pues, Sirius no deja de voltear a verme. Mierda.

Iba a caminar a donde ellos estaban cuando veo a Lily Evans justo en la salida del castillo,  esperándome de lo mas molesta.

- ¿dónde estabas? - me dice cruzada de brazos. - estuve buscándote por todos lados y estaba empezando a rendirme.

- ¿para qué me buscabas? - pregunté confundida mientras me colocaba la túnica y podía notar lo furiosa que estaba.

- espera ¿llevas... llevas puesto un anillo de compromiso? - mierda, mierda, mierda, mierda. Por un momento olvidé que lo llevaba puesto. - ¿te vas a casar?

- yo... - era muy malo mentir, mas con un tema tan curioso como este y hablarlo con la ex novia de mi posible esposo. Pero era mejor decirle eso, que eran solo planes, a que genuinamente había pasado. - creo.

- ¿crees? - ella alza las cejas sorprendida. - James te pidió matrimonio.

- ¿qué querías decirme? - la interrumpí de inmediato. Para que cambiáramos el tema de conversación y esperando que pudiera olvidar lo sucedido pero no dejaba de verme la mano. - me imagino que es sobre la graduación.

- cierto, si. Regresando al tema... - ella rasca de su nuca y evita el contacto visual. La verdad es que no quería hacerla sentir mal, era cierto, mucho menos con esto que se que puede llegar a afectarle. - el discurso.

- ¿qué con ello?

- pues... eres la segunda mejor en la generación, podrías decir algo también si lo quisieras. - alcé las cejas sorprendida. - no tanto como yo pero... algo es algo.

- Lily. - casi sonreí pero no lo hice. - pudiste haberte guardado aquello, pudiste haberlo escondido y hacer esto solo algo para ti pero me lo dijste.

- pues no soy una mala persona, Rebecca. - ella se cruza de brazos. - no eres mi amor amiga claramente pero... no te odio. Aun y cuando debería.

- muchas gracias. - la abracé y ella muy confundida, no sabe como tomar aquel abrazo pero termina aceptándolo. - pero no lo voy a hacer.

- ¿estás loca? te acabo de decir que puedes hacer lo que tanto has querido por años, por lo que estudiaste demasiado. ¿Y no lo piensas aceptar?

- no, Lily. Seamos honestas, no me lo merezco. Si alguien aquí se lo merece eres tu y... y solamente tu. Así que muchas felicidades. - le extendí mi mano para estrechar la suya. - eres la numero uno de la generación, me has ganado. - ella sonríe victoriosa.

- bueno, gracias. - ella infla el pecho orgullosa y se acomoda su túnica. - si, supongo que tienes razón, me lo merezco.

- sin duda alguna. - le sonreí. - por si no lo he dicho antes, lo siento tanto.

- ¿por? ¿por haber sido una perra?

- si, um... no creo decirme de esa manera pero si, por ser una mala persona y no haber hecho lo correcto ¿de acuerdo? he aprendido de mi error y no quisiera volver a lastimarte nunca, Lily.

- no lo harás, ya nunca nos volveremos a ver. - eso es cierto. - y por lo que veo, tu y James ya serán marido y mujer.

- oh, eso...

- descuida, yo se cuando el amor es sincero y genuino. No se puede hacer mucho cuando dos personas han nacido para estar juntos. Desde el día uno, creo que era muy obvio que lo suyo era mas que una amistad.

- no creo que haya sido muy obvio pues yo no lo sabía.

- si, tu no, pero todo mundo si. - ella me da una palmada en la espalda. - bueno, ahora... iré a la foto.

- de acuerdo. - y ella se retira. Y acepto que esta conversación me hizo sentir mucho mejor. James se acerca a donde estoy, aprovechando que Lily no esta.

- ¿de qué hablaban?

- del discurso de graduación. - eso llamó la atención de James. - me ofreció ser parte de el. - este emocionado me abraza y me da una vuelta en el aire. - y dije que no.

- estas loca.

- no, solo la verdad. No lo merezco y ella si y aun y cuando trabajé tanto para lograrlo, ella lo hizo mejor y es la única opción aceptable.

- wow, yo jamás haría aquello entonces... enhorabuena Graham. Tomaste una decisión para nada egoísta. - le sonreí. - espera,ya no puedo decirte Graham... ¿debería llamarte Potter?

- James. - reí nerviosa. - estamos casados. Mierda.

- nunca creí que lo llegaras a ver como algo malo. - negué con la cabeza de inmediato antes de que tomara ideas erróneas. - créeme, también pienso que no debió ser así...

- no me arrepiento. - lo detengo. - quiero decir... ya nos hemos graduado. Bueno, en unos días. Y ambos trabajamos, básicamente juntos. ¿no creo que este mal?

- ¿estarías dispuesta a empezar una vida juntos?

- obviamente, no estaría contigo si no pensara que esto tiene futuro. - reí y el me sonríe. - ¿tú?

- eres mi mejor amiga, no creo que haya mejor compañera de vida que tu. - me acerqué un poco mas a el para poder besarlo, no importaba realmente si alguien nos miraba, no me importaba si seguía siendo la persona mas odiada en este colegio, yo estaba con la persona que amaba, con mis mejores amigos, haciendo musica y saliendo por fin de clases. Nada podía arruinar esto.

- muy bien, los esposos pueden venir a la foto de una vez por todas. - Sirius llega y nos abraza de los hombros a ambos. - si, nunca pensé decir aquello pero... estoy feliz por ustedes.

- gracias. - lo miré con confusión.

- ¿recuerdan algo de su boda? debieron habernos invitado, me hubiera encantado estar con Elvis y que el... - hace una pausa. - ¿el tiene permiso de casarlos?

- um... - voltee a ver a James y me reí. - no, definitivamente no.

- creo que no. - James dice. - supongo que estaba igual de ebrio que nosotros... y tuvimos una boda falsa.

- el anillo luce de lo mas real. - dice Dorcas llegando de la nada y levantando de mi mano para verlo. - si, yo si me di cuenta de esto anoche. No te hagas la sorprendida.

- ¿qué? ¿qué recuerdas?

- a ambos llegar atacados de la risa juntos, abrazados y mostrabas tu anillo a todo mundo. James te carga de las piernas, abre la puerta de la habitación y lo demás que sucedió definitivamente no me concierne en lo absoluto. - levanta ambas manos.

- tuvimos una boda falsa. - le dije.  - eso es genial, no estamos casados.

- ¿cómo es eso genial? - Dorcas pregunta. - ustedes se aman, deberían estar tristes.

- no, quiero decir... estamos algo jovenes para hacerlo. Queremos hacerlo pero no ahora. - James contesta por ambos. - lo que si, es que... si quisiera hacerlo.

- si, yo igual. - dije riendo aún.

- no, hablo en serio. Yo... quisiera pedirte matrimonio. - me he quedado en silencio y todos, básicamente. - ya llevas el anillo puesto pero...

- ay por un demonio. - Sirius me lo quita del dedo y se lo entrega a James. - solo hazlo de una vez por todas.

- no pensé que fuera a pedirte matrimonio en los jardines del colegio, pero es chistoso, aquí mismo te confesé que estuve enamorado de ti por años y tu perdiste la cabeza ese día.

- lo recuerdo bien.

- y ahora... aquí mismo, te pido que seas mi esposa. No hoy, no mañana... pero que lo seas algún día. ¿qué dices? - me acomoda el anillo en el dedo de nuevo y no pude evitar de sonreírle.

- si, claro. Solo si Elvis esta ahí presente de nuevo. - reí y este se pone de pie de nuevo para besarme y abrazarme. - y no ebrios, para nada ebrios. Debemos dejar de tomar.

- y debemos decirle a nuestras madres.

- oh, eso.