38. 𝐝𝐞𝐥𝐢𝐜𝐚𝐭𝐞
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𝐓𝐡𝐢𝐬 𝐚𝐢𝐧'𝐭 𝐟𝐨𝐫 𝐭𝐡𝐞 𝐛𝐞𝐬𝐭
𝐌𝐲 𝐫𝐞𝐩𝐮𝐭𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧'𝐬 𝐧𝐞𝐯𝐞𝐫 𝐛𝐞𝐞𝐧 𝐰𝐨𝐫𝐬𝐞, 𝐬𝐨
𝐘𝐨𝐮 𝐦𝐮𝐬𝐭 𝐥𝐢𝐤𝐞 𝐦𝐞 𝐟𝐨𝐫 𝐦𝐞
- estuvieron fabulosos. - Anthony nos recibe atrás del escenario, donde nos encontrábamos de lo mas cansados y felices por igual. Claro, estuvimos cantando y tocando por horas porque una vez que empezamos, nadie estaba ahí presente para vernos... una que otra persona. Pero se empezó a correr la voz, y fue cuestión de tiempo para que la gente quisiera pasar su noche en este hotel y escucharnos. Tuvimos que cantar cada una de nuestras canciones para hacer que el tiempo valiera la pena.
Estaba lo que sigue de cansada, sudada... literalmente empapada y corrí a los brazos de Dorcas de la emoción, los chicos se juntan y todos nos abrazamos de la emoción. Claramente lo único que quería era estar en los brazos de James a lo que lo busco y trato de abrazarlo y este se muestra algo frío y distante.
- hey. - le dije y este finge estar bien, trata de mostrarme una sonrisa y luego se voltea a ver a Sirius. Quien estaba literalmente ya comiéndose a besos a otra chica. - ¿se volvieron a pelear?
- no. - este dice de inmediato. - no es eso, Becca.
- ¿entonces qué es? ¿Quieres hablarlo? - me voltea a ver y me mira a los ojos y se que algo no estaba bien pero no podía descifrar que era lo que pasaba. - ¿James?
- escucha, estuviste genial esta noche. - este me dice y tratando de fingir estar lo mejor posible pero la verdad es que no le creía en lo mas mínimo. - todos te amaron y estoy muy feliz por ello.
- perdóname pero no pareces para nada feliz. - reí confundida. - ¿hice algo que te molestara?
- um... no... - este por fin estaba por empezar a abrirse conmigo cuando Sirius camina hacia donde estoy y me abraza para festejar la gran noche que tuvimos. Le correspondo el abrazo ya que yo por igual estaba de lo mas feliz con lo que estaba pasando pero me quito rápido para ver a James de nuevo y este se había movido.
- espera. - le dije mientras me moví y lo busqué con la mirada pero nada. Solo los chicos mientras aun festejaban y Anthony y no me quedó mas que mirar al fondo con decepción. - ¿sabes qué le pasa a James?
- pues, dudo que algo respecto a ti. Literalmente me acaba de confesar lo mucho que te ama y que eres la indicada y todas esas cosas. - no pude evitar sonreír en aquel momento. - lo sé, lo sé Rebecca. Acepto que ustedes dos han nacido para estar juntos.
- ¿lo has aceptado? - reí mientras rascaba de mi nuca. -bueno, um en ese caso... muy bien Sirius. - este ríe conmigo. - se que llegará la persona indicada para ti.
- gracias Graham.
- pero por mientras, basta de la venganza. Es divertida, la admito. A mi también me gustó y mas de lo normal pero no esta bien tratar de aquella manera a las personas que quieres.
- soy un hombre nuevo a partir de hoy. - lo miré como si no le creyera y una chica lo jala de la mano para llevarlo consigo y con las demás, así que aprovecho y salgo del escenario en busca de James.
Alcanzo a verlo en la salida, aun no estaba fuera pero si estaba a nada de hacerlo y no entendía el porque no me avisó. Me rompe un poco el corazón estas decisiones tan de la nada que esta tomando cuando yo lo único que buscaba era pasar el mejor fin de semana a su lado y conocer la ciudad. ¿Será que no quiere aquello? podría entenderlo... pero no lo creo, la primera razón por la cual estamos aquí es por el.
Caminé hacía allá para encontrarme con el pero no estaba viendo hacia el frente, veo que llevaba en manos una carta o unos papeles y los checaba antes de salir.
- ¡James! - le grité a lo lejos pero no me escuchó ya que la musica estaba de lo mas fuerte y creo que otra banda se iba a presentar. - espera. - lo jalé del brazo y lo detuve. - por favor dime que tienes.
- estamos en la ciudad de tus sueños ¿de acuerdo? no quiero arruinarte la noche. - me acaricia la mejilla y me siento mas tranquila, de alguna manera, de saber que había algo de contacto físico al fin. - disfruta, conoce el lugar, no quiero arruinarte el momento.
- es que no estoy entendiendo ¿por qué harías eso? ¿qué esta pasando contigo? - empezaba a enojarme y a no entender mas el porque de su forma de actuar.
- quizás... quizás estaba yendo muy rápido, quizás debo ir mas lento.
- ¿en qué? ¿en nuestra relación? - este asiente con la cabeza y aquello... aquello rompió un poco mi corazón. - oh ¿eso quieres?
- ¿eso quieres tu? - no alcancé a contestar, ya que enfrente mio se muestra nada mas y nada menos que Elvis Presley. Quisiera decir que estoy mintiendo, quisiera decir que tomé demasiado esta noche y seguramente lo estaba confundiendo con un doble de los muchos que hay de el en esta ciudad. Estaba segura de que era el mismo hombre que llevo escuchando y admirando por años. Estaba segura de que era el esposo de Priscila y que era el mismo que a los once años le regalaron una guitarra cuando el realmente deseaba un rifle. Con esas patillas y el traje blanco. No dije nada, tan solo lo miré y me quedé en shock rotundo.
- Rebecca Graham.
- sabes mi nombre. - fue lo primero que digo y estoy segura que no era la mejor manera de comenzar esta conversación pero era lo primero que llamó mi atención. - eres Elvis Presley. - esa es la segunda cosa que ha llamado mi atención. Creo.
- si, um... yo que tu no digo eso de lo mas fuerte. - este voltea a ambos lados para buscar a gente que estuviera al pendiente de esta conversación. - he venido porque quería escucharte cantar, he escuchado que estaban en este hotel y que eran muy buenos así que me di un tiempo libre. - voltea a ver a James. - tocas increíble.
- Elvis. - James me dice, sin ninguna expresión facial, sin ningún movimiento, el estaba igual de sorprendido que yo. - es Elvis, Rebecca.
- puedo verlo. - dije y por fin regresé un poco a la realidad. - hola... yo... hola. - empezaba a ponerme mas y mas nerviosa cuando lo miraba y este vaya que estaba confundido pues no dice nada. - quiero gritar.
- por favor no lo hagas, vine a invitarlos a una fiesta que hay en el hotel en el que estoy. Es demasiado lujoso y varios artistas están presentes y creí que ahora que están en la ciudad, podría...
- si. - dije de inmediato. - todos, con gusto vamos. Si.
...
En efecto, todo el grupo fue al hotel y estuvimos de fiesta con Elvis Presley. Este es el tipo de cosas que solo podrían pasar en mis sueños, en los mas locos, en mi libreta en clase cuando estoy aburrida y empiezo a fantasear para sentirme mejor y anoto ideas tontas mientras debería estar poniendo atención. Todo era perfecto, podía decir que este era el peor pero al mismo tiempo el mejor año de mi vida. Situaciones como estas jamas hubieron podido ser posibles si no fuera porque nos animamos a tener una banda en primer lugar. Y era cierto, el concurso de bandas en el colegio era con intención de hacer sentir mal a Sirius que... ya ni siquiera es mi propósito. No me importa para nada si soy honesta. Lo que me importaba era el discurso y puesto a que aquello ya no es una opción, nada en Hogwarts era importante por el momento.
Lo que si lo era, era esto. Lo que somos fuera del colegio. La musica que creamos, lo felices que hacemos a otros incluyendo a Elvis Presley. Quien estuvo todo el tiempo platicando con nosotros y bailando. Fui al a barra para servirme algo de tomar y vi que James estaba ahí así que, ya que la emoción había bajado un poco, decido tener una conversión con el por fin.
- ¿puedes creerlo? esto esta pasando. - reí y este tan solo me sonríe. Voltee al fondo a ver a Elvis, quien estaba platicando con Dorcas. - es literalmente el amor de mi vida.
- no solo es Sirius un problema, sino que ahora el maldito Elvis... - James empieza a decir en voz baja y lo volteo a ver con confusión.
- ¿qué dices? - este apenado, al saber que lo he escuchado, tan solo se voltea pero ya todo sonrojado y le volteo el rostro con mi mano. - ¿Sirius?
- escucha, si sigues sintiendo algo por el, es mejor que me lo digas de una vez. Así no me duele tanto esta situación.
- yo no estoy sintiendo nada por Sirius. - reí pero de lo mas fuerte, no podía creer lo que escuchaba. - de verdad, nada. Si muy apenas es una amistad.
- Rebecca, no puedes mentirme. Yo te he escuchado. - lo miré con confusión. - dijiste que siempre sentirías algo por el. Se lo has dicho a Dorcas hoy mismo.
- espera, si dije eso pero no me refería a amor como tal. Si, si será importante siempre y claro, fue mi primer novio y mi primer amor. - este toma de su bebida y se la quito de las manos. - pero ahora no es nada mas que un compañero de banda.
- ¿qué hay de Elvis?
- creo que toda la vida vas a tener que compartirme con Elvis. - reí y este intenta hacerlo pero seguía de lo mas confundido. - James, lo que voy a decir es lo mas cursi que diré en mi vida y no puedo creer que lo estoy haciendo pero eres tu el amor de mi vida, carajo.
- el "carajo" le ha quitado lo cursi, al menos un poco. - este me aclara.
- de hecho, estuve pensando todo el vuelo que hasta quisiera casarme contigo. - admití y este se muestra serio cuando me escucha. - ¿piensas que estoy loca?
- un poco. - hice una mueca apenada y este me roba un beso en el momento. Literalmente me toma de las mejillas con ambas manos y empieza a besarme con dulzura. - pero si tu estas loca, yo soy un bipolar de mierda porque un día te digo que te amo y el otro no te hablo para nada.
- solo... solo escuchaste una conversación ajena, es todo. - le empujé en ese momento. - que esta mal, no deberías, porque luego sacas todo de contexto.
- ¿Casarnos? - este repite, como si fuera en lo único que pudiera pensar.
- si vaya um... quizás no de verdad. Así como esas bodas falsas que todo mundo tiene aquí con un Elvis falso.
- pero aquí hay un Elvis de verdad. - Elvis se presenta entre nosotros dos y nos abraza de los hombros. - ¿quieren casarse? yo puedo hacerlo sin ningún problema.
- pero no de verdad. - dije de inmediato y he volteado a ver a James. - ¿verdad?
- si lo hacemos antes nosotros, nuestras madres no tendrán como hacerlo. - estábamos tan ebrios que James suelta eso al aire y Elvis nos mira de lo mas confundido. - oh si, quizás seamos hermanastros.
- eso es... muy raro. - dice este y voltea a verme. - pero te diré algo, si lo que sienten el uno por el otro es amor de verdad entonces yo no veo porque perder el tiempo. Se de lo que les digo.
- si, Priscila. - dije con emoción y este nos sonríe. - pero no vengo para nada preparada.
- cariño, llevas puesto un vestido color blanco.
- es cierto, lo hago. - dije de lo mas sorprendida y es que creo que estaba mas ebria que nada. Tomé de la mano de James y asentí con la cabeza. - Elvis, deberías casarnos.
- no tengo el permiso de hacer aquello ¿lo saben, verdad?
- no importa. - decimos al mismo tiempo.
- iré por una biblia.
- hace unas horas pensabas terminar conmigo y ahora estar por casarte conmigo ¿qué piensas? - le pregunté mientras abrazaba de su cuello.
- no iba a terminar contigo, bueno a menos de que tu lo quisieras. Tenía mucho en duda lo que sientes ¿De acuerdo? no porque no te crea, solo porque creo que eres perfecta, Rebecca tu podrías estar con cualquier persona en el mundo y...
- y estoy con la mejor persona de todas. - este se acomoda los anteojos. - crecí junto a tu lado, siendo vecinos, siendo los mejores amigos, aprendiendo amarte y a quererte, crecimos escuchando a Elvis y ahora el nos hará una boda falsa. - reímos. - suena como el cierre de un ciclo para mi.
- si, un cierre de un ciclo.
- y que sea el principio de muchos mas juntos ¿no crees? - levanté ambos hombros y este se inclina para besarme cuando Elvis regresa.
- ¿listos?
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