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21. 𝐖𝐞𝐥𝐥, 𝐦𝐲 𝐛𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝'𝐬 𝐢𝐧 𝐚 𝐛𝐚𝐧𝐝, 𝐡𝐞 𝐩𝐥𝐚𝐲𝐬 𝐠𝐮𝐢𝐭𝐚𝐫 𝐰𝐡𝐢𝐥𝐞 𝐈 𝐬𝐢𝐧𝐠 𝐋𝐨𝐮 𝐑𝐞𝐞𝐝

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𝐓𝐡𝐞𝐲 𝐬𝐚𝐲 𝐈'𝐦 𝐭𝐨𝐨 𝐲𝐨𝐮𝐧𝐠 𝐭𝐨 𝐥𝐨𝐯𝐞 𝐲𝐨𝐮
𝐓𝐡𝐞𝐲 𝐬𝐚𝐲 𝐈'𝐦 𝐭𝐨𝐨 𝐝𝐮𝐦𝐛 𝐭𝐨 𝐬𝐞𝐞

Todo estaba mal, no pude dormir en lo mas mínimo. Solo podía pensar en James y que todo lo bonito que vivimos o dijimos o hicimos se fue a la mierda porque su novia existía. Porque ella estaba aquí y ahora... yo no soy nada. De nuevo. Me bañé, me arreglé, en fin hoy ya era veinticuatro de diciembre y tocaba la gran cena en casa de los Potter. Pero mi madre no estaba, y muy seguramente ya estaba enfrente desayunando con Euphemia entonces opté por ir. Toqué de la puerta con miedo de que me abriera Lily pero fue mucho peor, me abrió Sirius. Por un momento también olvidaba que el venía.

- Rebecca, hola. - sonreí al verlo y este me abraza. Le regresé el abrazo porque lamentablemente, admito que verlo me hacía bien. No deja de ser una persona importante para mi. Pero mierda, drama era lo que menos ocupaba ahora. Pensar en James será suficiente, ahora estaban los dos. - ven por favor, vamos a desayunar. - me toma de la mano y me mete a la casa.

- ¿acabas de llegar? - pregunté confundida y este asiente con la cabeza. Llegamos a la cocina pero aun no nos sentábamos si quiera cuando voltee y vi a lo lejos a James reír con Lily. Le limpiaba a boca porque se había manchado y luego terminaba besándola. Me estaba muriendo de los celos y traté de no verlos.

- ya saludé a tu madre por cierto y me dijo que ya sabe que terminamos. - voltee a verlo a los ojos. - espero y no me odie... le tengo mucho cariño.

- no creo que ese sea el caso. - fingí una sonrisa y pasé a la cocina, donde Sirius me sigue y ahora, todos los ojos estaban en nosotros.

- que lindo es verlos juntos de nuevo. - dice mi madre pero Euphemia ni sonríe ante ello. Es extraño aquello. - tomen asientos, tenemos de nuevo hotcakes.

- si, bastantes esta vez. - Euphemia dice y ríe. Tomé asiento enfrente de James y Lily y Sirius a un lado mio. Peter ya no estaba por lo que veo. - Lily, querida ¿gustas?

- no me gustan, pero gracias. - alcé las cejas sorprendida. - igual una manzana o alguna fruta estaría bien. - voltee a ver a Euphemia de inmediato y ella tan solo sonríe. Que incomodo.

- ¿no es perfecta? Les digo que Lily ha estado muy ocupada estudiando, es muy estudiosa... es la mejor de la casa. - me estaba ardiendo literalmente la piel de lo caliente que estaba, por lo molesta claro. Todo el desayuno tuve que escuchar a James decir maravillas de ellas que hasta me estaba hartando. -no solo eso, ella esta empezando a dibujar y es la mejor en lo que hace y...

- oye ¿me acompañas a comprar mi traje para esta noche? - Sirius me dice en voz baja.

- si, vámonos. - dije en voz alta para interrumpir a James que no se callaba y todos voltean a verme. - voy a acompañar a Sirius al centro comercial, espero y no haya problema.

- ¿ustedes dos solos? - James pregunta y Lily le voltea el rostro para seguir hablando con el.

- si, solo nosotros dos... creo. - dije volteando a verlo y este se pone de pie para tomar de mi mano y llevarme fuera de la cocina. - prometo que no tardamos.

- solo lleguen para la cena, viene toda la familia y quiero que te conozcan Rebecca. - me dice Euphemia y sonreí ante ello. - ahora, vayan y no pierdan mas tiempo.

- gracias. - le di un beso en la mejilla a mi mamá y me voltee una ultima vez para ver a James, quien estaba sonriéndole como un bobo a Lily mientras ella hablaba.

Molesta y sin soportar mucho mas con esto, salgo de la casa y saco un cigarrillo algo desesperada y de lo mas rápido. Sirius se me queda viendo y no me dice nada. Al menos no por un rato. No se que tanto pueda aguantar aquello.

- ¿te encuentras bien? - Sirius se coloca enfrente mio y me toma del rostro para que voltee a verlo. - hey ¿qué pasa?

- es suficiente ser la sombra de Lily en clases ¿por qué en mi propia casa? - Sirius me ve confundido. - bueno, no mi casa casa pero... tu me entiendes.

- no eres ninguna sombra, bonita. - me sonríe. - tu eres la mejor... eres mucho mejor que ella. Que para empezar, no hay porque comparar, las dos son lindas a su manera pero... sabes que siempre para mi serás la mejor.

- eres demasiado bueno conmigo.

- no, fui una mierda contigo. Ahora estoy tan solo lamentando mi error por el resto de mis días hasta que me permitas que todo sea como antes. - hice una mueca. - no hay prisa, repito. Solo estoy feliz de poder pasar navidad con mi familia y saber que tu también estarás ahí.

- me vendría bien un poco de sopa ¿vamos por una?

- vamos. - este me sonríe y me abraza de los hombros para llevarme fuera de ahí.

...

Regresamos después de haber pasado toda la tarde juntos, Sirius y yo. Y fue... lindo. Me la pasé muy bien y creo que era justo y necesario una distracción de lo que me estaba alterando el día de hoy. Me fui a la casa a cambiar para luego regresar de nuevo a la casa de enfrente. Usé un vestido color azul marino, muy bonito y lleno de brillos. Se me hace un poco exagerado al final del día pero lo qué pasa cada navidad en casa de los Potter es básicamente una gala. Viene toda su familia y hasta contratan musica en vivo. Alguien tocando el violín o el piano... es realmente una velada muy bonita.

- mamá ¿me puedes abrochar el collar? - bajé las escaleras y ella también de lo mas lista. Se veía preciosa. Me levanté el cabello y me voltee para que lo hiciera. - gracias.

- Lily es muy bonita ¿verdad? - puse los ojos en blanco de inmediato. - me agradó demasiado. Ahora veo porque James no deja de hablar de ella.

- ¿te puedo preguntar algo? - me voltee a verla de frente ya una vez que terminó. - James me comentó que alguna vez, escuchó que tu y Euphemia hablaban de lo mucho que les gustaba la idea de que estuviéramos juntos.

- cuando eran tan solo unos bebés. - mi madre dice tomando de mis mejillas. - ciegamente creíamos que lo mejor era que estuvieran juntos pero ahora son tan diferentes. Se matarían juntos.

- cierto. - fingí una sonrisa. - supongo que es cierto.

- es bueno que el haya encontrado a Lily y se que Sirius y tu tuvieron sus altas y bajas pero... - me abraza. - se que es cuestión de tiempo para que encuentres a la persona indicada para ti.

- vayamos de una vez. - y salí de la casa para cruzar de la calle. No se que tan lista estaba para enfrentar esta situación,pero creo que es fácil. Solo tengo que bloquear cualquier sentimiento que tenga por James. El padre de el nos abre la puerta y ambas pasamos.

El evento, como dije, era perfecto. Si había bastante gente pero a la vez no, estoy segura que cada persona que esta aquí es familia de ellos y me alegro que puedan considerarnos parte de ella. Mi madre se fue platicando con Fleamont y me quedé sola, pero vi a James bajar las escaleras y parece que iba con prisas pero se detiene para verme.

- wow, te ves preciosa. - me toma de la mano y me da una vuelta. - que bueno que ya llegaste, todos estamos acá. ¿Vienes?

- ¿todos? - pregunté confundida.

- si, vinieron Remus y Mary... de hecho ¡Ian esta aquí! Lo invité porque se que era importante para ti y estarías de lo mas feliz al verlo. - que lindo, no pude evitar sonreír. - por cierto, te tengo un regalo de navidad.

- no debiste molestarte. -reí y este se acerca al mostrador de la entrada para buscarlo. - yo no te compré nada.

- yo tampoco. - voltea a verme y lo miré con confusión. Este me entrega el libro de Historia de Hogwarts. - se que dijiste que lo ocupabas para pasar ese examen, y tu mamá esta muy emocionada con la idea de que seas la numero uno de la generación. No voy a ser yo quien la detenga. Separé el libro desde hace una semana porque genuinamente quería estudiar. Pero puedes igual tu explicarme si quieres.

- James ¿qué si Lily también quiere de este libro?

- como dije, sería lo correcto que tu des el discurso. Lo mereces, Graham. - sonreí y lo siguiente que hice fue que de inmediata lo abracé. - feliz navidad.

- muchas gracias, James. - no quería soltarlo nunca. Este me regresa el abrazo y nos quedamos así por un rato.

- ya vamos a cenar. - Lily se muestra y nos separa. Con justa razón. Abraza del brazo de James y le voltea el rostro para besarlo frente mio. - tu madre nos espera.

- vamos. - dije y ella me detiene, colocando su mano en mi pecho. La miré con confusión.

- me comentaron que ya no quedan lugares cerca de nosotros en la mesa por todos adultos ¿hay problema si te pones del otro lado con los niños? - esto debe ser una broma. Voltee a ver a James pero este no me dice nada porque estaba mas enfocado en Lily. - Ian dijo que te acompañaba.

- no tengo problema con ello. - fingí una sonrisa y los seguí hasta la cocina. Era verdad, ya no había lugar. Pero que horrible situación. Lily y James se sientan y empiezan a platicar con Euphemia y Fleamont. Remus como el mejor amigo de Lily, estaba a su lado y luego Mary. - deberías ir con tu novia. - le dije a Ian, hasta el otro extremo. - no tienes que sentarte aquí.

- hey no pasa nada, yo también llegué tarde. Que por cierto, feliz navidad. - este me abraza y yo a el. - ¿cómo te la estás pasando?

- extraño. Muy extraño, estoy sentada con los niños en vez de con mi familia y la persona la cual quiero esta con la mujer de sus sueños.- admití. - ¿tú?

- ¿acaso sigues con esa idea de que te gusta James? - voltee a verlo molesta por haber dicho eso relativamente alto. - ay no pasa nada, nadie puede oírme estando sentado hasta acá.

- es tan solo la verdad, Ian. - tomé de mi copa de vino y tomé de ella mientras intentaba enfocarme en lo que decían. Claramente, no podía. Solo los veía a lo lejos reír y pasar un buen rato. Toda la atención era para Lily y James besaba de su mano con emoción. - habían sido días perfectos, no tenía idea de que vendrían todos.

- Gracias por decirme que estás feliz de verme.

- no, claro que esto feliz por verte. - dejé mi copa sobre la mesa y puse mi mano sobre su hombro. - de verdad que es un alivio que estes conmigo aquí, no creo poder soportarlo sola.

- mañana puedo venir a verte para que te distraigas. Vayamos a comprar vinilos ¿qué te parece? Necesito buscar uno nuevo que estaba viendo de... - y en ese momento, El Niño sentado a un lado mío, empuja mi copa y cae sobre mi vestido. - oh, mierda.

- demonios. - voltee hacia abajo a verme y La Mancha se veía terrible. Aún y cuando mi vestido era oscuro, podía verse como si vomité. De verdad se veía muy mal. Voltee a ver al Niño molesta pero este tan solo se ríe. Me puse de pie para buscar de una servilleta y limpiarme pero por ello, llamé la atención de todos en la mesa y escucho como se callan cuando me escuchan maldecir. - mierda, estúpido niño de mierd... - sonreí apenada ante todos y solo veo como Sirius ríe cuando dije eso.

- oh querida, en la lavandería tengo un quitamanchas estupendo ¿quieres usarlo? Para no que no arruines tu vestido. - me dice Euphemia.

- si, yo, um... iré a buscarlo. - me puse de pie y vi como Sirius hace lo mismo. - puedo ir sola, no te preocupes.

- ¿segura? - asentí con la cabeza pero luego Ian también quiere acompañarme y niego con la cabeza. Pero en ese momento volteo y James seguía platicando con Lily. Me detuve antes de salirme de la casa y me quité la servilleta de encima.

- James, acompáñame. - de nuevo se hace el silencio para presenciar aquello. - quiero decir, es tu casa. Tú sabes mejor que nadie donde deben estar las cosas.

- realmente no creo que haya problema, Becca. Sabes que es saliendo de la casa, en el cuarto de a lado. - este me dice negándose literlamente y se voltea para seguir platicando.

- no, no se donde es porque nunca he lavado nada en tu casa y no quiero perderme. Es realmente una mansión. - dije y solo podía sentir la mirada de enojo de Ian al fondo. - ¿podrías?

- pero...

- oh por un demonio, solo acompáñala ¿quieres? No se va a callar si no la llevas. - dice Lily y la miré con el ceño fruncido. - quiero decir, para que podamos seguir con la cena. Por mientras yo aquí me quedo platicando con tu madre.

- de acuerdo, de acuerdo. - James levanta ambas manos y se pone de pie para alcanzarme en la entrada. Salimos de la casa y ambos caminamos hasta el cuarto de limpieza. Es uno muy pequeño realmente, y contaba con lo básico que era una lavadora y una secadora pero como dije, la casa de James era una mansión y este cuarto era relativamente lindo. Al menos limpio. El de mi casa parece que podría salir un ratón detrás de la lavadora. - muy bien, este es el cuarto. No nos perdimos porque estábamos exactamente a unos cinco pasos pero... - lo voltee para que estuviera de frente a mi y tomé de sus mejillas para besarlo. Fue un beso rápido, posiblemente no el mejor pero no podía evitarlo. Llevaba tanto tiempo deseando hacerlo. Este ni siquiera logra cerrar los ojos, me mira mientras lo besó pues, me separo y veo que se quedó intacto. Mierda.

Pero lo siguiente qué pasa es que este sonríe y me besa ahora el a mi. El beso es mutuo y nos tenemos el uno al otro como un par de salvajes, teniendo el momento de sus vidas. Desesperadamente empuja de la puerta para cerrarla y James se centró en mis labios. Me agarró la cara y me besó con firmeza. Me besó con fuerza y ansias. Abrazo de su cuello y entrelazo mis dedos en su cabello a lo que, el lanzó un gemido. Escucharlo de aquella manera me ponía tan caliente, tanto que ahora yo era la que jadeaba cada que nos movíamos al besarnos.

Pasé mis manos para atrás para intentar desabrochar de mi vestido y este aprovecha para bajar la miraba y besar de mi cuello. Hice la cabeza hacia atrás de lo bien que se sentían sus labios por mi piel. Sus húmedos y frescos labios pasando por mi cuello y deteniéndose en mi clavícula mientras me ayudaba a bajar del vestido. Me toma de las caderas y me sienta sobre la secadora. Me abre de piernas y se coloca en medio mío para seguir besándome. Pasaba sus manos por toda mi espalda y al llegar a la parte baja, me pegaba a su cuerpo, lo suficiente como para sentir su duro miembro. Y estar rozando con el, con pantalón y todo, me tenía más mojada que cualquier otra interacción sexual en mi vida.

En ese momento, alguien toca de la puerta y muy asustados, nos detenemos.

- um... - mierda, estaba toda roja del rostro. Mierda, ¿qué hice? Estaba tan apenada. Lo peor de todo es que James por igual, no podía ni verme a la cara y tan solo se voltea. Así que soy yo quien abre de la puerta y para mi suerte, era Ian. Claro estaba que yo me asomo tan solo la cabeza. - ya voy, sigo quitando de La Mancha.

- te pasó algo de ropa limpia. - por como me lo dijo, no parece nada molesto, por ende, no sabe lo que pasó. Y me siento aliviada, nadie lo supo. - ¿todo bien?

- todo Perfecto, deja me cambio y regreso. - este intenta asomarse pero no lo dejó y cierro la puerta. Me volteo para ver a James y este estaba recargado en la lavadora con los codos y sus manos cubriendo su rostro.- vaya primer beso. - dije mientras me colocaba encima un vestido holgado y para nada elegante pero que usaba para el día diario, color verde y floral.

Me puse tan nerviosa que no supe que más decir. James se endereza y camina a donde yo estoy,  me toma de las mejillas y me besa. Pero es un beso diferente. Es con dulzura, es más lente y cero ruidoso. Ni siquiera me muevo de cómo es que este momento me tenía. Pero el decide terminar el beso y me suelta.

- tu último primer beso. - alcé las cejas sorprendida y empecé a sonreír lentamente, quería contenerme pero no podía. - entonces, así es como siente.

- ¿qué?

- besarte. Algo que no solo me he preguntado por años, pero si no que he deseado terriblemente, Rebecca. - mi corazón se derritió cuando el dijo aquello pero no dice nada más y sale del cuarto. Dejándome ahí sin saber que decir o que hacer. No se que es lo que hará el.

Se que estuve mal. Se que fui una terrible persona. Pero pasé mis dedos por mis labios, tratando de recordar el sabor de sus besos y me recargué en la puerta.

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