Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

8. Inesperado

10, Marzo de 2021





Después de casi dos meses por fin había encontrado un empleo de medio tiempo, era para ser barista en una cafetería.

Lo único que me pidieron es que usará una camiseta negra sin ningún tipo de logo en la parte de enfrente.

Así que hoy iba en busca de un par de camisas de ese color.

Ya había llegado hace un rato a aquella tienda de ropa que estaba cerca de una plaza en mi casa.

Ya había conseguido las dos camisas, pero aun así me quedé un rato en la tienda para comprar unas hoodies que me habían gustado en la sección de hombre.

Estaba viendo los estampados, a veces me preguntaba porque los hombres tenían mejores diseños de camisas que las mujeres.

Le di la vuelta a los pequeños armadores para ver los otros buzos, cuando vi una figura conocida a la distancia.

Me acerque lentamente sin que notará mi presencia.

—Te queda bien esa camisa — comenté.

El chico alto se giró a verme con sorpresa.

Sonrió por unos segundos.

—Gracias.

Sorprendente, habían pasado cinco segundos y no habíamos peleado, un nuevo récord.

—¿Qué opinas de esta? — tomo otra de diferente diseño y se la coloco por encima — No sé cuál de las dos llevar y eres la única opción que me queda para saber que escoger.

Me acerque a él y tome camisa a mala gana, la volví a colocar encima de él varias veces.

Toque su pecho.

—La que tienes está mejor, te queda muy bien, llévala — mencioné extendiéndole la otra camisa.

—De acuerdo — veo como se acerca a los vestidores e ingresa a uno.

Me alejo y voy por uno de los hoodies que me gustaron.

Me acercó a la cajera, iba a dejar mis tres prendas en el mostrador cuando alguien más pone las suyas.

Mi rostro cambia drásticamente al ver de quién se trata.

—Eres muy lenta — murmura Osvaldo con gracia.

Ruedo los ojos y me quedo a un paso detrás de él.

La chica pasa la ropa que escogió Osvaldo por la máquina que identifica los códigos.

Ella me mira a mí y luego a mis manos donde tenía mi ropa, la mire confundida.

—¿Ustedes dos vienen juntos? — pregunta la chica.

—¿Por qué? — pregunta el chico de lentes.

—Es que hay una promoción que tenemos para parejas, el mes de febrero ya pasó, así que las prendas que usted escogió y su novia salen a veinte por ciento de descuento — informa la chica — Pero no les sirve si van a pagar por separado.

—Nosotros no...

Osvaldo toma mis manos y me quita las tres vestimentas que tenía.

—Tenga, disculpe a mi novia, es algo despistada — hablo el castaño y lo mire confundía.

—¿Qué co... — Osvaldo tapa mi boca con su mano y ríe.

La chica nos mira confundía, pero sigue con su trabajo y nos cobra las prendas, Osvaldo le extiende una tarjeta y ella cobra.

—Muchas gracias por sus compras, que tengan un lindo día — menciona la rubia extendiendo dos bolsas de papel.

Yo tomé en la que había guardado mi ropa y Osvaldo la otra.

Él de lentes tomo mi mano y no me objete hasta que salimos del local.

Nos alejamos un poco hacia el parqueadero.

Suelto su mano bruscamente.

—¿Novios? — cuestiono — Osvaldo y si ella te conoce y filtra esa falsa información.

—Calma madison, no me conoce obviamente — musita sin importancia.

Niego mirándolo.

—No puedes andar diciendo que somos pareja solo por promociones, Osvaldo — susurre acercándome.

No sé por qué, pero el hecho de que básicamente no haya negado que somos pareja no me enoja tanto como debería.

—Tu tampoco lo negaste — exclama y me quedo en silencio.

Buen punto.

—No puedes andar diciendo esas cosas — vuelvo a decir.

Él se encoge de hombros.

—¿Por qué?, Mentir me da promociones.

—Pues no me gusta que andes diciendo que somos pareja — menciono — Consíguete a alguien más que quiera fingir contigo.

Tira su cabeza y hombros hacía atras.

—¿Por qué te hace tanto problema? — interroga con frustración.

—Porque… No me gustas, Osvaldo, no me llevo bien contigo — le recuerdo.

—Solo lo hice por una prenda gratis, Madison.

Niego lentamente, ni yo sé porque me causa tanto conflicto que haya mentido con eso.

—Solo no quiero que hagas ese tipo de cosas, pudo haber alguien ahí que nos conozca y…

—Bueno, regresa la maldita prenda a la tienda.

Me quedo callada.

Primera vez que me deja sin palabras.

—Cuando dejes de ser tan tajante con los de tu alrededor podremos disfrutar una promoción — comenta el de lentes.

—No me interesan las promociones contigo — murmuró.

Su cara parece decaer, pero finge rápido.

¿Qué paso?

—Mejor a la próxima dejaré claro que no somos nada — camina hacía su carro.

Paro mi caminata y me quedo parada a unos metros de él.

—¡Bien! — grito.

Me giro con un sentimiento extraño, no hubo mucho acercamiento, ni me jalo del brazo, pero me siento mal.

Tengo un sentimiento extraño en el pecho...

Como si quisiera disculparme, un ardor raro.

Alguien me toma del brazo y me pongo de alerta hasta que veo que es él.

Me gira y me pega completamente al auto pegándome de paso a su cuerpo.

—Eres una malagradecida — dice en un tono bajo.

Olvídenlo no quiero disculparme, quiero golpearle la cara.

—Osvaldo, solo es una prenda — digo de la misma forma que él había hecho antes.

—Madison, solo fue una mentira — habla con desespero.

Me muerdo el interior del cachete queriendo replicar.

Pongo mis manos sobre su pecho, pero no lo empujo.

Las dejo ahí y por primera vez puedo sentir el calor de su pecho debajo de la tela.

Siento los latidos de su corazón como si fuera una melodía.

Me mira y sus ojos se entrecierran.

—Ahora la infantil estas siendo tú, Madi — susurra casi en mi rostro por la pequeña distancia que nos separaba.

—No me importa — menciono en el mismo tono.

Baja la mirada hacía mis manos sobre su pecho.

—Ya te gusto tocarme, ¿no?  — pregunta.

Lo empujo levemente y él ríe.

—Ya quisieras — objetó.

Paso por su lado y camino unos pocos metros alejándome del estacionamiento, paro en seco y me giró para verlo.

Él ya lo hacía conmigo...

En su rostro había una sonrisa ladina y se cruzó de brazos.

Solo rodé los ojos y seguí con mi camino.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro