"H.I.V.E."  Nunca supo con exactitud  de que se trataba esa organización , pues siempre que se hablaba de ella en la televisión su madre cambiaba de canal, o en los periódicos se publicaba un articulo ella lo quemaba, y así con infinidad de medios donde se hablaba de la colmena y nunca pudo entender bien de que era o se trataba la colmena. Pero a pesar de tener esa boleta en las manos, aun no estaba segura de lo que quería y solo el tiempo lo diría.

º Al día siguiente º 

Eran alrededor de las doce de mediodía, Arella y su hermana Alice volvían de la escuela, entrando a casa el aroma a comida inundó el olfato de ambas, Alice se alegró sabiendo lo que esto conllevaba, mientras que Arella se preocupaba en sobre manera pensando lo peor. Al ver como su madre cocinaba con una sonrisa varios platillos, se propuso así misma encontrar el motivo de el inusual buen humor de su madre "Mama?" "ho... mis niñas espero tengan apetito"  Arella entre cerró los ojos apretando el tirante de su mochila, debía ser precavida ahora

"mi papá vendrá temprano hoy?". "así es... Hoy vuelve temprano del trabajo para acompañarnos en la comida... Tenemos buenas noticias para ustedes" Arella callo y Alice fue la que siguió en preguntar "para las dos?" "así es, lávense las manos y vengan a sentarse para esperar a su padre". La calma y serenidad de Arella se esfumó al escuchar las palabras 'tenemos buenas noticias para ustedes', con lentitud se acercó a habitación y allí  dejó su mochila, se acercó a su espejo y con miro con miedo su reflejo, con las ganas de llorar se dijo así misma en un susurro "por favor,... Todo menos eso" apretó el agarre de sus manos en su tocador tratando de aguantar  su tristeza "que no sea lo que estoy pensando... Por favor" se susurraba en impotencia de lo que presentía. 

Se dio su tiempo para arreglarse, el baño duró unos minutos más de lo normal, seco su cabello con lentitud y también lo seco y peino con lentitud, después de cambiarse se volvió a sentar frente al tocador, se miraba al espejo y se repetía mentalmente "cálmate todo estará bien" su hermana la fue a buscar y su corazón se oprimió en su pecho cuando la escucho decir "mi papá a llegado... Baja a comer Arella" se levantó con la mirada perdida y se dirigió al comedor, cada paso se le así más pesado, su respiración era dificultosa.

Si, tenía miedo, un sentimiento que se le manifestaba solo cuando le hablaban de entregar su vida a Dios, todo a su alrededor era su mayor miedo en esa casa, era como si cada acción que hiciera estuviera mal, La biblia le recordaba que no era perfecta, pues, cada una de esas páginas tenía contenido explicitó sobre como ella era pecadora solo con el hecho de haber nacido. Se dice en la biblia que el primer pecado es nacer, pero ella nunca pidió nacer. Como algo como haber vivido era su culpa?. Además todo lo que decía después era casi como tener un libro feminista en las manos. La mujer desobedeció a Dios, a su hombre y es la culpable de que la tierra esté plagada de pecado, porque?. Por haber comido una fruta, no conforme el suicidio también era pecado, entonces qué cosa querían?!.

Llegó al comedor se acercó a su padre y con una falsa sonrisa lo abrazó, se sentó a comer con su familia, la verdad le costaba comer, sintió todo agrio, como si las palabras de antes o la noticia le hubieran amargado la cena. Su madre se levantó con una sonrisa y pasó al lado de sus hijas dejando les a ambas un sobre frente al plato de comida. Su padre carraspeó un poco mientras su madre se sentaba de nuevo esta vez agachando su cabeza. Un comportamiento muy sumiso para su gusto, pero claro, su madre fue criada a la antigua para que no le importará que el hombre tenia mas derecho que ella a pesar de haber sido ella quien les dio la vida.

"los sobres que tienen frente a ustedes, marcaran la diferencia en su vida mis niñas" " en qué forma?" Su madre no quería que ella interrumpiera a su padre porque lo considero rebasar los límites del lugar de una mujer, Arella simplemente ignoró la mirada de su madre dirigiéndose a su padre, quien a pesar de eso sonrio pues esta noticia era demasiado buena para el.

"ese sobre contiene la fecha de el dia mas importante de sus vidas, entregaran su cuerpo, mente, vida y alma a Dios... Serán bautizadas y reconocidas en la iglesia como dos más de nuestras hermanas" 

Sintió cómo su cuerpo se paralizo, su pesadilla, su miedo y sobre todo su condena se estaban volviendo reales. El bautizarse para pertenecer a una iglesia de por vida, entregar todo rastro de libertad, solo con meterse al agua vestida de blanco y  dejar que un hombre guiará su cabeza para atrás diciendo un mandamiento de como no podría volver a ser ella nunca más. 

No, no quería eso, pero aunque no quisiera sus padres no la entenderían, y por supuesto ella no se quedaría de brazos cruzados, pero en sus padres no podía confiar, una idea cruzó su cabeza, sí, esa sería su salvación, su puerta a la libertad.

Volvió la mirada hacia Alice quien ya estaba más que sorprendida y entusiasmada con la idea de volverse una hermana de la iglesia, no una monja o algo parecido pero si una hermana. Quería gritar, romper todo a su paso, pero en su lugar, sonrió y con una dulce mirada les contestó a sus padres "es una maravillosa noticia... pero estoy casada y quisiera dormir un poco" volteo a su padre quien le sonrió, extrañaría esa sonrisa, " ve, descansa porque mañana será un nuevo dia".  Devolvió la dulce sonrisa y se retiró del comedor en dirección a su habitación, al cerrar  la puerta, explotó.

Se tumbó en la cama y gritó en la almohada amortiguando cualquier sonido con ella. Ya no sentía tristeza, no, ahora sentía furia, frustración y muchas ganas de gritar. Actuando por impulso tomó una mochila bastante grande y tomó toda la ropa que podía, y el broche, ese broche que años atrás un chico le había regalado como prueba de su amor antes de morir.

Se lo colocó en el suéter con capucha que tenía, escribió una carta de despedida para su hermana, una para su padre y otra para su madre, escondió la mochila bajo su cama y se acostó sobre la cama, después de que las luces fueron apagadas se levantó. No regresaría, eso ya estaba decidido. Tampoco sabía a dónde iría pero si estaba segura de que nunca más volvería  a ver a su familia. fue por eso que antes de irse se llevó con ella una foto donde estaban ella, sus padres y su pequeña hermanita.

Se escapó de la casa, al cerrar la puerta de nuevo sintió la brisa golpear su rostro, la brisa de la fría ciudad de Gotham, camino por las calles vacías y desoladas. Ahora evitaba a la policía, que una niña esté en las calles a tan altas horas de la noche los alertaria.

"este es mi primer paso" se dijo con una sonrisa, sin dudas la vida de ahora en adelante cambiaría a su gusto con las decisiones que ella quería tomar.