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—16 años, increíble como pasa el tiempo, ¿dónde dejo esto?
Taehyung asintió distraído, estaba terminando con las ensaladas para la pequeña cena que había ideado para Olivia y por más que quería poner su atención en lo que estaba haciendo no podía dejar de pensar en que sus mejores amigos, amantes al parecer, se encontrarían en su casa esa noche.
—En la mesa grande.
Hoseok salió de la cocina y volvió a los segundos, siempre dispuesto a ayudar pero Taehyung no se estaba fiando de esa tranquilidad y es que su amigo miraba la hora cada dos segundos.
—¿A qué hora viene el resto?
Taehyung lo miró, tenía tantas preguntas para él pero no era el lugar, ni el momento y quizá nunca lo sería. No le gustaba inmiscuirse en relaciones ajenas pero esto era diferente, habían buenas personas que iban a salir heridas y él no quería ser un espectador de esa matanza.
—Pronto, ¿hablaste con Wendy?
—Si, hace un rato, se siente más tranquila cerca de su mamá y yo también la verdad. Últimamente las cosas no han marchado bien en casa.
—¿Es por el embarazo? —Taehyung revolvió lentamente la lechuga con tomate y se concentró en eso, no quería ser evidente pero quería indagar más sobre lo que Yoongi le había contado pero no sabía cómo.
El silencio de su amigo fue largo y suficiente para que Taehyung alzara su cabeza. Hoseok lo estaba mirando y ya no se veía tan tranquilo.
—Estamos pasando un mal momento... Estoy trabajando el doble para tener las comodidades que merece y ella se siente desplazada por eso... Simplemente ella no valora mi esfuerzo y discutimos por eso.
—Entiendo que quieras darle el mejor lugar a tu esposa pero ella necesita de ti.
—Y me tiene —Hoseok arrugó su ceño —estoy dando mi mejor esfuerzo pero para ella no es suficiente.
—Lamento escuchar eso, siempre me pareció que eran muy unidos.
Hoseok caminó hasta el mesón y se apoyó en este, se cruzó de brazos mientras miraba hacia la ventana.
—Hice un mueble para la habitación del bebé, estaba tan orgulloso de lo bien que me había quedado.
—Te quedó bien.
—A Wendy no le gustó tanto, estuve a punto de desarmarlo.
—¿No le gustó? Por lo que pude ver quedó muy bien hecho.
—Cierto, envié la fotografía al grupo.
—Lo hiciste... —Taehyung lo miró de soslayo —Jimin te pidió que le hicieras uno igual.
—Si —Hoseok sonrió de inmediato, su rostro iluminado —lo quiere color rosa.
—¿Le harás uno? Pensé que no tenías mucho tiempo.
—No tengo, pero es Jimin. —Hoseok lo miró —tú sabes que haría cualquier cosa por él.
Taehyung quería saberlo todo pero ya no pudo indagar más porque el timbre de su casa sonó y él tuvo que salir de la cocina. Cuando estuvo en la puerta arregló su ropa y su cabello. Tomó una respiración rápida y abrió la puerta.
Olivia se lanzó a sus brazos, traía una tira de globos flotantes de todos colores y una caja grande de regalo, se veía radiante y feliz. Seokjin estaba detrás de ella y le extendió una botella de vino que Taehyung tomó apenas Olivia dejó de asfixiarlo.
—Gracias por la invitación.
Taehyung asintió y deslizó rápidamente sus ojos por la ropa que vestía el padre de Olivia. Se veía bien con su camisa blanca metida dentro de su pantalón de mezclilla azul claro y una chaqueta ligera oscura.
—¡Papá me regaló el disco que quería!
—Genial —Taehyung cerró la puerta —eso deja en nada el perfume que te regalé.
Oliva de puso a reír y negó de inmediato —¡Claro que no! Mis dos regalos favoritos. ¿El tío Hobi está aquí? Vi su automóvil.
—En la cocina.
Ella se fue prácticamente corriendo, su energía era avasalladora.
—Espero no sea incómodo para ti... Sé que Olivia fue de la idea.
—Está bien, de todos modos todos nos conocemos hace años, ¿no?
Seokjin asintió —incluso así no quiero ser una molestia.
—No lo eres —Taehyung dijo sincero —es el cumpleaños de nuestra niña, deberíamos haber hecho esto hace mucho tiempo, ¿viste lo feliz que se ve?
—Tienes razón, es mi culpa.
—No hablemos de eso. —Tae dio un paso atrás —trae tu chaqueta a mi habitación, el perchero se rompió.
—Está bien.
Taehyung aún con el vino en la mano lo llevó hasta la habitación principal, no mentía, su perchero se había roto unos días antes por lo que el mejor lugar para dejar la ropa de la visita era su habitación.
Su cama estaba perfectamente estirada y el abrigo negro de Hoseok estaba sobre esta.
—Que linda fotografía.
Seokjin estaba frente a una de las tantas fotografías que tenía colgada en la pared. Había una de él cuando joven, de Olivia a medida que pasaban los años y una en particular que Taehyung había querido botar pero que por su hija no lo había hecho.
—Tengo muchas, esas las puse cuando a Olivia le pidieron un collage en la escuela hace varios años.
—Yo tengo un álbum pero tengo una pequeña laguna.
—Puedo pasarte algunas si quieres.
Seokjin se giró para mirarlo y Taehyung se aferró la botella de vino, todavía le parecía surrealista tener a Seokjin en su habitación, tener momentos tranquilos con él y no sabía muy bien como reaccionar ante el palpitar rápido de su corazón cuando lo tenía tan cerca.
—Gracias.
Taehyung miró hacia la pared más cercana cuando Seokjin se quitó su chaqueta. No quería ver como esa fina camisa se amoldaba tan perfectamente a su cuerpo. Seokjin siempre había tenido un fuerte impacto en él y con el pasar de los años ese impacto no bajaba ni un poco.
—Tengo que ir a terminar la carne.
—Oh cierto, ¿necesitas ayuda?
—Claro. —Taehyung salió de la habitación para dirigirse a la cocina en donde Olivia y Hoseok estaban conversando.
—¡Primo!
Ambos Kim se saludaron y Taehyung cruzó una mirada con su hija. Sus ojos brillaban y Taehyung comenzó a pensar en lo poco beneficioso que sería que Seokjin se involucrara tanto en sus vidas, después de todo, podría irse en cualquier momento rompiendo una vez más el corazón ilusionado de ella.
—¿Cómo va esa tienda de tatuajes? —Hoseok se sentó en el pequeño comedor de dos sillas donde tomaba desayuno con Olivia todos los días. —Hace tiempo que me quiero hacer otro.
—Va bien, la clientela fluye bien —Seokjin se acercó a Hoseok y tomó su brazo —ha envejecido bien esta pieza.
—¿Tú la hiciste? —Olivia preguntó interesada.
Taehyung se echó a reír recordando el día —estuvimos dos horas esperando a que Hobi se decidiera y otras tres horas para que se animara.
Seokjin también se rio —y otras tres horas para tatuarlo.
—Hey, no fue así en lo absoluto. Solo tenía un poco de preocupación.
—Si claro.
—Yo no lo recuerdo así —acotó Seokjin y cuando sonrió hacia él su corazón amenazó con salir de su pecho. No era justo que todavía sintiera tantas cosas por él.
—Como sea, me gustaría hacerme otro.
—¿Cómo el tío Jimin que se tatuó el nombre de su bebé?
—Puede ser.
—Jimin fue a la tienda hace unos días, parece que quiere hacerse otro.
—No lo sabía —Hoseok murmuró.
—Pero no alcancé a hablar con él. Yoongi lo atendió.
—¿Yoongi? —Tae preguntó de inmediato sin saber porque lo había hecho en primer lugar pero cuando vio la molestia en el rostro de Seokjin su interior burbujeó.
—¿Quien es Yoongi?
Olivia, quien estaba revisando su teléfono no perdía el tiempo mientras miraba a todos los hombres del lugar.
—Es mi empleado. —Seokjin respondió tajante.
—¿Estamos hablando de Yoongi, Min Yoongi? ¿El tipo del piano?
—Si —Taehyung caminó hasta su refrigerador y sacó dos botellas de cervezas heladas. Las dejó sobre la mesa junto con un abridor. Se paró a un costado de su hija que estaba sentada frente a Hoseok —trabaja con Seokjin y nadie lo sabía al parecer.
Seokjin resopló y Olivia no se perdió aquello.
—¿Es el tipo de cabello verde?
—Si —Seokjin respondió escueto.
—¿Fue tu novio, papá? Él es guapo.
Taehyung negó —un muy buen amigo.
Hoseok tomó un sorbo de cerveza —ese tipo podría haber sido tu padrastro, Olí. Babeaba por Tae.
—Púdrete —dijo Seokjin antes de llevarse la botella de cerveza a lo labios.
Olivia parecía fascinada y Taehyung solo sonrió mientras volvía a sus labores. Buscó un paño y abrió su horno, revisó la carne de cordero que estaba cocinando a fuego muy bajo. Todavía le faltaba cocción por lo que volvió a cerrar la puerta del horno.
La conversación siguió su curso pero ahora solo Olivia y Hoseok estaban hablando, Taehyung revisó el arroz y como este estaba listo apagó el fuego.
—¿Necesitas ayuda?
Taehyung miró a Seokjin y negó —no ahora, pero sí para lavar lo platos después.
—Puedo hacer eso.
—Gracias, no va a ser tanto, quiero lavar esto antes de cenar.
—No es necesario, puedo lavar todo al final, ¿te olvidaste que trabajé dos años lavando ollas y platos en ese restaurante de mala muerte?
—¿El de cocina Thai?
Seokjin hizo una mueca de asco —era insalubre.
—Nunca nos enfermamos, no seas exagerado.
—Bueno si, pero eso no quitaba que el viejo era un infeliz con sus trabajadores.
—Aguantaste mucho tiempo allí.
—Tenía que hacerlo y no estuvo tan mal, a ti te gustaba esa comida.
Taehyung se rio, los recuerdos llegando uno trás otro mientras el peso de la historia de ambos los envolvía.
—El arroz frito era delicioso.
—Sigo prefiriendo la comida china.
—¿Sigues comiendo? Te hace mal.
—De vez en cuando no hace daño —Jin le guiñó un ojo.
El timbre sonó fuerte y recién en ese momento ellos dejaron mirarse. Taehyung arrugó su ceño tratando de quitarse el embrujo que Seokjin vertía sobre él y caminó hasta la puerta. Olivia lo siguió.
Abrió la puerta y Namjoon los saludó con un abrazo, traía el coche de Amaia desarmado y de inmediato corrió fuera de la casa para ayudar a Jimin con la bebé.
Olivia amaba a esa pequeña por lo que a penas Jimin se asomó ella tomó a la niña y se fue a sentar al sofá con ella en brazos.
Jimin le dio un abrazo, traía un enorme bolso rosado en su hombro y se veía cansado, ojeras bajó sus ojos pero se veía bien a pesar de todo, desde que le habían entregado a Amaia que se veía radiante.
—¿Cómo están? —Taehyung cerró la puerta y como la familia Park se había acordado en los sofás él también los acompañó.
—Cansado —Jimin acarició la mejilla de su bebé mientras Olivia la mecía.
—Llegué ayer de mi última comisión —Namjoon se frotó su cabello corto —estaré por aquí al menos hasta fin de mes.
—Lo cuál es un alivio —Jimin tomó la mano de su esposo y le sonrió con cariño.
Taehyung observó la escena y mordió su labio cuando la puerta de la cocina se abrió. Miró hacia esa dirección solo para ver a Hoseok acercarse con una sonrisa en los labios. Se quedó tieso en su sitio mientras veía el intercambio. Hobi saludó a Namjoon como de costumbre y luego a Jimin, no vio miradas extrañas ni anhelantes, Hoseok le dio un beso a Amaia en la frente haciendo ruidos. Todo normal.
—¿Puedo tomarla? —Hoseok preguntó y Jimin asintió de inmediato.
—¿Tus manos están limpias? —Namjoon dijo medio en broma, medio en serio.
Hoseok asintió mientras tomaba a la pequeña en brazos, la meció perfectamente sin quitarle los ojos de encima con una sonrisa en los labios. Amaia no parecía incómoda en esos brazos y Taehyung se preguntó si la familiaridad que estaba observando siempre había estado allí o ahora veía todo con otros ojos después de lo que Yoongi le había contado.
—Pronto tendrás al tuyo propio —Namjoon acotó.
Olivia se puso de pie —iré con papá, ¿falta mucho para la comida? Tengo hambre —ella le batió sus pestañas como cuando era pequeña y se fue a la cocina sin esperar una respuesta.
—¿Seokjin está aquí? —Jimin abrió sus ojos grandes.
—Si —Taehyung hizo un gesto con su mano —idea de Oli.
Hoseok seguía con Amaia en brazos tan cómodo que ni siquiera estaba haciendo bromas al respecto.
—¿Y Wendy?
Taehyung miró a Namjoon que seguía sin quitarle los ojos a Hoseok.
—En casa de mis suegros, no se sentía bien. —Hoseok miró a la bebé y luego alzó su mirada hacia Jimin y se la entregó. —Se ve muy saludable, lo has hecho bien.
—Gracias —Jimin sonrió, sus mejillas un poco sonrojadas pero sin alzar la mirada de su pequeña niña mientras la acomodaba en su regazo.
Taehyung se puso de pie —creo que deberíamos sentarnos, los estábamos esperando a ustedes.
—Me disculpo por eso —Namjoon también se puso de pie en toda su altura haciendo gala de su robusto cuerpo gracias a su trabajo en el ejército. —Mucho tiempo fuera de casa, ya sabes.
—Claro —Taehyung aclaró su garganta, no quería mirar a nadie pero sus ojos inevitablemente se fueron hacia su mejor amigo pero este se veía igual que siempre. Una sonrisa amable en sus labios mientras miraba a Namjoon.
Luego de armar el coche y acostar a Amaia, ellos se sentaron en el comedor que raramente era usado. Seokjin saludó al resto de los invitados y se pusieron al día y es que a pesar de vivir en la misma ciudad ellos no habían coincidido en ningún lugar, mucho menos en las celebraciones ya que ellos nunca habían celebrado nada juntos.
—El tipo devolvió cinco veces su filete mignon, hay personas que saben comer.
—Quizá solo lo quería más cocido —Namjoon se encogió de hombros mirando a Hoseok —no a todo el mundo le gusta que haya más sangre que carne en su plato.
—Un filete mignon tiene que ser jugoso, no recocido, pierde su calidad de esa manera —Hoseok explicó un poco a la defensiva.
Seokjin y Taehyung cruzaron una mirada.
—¿Es la receta de tu abuela?
Taehyung aliviado de que Seokjin desviara un poco la conversación asintió —no me queda tan bien pero estoy cerca.
—Es delicioso. —Jin le sonrió —la salsa sobre todo.
—Gracias.
Olivia se llevó una mano a su pecho con dramatismo mientras veía la mesa llena desde su asiento —este es el mejor cumpleaños de todos.
Hoseok alzó su vaso y brindaron por Olivia que se veía a cada segundo más feliz y radiante que el anterior.
—¿No saldrás con tus amigas, Oli? —Jimin preguntó antes de tomar un sorbo de su vino.
—Mañana... Pero no es seguro. —Olivia miró a Taehyung y luego a Seokjin —me invitaron a una fiesta pero todavía no obtengo el permiso.
Todos, excepto Seokjin miraron a Taehyung —lo sigo pensando.
—Eres inteligente, niña bonita —Seokjin la elogió —¿crees que decirlo delante de todo el mundo pone en aprietos a tu papá?
Olivia hizo un puchero con sus labios —¿si?
Seokjin negó divertido —todo lo contrario, cariño.
Taehyung mordió su labio ligeramente mientras miraba a Seokjin, no podía apartar su mirada, mucho menos cuando este también le dedicaba alguna sonrisa cómplice. Dios, esto de compartir su mesa con él no estaba funcionando.
—Supe que estás de novia, Oli. —Hoseok preguntó, maldad en todo su rostro.
—¡Tío Hobi!
—Tema sensible —Taehyung se echó a reír viendo el rostro pálido de Seokjin.
—Ya está grande —Jimin se llevó un trozo de carne a la boca —nosotros salíamos a los 14.
—Los tiempos son diferentes —Taehyung odiaba el tema de las salidas, todo el mundo tenía una opinión diferente a él y lo catalogaban de exagerado por querer cuidar de su única hija. —Hay más robos y peleas.
—Eso es cierto —Seokjin tomó su copa de vino y la movió ligeramente —cuando abro la tienda los sábados en la mañana veo a muchos chicos jóvenes tirados por todos lados borrachos sin saber dónde están.
—Yo no quiero ir a una discoteca, papá... Es un fiesta en la casa de la prima de Maya.
—Lo sabemos, cariño —Taehyung miró a su hija.
Ella bajó la mirada volviendo a comer en silencio.
—¿Todos ustedes se conocen hace tantos años? —Namjoon fue el que hizo la pregunta.
Todos se echaron a reír y comenzaron a discutir sobre los buenos viejos tiempos y Taehyung sonrió extrañado de la reunión, era la primera vez en casi diez años que estaban reunidos todos juntos.
—Nos conocemos desde adolescentes... Bueno, Seokjin y yo desde los pañales —Hoseok comentó.
—Cierto, ustedes son familia.
Taehyung miró a Namjoon, el fuerte tipo parecía diferente esa noche, estaba más callado de lo habitual. —Traeré el postre —se puso de pie, quizás un poco de dulce ayudaría con la tensión del ambiente. Olivia también se puso de pie y lo ayudó a llevar los platos a la cocina.
Seokjin también apareció en la cocina con otros platos vacíos.
—La cena estuvo deliciosa, Tae. Gracias por la invitación.
—De nada —Taehyung le dio la espalda mientras buscaba en el refrigerador. —Todos los años hacemos una pequeña cena con los amigos.
—Me agrada que se hayan mantenido en contacto.
—Si, son buenos tipos.
Olivia se rio de algo en su celular y salió corriendo de la cocina. Ambos se miraron y sonrieron porque a pesar de su edad, Olivia tenía actitudes de una niña más pequeña.
—¿Hay algún problema entre el esposo de Jimin y Hobi?
Los ojos de Taehyung se abrieron grandes mientras ponía el pastel helado sobre la encimera. Trató de no parecer sorprendido de que Seokjin se hubiese dado cuenta de lo mismo que él.
—No que yo sepa.
—Raro —Seokjin se acercó y Taehyung se tensó de inmediato ante la cercanía. —Ese tipo mira a mi primo como si le quisiera sacar la cabeza.
—¿Tan así? —Tae tomó un plato sin mirar a Seokjin.
—Es lo que veo, pero puede ser que esté equivocado.
Taehyung se encogió de hombros no queriendo dar algún tipo de información que pudiera generar una guerra entre todos ellos. No era su asunto.
—Tengo salsa de chocolate y frambuesa. —Tae se giró a su derecha para buscar las salsas pero Seokjin no se movió de su lugar.
—¿Que vas a hacer mañana en la noche?
—¿Que?
—Quiero invitarte a cenar. —La boca de Taehyung se abrió para negarse de inmediato pero Seokjin se acercó un poco más y estando así de cerca pudo oler su perfume y sentir el calor de su cuerpo. —¿Una cena tranquila mientras nuestra hija está en su fiesta?
—Todavía no estoy segura de esa fiesta, es en las afueras...
—Me aseguraré de ir a dejarla y buscarla a la hora que tú decidas.
Taehyung tragó saliva, miró los ojos de Seokjin y luego más abajo quedándose en esos labios que tan bien conocía. Su cuerpo parecía tener vida propia, su corazón descolocado en su pecho, su estómago era un lío y él solo podía pensar en lo mucho que quería besarlo aún si había luchado años por olvidarlo.
—Que vaya a la fiesta pero la cena...
—No decidas ahora —Seokjin se alejó dándole espacio —me puedes responder mañana, esperaré a lo que decidas.
Taehyung lamió su labio inferior respirando con un poco de dificultad. No quería cenar con Seokjin, no quería estar a solas con él porque sabía exactamente dónde los llevaría pasar el tiempo juntos y él no podía hacer eso. Se había prometido muchos años antes no dejar que alguien más lo fuera a dañar. Aunque nunca nadie lo dañó más que Seokjin.
—¿Que pasó con ese postre? —Hoseok entró a la cocina y se acercó a él de inmediato para ayudar.
—Si... En eso estoy.
Seokjin los dejó solos y Taehyung suspiró aliviado, su cuerpo todavía tenso y su corazón queriendo explotar en su pecho.
Volvió a su tarea de servir los platos en silencio mientras Hoseok ponía la salsa en dos recipiente pequeños con forma de pez. Su mano temblaba un poco mientras terminaba con la última porción.
—¿Que carajos te pasa?
—Nada.
Hoseok lo miró y Taehyung también lo hizo desafiando a qué le dijera algo con respecto a Seokjin pero para su sorpresa los ojos de su amigo se veían más bien apagados.
—Después de comer me iré enseguida, tengo que estar en el restaurante en la mañana.
—Está bien.
—Wendy se hospitaliza el jueves.
Taehyung le palmeó el hombro —todo va a salir bien.
—Si —Hoseok se pasó una mano por su rostro —eso espero.
La puerta de su cocina se abrió y Jimin entró al lugar.
—Espero no interrumpir —él sonrió cálido como siempre —necesito agua hervida para la leche de Amaia, ¿tienes un poco?
—Oh si, claro. Tengo fría hervida también.
—Siempre preparado.
Jimin se acercó y Taehyung se movió hasta el mesón para encender su hervidor. Les dio la espalda por unos segundos pero curioso los miró desde su lugar.
—Amaia comenzó a balbucear —Jimin sacó su teléfono y le mostró un vídeo a Hoseok que se acercó para mirar.
—Es muy linda... Diría que se parece a ti pero estaría mintiendo.
Jimin golpeó con su hombro a Hoseok y no había nada remotamente extraño en ello, no había nada que dijera que ellos dos le estaban mintiendo a sus respectivas parejas, quizá Yoongi había visto mal.
Taehyung ladeó su cabeza cuando Jimin miró a Hoseok, no hubieron palabras, solo una mirada diferente que hizo que se sintiera como si estuviera presenciando algo que no debería.
—Llevaré los platos —Hoseok posicionó los platos de postre a lo largo de sus brazos y se los llevó.
—Los años de garzón dieron efecto. —Jimin sonrió con cariño mientras veía la puerta cerrarse.
Taehyung estaba tan perdido con todo que solo asintió y cuando el agua estuvo lista esperó a que Jimin hiciera la leche de la bebé para luego salir de la cocina y terminar con una vez con la bendita cena.
Olivia abrió sus regalos cerca de la medianoche, un par de audífonos rosados con orejas de gato fue lo primero que recibió, luego una bonita caja morada regalada por Hoseok y Olivia gritó de alegría cuando vio dentro de esta mucha mercancía de su grupo favorito y un tierno peluche blanco con pañuelo rojo enviado por Wendy.
Seokjin estaba justo a su lado en el sofá, sus piernas juntas mientras veían a su hija sentada frente a ellos en la sala. Todos los invitados se habían ido y solo los tres estaban en la casa.
—Yo tengo un regalo más.
Taehyung miró a Seokjin que sacaba algo del bolsillo de su camisa. Era una pequeña bolsa roja de terciopelo. Olivia encantada lo recibió y sacó el contenido. Era un collar de oro con un dije de mariposa. Seokjin se puso de pie para ponérselo.
Taehyung jamás había visto a su hija sonreír tanto como ese día, hace años que no la veía tan feliz y él sabía el porqué.
—Gracias por el cumpleaños —ella se levantó llevándose sus regalos. Les dio un beso a cada uno y se perdió en su habitación.
—¿Hora de limpiar?
Taehyung asintió mirando los papeles de regalo en el piso, era todo tan doméstico que su estómago se apretó por la anticipación de estar nuevamente a solas con Seokjin en un lugar reducido como lo era su cocina. Y aunque no quería admitirlo, aunque no quisiera aceptarlo le gustaba estar con él, de alguna manera Taehyung había bajado sus barreras y se estaba dejando llevar por lo fácil que Seokjin se adecuaba a su rutina.
—Mis papás me han estado preguntando si llevaré a Olivia para las vacaciones.
—Cierto, las vacaciones. —Taehyung miró el perfecto perfil de Seokjin mientras este lavaba los platos.
—Aún no sé si tomaré mis vacaciones en febrero ya que los meses de verano es donde más clientes tengo.
—Yo saldré en enero pero no pediré todo el periodo. Guardaré algunos días.
Seokjin asintió y continuó lavando en silencio, Taehyung terminó por guardar todo lo que estaba fuera de lugar. Sacó la basura y cuando volvió de terminar de botar todo volvió a una impecable cocina.
Seokjin estaba apoyado en la encimera con las mangas de su camisa hacia arriba.
—Todo listo, chef.
Taehyung miró su celular sobre la pequeña mesa de su cocina, caminó hasta el, era temprano aún, después de todo era viernes y aún el sueño no llegaba a él. Miró la hora y luego a Seokjin.
—Mhm, ¿sueño?
—No mucho.
Mordiendo su labio él dejó su teléfono donde estaba ignorando los dos mensajes que Yoongi había dejado y caminó hasta la puerta.
—¿Quieres ver una película?
Seokjin asintió tan rápido moviendo su cabeza que los cabellos de su frente se desordenaron. Taehyung reprimió una sonrisa boba y salió de la cocina siendo seguido por el padre de Olivia.
Un poco menos tenso se sentó en el sofá, se inclinó para tomar el control remoto y suspiró bajito cuando Seokjin se sentó a su lado. Deslizó el mando por el catálogo de Netflix mordiendo su labio de vez en cuando porque los nervios lo estaban matando y odiaba ser el único que estuviera tan consciente del otro. O eso pensó hasta que Seokjin suspiró pesadamente para luego frotar sus manos sobre su pantalón. Taehyung lo miró y Seokjin también lo hizo tragando saliva de paso.
—Estás nervioso —murmuró Taehyung sorprendido.
Jin se pasó una mano por su cuello —desde que crucé por tu puerta la verdad y estoy seguro que no lo crees del todo pero no estoy mintiendo.
—Tienes razón, no lo creo del todo.
—Sé que no confías en mí. —Seokjin arrugó su ceño mientras lo decía, como si fuera difícil de comentarlo.
—No es algo que pueda hacer de un día para otro.
—Lo entiendo y lo respeto.
Taehyung miró de nuevo la televisión, no tenía idea que estaba haciendo con Seokjin en su sala, no debía ser de esa manera y aunque había luchado años contra la necesidad de su cercanía toda esa pelea había quedado en nada en tan solo unas pocas semanas.
—Te amé tanto Seokjin que cuando te fuiste todo ese amor se convirtió en odio. —Tae no dejó de observar la portada de una película de acción mientras hablaba —no recordaba lo romántico que podías ser, lo detallista que eras en cada celebración y menos aún lo bien que nos complementamos juntos... Tú me quitaste eso y ahora vienes y me lo recuerdas todo y yo no sé que pensar... Que sentir, porque Olivia es feliz si estás cerca, si nos ve juntos y mi miedo crece porque tú puedes irte en cualquier momento y yo solo puedo pensar en lo doloroso que va a ser para ella... Y para mí.
—Tae —Seokjin susurró acercándose —sé que me equivoqué, hice todo mal, perdí y viví mi vida de acuerdo a esa mala decisión y pagué por eso, créeme, lo pagué muy caro pero aprendí, maduré y sé que es injusto venir después de tanto tiempo pero yo no estoy jugando con ustedes... No vine hacia ti porque me sentía solo o porque esté despechado. Yo estoy aquí porque quiero recuperarte, porque quiero hacerte feliz y te prometo que voy a entender si no lo quieres, pero no me voy a ir sin luchar.
Taehyung sintió su mentón temblar, ¿por que Seokjin no había luchado por ellos en el pasado?
La rabia, la decepción y el anhelo se mezcló dentro de él confundiendolo de la peor manera.
—No es tarde para nosotros, Tae... Nuestro amor, lo que nos unió todavía está ahí, siempre lo estuvo y puedo pedirte mil veces perdón por haber arruinado esto pero eso no cambiaría nuestra historia.
—No digas nada más, por favor.
El silencio los envolvió, Taehyung quería decir muchas cosas pero no lo hizo, no confiaba en absoluto en él mismo y es que quería darle todas las oportunidades a Seokjin pero sabía que debía esperar y ver si el hombre realmente iba a cumplir su palabra.
Seokjin se puso de pie y Taehyung también lo hizo.
—¿Puedo ir a despedirme de Olivia?
—Si, claro.
El azabache se perdió por el pasillo y él se quedó solo unos momentos en la sala mirando a la nada mientras su mente era un enorme lío de decisiones que iba a tener que tomar en algún momento.
Cuando Seokjin volvió a su lado lo hizo con su chaqueta puesta y juntos caminaron hasta la puerta.
—Gracias por permitirme venir, sé que fue incómodo y raro para todos.
—No estuvo tan mal.
Seokjin sonrió y abrió la puerta —mañana me avisas a qué hora vengo por Olivia.
—Si...
—Nos vemos, Tae.
Taehyung cerró la puerta, cerró sus ojos mientras se apoyaba en esta con su corazón latiendo fuerte en su pecho. La familiaridad de sus emociones le hizo reír. había pasado los últimos cinco años con su corazón fuertemente cerrado para no ser herido.
Y ahora estaba a punto de mandar al carajo sus convicciones por el mismo hombre por el que lloró por tanto tiempo y que le hizo perder completamente la fe en el amor.
♥️
Hola! Solo pasaba a decir que esta historia no va a ser abandonada jamás 🤭 solo que será más breve y sin tanto drama como de costumbre.
Espero venir pronto y los capítulos serán medios largos.
Agradezco el apoyo 💜
Cuidense mucho 💕
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