Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

9. Feliz año nuevo, Yuki

Music on!

Pvo Nami

Las 20:30 de la mañana. Apenas había dormido seis horas escasas y mal. Pero no me arrepiento. Nuestro pequeño ya está con nosotros, tal y como Zoro y yo deseábamos desde hace semanas.

Miré a mi derecha al ver que algo agarraba mi dedo. Sonreí. Yuki, con su pequeña manita, había agarrado mi dedo índice inconscientemente.

Me senté en la cama, regulando el cabecero para estar más cómoda, y acomodé a Yuki sobre mi regazo. Ya habían pasado entre dos, tres horas desde su última comida y ya le tocaba de nuevo.

Bajé uno de loa tirantes de mi camiseta y dejé que Yuki comenzase a succionar. La verdad, muchas mujeres creen que amamantar es lo peor que puedes hacer después de dar a luz. Pero yo no lo creo así.

El cuerpo es muy sabio y éste sabe que por nueve meses ha estado gestando a un niño en su interior para luego tener que alimentarlo.

Yuki soltó un pequeño suspiro para después intentar volver a encontrar el alimento.

-Shh, está aquí.-llevo su boca hasta mi pecho.

Tener que alimentar a tu hijo te hace darte cuenta de que tienes que cuidar de alguien y que ese alguien depende de ti.

Cogí la jeringuilla con el bote que contenía un líquido de color anaranjado, como si se tratase de un jugo, pero para bebés. Según Monet tenía que darle una jeringuilla de esto después de cada toma de leche.

Cuando vi que Yuki había terminado de "vaciarme", lo dejé tumbado sobre mis piernas mientras rellenaba la jeringuilla. No me gustaba la idea de ir alternando jeringuilla con pecho, así que usaba el dedo meñique para que Yuki succionase por instinto como si tuviese el chupete y poco a poco le iba dando el "jugo".

Yuki, a duras penas, se lo tomaba. A mitad de jeringuilla estornudó para después empezar a toser. Asustado, comenzó a llorar para que le prestase atención.

-Ey chiquitín.-dejo la jeringuilla en la mesilla para después dejar a Yuki pegado a mi pecho. Cogí el babero y le limpié lo poco que había regurgitado.-Ya pasó. ¿Te has asustado?

Acaricié su pequeña nariz y poco a poco se iba calmando a medida que sentía que estaba con él protegiéndolo. La tos le vino un par de veces más y luego se quedo tranquilito.

-Ya está.-acaricié su espalda mientras buscaba por la maleta un pijama limpio para Yuki y un par de mantas. Tras veinte minutos revolviendo la maleta, encontré todo lo que necesitaba. Estiré las mantas en la cama y tumbé a Yuki en ellas. Le di el chupete y se quedó tranquilito en la cama.

Di un poco de cuerda a la caja de música y dejé que ésta sonase de fondo mientras yo lo cambiaba y Yuki se estiraba una y otra vez mirando a todas partes con esos pequeños ojos curiosos de color negro heredados de Zoro.

-¿Pero cuánto tiempo vas a estar estirándote?-le digo divertida. En un par de ocasiones casi se da la media vuelta.

Llaman a la puerta

-¿Se puede Nami?

-Pasa Zoro.

Zoro entró a la habitación. En un hombro cargaba una pequeña mochila de color naranja. En brazos llevaba a Koji-kun, el hijo de Sanji y Viola, que ahora tenía tres años recién cumplidos. Vestía unos vaqueros azules y una sudadera de color naranja. Su flequillo le tapaba el ojo izquierdo, al igual que a Sanji cuando íbamos al instituto, y llevaba en su manita una margarita. Agarrado a su pierna estaba Kuina.

-Nos los han encasquetado.

-Hola Koji-kun.-le saludo sonriente.-Hola Kuina.

-¡Nami ne-chan!-viene a abrazarme.

-Hola Nami-san.

Koji se baja de los brazos de Zoro, coge una silla y, ayudándose de ésta, se queda mirando a Yuki, al igual que Kuina.

-Para ti.-extiende el brazo dándome la flor que traía consigo.

-Gracias Koji-kun.-beso su frente y acepto la flor.

-¿Qué tal noche ha pasado?-me pregunta Zoro antes de besarme.

-No me ha despertado tanto como pensaba que lo haría. Solo cuando tenía hambre.

-¿Éste es el bebé que llevabas en la tripa?

-Si Koji, él es Yuki.

-Cada día que pasa lo veo más bello.-dice Zoro besando su cabecita.

-¡Nami ne-chan! ¡Ha vomitado!-dice Kuina preocupada.

-No te preocupes Kuina. No ha vomitado. Ha regurgitado.-dice Zoro limpiando la boca y la mejilla de Yuki para después darle el chupete mientras yo termino de vestirlo.

-Ya está. Eres adorable Yuki.-digo cuando termino de ponerle la manopla.

Lo había vestido con un pijama de gato de color azul claro con manoplas y calcetines a juego. Lo alcé yo volví a tumbar. Le quité el chupete y terminé de darle el "jugo" con mucha culpa.

No le gustaba ni ver. Ponía unas caritas al tomarlo que mi cuerpo decía que no se lo merecía pero lo necesitaba para su desarrollo. Dio el último trago y le volví a dar el chupete.

-Ya se acabó. No más por ahora.-Le limpio la comisura con el babero para después dejar que descansase.

-Valiente como su padre.-Yuki agarra su dedo.-Dejemos que duerma. Esta tarde no podrá por las pruebas.

-Nami-san, quiero cogerlo.

-Yo también.-dice Kuina.

-No no. Ahora os vais a tener que ir. Tashigui y Sanji están de camino.

-Estábamos, marimo.-dice Sanji sin ilusión en sus palabras.

-Ah, hola ero-cook.

-No empecéis que llevabais varios días tranquilos.-dice Tashigui acercándose a donde estaba para abrazarme y después mirar a Yuki.

-Oooh, me recuerda a Zoro. Tienen la misma cara se enfado.-ambas reímos.-No, en serio. Es igualito.

-Tashigui, necesito hablar contigo. A solas.

-Está bien. Esperamos poder venir con nuestros padres aunque no sé si será posible.

-Están ocupados. Lo entendemos, bueno, al menos yo.

-Adiós.-sale Tashigui junto con sus hermanos y Sanji y Koji.

Me estiré. Un pequeño rato que podía tener para mi sola. Saqué una toalla blanca del armario. Tengo que aprovechar que no hay nadie y Yuki está dormido. Me acerqué a la cuna.

-¿Vas a dejar que mamá se dé una pequeña ducha?-le susurro a mi pequeño pelirrojo tras haberlo arropado.

Besé su diminuta frente y entré al baño. Me quité la ropa y me metí debajo de la ducha de agua caliente dejando que el agua cayese por mi cuerpo como si de una cascada se tratase. El agua no me dejaba oír con claridad lo que ocurría fuera.

Terminé de ducharme rápidamente y envolví mi cuerpo en la toalla para secarme. Tenía miedo de que Yuki se echase a llorar y de no lo oírlo debido al agua.

Me vestí con el chándal que suelo llevar por casa y me até el pelo en una coleta dejando escapar un mechón.

Salí del baño y una ola de frío invadió mi cuerpo. Si que se nota el contraste de temperatura. El móvil empezó a sonar como loco al recibir cientos de whatshapp y llamadas perdidas.

Las conversaciones eran todas iguales. Imágenes de Yuki con unos pocas minutos de vida y mensajes felicitándonos.

Una llamada. Mi madre.

-¿Diga?

-Nami. ¿Cuándo podemos pasarnos para veros?

-Cuando quieras mamá. Solo avísame con unos minutos de antelación.

-Está bien. Nos vemos en unas horas.

-Adiós mamá.

Colgué y dejé el móvil en la mesilla al igual que la pequeña toalla. Un pequeño gruñido captó mi atención. Aparté un poco las mantas de la cara de Yuki y él estaba con una ligera cara de enfado. Se acababa de despertar.

-Chiquitín, no me pongas esa cara. Mamá está aquí y papá va a venir en seguida. Los abuelos también y tus tíos.

El móvil volvió a sonar y con él Yuki se despertó por completo rompiendo a llorar. Contesté la llamada y activé el manos libres.

-¿Sí?-respondo envolviendo a Yuki en las mantas y alzándolo.

-¿Cómo estás Nami?

-Hola Luffy. Bastante bien la verdad.-respondo paseando por la habitación para dormir a Yuki.

-¿Cuándo...?

-Cuando queráis mientras no sea de noche.

-¿Cómo...?

-No eres la primera persona que ha llamado.

Noto como alguien me saca a Yuki de mis brazos. Era Zoro. Naturalmente dejé que lo cargase mientras yo iba al teléfono y seguía hablando con Luffy.

-Vale, entendido. Nos vemos.-cuelgo.-¿No me dices ni un hola preciosa como te encuentras?

-Si, pero mejor cuando terminases de hablar con mi primo, ¿no?

-Cierto.

-Buenos días preciosa. ¿Cómo te encuentras?

-Bueno...sino contamos las partes en las que este pequeño me ha despertado...ha sido la mejor noche que he pasado en mucho tiempo. Esta noche te quiero aquí con nosotros.

-¿Y eso?-dice Zoro aproximándome a él.

-Hoy es nochevieja y no voy a permitir que la pases solo.-paso mis brazos por su cuello.

-Tenía pensado ir a casa de mis padres, pero si insistes me quedaré.

-Así me gusta.

-¿Y si aprovechamos que estamos solos y que Yuki duerme?-deposita pequeños besos en mi cuello y pasea las manos por mis caderas.

-Z-Zoro. ¿Ahora?

-No me digas que no quieres.

-¿El cachorro necesita a su mamá? -le pregunto a Zoro con voz melosa mientras bajo los besos a el nacimiento de mis pechos.

-Una noche sin ti me ha vuelto loco. Recuperemos el tiempo perdido.

-¿Ya le quieres dar un hermanito a Yuki?-me sienta en la cama.

-No. Todavía no. Eso será más adelante.

-Zoro, ten cuidado con Yuki.

-No te preocupes.

Me besó. Me estaba empezando a calentar y creo que Zoro se dio cuenta.

Mientras me besaba acariciaba mi estómago con la yema de sus dedos a la vez que yo recorría todo su torso con mis pequeñas y suaves manos. Me sacó la camiseta separándome de su cuerpo por unos segundos.

Lentamente bajo los besos del nacimiento de mis pechos hasta mi estómago. Sus manos bajaron por mi cintura hasta llegar al borde del short que llevaba puesto.

Un sonoro y agudo llanto nos llamó la atención. Volvimos la vista hacia la pequeña cuna que había pegada en la cama. Ese llanto jamás lo podría confundir. Siempre estaré para él cuando me necesite.

Cuando lo escuché llorar por primera vez sentí que el mundo se detenía, las fuerzas me abandonaron. Para mi fue hermoso oír su llanto. Pero ahora no quiero oír su llanto, quiero oír sus balbuceos, sus suspiros y en un futuro no muy lejano sus risas y quiero oírle hablar.

Zoro estiró el brazo y apartó la manta lo suficiente como para verlo. Se había despertado de una de sus siestas y quería que le hiciésemos caso.

-Ya pasó Yuki.-con un dedo secó sus lágrimas.-Siempre estaré contigo Yuki. Eres sangre de mi sangre, alguien que siempre tendrá todo mi amor y cariño. No olvides jamás que eres un Dracule.

-No creo que haya entendido mucho, pero si sabe que le quieres. Y él a ti.

Un par de golpes en la puerta nos hizo percatarnos de en que situación comprometedora nos encontrábamos. Zoro rápidamente se levantó y como un rayo nos vestimos.

A la vez que yo alzaba a Yuki para que se volviese a dormir, la puerta se abrió dejando ver a mi madre.

-Hola Nami.-dice mi madre.-¿Cómo te encuentras?

-Bien.

-Yo me voy a hablar con Smoker. Te veo luego.-me dice Zoro depositando un beso en la comisura de mis labios.

-Está bien. Hasta la noche.

Zoro salió de la habitación dejándonos solas a mi madre y a mi en la habitación para que después entrase Nojiko con prisa por ver a su sobrino.

Contenta, me abrazó para, seguidamente, quedarse embobada mirando al pequeño bulto envuelto en una manta que dormía acurrucado en mis brazos sin querer separarse de mi.

-Tengo cinco segundos para verlo para después salir corriendo a la reunión de trabajo.

-¿Quieres ir a trabajar? Ya lo verás mañana que es festivo.

-Es verdad. No había caído en que era año nuevo. Me voy, me voy, me voy.-besa mi mejilla y la de mi madre y sale corriendo.

-No cambiaréis.-comenta mi madre divertida.-¿Y mi nieto?

-Aquí.-alzo un poco los brazos.

Mi madre se acercó a nosotros y, destapando un poco a Yuki, lo miró detenidamente. Soltó una pequeña risa al igual que yo.

Yuki tenía el ceño fruncido y las manos cerradas formando pequeños puños cerca de su cara.

-Es igualito a Zoro.

Me di la vuelta mirando a la ventana y me quedé pensativa dejando que Yuki agarrase mi mano. Todavía había algo que me atormentaba. ¿Él no había aceptado a Yuki como a alguien de su propia familia? Es más, ¿llegará a aceptarlo como lo ha hecho mi madre?

-¿Ocurre algo?

-No va a venir, ¿verdad?-pregunto refiriéndome a aquella persona, a mi padre.

Mi madre suspiró.

-No. Lo siento.

-Es él el que tiene que venir a disculparse. Yo no pienso ir a suplicar su perdón. Sino quiere saber nada de su nieto, allá él.

-Cuidado con ese tono. Por encima de todo es tu padre.

-Un padre que apenas me ha prestado atención y comprensión.

-No es eso Nami.

-Deja de fingir de una vez mamá. ¿Hasta cuándo vas a intentar que me trague que papá no tiene una favorita? Sé que...no teníais pensado un segundo hijo.

-Yo no me arrepiento de haberte tenido.-apoya las manos sobre mis hombros.

-Pero él si y ya estoy harta de fingir que no sé nada. ¿Podrías dejarme a solas?

-Claro.-dice y sale.

Suspiré pesadamente. Hacía ya años que sabía toda la verdad, pero no es motivo para que me digan que hago mal y que no. Al menos, sino me quiere...que me deje vivir mi vida alejada de la suya. Yuki no tiene la culpa de nada, no pienso permitir que lo acusen de todo esto.

-Oye primita.

-¿Qué Vivi?

-He...escuchado todo y...

-No quiero tu compasión Vivi.

-Venga Nami. ¿No te das cuenta de que Zoro y Yuki te han alejado de él?

-¿Qué?-pregunto girándome a verla.

-No voy a repetirlo. Sé que me has oído.

-Lo que no me creo es que le eches la culpa de todo esto a Zoro y a mi hijo.

-Es lo que yo pienso.

-Pues ya puedes retirarlo. Esa no es la verdad. ¿Tú que sabrás de Zoro?

-Sé mucho más de lo que piensas primita.

-Hasta que no pidas perdón a mi familia no te permito que me vuelvas a llamar así. Vete Vivi.

-¿No me dejas ver a mi sobrino?

-No Vivi. Vete.

-Como quieras.

La puerta se cerró. Me senté en el sillón y dejé las lágrimas salieran a flote. No hacía falta hacerme la valiente estando sola. No. Mentira. No estoy sola. Yuki está a mi lado. No puedo mostrarme débil ante él.

-Prometo que jamás permitiré que sufras de la misma manera que sufrí yo. Ni tu padre ni yo permitiremos que te falte de nada.

A la tarde, Reiju vino a por Yuki para hacerle las numerosas pruebas que tenía pendientes mientras yo rellenaba los documentos para el registro de Yuki.

La mayor parte ya estaban respondidos, pero faltaban numerosos detalles que solo se podían saber tras saber los resultados de las pruebas.

Llamaron la puerta. Reiju entró y dejó a Yuki en mis brazos para calmarlo. Pobre, lo ha tenido que pasar mal.

-No ha salido nada raro ni fuera de lo común. Es un niño sano y fuerte. Felicidades Nami.

-Gracias Reiju. Me he sacado la lotería con él.-lo acuno entre mis brazos y poco después Yuki volvía a dormir.

-Sé que no soy nada romántico. Solo soy un terco y un idiota sin sentido de la orientación, pero tú, Nami, eres mi salvación. No digo que lo hagamos ahora, pero Nami, en un futuro cercano, ¿estarías dispuesta...-abre la caja dejando ver un anillo.-a casarte con este idiota y convertirte en mi esposa?

Suspiro recordando todo a la vez que mis dedos pasan por el anillo que llevaba puesto.

-Gracias Zoro, por todo.

La noche cayó. Después de la visita de mi madre nadie más apareció. La hora de visitas había acabado y solo se permitía el paso a padres y enfermeras. Zoro estaría al caer.

Tan solo falta media hora y entraremos en un nuevo año. Un nuevo año lleno de sorpresas.

Mirando por la ventana, me quedé pensativa. Mi padre no lo aceptará, eso lo tengo más que asumido. Pero, me da miedo. La pesadilla que tuve estando embarazada de Yuki volvió a mi cabeza como un pequeño flashback.

No, solo fue un sueño. Mi padre sería incapaz de arrebatarme a mis dos hombres.

-Hola mi pelirroja.-dice Zoro abrazándome por la espalda.-No tienes buena cara.

-No es nada. No te preocupes. Pensaba que llegarías un poco más tarde. Todavía faltan unos minutos para año nuevo.

-¿Y? Lo dices como si no me quisieras ver.

-Todo lo contrario. Quiero irme de aquí ya. No puedo hacer nada. Me siento inútil.

-No lo eres. Mira lo que hemos creado juntos.-dice mirando hacia la cuna.-Una pequeña vida que depende de nosotros. No te vengas abajo ahora. Pasado mañana estaremos en casa los tres juntos.

-Gracias Zoro. Siempre sabes que decir.

-Siempre estaré contigo, pase lo que pase.

Una campanada sonó a lo lejos. Los cuartos ya estaban empezando. No quedaría mucho para las campanadas. Zoro se fue a la mesa a servir dos copas de champán, una para él y otra para mí, mientras que yo me había ido a mecer a Yuki quien se iba despertando por el sonido de las campanas.

-Shh, ya pasó.-suena otra campanada y, suponiendo que no iba a servir de nada que me quedase sentada a su lado, lo cargué.

Me levanté con Yuki en brazos y me fui a la ventana. La nieve cubría tanto el suelo como los tejados de las casas. Se podía ver bastante gente cerca de la torre de Tokyo.

-Diez segundos para la cuenta atrás.-oímos por la televisión.

-Sé que te lo voy a decir antes de tiempo pero, feliz año nuevo Nami.

-Feliz año nuevo Zoro.

Zoro no esperó ni un segundo más. Teniendo cuidado con Yuki, me acercó a él y junto sus labios con los míos con las campanadas de fondo.

-¡Feliz año nuevo a todos!-oímos por la televisión al separarnos.

-¡Feliz año nuevo!-gritan todos nuestros amigos entrando por la puerta, seguidamente de pedir perdón al ver a Yuki llorar.

-No habéis sido vosotros. Las campanadas lo han despertado.

Lo miro. Poco a poco se iba calmando con los latidos de mi corazón como si se tratase de una melodía que lo relajase. Ésta es una de las pocas cosas que me hacen darme cuenta de que Yuki es algo que proviene de mi.

-No llores Yuki.-dice Luffy poniendo caras junto con Chopper.

-No se va ni a reír ni va a dejar de llorar si hacéis eso.-comenta Carina.

-Tiene razón.-tumbo a Yuki quien ya estaba a punto de dormirse. Cojo la caja de música y la pongo.-Feliz año nuevo, Yuki.

Rato después

-¿Se ha quedado dormido?-pregunta Zoro asomándose a la cuna.

-Sí. Está cansado.

-Yo me voy llendo. ¿Sobre qué hora te recojo el lunes?

-Sobre las 12:00. Necesitaré tiempo para prepararme y vestir a este pequeño.

-Está bien. Buenas noches Yuki.-besa su diminuta frente y Yuki emite un pequeño sonido para, después de estirarse, volver a dormirse.-Descansa Nami.

-Lo mismo digo.

~~~~~~~~~~~
Adiós química, adiós lengua...y no que más! Soy libre!

...

Hasta dentro de dos semanas😭😣

Capítulo superultrahipermegalargo del que estoy muy orgullosa de como me ha quedado. La verdad, sobre las fechas lo he hecho basándome un poco en mi vida. Yo nací el 23 de diciembre y al día siguiente, 24 de diciembre, es Nochebuena. Me hizo gracia la idea que me dieron de hacerlo pero con las fechas del 30 y 31 de diciembre.

Ya tenía pensado escribir un capítulo entero con el Pvo de Nami nada más Yuki naciese. El próximo será con el Pvo de Zoro.

PSD: Acabo de corregir unos fallos de fechas de los que acabo de darme cuenta.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro