
14. Mis dos hombres.
Pvo Zoro
Bostezo cansado maldiciendo por lo bajo. Resignándome me levanto del sofá y me encamino al dormitorio donde mi pequeño hijo lloraba.
-Ya Yuki.-digo meciendo suavemente a mi pequeño hijo de ya tres meses de nacido.
Esto es una pesadilla. Nami se ha ido una semana con su clase de viaje de estudios a Italia. Yuki no duerme, no deja de llorar...y no come muy bien que digamos. Quiere a Nami.
Menos mal que vuelve mañana.
-¿Necesitas que te eche un cable?-me pregunta mi hermana a lo que yo asiento rápidamente.-Dámelo y ve a dormir un rato. Ahora Yuki y yo pasaremos un rato tía-sobrino.
Tashigui se lo llevó a dar una vuelta. ¡Por fin podré dormir! No digo que no disfrute pasar tiempo con mi hijo...¡PERO LLEVO SIN DORMIR DOS DÍAS!
Subí las escaleras y dejé que la gravedad hiciese su trabajo. Me desplomé en el blando colchón y al instante caí en los brazos de Morfeo. Tengo que despertarme para ir a buscar a Nami.
Que no se me olvide.
Pvo Nami
Que cansancio. No me extraña que me hayan encasquetado este viaje. Nadie salvo yo o Hina-san puede controlar a estos adolescentes.
-Que cara más larga llevas.-dice Hina volviendo de su guardia para comprobar que todo seguía bien.
-Solo quiero llegar a casa. Mis dos hombres me esperan.
-Nunca me imaginé a Zoro casado. La vida está llena de sorpresas.
-Y que lo diga.-ambas reímos.
-¿Y cómo le va a Zoro cuidando del pequeño?
-No muy bien. Anoche me llamó llorando porque Yuki no se dormía. Hago mucha falta.-suspiro.-Mire.-le muestro mis últimas conversaciones con Zoro.
13:17
Zoro-kun🍶: Oye Nami, ¿cómo se prepara la leche?
Nami: Pues veras...
Nami: Espera un momento. ¿Cómo le has estado dando de comer estos días sin saberlo?
Zoro-kun🍶: De eso se encargaba Tashigui
Nami: Antes de irme me saqué leche. Sino hay prepara leche en polvo.
Zoro-kun🍶: Vale.
13:31
Zoro-kun🍶: NAMI. ¡YUKI NO QUIERE COMER! ¡¿QUÉ HAGO?!
Nami: Zoro...cálmate. Dásela poco a poco. Y si es necesario con jeringuillas.
21:48
Zoro-kun🍶: NAMI. YUKI NO SE DUERME. NO PARA DE LLORAR.
Nami: Bien. Dame unos minutos y te mando un audio cantando.
Nami: *Audio*
-Por eso te pusiste a cantar ayer por la noche.
-Sí.-río por lo bajo.-Yuki me echa mucho de menos. Y yo a él.
-Separarse de un bebé tan pequeño...
-No puedo. Mi cuerpo me dice que no me vaya, pero al parecer al imbécil del director no le importa.
-¿A dónde te fuiste ayer? Me sorprendió.
-Fui a por algo para Yuki y Zoro. Zoro se lo merece. Y Yuki...pues porque es mi angelito al que le consiento todo.
-¿Y qué fue lo que les escogiste?
-A Zoro una botella del mejor whiskey y sake de la ciudad. Y a Yuki esto.-le tiendo una bolsa y ella saca unos pijamas de bebé de ella.
-Son preciosos.
-Su padre le compró algo cuando se fue a Inglaterra, me tocaba a mí.
-¿En Inglaterra? No fue cuando...
-Sí. Zoro se enteró de que era niño por un descuido por mi parte.
-¿Lo vemos un rato?-me pregunta Zoro colocándose al lado de la cuna de Yuki del hospital.
Asiento con una ligera sonrisa. Zoro lo destapó hasta la cintura dejando a la vista su pequeño y frágil cuerpo encogido. Vestía un pijama blanco decorado con estrellas y en el que ponía Born to be a dreamer.
-¿Cuándo se lo compraste?-pregunto dejando que Yuki agarrase mi mano.
-Durante mi estancia en Inglaterra. Le cogí ese y el pijama del gato.
-Espera, espera, espera, ¿en Inglaterra? ¿Cómo...?
-¿Sabía que era niño? El libro que nos prestó mi madre tiene un enlace a internet. Todo lo que se hace en papel o en digital se ve en el otro sitio. Ese papel no es uno singular. Tiene fibras inalámbricas muy finas que permiten modificar su apariencia. No vi ningún nombre de niña rodeado o con una marca.
-Ups. Tenía que haberlo hecho de otra forma. ¿Por eso dijiste Yuki? ¿Por qué a mi me gustaba?
-No solo por eso. Estaba entre ese nombre y Ryu. No sé por qué, pero presentí que el nombre de Yuki sería el idóneo.
-Y lo es.
Yuki aferró más fuerte mi mano con las suyas. Estaba pasando frío. Zoro se percató de esto, lo volvió a arropar.
-Está empezando a coger frío.
-No me extrañaría nada. Hay -6 grados bajo cero en la calle. Menudas fechas elegiste para venir al mundo, mi chiquitín.
Ambos reímos.
-En unas horas llegaremos al colegio. Aprovecha para dormir. Creo que lo necesitarás.-asiento en señal de respuesta.
Me dormí el resto del viaje. Llegamos a la entrada del colegio y llamé a Zoro al no verlo. Nada. El buzón de voz saltó. ¿Dónde estará? Llamé a Tashigui para preguntarle.
-Jajajja. Pobre. Debe de seguir dormido. No creo que vaya a buscarte. Yuki no le ha dejado dormir esta semana.
-Vale. Gracias Tashigui.
Hina-san me acercó a casa. Le di las gracias y entré. Dejé la maleta en la entrada, me quité los zapatos y busqué a mis hombres.
No fue difícil. Yuki se había echado a llorar. Subí las escaleras y me encontré a Zoro durmiendo con Yuki encima suyo.
Alcé a mi pequeño y volví al salón. No quería despertar a Zoro. Acuné a mi hijo y pronto dejó de llorar para quedarse mirándome.
-¿Has echado de menos a mamá?-le digo a mi pequeño.
Me senté en el sofá y dejé que Yuki comiese. Me ha echado de menos. Se nota en cómo se apega a mí.
-Oe, oe, que yo también te echaba de menos.-dice una voz masculina apoyando la cabeza en mi regazo.
-Quería dejarte dormir un rato más.
-No importa. Ahora quiero quedarme así por un rato. Se está muy cómodo.
Se gira y sus ojos coinciden con los míos. Una mirada llena de amor y cariño provocó mil sensaciones en mi interior, haciendo que le correspondiese.
Ellos me han echado en falta, tanto o incluso más que yo a ellos. Ya le probaría más tarde a Yuki los pijamas y a Zoro ya le daré su recompensa.
Ahora solo quiero pasar tiempo con los dos hombres que llenan mi corazón de amor y felicidad.
Mis dos hombres. Mi marido y mi hijo.
Mi Yuki y mi Zoro-kun.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro