11
[ 🧸 ]
—Entonces, Jihyo — Sunhee da un paso hacía delante entrando así en su espacio personal y poniéndola cada vez más incómoda—, Tzuyu nos ha dicho muchas cosas sobre ti.
—Espero todas hayan sido buenas —se permite bromear para aligerar su estado nervioso, y, a consecuencia, recibe un golpe suave en su hombro acompañado de risas.
—¡Obviamente! Eres su novia —Jihyo no quiere suponerlo, pero aquellas palabras suenan vacilantes, como si ella misma no creyera en lo que dice—, ¿No es así? —vuelve a preguntar empujándola a un barranco imaginario y Jihyo no entiende como la persona amable que encontró su celular puede ser la misma que luce como un feroz depredador expectante al próximo movimiento de su víctima.
—Lo soy —responde tratando de lucir segura. Ella busca ayuda con la mirada; ve a Sana y Momo, pero ellas parecen más ocupadas en intercambiar cortas palabras con Dahyun, quien extrañamente luce inquieta. También percibe a Nayeon y Jeongyeon, pero están unos pasos alejadas del lugar donde se encuentra; ellas conviven con el equipo de baloncesto, muy probablemente planeando su lugar de celebración. Opta como último recurso a Tzuyu, quien se encuentra a unos metros lejos entablando una conversación con aquella chica que, por el uniforme que porta, es del equipo femenino de la universidad. Jihyo se pregunta porque tarda tanto hablando con ella: ¿qué acaso no se da cuenta de la situación en la qué está?
—Tzuyu es muy popular —vuelve a hablar y Jihyo tiene que quitar su mirada de la taiwanesa para ver a la persona a su lado—, Lo sabes, ¿no? Los chicos suelen acercarse para intentar salir con ella. Las chicas tampoco son una excepción —añade señalando con su cabeza al dúo—, Pero Tzuyu rechaza a todos y ahora sabemos la razón —dice esta vez viéndola—. ¿Sabes? Sí a mi pareja se le acercaran con esas intenciones, yo no estaría tan tranquila como tú.
Jihyo hace una mueca al oírla: ¿acaso la está probando? ¿O quiere qué dude de Tzuyu?
—Tzuyu me ha demostrado que puedo confiar en ella. No tengo nada de que preocuparme —responde encogiendose de hombros, sonando disgustada por el comentario fuera de lugar.
—¿Puedes confiar en alguien qué te mantuvo oculta por meses? No sé porque razón nunca dijo desde antes que tenía novia, se hubiera ahorrado muchas molestias. O puede ser que en realidad disfrutaba que un montón de chicos y chicas se le confesaran a pesar de tener pareja —aquellas palabras logran llegar a los oídos de Dahyun, a quien le hierve la sangre de solo pensar en lo que busca conseguir, y peor aún, entender lo que está insinuando de su mejor amiga.
—Oye, tú —se mueve en un caminar rudo hacía Sunhee con la intención de defender a Tzuyu, pero se detiene de golpe cuando ve a Jihyo actuar. La coreana agarra el hombro de la contraria hasta presionar la tela de su ropa dentro de su puño, obligandola así que la vea.
—No permitiré que hables así de mí novia —dice con su expresión endurecida, haciendo temblar a más de una persona a su alrededor que alcanzó a escuchar su tono molesto—. Tzuyu puede contarle de nuestra relación a quien sea, y si no lo hizo... ahora entiendo el porque —escupe dándole un vistazo de abajo-arriba. Sunhee abre la boca ofendida: captó rápidamente lo que quiso decirle—, No sé lo que tratas de hacer, pero no creas que me quedaré de brazos cruzados oyendo como te refieres a Tzuyu. Quiero que la respetas como ella respeta a alguien como tú —Jihyo se inclina mostrando una mirada amenazadora que la hace tragar grueso.
Sunhee no esperó una reacción tan molesta de su parte. De hecho, ni siquiera pensó verla actuar.
—Guau. Parece ser que Tzuyu se consiguió una novia muy proyectora —sonríe tratando de aligerar su estado nervioso a la vez que quita la mano de Jihyo que se postró en su hombro—, Pero a la vez a alguien que no capta el humor. No lo digo en serio, ¡relájate! Tzuyu es mi amiga —añade entre risas leves.
Dahyun chasquea la lengua al escucharla, pues le parece absurdas cada una de sus palabras. No puede creer que exista alguien tan hipócrita. Tiene tantas ganas de meterse a la conversación, pero ver a Jihyo muy a la defensiva la hace guardar la compostura. Sabe que ella podrá sola.
—Dudo que los amigos se digan esa clase de cosas a sus espaldas —continúa cruzándose de brazos todavía enfadada: es claro que no creyó ni una de sus palabras—, Así que recuerda que Tzuyu tiene una novia que no capta ni un chiste, porque yo no tolero ese tipo de bromas, y menos cuando involucran a mi novia —aquella advertencia hace que Sunhee tense su mandíbula y apriete sus puños conteniendose: le molesta tanto cuando alguien le hace frente, está acostumbrada a que todos se queden callados o bajen sus cabezas cuando les dice algo.
—Entiendo, veo que me pasé con mi comentario. Lo digo con total sinceridad, Jihyo, espero que me perdones —y como se esperaba, su expresión cambia radicalmente a una arrepentida. Jihyo se queda viéndola hasta soltar una sonrisa que sorprende a la contraria.
—¿Perdonarte, por qué? Yo no tengo nada que perdonarte, así que no me pidas disculpas —sus palabras hacen que Sunhee curva sus labios victoriosa al verla tranquila; lo último que necesita ahora es tener de enemiga a la supuesta novia de Tzuyu.
—Entonces-
—Quiero que te disculpes con Tzuyu —Jihyo vuelve a hablar callandola al instante.
Un silencio envuelve a ambas a pesar del bullicio de personas a su alrededor por el reciente partido. Sunhee ríe mientras niega con su cabeza incrédula a lo que escuchó.
—¿Qué dijiste?
—Que quiero que te disculpes con Tzuyu. Fue a ella a quien insultaste —le recuerda manteniendo sus manos dentro del abrigo que viste. Jihyo luce tan tranquila, pero por dentro lo está disfrutando. Si Sunhee se comportó como un depredador a la expecta del siguiente movimiento de su víctima, Jihyo se portó como la presa que supo actuar con astucia para lograr escapar de ella y terminar burlándose de sus intentos.
«Oh dios mío»︎. Dahyun, aún desde su posición, observa el intercambio agresivo de miradas. Definitivamente se le hace más entretenido esto que lo que fue el partido de baloncesto.
—Hablando de mi amorcito —Jihyo desvía la mirada cuando nota a Tzuyu acercándose.
Cuando la taiwanesa escucha aquel apodo meloso salir de los labios de la coreana, su cuerpo se encoge de vergüenza por lo ridículo que suena aquel sobrenombre.
Tendrá que hablar con ella después y limitarle el uso de apodos. Si la sigue llamando así para molestarla, le rebajará de lo acordado.
—¿Qué sucede? —es lo primero que dice cuando se detiene delante de Jihyo y Sunhee: mientras su "novia" luce contenta, la última parece a punto de explotar de la rabia.
Solo se fue poco más de media hora y ya se perdió de muchas cosas.
—Nada, solo le estaba pidiendo amablemente algo a Sunhee —Jihyo responde mirando a la susodicha —, ¿No es cierto?
—Sí, así es —asiente tratando de sonreír, pero sus labios forman una mueca delatando su descontento—, Y hablando de eso: Tzuyu, quiero decirte algo —continúa al girar hacía ella.
La taiwanesa ve de reojo a Jihyo pidiéndole explicaciones de lo que está sucediendo con la mirada, pero ella solo le responde con un encogimiento de hombros, como si tratara de decir que tampoco sabe lo que está pasando.
—Quiero pedirte disculpas porque malinterprete una escena y dije cosas sobre ti que sonaron ofensivas. Lo último que busco es problemas, así que espero que me perdones. No era mi intención insinuar nada malo —aquel discurso deja a Tzuyu completamente sin habla. ¿Por qué razón se disculpa? En todo el tiempo que lleva conociéndola no ha escuchado salir de su boca un "perdón", pero ahora está aquí, frente suya, viéndose arrepentida de algo que ni siquiera sabe que hizo.
—Está bien, te perdono... supongo —acepta las disculpas con tono vacilante. Tzuyu aún está confundida por la inesperada acción y más cuando Sunhee se aventura a tomar sus manos.
—Gracias, me da gusto que hayamos podido arreglar las cosas —dice. Tzuyu le gustaría saber que significan esas "cosas"—, Pero te dejo, estoy segura que quieres estar junto a tu novia —añade dando pasos hacía atrás dejándole espacio a la pareja—. Adiós Jihyo, espero que podamos coincidir otro día —Sunhee le regala una sonrisa que la coreana le regresa: las dos saben fingir muy bien —. Nos vemos, Tzuyu —acto seguido, desaparece de su vista perdiéndose entre la gente.
—¿Me puedes decir qué sucedió aquí? —Tzuyu se acerca para interrogar a Jihyo —, ¿Por qué de la nada me pidió perdón?
—Bueno, no creo que-
—¡Eso fue increíble! —Dahyun aparece interrumpiendola—, Sí que le diste su merecido al callarla de esa manera. Me da gusto que no se salió con la suya y se haya disculpado con Tzuyu —felicita dándole palmaditas en su hombro.
—Fue un placer haberlo hecho —Jihyo le responde con un choque de manos. Tzuyu observa la interacción de las dos cómplices, y dadas sus palabras y las de Sunhee, pudo hacer una deducción rápida de lo que pasó.
—Tú —habla señalando a Jihyo, quien se sobresalta por la mirada acusatoria de Tzuyu—, Ven conmigo —ni siquiera espera una respuesta, simplemente se acerca para tomarla de la muñeca y comenzar a arrastrarla fuera del lugar.
—Buena suerte —Dahyun se despide mientras eleva sus dos pulgares. Jihyo la ve desde lejos con una expresión que grita «¡¿cómo qué buena suerte?!»︎ antes de perderse entre los grupos de personas reunidas para hablar del partido—. Jihyo me agrada. Agradezco que haya defendido a Tzuyu —es lo que dice cuando siente la presencia de Sana detenerse a su lado para ver a su amiga siendo llevada a, seguramente, su perdición.
—Jihyo es muy impulsiva cuando se trata de defender a quienes conoce. No duda ni siquiera un segundo en hacerlo. Odia cuando hablan mal de las personas a sus espaldas —confiesa admirando aquella cualidad y haciendo que la sonrisa de Dahyun crezca.
—Eso es bueno —después de aquello las dos quedan en un silencio cómodo mirando el lugar por donde desaparecieron sus amigas, pero, al pasar los segundos, las dos no pueden contenerse más y rien como si el aire les hubiera contado un gran chiste—. En serio no creo olvidar el rostro de Sunhee cuando Jihyo le dijo "no permitiré que hables así de mi novia" —cita imitando la voz de la coreana—, Fue algo maravilloso de ver.
—O cuando le pidió que se disculpara —Sana menciona con entusiasmo—, Ella realmente no se lo esperó para nada — añade y Dahyun le da la razón.
Las dos continúan hablando y riendo sobre sus partes favoritas de la discusión teniendo la mirada de una persona sobre ellas.
[ 🧸 ]
—¿Me vas a explicar por qué pensaste qué era buena idea discutir con Sunhee? —Tzuyu mantiene las manos sobre su cintura y sus ojos fijos en Park Jihyo, quien está sentada en una banca de madera evitando verla. Las dos habían recorrido casi toda la universidad hasta encontrar a un lugar apartado de la aglomeración de personas y al aire libre.
—¿Sabes? Con un "gracias" bastaba —murmura sobando su muñeca por el agarre fuerte que ejerció Tzuyu en ella.
—Hablo en serio: no necesito que me defiendas —sentencia con voz seria, pero Jihyo ni se inmuta ante su tono amenazador.
—¿Entonces querías qué me quedara callada? No puedo hacer eso si están hablando mal de mi "novia" —se defiende levantándose de su lugar para tratar de igualar alturas.
—Ese es el punto. No soy tu novia, Jihyo—le recuerda—, No es necesario que lo hagas, yo puedo defenderme sola.
Jihyo se queda en silencio observando a Tzuyu después de sus palabras. Con las manos en sus costados jugando con los anillos en sus dedos, puede ver más allá de la postura segura que la taiwanesa finge; nota la forma en que tensa su mandíbula tratando de no desmoronarse y sus ojos tiemblan pidiendo que no expresen el reflejo de sus preocupaciones. Con solo mirarla, Jihyo puede decir que no es la primera vez que hablan de ella y aquello solo la hace enfurecerse, no porque Tzuyu rechace su ayuda, sino por no haberlo notado antes. Siente que algo más que "quiero escapar de las confesiones de mis compañeros" la tiene aquí.
—Estoy muy segura que puedes sola, Tzuyu, pero está bien si dejas que te protejan de vez en cuando —le dice pasando de ella sin antes dejarle una caricia en su hombro.
Tzuyu se queda en su sitio pensando en lo anteriormente dicho. Le gusta manejar por su cuenta las cosas a su alrededor que le afectan porque sabe que es la única que puede resolverlo, así que no es mucho de pedir ayuda. El hecho de abrirle la puerta para que alguien más se encargue no es algo que busca; no quiere verse vulnerable ante los ojos de alguien más porque sabe el poder que tendrán sobre ella. ¿Qué pasa sí lo usan para lastimarla? Prefiere ahorrarse las lágrimas.
—Por cierto, mi equipo le ganó al tuyo —Jihyo se detiene después de dar unos pasos—, Eso significa que gané la apuesta —Tzuyu gruñe en bajo al escuchar el tono burlón; obviamente debe estar disfrutando el haberla vencido en su propia juego.
—Sí, lo sé. ¿Qué es lo qué quieres? —se cruza de brazos intentando ocultar la ansiedad que le produce las próximas palabras de Jihyo: no sabe que tan malvada puede llegar a ser.
—Sé que estamos aquí porque así lo decides, y tú eres la jefa, y tú mandas, etcétera, etcétera —dice haciendo un ademán con su mano—, Pero creo que tu forma de hacer las cosas no va a funcionar. Primero no quieres que te muestre afecto en público, y después no quieres que te defienda. Dime, ¿buscas qué sea tú novia o una simple conocida?
—Ve al grano. ¿Qué tiene qué ver eso con tú deseo? —Tzuyu la corta impaciente.
—Como la apuesta era que la perdedora tiene que hacer lo que la ganadora quiera, entonces este es mi pedido: a partir de ahora, las cosas se van a hacer como yo diga. De esa forma tus compañeros no tendrán ninguna duda sobre que somos pareja —explica y Tzuyu solo puede pensar en lo mala idea que es eso. Sabe perfectamente como quiere manejar todo el asunto del noviazgo y estar bajo las órdenes de Park Jihyo no es algo que la entusiasme: ya puede imaginar desde ahorita los apodos ridículos que saldrán de su boca y el contacto físico que le pedirá hacer. Definitivamente no quiere nada de eso.
—Yo-
—Tzuyu, piénsalo bien —Jihyo la interrumpe antes de que de su veredicto final—. Te dejaré unos días para que razones los pros y contras antes de que me des tú respuesta. Y no te preocupes, si al final decides que no, lo respetaré, pero eso sí, te pediré hacer otra cosa en su lugar —avisa con una sonrisa volviendo a darle la espalda para seguir su marcha—, ¡Nos vemos, Tzuyu! Todavía tengo que celebrar la victoria de mi amiga —es lo último que escucha de Park Jihyo mientras la ve irse agitando su mano.
La taiwanesa se deja caer sobre la banca pensando muy seriamente sobre la petición de Jihyo: a pesar de que no le emociona tener que estar muy pegada a su mayor, tampoco quiere saber que otra cosa puede llegar a pedirle: ¿y si es algo peor? No quiere descubrirlo; después de ver que logró hacer que Sunhee se disculpara, no duda que tiene una mente muy astuta.
Además, ¿qué tan malo puede ser qué Jihyo lleve las riendas de la relación desde ahora? Seguro hasta su mentira termina antes de lo planeado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro