—¿Ahora sí me creen? —Tzuyu pregunta mostrando, nuevamente, la pantalla de su celular. En ella se ve una de las fotos que se tomó con Jihyo en la cafetería.

—¡Aww! De verdad lucen muy bien juntas —exclama la compañera que se sienta enfrente suya. Otra vez está en medio de una pequeña bola de alumnos a su alrededor, y para su pesar, Hina y Sunhee se encuentran también.

A pesar de que ellas son las últimas personas que desea ver, disfruta de ver sus expresiones incrédulas cuando comienza a deslizar las imágenes para que puedan mirarlas todas.

Aunque Tzuyu está consciente sobre que estás fotos se tomaron ayer, ella mintió un poco y dijo que son de una salida que tuvieron hace dos semanas.

Justo cuando se detiene en una imágen, la cara de sorpresa y sonrisa enternecida de sus compañeras la sorprende. ¿Qué es lo qué vieron para tener esas expresiones en sus caras?

—Que suerte tienes, Tzuyu. Se ve que te consiente mucho —opina una mientras no deja de ver su celular.

«¿Consentirme? ¡¿A mí?! Lo único que hace es cobrarme. Aunque no puedo quejarme, yo decidí iniciar esto», se recuerda.

—Tengo envidia. Yo también quiero encontrar a alguien que me mire así —otra expresa con un pequeño puchero.

En este punto, Tzuyu no entiende nada. Ella aleja su celular de los ojos curiosos y opta por verlo ella misma encontrándose con una de las fotos que tomó Jihyo dentro de la cafetería. A pesar de haberla visto ayer, las palabras que le dieron sus compañeras ocasiona que comience a analizar mejor la imágen.

En la foto se muestra a las dos mientras Jihyo la mantiene abrazada por los hombros. Tzuyu se estaba riendo a causa, por palabras suyas, del pésimo chiste que hizo Jihyo unos minutos atrás. Pero lo que capta su atención no es eso, sino es la coreana, quien ya no estaba mirando a la cámara, sino que sus ojos, en forma de medialuna, estaban fijos en Tzuyu mientras su rostro era adornado con una pequeña sonrisa.

Esa imágen por alguna razón desconocida remueve algo dentro de Tzuyu.

—¿Y cómo es? —el inevitable ataque de Sunhee llega, pues no puede creer que la relación que le muestra es real.

Tzuyu tarda un poco en salir del desconcierto que le provocó la foto, pero afortunadamente lo logra para poder responderle.

—Ella es... —se queda un momento callada incapaz de responderle, pues Jihyo sigue siendo una desconocida, pero al recordar la amena charla que tuvieron y el rato que pasaron juntas, logra crear una respuesta—. Una persona divertida —comienza pensando todavía en los chistes que decía Jihyo para que pudiera reírse y la foto saliera decente—, Es agradable —añade cuando llega a su mente el intercambio de palabras que tuvieron y la actitud que Jihyo le mostró—, Y alguien muy amable —finaliza con una sonrisa al rememorar esa parte de la salida cuando comenzó a llover y Jihyo le compró una toalla para que pudiera secarse.

Chaeyoung, quien estaba entretenida dibujando algo para Mina, se sorprende mucho cuando termina de escuchar a Tzuyu, pues le parece increíble lo convincente que sonó su amiga.

Tanto que por un momento creyó también que está en una relación.

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—Si no supiera que todo es mentira, yo también pensaría que tienes pareja —comenta Chaeyoung en medio del almuerzo que comparte con Tzuyu.

La taiwanesa deja de comer para ver con confusión a su amiga al no entender la razón de su comentario.

—Lo que les dijiste a nuestras compañeras sobre tú y... ya sabes. Se escuchó muy real.

—Oh. ¿En serio? —el tono indiferente que usa Tzuyu no sorprende para nada a Chaeyoung, y debido a eso, decide dejar ese tema a un lado.

—Por cierto, ¿cómo te fue con ella en su "cita"? No nos contaste cómo terminó.

—Me sorprendió que todo haya salido bien. Tú ya lo viste en las fotos, el objetivo se cumplió —responde la taiwanesa centrada en seguir degustando su platillo. Tenía mucha hambre y con lo desgastante que es fingir delante de los demás sobre que tiene novia, la cansa demasiado.

Chaeyoung asiente sin querer indagar más. No sabe si es su percepción, pero Tzuyu actúa raro cuando hablan sobre ese tema. Aunque, ¿qué otra cosa puede esperar? «Está situación es extraña. Seguro no se siente cómodo al hablar de ello», deduce.

Las dos siguen comiendo mientras esperan que Mina y Dahyun se unan a ellas en el comedor. Pasado unos minutos, las dos por fin aparecen con sus almuerzos en mano.

—Pi-pi. Haz campo —Dahyun le da suaves golpes a Tzuyu en su hombro para que se haga a un lado en la banca y darle un lugar.

—Oye, se más amable —se queja sacándole la lengua y Dahyun solo la ve incrédula por el gesto tan infantil que hizo.

—¡Minari, te extrañé! —Chaeyoung chilla mientras alza sus brazos en dirección a la japonesa que va llegando. Esta acepta gustosa el abrazo cuando se situa a su lado.

Debido a que Mina y Dahyun están en un grado mayor al de Chaeyoung y Tzuyu, es común que la coreana menor se pase las clases contando con ansias los segundos antes de volver a ver a su novia.

—Yo también te extrañé mucho, eh —bromea Dahyun ante la falta de atención para ella.

—¡Las extrañé a las dos! —se corrige ante el reclamo de su amiga.

—¡No intentes arreglarlo, Son Chaeyoung! —niega Dahyun fingiendo indignación. Su actitud dramática le provoca risas a Tzuyu y  Mina.

Las cuatro continúan su comida entre comentarios sobre sus clases y trabajos pendientes. Ellas están tan sumidas en su conversación que no notan cuando alguien llega a su mesa para interrumpir su charla.

—¡Hola, chicas! —las cuatro se quedan calladas ante la inesperada visita. Mina y Dahyun no tienen idea de quien es, sin embargo, las dos restantes sí.

Todas le regresan un simple "hola" por cortesía, excepto Tzuyu, quien es la única que la llama por su nombre.

—Hola, Eunji —le saluda con una pequeña sonrisa. La menor sabe disimular muy bien su sorpresa al ver la presencia de su compañera de clase, pues le intriga mucho saber lo que busca.

—Vine a preguntarte si estás libre después de clase. Nuestros compañeros están planeado ir a comer a un restaurante que se está haciendo famoso últimamente y realmente queremos que nos acompañes. Obviamente, tus amigas también están invitadas —añade viendo a las demás presentes.

Tzuyu se remueve algo indecisa. Ella no sabe si de verdad quiere ir o no a esa reunión. No es que no le agrade sus compañeros de clase (a excepción de unos), pero si puede evitarlos, es mucho mejor para ella.

Tzuyu siempre ha negado cualquier invitación que le han propuesto poniendo de excusa que tiene que "estudiar" y todo por el simple hecho de que no disfruta de ellas. Comúnmente, a las que iba, siempre terminaba siendo excluida de las conversaciones ya que no compartían los mismos gustos o pensamientos. Nunca logró sentirse conectada con la gente que salía y eso la llegaba a aburrir mucho. Hubo momentos dónde opto por fingir ser uno más de ellos, pero eso ni siquiera funcionó para lograr sentirse cómoda y decidió mejor alejarse de todos.

Eso era así hasta que un día Chaeyoung pasó por un lado suyo y la encontró jugando un juego otome. La coreana no pudo evitarlo y terminó por hablarle a Tzuyu sobre la novela interactiva, pues no había visto a nadie más en su clase que lo jugara, así que encontrar a alguien con su mismo gusto realmente la emocionó.

Aunque fue corto el tiempo que Tzuyu pensó en lo extraño y tonto que había sido la forma en la que se conocieron, nunca pasó por su mente que eso lo hacía menos especial, al contrario, se siente feliz de que, gracias a eso, se dió la oportunidad de conocer más a Chaeyoung ya que por fin sintió una conexión con alguien. Y sumando que la coreana ya tenía una relación con Mina en ese entonces y Dahyun ya era amiga de las dos, no tardó en encontrar por fin su lugar y por primera vez dejó de fingir para tratar de encajar en un grupo.

—Entonces, ¿qué opinas? —Eunji la llama sacándola de sus pensamientos. Tzuyu se percata que todavía sigue esperando su respuesta.

La taiwanesa le da un rápido vistazo a sus amigas y éstas parecen tranquilas, pues saben perfectamente lo que va a responder.

—Uhm... claro, ¿por qué no? —aquello, sin ninguna duda, toma por sorpresa a Mina, Chaeyoung y Dahyun, tanto que esta última se atraganta con su refresco debido a la respuesta inesperada, pues pensaron en todo momento que Tzuyu rechazaría aquel acercamiento.

—¡Genial! Entonces nos vemos después de clase, ¿de acuerdo? —la menor asiente con una sonrisa. Eunji se despide para dar media vuelta y marcharse, pero al dar unos cuantos pasos, ella se regresa con rapidez, luciendo como si hubiera olvidado algo importante—. Por cierto, los chicos... —señala con su cabeza al lugar que está a unas mesas lejos y donde se encuentran compañeros saludandolas—. Dijeron que sería genial si tu novia puede acompañarnos, después de que nos hablarás más sobre ella nos dió curiosidad por conocerla —añade.

Y la sonrisa de Tzuyu desaparece. «Sabía que había algo detrás de esta salida». Es lo primero que piensa tratando de ocultar su incómodidad.

—¿Crees qué pueda venir?

—No lo sé. Ha estado muy ocupada últimamente debido a su universidad, pero le preguntaré —sonríe de manera forzada y Eunji asiente satisfecha antes de abandonar su mesa.

—Tan torpe. Demasiado tonta. Muy ingenua —Dahyun comienza a regañarla una vez que su compañera está lo suficientemente lejos como para no escucharla.

—¡Yah! —Tzuyu chilla enterrando su rostro entre sus brazos—. Debí sospecharlo... —susurra sintiéndose estúpida.

—¿Qué harás? —Chaeyoung le habla mientras le da suaves masajes en su cabello.

—No decirle, obviamente.

—¿No la invitarás? —está vez habla Mina con algo de sorpresa en su voz. Tzuyu niega con su cabeza aún entre sus extremidades.

—No, ¿por qué lo haría? —pregunta una vez que saca su rostro de su escondite. El silencio que forman sus amigas es una respuesta clara y eso la hace suspirar—. Solo les diré que no pudo asistir porque está ocupada en proyectos o algo por el estilo. Después de todo, ellos no tendrán la manera de desmentirlo —responde tratando de estar segura. Realmente no quiero volver a ver a Park Jihyo, no por ahora y menos para fingir delante de sus compañeros ya que eso sería más difícil que tomarse unas simples fotos—. Por cierto, ustedes me acompañarán, ¿verdad?

—Tzuyu, sabes que somos tus amigas y que iríamos sin dudar, pero esta vez no podemos —Mina dice con una mueca de pena mientras toma la mano de su novia.

—Desde hace un mes estamos planeado salir a comer junto a mi madre y justo hoy es nuestra oportunidad después de días estando ocupadas. Ya sabes como es mi mamá, esa mujer realmente desea ver a Mina las veces que se pueda, así que está emocionada por hoy —explica Chaeyoung riendo un poco en el proceso al recordar brevemente como su madre le encanta pasar el tiempo con ellas y más porque le pide consejos de como tejer a Mina.

—Oh, está bien, lo entiendo. No se preocupen por eso —Tzuyu habla con rapidez al no querer que se sientan mal por algo sin importancia—. ¿Y tú Dahyun?

—Por mi no hay problema, no tenga nada que hacer después de clases —aquella respuesta instala alivio en el cuerpo de la taiwanesa, pues se siente mejor al saber que no estará sola.

Sabe que esta situación resultó por su causa, pero pensó por un momento al analizar la invitación que debe cambiar la percepción que tienen los demás sobre ella, porque, muy dentro de sus pensamientos, realmente quiere agradarles a todos y algo en ella dice que el primer paso para ello es aceptando esta salida.

Sabe que la única forma para que todos la quieran, es dejar de desear eso, en cambio, debe esforzarse para ser ella quien quiera a los demás. Así, probablemente, se vuelva mucho más fácil fingir.

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—¡Jihyo, por favor, perdóname! —lloriquea Sana mientras se cuelga del brazo de la susodicha. Esta simplemente no la ve y sigue su camino recto, pues sabe que ignorarla es suficiente para que Sana se sienta más frustrada.

—¿Por qué tanto ruido? —Momo se queja cuando las encuentra en medio de su caminata para salir de la universidad.

—¡Jihyo lleva sin hablarme todo el día! —la japonesa menor no puede evitar hacer un puchero aún sin despegarse de su contraria.

Momo frunce el ceño ya que encuentra extraña esa actitud para nada habitual de Jihyo hacía Sana, así que rápidamente ve a la coreana en busca de explicaciones.

—¡Me dejó plantada ayer en medio de la lluvia! —pronuncia inflando un poco sus cachetes en el acto.

—¡Ya te pedí perdón por eso! Mi abuela quería que la acompañara a comprar cosas para la cena y no pude negarme —Sana se defiende cruzándose de brazos.

—Te entiendo perfectamente, pero no estaría enojada si me hubieras avisado desde un principio y no hasta que llegaste a tu casa después de acompañar a tu abuela. ¡Estuve más de una hora esperándote! —Jihyo le reclama mientras toma entre sus dedos las mejillas de Sana y comienza a pellizcarlas.

—¡Perdón. Solo cuando llegué a casa recordé que tenía que ir por ti! —exclama de nuevo con arrepentimiento.

Momo suspira entre una pequeña risa por lo ruidosas que pueden llegar a ser sus amigas a causa de una situación así.

—Como compensación te invito a comer, ¿sí? —la oferta hace que Jihyo suelte sus mejillas.

—¿Tú pagas? —pregunta para confirmar. Sana asiente rápidamente haciendo que Jihyo sonría por la idea increíble que se le ocurrió a su amiga—. ¡Vamos, Momo, Sana nos invita a comer! —al escuchar eso el rostro de la japonesa menor se palidece pensando si tendrá el dinero suficiente para satisfacer a sus dos amigas.

—No te preocupes Sana, no iré —Momo responde risueña al percatarse de su rostro—. Ya le había prometido a Hana que la acompañaría a unas clases de baile de hoy, así que no le puedo fallar. Lo siento, será para la próxima.

—Está bien, Momoring, otro día nos acompañarás —Sana se lo promete.

—Por cierto, ¿dónde están Jeongyeon y Nayeon? —Jihyo pregunta al notar la ausencia de sus dos amigas.

—Se adelantaron. Creo que salieron a una cita, o algo así entendí cuando Nayeon arrastró a Jeongie fuera del salón a toda prisa mientras decía que no permitiría que las interrumpieramos —contesta Momo con una mueca pensativa.

—¿Tan molestas somos cuándo aquellas dos salen a una cita y nos unimos a ellas? —Sana dice con ingenuidad.

—Lo somos desde el momento que pensamos en meternos entre sus citas —aclara Jihyo haciendo que sus amigas le den la razón.

Momo se despide de Sana y Jihyo cuando Hana llega por ella. Las dos restantes toman una dirección contrario mientras caminan con sus brazos entrelazados.

—¿A dónde me llevarás? —pregunta la coreana a Sana que parece un poco emocionada.

—Pensé en un restaurante que me recomendaron hace unos días. Nunca he ido así que viviremos la experiencia de comer por primera vez ahí juntas —responde. Jihyo asiente contagiandose de la energía de Sana.

—Suena divertido.

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—¿Jihyo?

Fue por inercia. Realmente no quería decirlo en voz alta, pero así sucedió. No pudo evitarlo, su boca reaccionó sola cuando vió entrar a aquella figura conocida acompañada de alguien más.

Justo cuando articula aquel nombre, sus compañeros de clase, y Dahyun, voltean hacía la dirección que está viendo Tzuyu, encontrándose con lo que tanto quiso evitar la taiwanesa.

«¿Por qué debo tener tan mala suerte?». Piensa Tzuyu mientras se encoge en su lugar cuando todos sus acompañantes en la mesa alargada se dan cuenta de la presencia de su "novia". Y peor aún, sabe lo que pasa por la mente de ellos cuando ve a Jihyo compartiendo su brazo con alguien más haciendo que la situación se pueda malinterpretar.

Sí, Tzuyu sabe muy bien lo que piensan sus compañeras: "la novia de Tzuyu entró entre risas y abrazada a una persona desconocida en un restaurante cuando se supone que no podía venir".

Ahora mismo la taiwanesa no sabe como arreglar esta situación que nunca pensó que ocurriría.