9. No puedo más Lex
15 de diciembre de 1981
Había pasado casi más de un mes desde que estábamos aquí y decidimos que seguiríamos aquí por un tiempo, ya que no teníamos mucha prisa por volver a Londres, al menos aquí era todo tranquilo, sin gente agobiándonos por lo que había ocurrido esa noche.
Estábamos todos la verdad, los hermanos y padres de James, Sirius y los niños, Remus y su familia, mi familia... El castillo era enorme y había demasiado sitio. Además, no nos vendría mal después de todo lo que habíamos vivido un poco de paz y estar juntos.
James y yo estábamos en paz o eso quería creer, aunque cada uno tenía sus tormentos. James no solía dormir por las noches, lo sabía porque en la madrugada se levantaba y salía de la habitación. Sinceramente, no lo había seguido porque suponía que necesitaba su espacio, pero decidí que ya era hora de seguirlo.
Yo estaba abrazándolo y noté como intentaba moverme con cuidado para que de esa forma pudiera salir, lo escuche saliendo de la habitación y rápidamente agarre la Capa de Invisibilidad para salir con cuidado de la habitación.
Él caminaba por el pasillo y yo tenía la capa encima para que no notara mi presencia, no sabía a donde demonios iba, pero se metió por otro pasillo y fue hacia el balcón. Confundida me quedé un poco más alejada, viéndolo.
—Amor, ya sé que estás ahí... Te conozco demasiado bien —dijo él sin mirarme.
Solté un pequeño suspiro y me quité la capa para dejarla en una de las sillas y acercarme a él. Me puse a su lado y lo miré.
—Perdón si te desperté Solecito —susurró él agarrándome de la mano mientras seguía viendo el cielo.
—No lo hiciste, simplemente me preocupa que no duermas, además ya sabes que tengo el sueño ligero —él asintió soltando un pequeño suspiro.
—No sé por qué no puedo dormir, estaba convencido de que una vez que pusimos fin a todo, podría dormir tranquilo, pero no... No dejo de soñar con esa noche, no dejo de soñar con que todos los que me importan están muertos... Una vez que cierro los ojos, mi cabeza te reproduce a ti tendida en el suelo, sin vida Lex... ¿Qué hubiera pasado si no hubieras vuelto a la vida? No puedo imaginarme un mundo sin ti Lex... —susurró con lágrimas en los ojos— Pensé que todo lo estaba superando, pero por culpa de esta guerra hemos perdido tanto y casi te pierdo a ti. Tengo miedo de que en algún futuro vuelve Riddle y estaba vez si acabe contigo o con Harry. Agnes sigue por ahí, planeando algo seguro que te ponga en peligro y yo ya no sé que más hacer. Lex, ¿y si te estropeé la vida? Fuimos padres demasiado jóvenes y ni te pregunte si querías serlo, te pedí matrimonio sin pararme a pensar en si de verdad querías casarte conmigo o disfrutar de tu vida... Hice tantas cosas mal, que ni sé por qué tengo tantas cosas buenas. Te rompí muchas veces y aun así volviste a mí, joder. ¿Lex que fue el bien que hice para merecer todo esto? No me merezco nada bueno Lex... —rompió en llanto.
Mi corazón se rompió al verlo de esta manera.
—Lex, no quiero seguir así, no quiero estar mal, porque sé que si lo estoy puede afectar a los niños y te puede afectar a ti... Tú te mereces lo mejor del mundo y siento que yo no estoy ayudando a eso —susurró arrodillándose mientras veía sus manos.
Yo me arrodillé para quedar a su altura.
—No puedo más Lex, lo siento... Lo siento por haberte fallado —susurró—. Te lo juro que lo estoy intentando, te juro que estoy dando todo de mí por vosotros, pero siento que ya no puedo más Lex... Me estoy rindiendo —no sabía que decirle, y me sentía tan horrible por no haberme dado cuenta antes de todo.
Lo estaba perdiendo.
Y no quería perderlo, no quería perder al amor de mi vida, al chico que estuvo para mí en todo momento, el chico que sin importar nada se quedó a mi lado a pesar de todo.
Lo estaba perdiendo.
—Lex... Quítame este dolor, no quiero seguir así —dejé que las lágrimas se deslizaran por mi mejilla, sintiendo que mi corazón se estaba rompiendo.
—No me dejes —susurré con la voz rota, él levantó la mirada para verme. Tenía los ojos rojos y seguía llorando, logrando que se rompiera aún más mi corazón—. Sé que es egoísta, pedírtelo James, pero no me dejes... Yo sé que ahora crees que todo está perdido, pero no es así, hemos ganado amor —hice una pausa, para poder seguir porque sentía que en nada me quedaría sin voz—. Hemos pasado por tanto, has pasado por tanto, y has sacrificado tanto para verme feliz, que me siento horrible por haberte hecho pasar por todo —aparté la mirada para ver mis manos—. James, te mereces lo mejor del mundo, has tenido que soportar tanto, que no sabes lo orgullosa que estoy de ti —lo miré un momento—. Y me duele, me rompe el alma el saber todo lo que estás sufriendo, me duele que te lo hayas tenido que guardar tanto tiempo, porque no quiero perderte por nada del mundo. Siempre has sido mi razón para quedarme James, por muchas veces que quisiera rendirme, no podía por ti... Tú me dabas y me sigues dando mucha fuerza, porque sé que contigo a mi lado soy capaz de hacer cualquier cosa... Pero por favor no me dejes, no podría soportarlo, no puedo perderte —susurré—. Tal vez no me merezca nada bueno James por todos mis errores, pero a pesar de eso tú no me has dejado, has estado ahí cuando casi todo el mundo me dio la espalda, confiaste en mí y me arreglaste cuando no debías hacerlo. No sabes lo importante que eres para mí James, pensé que lo sabías, pero no te lo dije lo suficiente.
Me quedé callada por un momento para tranquilizarme un poco, me estaba doliendo.
Recordé a James cuando éramos unos niños, el primer día que nos conocimos, como me había chocado con él... Como de alguna manera me había robado mi primer beso, y solo ahí pude entender que extrañaba esos tiempos.
Ese era el James que quería ver, ese chico risueño sin ningún problema que le atormentara.
—Tal vez no te sirva, pero voy a ser honesta contigo amor... ¿Recuerdas cuando nos conocimos? —él asintió mientras dejaba caer las lágrimas— Yo lo recuerdo como si fuera ayer, recuerdo a un niño de pelo azabache desordenado con gafas que ahora me doy cuenta de que llegó para poner mi mundo patas arriba, porque lo hiciste amor. Llevamos juntos desde que tengo cuatro, bueno cinco, qué más da —solté una pequeña risa—. Lo importante es que desde que entraste a mi vida, me hiciste sentir que siempre podría con todo, a pesar de que muchas veces creí todo lo contrario. No quiero perderte, porque no sabría como vivir en un mundo sin ti James, yo me veo capaz de hacerlo porque eres lo más importante que tengo... No podría sin ti, nadie podría vivir en un mundo sin ti, hiciste tanto por todos amor que haces que me sienta demasiado orgullosa de lo que te has convertido, en verdad siempre voy a estar orgullosa de ti amor. Eres la persona más fuerte que conozco y sé que es difícil, pero yo sé que puedes con todo, no estás solo, no voy a dejarte solo.
—Lex...
—No puedo perderte James, me niego a perderte —susurré.
James me agarró delicadamente de las mejillas para verlo.
Estaba rota y me sentía culpable por no haber podido salvarlo de todo eso, él se merecía lo mejor del mundo.
—No voy a dejarte amor, no voy a dejaros... Voy a seguir por los niños y por ti —susurró—. Lo siento amor por hacerte llorar, siento haberte preocupado... No quiero que tengas más problemas, ya tienes suficientes como para preocuparte por mí —hizo una pausa—. Dices que te salvé amor, pero tú me salvaste siempre... Con solo verte ya era el hombre más afortunado del mundo, y cuando supe que sentías lo mismo que yo, fui rápidamente a escribirle a mi madre, porque no sabes la felicidad que sentía. No sabes lo feliz que me haces Lex, te lo dije una vez y te lo diré todas las veces que hagan falta... Tú eres la única que puede entrar a mi corazón y la única que puede tener el privilegio de rompérmelo y aun así yo estaría feliz porque sé que tú serías la única en arreglarlo.
—James... —rompí en llanto mientras él me abrazaba fuerte.
Un abrazo que, aunque pareciera poco, era algo que los dos necesitábamos. Unos minutos nos separamos un poco para vernos.
—Te amé.
—Te amo.
—Te amaré —susurré con lágrimas en los ojos.
—Por siempre —susurró él juntando nuestras frentes, mientras los dos teníamos una pequeña sonrisa en el rostro—. Siempre seremos Lex y James contra el mundo.
—Siempre —susurré juntando mis labios con los suyos, en un dulce beso.
Sabía que sería un trabajo difícil, pero no imposible.
Sabía perfectamente que saldríamos de esta, siempre lo habíamos hecho.
Juntos podríamos salir adelante.
NOTA DE LA AUTORA
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Espero que os haya gustado.
Os amo demasiado y gracias por todo el apoyo. Ya sabéis que podéis seguirme en tiktok para ver todos los edits de mis historias. La cuenta es historias.wattpad_ también hay un Hashtag por si queréis hacer edits de la historia, yo encantada de verlos #destinywattpad ❤
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