EPÍLOGO
A Soo Bin le tomó un par de días volver a sentirse igual de enérgico que antes, y cuando se sintió completamente capaz, acompaño a Yeon Jun a la universidad, a buscar su nota de su último exámen, que por supuesto, estaba más que aprobado.
Soo Bin lo felicitó con saltitos de emoción y un abrazo muy fuerte.
— Estoy muy orgulloso de ti, Yeon— dijo, tomando sus mejillas, y dándole un rápido beso sin importarle las miradas de los demás.
Yeon Jun no pudo evitar notarlas y se sintió un poco mal al respecto, principalmente porque no estaba haciendo nada malo como para que los mirarán así.
— Ignóralos— dijo Soo Bin, y tomó su mano con seguridad, caminando con la frente en alto—. Vamos por helado para celebrar, yo invito.
— No me gusta el-
— Puedes comer un poco de vez en cuando, Yeon— respondió Soo Bin con una sonrisa.
Yeon Jun sólo asintió y se mantuvo tranquilo, tomando la mano de su Omega, concentrado en su olor a fresas y flores, y a miel.
Se sentaron muy juntos en la heladería, Yeon Jun no quería dejar de sentir su aroma porque estaba muy incómodo por las miradas de los extraños sobre él, se sentía muy agobiando, siempre había sido muy sensible a las opiniones ajenas.
— Yeon Jun, recuerda que somos tú y yo en esto, nadie más, no importa cuánto miren, no importa cuánto susurren, eso no va a cambiar nada de lo que siento por ti, no va a modificar nada de nosotros— le dijo Soo Bin, por lo bajo, cerca de su oído—. Hemos pasado por mucho para que un montón de desconocidos nos molesten ahora— dejó un beso en su mejilla—. Pareces un gatito asustado.
Yeon Jun sonrió algo incómodo, sus mejillas estaban muy rojas, asintió levemente.
— Puede que si este asustado— dijo—. Pero sé que es estúpido.
— Lo es.
— Vamos— tomó su mano con seguridad—, termina el helado y vamos a casa.
Al regresar encontraron a Beom Gyu esperándolos en la entrada de la casa.
— ¿Tuvieron su primera cita? — preguntó.
— Algo así— dijo Soo Bin—, ¿Venías para autoinvitarte a comer?
— Algo así— respondió—. Tae Hyun me llamó diciendo que tenía un mal presentimiento de ustedes y que los acompañara, así que aquí estoy— abrió sus brazos con una sonrisa—. ¿Pasó algo?
Ambos negaron.
— El paseo fue algo incómodo, pero... Estamos bien— dijo Soo Bin, abriendo la puerta de la casa, dejó sus abrigos a un lado para ir a la cocina, Yeon Jun hizo lo mismo y preguntó en qué podía ayudarlo.
Beom Gyu los miró a ambos, preparando el almuerzo entre risas y miradas enamoradas, y se sintió algo mal al verlos, inevitablemente sólo, sentado en la mesa del comedor sintiéndose "de más".
Recientemente Tae Hyun le había llamado para decir que le habían dado más trabajo y que no podía viajar a verlo, se disculpó por ilusionarlo y le dijo que lo amaba, pero por más que Beom Gyu no podía culparlo y no se había enojado con él, si se había puesto muy triste.
Al ver la fecha del día solo pudo pensar en que su Alfa estaría aterrizando en ese momento para estar a su lado, pero quizás estaba detrás de una computadora haciendo trabajo de más para la estúpida empresa en la que trabajaba.
Abrió la conversación que tenía con su novio y escribió rápidamente "Soo Bin y Yeon Jun están muy bien", vio que el mensaje no llegó y suspiró.
Se quedó usando su celular para no sentirse mal y despechado, hasta que tocaron la puerta, Beom Gyu se ofreció a ir sin más, esperaba que fueran los padres de Soo Bin (que recientemente le habían hablado para preguntar su salud), pero al abrir la puerta no se encontró con quién esperaba.
— Sorpresa, bebé— dijo Tae Hyun, abriendo sus brazos hacie él.
Soo Bin codeó a Yeon Jun al escuchar la voz de Tae Hyun, y al voltear vieron a Beom Gyu saltar hacia él y se escuchó un fuerte golpe, dejaron la comida para ver al pelirrojo en el suelo y quejándose mientras el castaño lo abrazaba y escondía el rostro en su cuello.
— Beom Gyu... Creo que me rompiste algún hueso desconocido... del trasero— murmuró él pelirrojo con dolor.
— Estás aquí, estás... — murmuró él castaño, su rostro se escondía en su cuello y su nariz se frotaba contra su piel—. Estás aquí.... — comenzó a llorar más fuerte, sus hombros temblaron y se abrazó a él, repitiendo una y otra vez que finalmente estaba allí con él, y que lo amaba muchísimo.
— Sí, estoy— dijo Tae Hyun, devolviendo el abrazo—, y también te amo, bebé— quiso ser fuerte pero terminó llorando también, y Yeon Jun se sintió raro por querer llorar con ellos, llevo una mano al pecho extrañado, aunque al voltear vio que era Soo Bin quien estaba llorando y estaba sintiendo sus emociones.
— Oh, Omega llorón— dijo el pelinegro con ternura, antes de ir hacia él y abrazarlo, dejando que llorara en su pecho.
Pasaron un lindo almuerzo los cuatro, Tae Hyun intentó mantener una conversación acerca del viaje, de su trabajo, y de la sorpresa que se le había ocurrido muy tarde.
— Le dije que lo había cancelado a último momento y creí que no se lo creería.
— No sería la primera vez que me cancelas— dijo Beom Gyu, sentado a su lado y tomando su mano.
— Tienes razón— dijo Tae Hyun—. Pero aquí estoy y con buenas noticias, bebé— el alfa pelirrojo acarició su cabello en pequeños mimos—. Renuncié, me quedaré aquí contigo.
Los ojos de Beom Gyu se abrieron ampliamente.
— ¿En serio? — Tae Hyun asintió, sonriendo.
— Si voy a pasar años de esta vida lejos de mí predestinado, entonces el que haya reencarnando de nuevo es en vano, no quiero perder una vida sin ti.
Beom Gyu tuvo que limpiar unas lágrimas antes de abrazarlo.
Soo Bin le dió un leve codazo a Yeon Jun, el Omega alzó una ceja para preguntar su opinión.
— Son muy románticos— murmuró.
°°°
Las semanas pasaron, Yeon Jun y Soo Bin terminaron viviendo en la casa del Omega, juntos, de forma oficial, cuando el Beta había ido hasta su departamento y se había llevado todas sus cosas, y juntos se pusieron a acomodar las cosas.
Aunque primero tuvieron que guardar todo lo que pertenecía a Huening Kai, y por más que en un principio Soo Bin lloró un poco, antes de que Yeon Jun pudiera consolarlo, el peliazul lo hizo sólo.
— Beom Gyu dijo... Que tengo la suerte de que dos personas me aman, y que en cada vida me han amado. Algunas personas no pueden encontrar ni siquiera un amor.
>> Ni Huening Kai ni tú, ninguno de los dos es mejor que el otro, los dos son diferentes, muy diferentes... Y estoy muy agradecido de tenerlos a los dos en todas mis vidas.
Yeon Jun sólo sonrió y se acercó a él para borrar un par de lágrimas, Soo Bin sonrió con él.
— Recuerda que él no te dejó sólo, pequeño— dejó un beso en su mejilla, rodeando su vientre, que ya comenzaba a tomar forma.
Soo Bin sonrió y asintió.
— Él no nos dejó sólos— corrigió.
Luego de guardar todo lo del Alfa en grandes cajas, las dejaron apiladas en un rincón del cuarto, no había otro lugar para guardarlo.
Lo pasaron tranquilos, los dos solos, por mucho tiempo, tenían las constantes visitas de Beom Gyu y de Tae Hyun, y ambos se mostraban felices y cómodos saliendo los cuatro juntos también, solían tener citas dobles a menudo.
Quizás era porque compartían mucho, ambas parejas eran poco convencionales, ambas tenían complejos destinos y leyendas detrás, y al estar juntos podían sentir que las miradas y los comentarios de los desconocidos desaparecían.
Fue unos de los tantos días, donde estaban los cuatro, juntos en la casa del Omega, celebrando un pequeño Baby Shower por su octavo mes de embarazo que llegaron los que a Soo Bin no les gustaba ver.
Tuvo que abrir la puerta para recibir a sus padres sin una sonrisa en su rostro, y pensaba atenderlos en la puerta, decirles gracias y que estaba bien, para que se fueran, pero como siempre, Mark entró sin pedir permiso.
— Veo que estás muy bien, Soo Bin, ya recuperado... — su mirada no dejaba de ir de su rostro hacia su vientre.
Al verlo entrar, Yeon Jun fue hacia su Omega, colocándose junto a él y tomando su mano con un apretón, para declarar su apoyo.
Tanto Mark como Jackson notaron la marca en el cuello de Soo Bin, renovada, casi nueva, de un par de noches atrás.
— ¿Te uniste a un Beta? — preguntó Mark sin una pizca de sutileza.
Yeon Jun no sabía qué responder, creía que lo más apropiado era una contestación igual de confrontante, un tono duro que un Alfa usaría y defendería a su Omega, pero él era un asco para las defensas y los tonos fuertes, así que se sintió mal de no poder siquiera intentarlo, sintió de dejaba a Soo Bin desprotegido.
— Es mí predestinado— dijo Soo Bin, totalmente serio, sintiendo la presión en su pecho, perteneciente al pelinegro—. Y se llama Yeon Jun, y si, es Beta, ¿Tiene algo de malo?
— ¿Cómo va a cuidarte? ¿Cómo siquiera pudo hacer un lazo contigo? — Mark parecía indignado, por algo que no le incumbía y no le afectaba, por lo que Soo Bin pensó que era un idiota—. No entiendo pero esto no-
— Justamente, no lo entiendes, por eso no deberías decir nada al respecto— murmuró Yeon Jun, sin mirarlo a los ojos, lo había hecho sólo por Soo Bin, quién sonrió con orgullo.
Sin duda, el Omega mayor estaba sorprendido de una respuesta así.
— A ver, no veníamos aquí a pelear— Jackson hablo por primera vez en todo el rato, alzando sus manos, alejó un paso a Mark de la pareja—. Soo Bin, con quién sea que te unas, es tu decisión, si a ti te parece bien...
— Un Omega no puede unirse a un Beta, Jackson, ¿No vas a decir nada al respecto? — dijo Mark, enojado.
— No, y como yo no digo nada, tu tam-
— No me digas qué es lo que no tengo que decir— dijo—. Soo Bin, yo tuve un Omega de hijo, no un Gamma.
— ¿Gamma? — repitió el peliazul, frunciendo el ceño.
— Mark, estás provocando pelea y-
— Pues me encantan las peleas, Jackson— respondió el mayor—. Primero tu mejor amigo es un Delta— señaló a Beom Gyu, quién estaba aguantando sus ganas de golpearlo—. Y ahora te haces Gamma, ¿Tienes que copiar todo lo que ves, Soo Bin? ¿Es por ser "diferente" como ellos?
— Mark...
— ¿Si ellos se tiran de un puente tú también te tiras?
— ¿Y si yo lo tiro a usted? — murmuró Beom Gyu, y Tae Hyun tuvo que tomarlo del brazo para asegurarse de que no lo haría de verdad.
— Mark — por primera vez, Jackson había usado su voz de Alfa contra el Omega, se encogió de forma instantánea.
Y por más que fuera hacia él, Soo Bin se sintió pequeño y se escondió detrás de Yeon Jun, quién sólo se había paralizado.
— Listo, nos vamos— Jackson tomó el brazo de su Omega, saliendo de la casa, se asomó una última vez para mirar a su hijo—. Lo siento, Soo Bin, por todo... Espero que sean felices— añadió, antes de cerrar la puerta.
Para suerte de Soo Bin, esa fue la última vez que vio a sus padres, ni siquiera cuando el pequeño Huening Kai nació, les envío un par de fotos del niño, a Jackson, y el Alfa preguntó si le gustaría que lo conocieran.
Y Soo Bin lo pensó mucho, porque claro que le gustaría que su hijo conociera a sus abuelos, pero prefirió esperar un poco más, y disfrutar de su pequeño con Yeon Jun, y con los tíos Beom Gyu y Tae Hyun.
— Mira, Yeon Jun, te está mirando— dijo Soo Bin, Huening Kai tenía poco más de una semana de vida, y estaban en el hospital para darle sus vacunas.
Yeon Jun se perdió en sus brillantes ojitos marrones, muy redondos, que lo miraban con lo que parecía admiración o curiosidad.
El Beta no pudo evitar reír con ternura, miró al Omega cargar al pequeño, y de nuevo, como muchas veces había pasado al verlos a los dos juntos, sus ojos comenzaron a llorar pequeñas lágrimas.
— ¿Ustedes dos van a hacer una competencia de quién es más pequeño, verdad?
Y como si en serio hubiera entendido, el bebé soltó una risa entre balbuceos, haciendo que Yeon Jun fuera hacia él para tomarlo entre sus brazos y llenarlo de besos.
"Neul viene de "geuneul", que significa sombra.
Bich es del homónimo, y significa luz.
Y allí donde la sombra y la luz se encuentran, dónde su amor se guarda, esperando siempre a la vida para amarse en carne propia.
En la próxima vida nos reencontraremos, y sino, será en la otra, tanto Bich y tanto Neul son tercos para decir adiós, se aman demasiado como para dejar que se rindan."
Beom Gyu miró la hoja con una sonrisa.
— Sí, abu, así terminaba... No me acordaba— murmuró, guardó la hoja escrita a mano, hacia años atrás, por su abuela.
Planeaba enmarcarla y dejársela a Yeon Jun y a Soo Bin como regalo de su primer aniversario juntos, aunque llegaba tarde, había sido hacia un par de semanas.
— ¿Lo encontraste, bebé? — preguntó Tae Hyun, al verlo salir de la casa, estaba esperando en el amplio patio que tenía la casa de la familia de su pareja.
Habían vuelto a Daegu por unas vacaciones, más específicamente, la luna de miel de Soo Bin y Yeon Jun, pero no querían ir solos.
— Sip— mostró el papel—. Es un poco más larga de lo que recordaba, pero me la sabía bastante bien.
— Tu abu sí que sabía— dijo el Alfa pelirrojo.
— Ella veía el futuro, sabía que me iba a encontrar con ellos, en todas las vidas me vuelvo a encontrar, al menos con uno, al igual que siempre me encuentro contigo— sonrió de forma cuadrada.
— El destino ya lo tiene todo escrito.
— No todo, Tae Hyun, no lo olvides, siempre puedes cambiar algo si no quieres-
— O si los errores te alejan, sí, me lo has dicho.
— Es para que te acuerdes bien y no se te ocurra en ninguna vida dejar de quererme.
Tae Hyun rió y negó.
— No sería capaz, bebé— dijo, mirándolo con cariño, al girar su rostro el cuello de su remera se corrió un poco y dejó ver la marca en su cuello, apenas curada, la habían renovado esa noche
Al verla, Beom Gyu sonrió ampliamente, y su mano fue a la propia, acariciándola levemente con sus dedos, también estaba algo fresca y le dolió un poco el tacto.
— Te amo mucho, Beom Gyu.
— Yo también te amo, Tae— correspondió.
Ya con la leyenda completa, regresaron al hotel, para encontrarse con sus amigos y su sobrino.
Huening Kai era un pequeño de nueve meses, que dependia de sus padres como de sus tíos por igual, eran una manada, eran muy unidos.
Al verlos llegar, gateó hacia ellos, dejando de lado a Yeon Jun, quien estaba jugando con él y sus ladrillos de plástico, el Beta puso una expresión triste.
Beom Gyu lo alzó y lo levantó en el aire, haciéndolo reír mientras le daba vueltas imitando los sonidos de un avión.
A Yeon Jun no le gustaba que hiciera eso porque decía que le batía el cerebro dentro de su cabecita, y preferían no discutirle porque comenzaba a dar una charla de medicina.
Así que Beom Gyu paraba rápido y sin dar muchas vueltas.
— Oh, Kai, esos dientecitos te hacen ver como un lindo conejito, aunque también pareces un pingüino.
El bebé balbuceó y aplaudió, siempre que lo comparaban con un pingüino parecía alegrarse, así que creían que en serio le gustaban.
Acomodó su cabello castaño detrás de su oreja, estaba un poco largo, pero también hacia berrinche cuando se lo cortaban, así que era costumbre dejar que crezca.
Beom Gyu se dedicó a jugar con él, mientras Tae Hyun hacia la merienda para todos.
Huening Kai era como todo bebé a esa edad, tenía sus berrinches, su juguete favorito: un peluche de pingüino también, la única leche que bebía era la de banana, sus costumbres eran muy marcadas, tenía preferencia con Soo Bn al comer, preferencia con Yeon Jun al dormir, preferencia con Beom Gyu para jugar, y con Tae Hyun al ver la tele, así que solían hacer turnos para estar con él, evitaban que llorara y lo cuidaban con todo el amor del mundo.
Soo Bin decía que se parecía mucho a su Huening Kai, no en todo, no era el mismo, pero compartía muchos razgos con él.
No le dolía verlo, por el contrario, le encantaba, era el regalo que la había dejado para que le haga compañía, a él y a Yeon Jun.
A su lado, el Beta rodeó sus hombros en un abrazo tranquilo, mientras admiraba a su pequeño.
En la paz de la media tarde, pareció ser suficiente para considerarse completo.
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¿Les gustó los capitulos de hoy?
El jueves es el final de esta hermosa adaptación!! 😭 Aunque también el inicio de otra!! 🥺🥺
¿Les gustan los animales? 🤔
Espero tenga una hermosa semana, el jueves nos veremos con el último capitulo de esta adaptación y una nueva!!! ❤❤ Muchas gracias por todo su apoyo, espero les siga gustando mis proximas adaptaciones y mi historia!!! ❤❤ Muchas, muchas gracias!!! 💖💖
Nos vemos el jueves!!! L@s amo!!! ❤❤
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