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11.

Jimin había tomado su mano, entrelazando sus dedos, apoyó su mejilla en el hombro del pelinegro y se durmió entre los besos de Jungkook.

Cuando el mayor se dió cuenta de esto, se apartó, sonrió ampliamente y rió con ternura, besó la mejilla del rubio y en ese mismo segundo se dió cuenta que no era correcto.

Jimin era un paciente, especial, quizás, pero no era bueno, había perdido a su alfa hacia un día, lo había conocido apenas horas y no podía hacer eso.

Su sonrisa se borró y bajó la vista a sus manos, y no quiso romperlo, así que las dejó.

Apoyó su mejilla sobre la frente del Omega, y miró de forma perdida y alejada el cuarto, sintiéndose raro,y al consultar a su lobo, quién sólo quiso quedarse allí para siempre, no le estaba prestando atención a sus pensamientos humanos y lógicos.

— Maldito perro, dame atención.

Recibió un gruñido como respuesta y se sintió ofendido por su propio animal.

Al igual que él, su lobo estaba acurrucado contra el lobo de Jimin, y por eso tampoco me daba atención, en cambio, el Jungkook humano se estaba poniendo nervioso y muy ruborizado mientras más reaccionaba de lo que había hecho.

Escuchó la puerta golpear, alzó la vista para ver a Taehyung, la puerta estaba abierta de par en par y los nudillos del alfa aún reposaban en la madera.

— ¿Permiso?

Jungkook asintió, con un pequeño suspiro, haciendo que el Alfa entrara al cuarto.

— Yo... Venía a hablar con Jimin antes de que-

— Está durmiendo— respondió Jungkook, no quiso sonar brusco, pero quizás sí lo había dicho muy rápido—, diría que lo esperes un rato.

— Planeaba volver después— dijo Tae—, pero creo que quedo muy mal si me voy sin decirle... Yo necesito un momento también.

— Y es entendible, Taehyung— murmuró Jungkook—. Dime si te parece apropiado, puedes ir a comprar algo de comida para que tenga una buena comida este tiempo, salir a caminar y volver en un rato, Jimin no almorzó aún y no puedo dejar que se descuide, así que lo despertaré en unas dos horas, si no despierta él primero.

El Alfa asintió, miró a su amigo y acarició su rubio cabello con nostalgia.

— Los amigos tienen peleas a veces, Taehyung— murmuró el mayor—. Más cuando suceden cosas muy fuertes, pero la amistad es más fuerte que esas cosas, así que van a arreglarlo, no te preocupes.

— Sé que se puede arreglar pero al final... Se va ir igual que Yoongi.

— Es una decisión de él, Taehyung, al final, él decidirá aguantar o no... Y aún así puede que no pueda, pero no debes meterle presión, porque sólo le hará mal y-

¿Tu lo volverías a hacer?

— ¿Qué?

Taehyung lo miraba directamente a los ojos, en una mirada que podía definir como extraña, en sus ojos había un brillo distinto, y tardó unos segundos en ver que en verdad, no eran sus ojos, sino los de su lobo, de color amarillo brillante.

Ya lo salvaste antes, ¿Lo harás de nuevo, verdad?

— Tae, no sé qué de hablas, pero-

Neul, él te necesita.

— T-Taehyung— Jungkook se encogió por la voz de alfa que estaba usando, además de la cercanía, que cada vez parecía acortarse, se abrazó aún más a Jimin, y sintió a su lobo llorar en su interior, intimidado por el Alfa—. Reacciona... — murmuró, pero su voz sonó tan cargada de miedo que no pareció funcionar en lo absoluto.

Apretó la mano de Jimin sin querer, aunque el Omega se despertó por más que eso, fue por la orden de su lobo de protejer.

Apenas si se dió cuenta cuando de enderezó, separandose de Jungkook, parándose frente a su amigo y lo empujó sin dudar, sin fuerza en realidad, apenas fue un ligero golpe que lo hizo retroceder dos pasos.

— No lo molestes— dijo Jimin, en tono bastante enojado.

Taehyung pareció sorprenderse y confundirse a la vez por esa súbita reacción de parte del Omega, al parpadear sus ojos cambiaron a su color marrón normal, y se sintió terrible de no haber tomado el control antes.

Jimin tambaleó ligeramente y Jungkook ya lo sostuvo por la espalda para que pudiera apoyarse.

— Estoy bien, en serio ... Estoy bien— murmuró el rubio, asintiendo, aunque estaba confundido si quitaba esa sensación de proteger, miró a Taehyung—. ¿Querías algo?

— Venía a disculparme contigo y no sé cómo... Terminó así, y también me disculpo por eso— murmuró, mirando a Jungkook, quien asintió, pero no dejó de resguardarse detrás del Omega, quien aún estaba tenso—. Iré a comprar unas cosas y después regresaré, creo que en serio necesito despejarme, luego de eso, podré hablar mejor, lo siento en serio.

Jimin suspiró, relajándose un poco, apoyó su espalda en el pecho de Jungkook, dejándose sostener.

— Está bien, Tae, por mí está todo bien, en serio, puedes estar tranquilo.

Taehyung asintió.

— Gracias, Jiminie.

— Ven— se separó del pelinegro para abrazarlo, cosa que el Alfa correspondió—. Eres mi mejor amigo, lo sigues siendo, lo serás siempre.

Taehyung solo asintió y sin querer lloró un par de lágrimas sobre su hombro, pero se recompuso para llorar en soledad más tarde, separándose del abrazo, limpiando sus lágrimas rápidamente.

— Te compraré helado— prometió el Alfa, sacandole una sonrisa a ambos—. De tu favorito, ese chocolate con trocitos de chocolate...

Jimin asintió, encantado de que su amigo lo recordara.

— ¿Jungkook? — preguntó Taehyung— ¿Quieres algún gusto en especial?

El pelinegro negó, con una sonrisa modesta.

— No me gusta el helado, gracias.

Taehyung asintió, miró a sus pies.

— Bien... Regreso en un rato, cuídalo— dijo, mirando a Jungkook, quien asintió, claro que lo haría, era su trabajo.

Finalmente el Alfa se marchó, dejando a Jimin y a Jungkook solos, el Beta tuvo que llevarlo a la cama, el sueño aún lo había dejado algo atontado y débil, lo cubrió con las sábanas y comenzó a armar un nido para él.

— ¿Cómo te sientes, Jimin? — preguntó.

— Raro.

— ¿Qué tipo de raro? — preguntó con normalidad, acercándose a él, sentándose a su lado, sin romper el nido, su mano se posó en la frente del rubio para sentir su temperatura.

— Tuve un sueño muy... Muy raro.

— Tus mejillas están muy rojas, quizas tengas fiebre, pero no noto mucha diferencia.

— Podrían estar rojas por otra cosa, Jungkook.

— ¿Cómo por ejemplo?

— Eh... Que tuve un sueño raro, y contigo, ¿Será?

— ¿Qué tipo de sueño? — preguntó el pelinegro con interés, sonreía como tonto.

Jimin cubrió su rostro con sus manos, cargado de vergüenza, a lo que el enfermero rió, el Omega se hizo bolita en la cama, dándole la espalda.

— Aww, Jimin~, pequeño, ¿Puede ser tan malo? ¿La tenía muy chica o algo?

— ¡Jungkook! — gritó de forma aguda, haciendo que el Beta riera—. No se lo voy a contar, muerase.

— Los Omegas son un amor— murmuró Jungkook, dejó caricias en la cabellera del menor—. Estoy bromeando un poco, Jimin, estás muy serio, fue una broma tonta, lo siento si quedé como un idiota.

— Los Betas son un amor— murmuró Jimin, pero Jungkook no pudo escucharlo—. Te lo cuento después... Tengo hambre.

— ¿Quieres algo en especial?

— Ramen.

— Ramen será— dijo el mayor, levantándose de la cama—. Grita si necesitas algo, estaré en la cocina, ¿Sí?

— Mjm... — murmuró el Omega.

— Para cualquier cosa, aunque sea ir al baño, Jimin, me avisas— dijo el enfermero, hablando de forma clara.

— Creo que voy a dormir — murmuró el rubio.

— Está bien, pequeño, descansa— finalizo el mayor, para irse del cuarto.

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