— Sunghoon, dejame vivir hasta el final— pidió el Omega—. No me duermas, por favor.

—¿Estas seguro de eso, Sunoo?

— No me preguntes eso, sólo no lo hagas.

— De acuerdo, pequeño— dijo Sunghoon, apoyó el mentón en el hombro del rubio, dejando mimos en su espalda.

Permanecieron en silencio unos minutos, hasta que Sunoo se apartó ligeramente para tomar las mejillas de Sunghoon, acercar sus rostros y frotar sus narices de nuevo.

— Quizás esto puede ser nuestro beso, Sunghoon... — murmuró Sunoo.

Sunghoon se ruborizó de forma violenta y el Omega sintió el calor de sus mejillas en las palmas de sus manos.

— Y despuése dices que yo soy el lindo, Sunoo — murmuró por lo bajo—. Quédate aquí un momento y yo llamaré a Ni-ki, ¿Si, pequeño?

Sunoo asintió, se separó de él con lentitud y lo dejó ir hasta su bolso, pero sin dejar me mirarlo.

Se sentía raro porque en ese momento veía a Sunghoon del mismo modo que veía a su peluche de la infancia, aquel quien lo protegía de la oscuridad y de los monstruos, que era suave y se preocupaba por su bienestar, lo escuchaba y lo dejaba mimar.

Y tenía esa misma dependencia extraña de su infancia, pero se sentía ridículo que fuera un adulto con tal actitud y más con quién debía ser su enfermero y nada más, y se avergonzó un poco.

Sunghoon regresó y notó los ojitos de cachorro perdido del rubio, se sentó a su lado, tomó la nuca del Omega y lo acomodó sobre su hombro, Sunoo no se opuso, y se quedó a gusto mientras el Beta dejaba caricias en su cabello.

Buscó el número de Ni-ki entre sus contactos y marcó, el Alfa atendió con la voz ronca y dormida.

— ¿Sunghoon? ¿Pasó algo? ¿Y Sunoo?

— Sunoo está conmigo, tranquilo, está bien, sigue aquí— el peligris suspiró con alivio—. También vinieron sus padres y... Son una molestia para él, no puede ponerse en tensiones, sabes y no podemos echarlos, ninguno de los dos, ¿Podrías venir?

— Oh, Sunghoon r supuesto que sí... Sólo tengo que arreglarme un poco y estaré allí, recién despierto, ¿Sunoo necesita algo?

El Omega negó, escuchando la conversación.

— No, nada en especial, Kiki.

— ¿Y tú, Sunghoon? ¿Necesitas algo?

El Beta debía admitir que le daba cierto repelús cuando Ni-ki hacía ese tipo de comentarios, le hacían pensar que el chico tendría algún superpoder del inframundo.

— No, estoy muy bien— dijo, mientras Sunoo se abrazaba a su brazo con firmeza—. Gracias por preguntar.

— No hay de qué, ya estoy en camino, nos vemos.

Sunghoon cortó la llamada y se quedó viendo el nombre del Alfa en su celular un momento.

— Sunoo, perdón si ofende o algo pero, Ni-ki... Me parece un poco raro, no sé, me da lago de... ¿Cosa? No sé en verdad.

Sunoo rió un poco.

— Sí, es algo raro, es diferente. Su familia está llena de médiums según lo que me contó, brujos para los demás y chamanes si hablamos de la Antigua Era.

>> Saben de leyendas y son muy creyentes, hacen cosas raras como curar a la gente con elementos de la naturaleza como remedios caseros, bebidas, o hasta unas hierbas raras que las llevas en el cuello y debes olerlas todo el día para calmar tus males... Y bueno, si es algo raro para los demás, pero él es muy bueno y especial, y lo quiero mucho, es la mejor persona que podría haber conocido.

Sunghoon sonrió con ternura, notó que Sunoo también lo hacía.

— Él es mí mejor amigo, el mejor amigo del mundo.

— No lo dudo, Ddeonu, ¿Quieres que te deje un rato con él cuando llegue? Y veré qué hacen tus padres, huelo a que algo se está cocinando.

— Debo admitir... Qué Seokjin puede ser detestable pero su comida es muy buena— dijo el Omega—. Quizás los deje que se quedan hasta el almuerzo... Sólo por eso.

— Como tú quieras, pequeño— Sunghoon tomó su mano, dejando caricias—. Algunos padres sí son una mierda, Jimin, pero de todas maneras siguen siendo tus padres y si están aquí, es porque les importas y quieren verte, al menos un rato.

— Ellos me lastiman, y me hicieron sentirme como la mierda durante años... Y ahora sólo me van a pelear más porque no tengo un Alfa para protegerme.

Sunghoon asintió.

— Bien, sí, es un asco, pero a lo que digo es... Qué debes ser mejor que ellos, saber perdonarlos, mantener tu postura y tú respeto y si ellos quieren pasar un rato contigo, pues bien, pero si te dicen algo que te lastima, puedes decirle que no te gusta eso, si no funciona los ignoras y no le hablas o le hablas pero cortante, y si aún así te irritan te levantas y te vas, es tu casa, tus reglas, tu vida, ya no dependes de ellos, eres libre.

>> Se han pasado, Sunoo, mucho, y en eso tienes razón y siempre que se pasen, siempre que te lastimen así, estaré yo para rescatarte y traerte a este lugar seguro, ¿Te parece?

Sunoo terminó asintiendo, asumiendo con mucho cansancio mental que tendría que soportar a sus padres de nuevo.

El timbre de la puerta sonó, sabiendo que era Ni-ki, Sunghoon fue con él para decirle que se quedará con el Omega un rato, mientras ayudaba a los padres de Park a terminar de cocinar y poner la mesa.