CAPITULO 11
CAPITULO 11
FECHA: 22 DE JULIO 2020
Una habitación blanca y un televisor encendido, así iniciaba aquel recuerdo. El sonido que emitía el aparato era lo único que lograba hacer eco por el "dormitorio", pero era totalmente ignorado por el único acto de presencia del lugar. Una pequeña niña con cabello de color cuan chocolate se encontraba sentada en la orilla de su cama contemplando la nada, a parecía estar completamente sumida en sus pensamientos.
Pero fue entonces que decidió mirar sus manos detenidamente sin decir ni una palabra, una era de carne y hueso, las pocas heridas que tenía en esa parecían estar desapareciendo y junto a ella una mano de color gris hecha únicamente por metal y al ser de ese material, le era imposible mover alguna articulación.
El sonido de la puerta la hizo levantar su mirada.
-Le traje su desayuno.
Aquella mujer de apariencia mayor se encargaba de darle sus respectivas comidas al día desde que llego a ese lugar. No parecía ser una mala persona, Alexandra notaba como siempre había querido iniciar una conversación, pero la castaña se reusaba a darle alguna señal.
-Hoy el día esta precioso, señorita –su voz emitía un toque de emoción- ¿Le parece si abro su ventana? Estoy segura que le encantara.
La única ventana que había en la habitación fue abierta por la señora que tenía razón, al abrirla pudo divisar a través de ella como el sol estaba en su punto más alto y el cielo azul le daba un aura de océano. Así que, por primera vez decidió levantarse de su cama, algo que realmente odiaba ya que al caminar podía sentir el dolor e incomodidad que le daba sus "nuevas piernas". La mujer quiso ayudarla rápidamente al ver su dificultad, pero Alexandra la rechazo inmediatamente, lo que menos le gustaba era que la gente la tocara. La pared fue su único soporte que la hizo llegar hasta la ventana.
-Hermoso día ¿verdad? –sonrió la señora.
Alexandra apoyo su mano sobre el cristal, el mundo de afuera seguía siendo igual a como la última vez, pero fue entonces que una lagrima comenzó a caer por su mejilla. El mundo parecía seguir igual, todo menos ella.
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FECHA: 6 DE SEPTIEMBRE 2021
-Prueba 2230 del brazo protésico, adelante.
Alexandra veía como varios "doctores" comenzaban a colocarle nuevamente otra extremidad, la castaña fue testigo como durante los últimos tres años la parte de sus manos y brazo fue remplazada constantemente al igual que su pie y pierna.
-Muy bien pequeña –hablo la voz del hombre frente a ella- será como todas las anteriores.
La castaña divisó como esta vez su mano ya no era solamente gris, ahora mantenía algunas zonas de un extraño color blanco. Al escuchar las palabras del mayor, Alexandra sabía perfectamente lo que tenía que hacer, trato de mover aquella articulación, pasaron los segundos y no había reacción alguna. Los doctores parecían estar a punto de resignarse hasta que Alex lo intento por última vez, logrando cerrar y abrir su mano con lentitud.
-¡Bien hecho, Alexandra! –la felicitaron dándole unos minutos de aplausos.
En cambio, la pequeña castaña no había podido contener las lágrimas ya que, creía firmemente que tratar de volver hacerla "normal" era totalmente inútil, pero ahora tenía una esperanza. Con su brazo trato de ocultar su rostro, pero los sollozos seguían saliendo. Fue entonces que una pisca de esperanza nació en Alexandra.
No muy lejos de esa habitación, un hombre miraba atento a las cámaras de seguridad, veía sin perderse ningún detalle el gran avance que había tenido la castaña hace unos momentos. Soltó un suspiro para después irse de ese lugar.
-.-.-.-.-.-.-
FECHA: 24 DE DICIEMBRE 2022
Un fuerte dolor era lo único que podía describir Alexandra en esos momentos. Un ardor indescriptible recorriendo cada vena de su cuerpo junto a un terrible dolor punzante que provenía de sus nuevas prótesis, todo aquello la hacía soltar gritos de dolor.
-¡Tuvo una reacción negativa! –la voz de una mujer pudo escucharse entrar a la habitación.
-¡Hay que retirárselas ahora!
Varios doctores y enfermeras entraron corriendo a la habitación, comenzaron a colocar varias máquinas al igual que un extraño contenedor que Alexandra no pudo divisar que era. Varios cables eran conectados a ambos lados de su cabeza para después tener uno en sus brazos y para finalizar en sus piernas. Los doctores se apresuraron con el proceso de separación de prótesis, pero para la castaña cada segundo era como estar en un infierno podía sentir como su cuerpo estaba en llamadas.
-¡¿Qué fue lo que ocurrió?!
Una voz nueva llego a la habitación, la castaña hubiera querido saber de quien se tratase, pero el dolor la hacía retorcerse y cerrar sus ojos queriendo que solo parase de una vez por todas.
-La nueva tecnología de las prótesis no fueron aceptadas en su sistema nervioso –informo un doctor con voz preocupante.
Pero como si de un milagro se tratase, el dolor comenzaba a desaparecer al igual que un repentino sueño la inundó.
-Ya es la cuarta vez que su cuerpo lo rechaza y...-hizo una pausa antes de continuar, parecía indeciso- lamento tener que informarle esto, pero al ver que el sistema nervioso rechaza cualquier tecnología o mecanismo... no tiene muchas posibilidades.
No muchas posibilidades.
Aquellas palabras hicieron eco por la cabeza de Alexandra, su vista se había vuelto borrosa y el sueño la estaba envolviendo profundamente.
Quiero seguir viviendo...por favor.
Fue su último pensamiento antes de caer completamente dormida. Aquel hombre se acercó a ella al verla dormida, había crecido bastante desde la última vez que pudo tenerla así de frente, con su pulgar limpió la pequeña lagrima que había caído de la castaña.
-Si quiere mi opinión señor, yo creo que es mejor dejarla descansar y...
-No recuerdo a verte contratado para darme opiniones –dijo con voz demandante dándole la cara- se hará el plan de emergencia que estaba contemplado y es mejor que comiencen ahora.
Todo el personal se miraron preocupados por las palabras del hombre, todos sabían de lo que se trataba aquel plan y era una completa locura.
-¿Entendieron?
Todos soltaron un suspiro de resignación y asintieron.
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La mirada fija de Alexandra no se apartaba de su mano, las pequeñas líneas azules brillantes eran casi visibles, pero debido a su resplandor se hacían notar. Aquel metal de un color gris la hacía saber con exactitud que trabajaron con mucho esfuerzo y dedicación en aquella extremidad, dándole una apariencia elegante. No importaba el tiempo que se mirara, jamás lograba acostumbrarse por completo.
-Cuando volví a despertar...habían pasado tres años. Años en los que se tardaron en perfeccionar cada célula de mi cuerpo. Mi sistema. Mis sentidos... todo –hizo una pausa antes de continuar- convirtiéndome en...esto.
Con cuidado se quitó su chaqueta, dejando al descubierto ambos brazos logrando que un escalofrió recorriera su piel al sentir el viento frio. Ahora Markus podía entender la razón de usar siempre una sudadera o blusas con mangas largas, por las cicatrices. Pequeñas heridas ya cerradas se encontraban por sus brazos y hombros, se encontraban completamente cerradas, pero al ver que aún eran totalmente visibles era claro que fueron heridas profundas. Sin darse cuenta, Markus ya se encontraba rozando las cicatrices con su mano.
-Con cada respirar, cada sentir de mi corazón era un recordatorio de que había dejado de ser quien era –soltó con voz entrecortada. Al recordar todo aquello Alexandra no podía evitar de sentir una punzada en su pecho. Así que con decisión se volteó nuevamente hacia Markus- Pero ustedes, Markus. Están vivos y saben lo que quieren.
Muchas preguntas comenzaron a circular por la cabeza del androide y aunque quisiera hacérselas, sabía que no era el momento ¿Cuándo podría ser el momento adecuado? Todo lo que estaba ocurriendo ¿alguna vez acabaría? ¿Serian libres de los humanos? Alexandra noto la mirada perdida de Markus y es donde volvió a verla, una gran tempestad de emociones yacen dentro de él.
La castaña vio cómo se alejó de ella a paso lento para dirigirse a la orilla del edificio, donde la vista a varias construcciones y el cielo cubierto por las nubes podían verse en su totalidad.
Un silencio los envolvió.
-Es un bello lugar –dijo con media sonrisa- se siente... una agradable soledad.
Markus asintió, era un buen lugar para pensar las cosas con más calma y claridad. Sin más, se alejó de la orilla para sentarse en un viejo sillón que se encontraba en el lugar. Tenía tantas cosas en su mente que le causaban una extraña emoción ¿Frustración? ¿Miedo? Alexandra solamente dedico a verlo.
¿Cómo es que acabamos así? Pensó.
Las cosas habían cambiado en pocos días y ahora mismo se encontraban en medio de una posible guerra contra los humanos, pero las cosas se estaban poniendo más grandes al presenciar como más androides se volvían divergentes y buscaban con esperanzas al moreno en busca de su libertad. Alexandra sabía perfectamente que ya no era bienvenida con los humanos, eso le causaba una punzada en el pecho, pero también sabía que ahora podría ayudarlo sin ataduras que se lo impidieran. Ya no había marcha atrás.
-Te miras preocupado ¿ocurre algo?
Tenía demasiadas preguntas que, incluso le sorprendían a Markus la magnitud de ellas.
-Todos... –comenzó a decir- todos me obedecen, me siguen sin preguntar.
-¿Y eso te preocupa? –pregunto curiosa sin apartar la mirada de afuera.
-No, pero... tanto poder se siente bien... y me asusta al mismo tiempo.
Alexandra bajo la mirada por unos momentos, no podía mentir y decirle que comprendía su sentir, puesto que ambos se encontraban en el mismo pozo de dudas y confusiones con todo lo que está ocurriendo o lo que estuviera por venir. Dio unos pasos hacia atrás quedando a pocos metros cercas de Markus.
-Todos hablan de lo que han hecho y sobre las posibles consecuencias de ello –hizo una pequeña pausa- temen que una guerra se aproxime y debido a eso... la marea se está volviendo brusca, Markus.
-Si no escuchan, pelearemos.
Determinación.
Eso era lo que veía la castaña en él. Tenía que admitir que verlo de esa manera tan, humano, era sorpréndete, pero eso le hacía recordar que estaba vivo, inclusive más vivo que ella y eso le agradaba. La repentina cercanía del moreno la sorprendió un poco, noto como Markus solamente se dedicaba a verla con un extraño brillo en sus ojos. Su corazón se agito.
-Supongo que ahora te cuidare la espalda –soltó con un poco de diversión.
Markus tomó su mano para entrelazarlas.
-Sera muy peligroso, Alexandra...
Una pequeña sonrisa aprecio en su rostro.
-Y por eso...no te dejare solo–soltó sin más.
Ambos dedicaron a verse. Sabían que el mundo estaba por dar un gran cambio y no sabrían que les depara el destino al continuar con esta locura, pero había algo de lo que estaban seguros: y es que lo enfrentarían juntos como al principio.
La fría y ligera brisa helada los envolvía al igual que el completo silencio del lugar. Nada más eran ellos dos en el mundo como si en ese momento el tiempo se hubiera detenido por completo.
-Markus...
-Undía... ¿me contaras?
La repentina acaricia del moreno en su mejilla la hizo sentir extraña ¿Por qué? No pudo decir nada Por primera vez, Alexandra se había quedado sin palabras que decir para él. Por alguna razón, la castaña siempre tuvo un problema para poder entablar un lazo con los hombres: aparte de Carl. Un rechazo que ni ella misma podía explicar con claridad, pero que estaba ahí, situación diferente cuando se trataba de Markus. En lugar de rechazo e incomodidad. Sentía una gran calma y cariño. Podía...ser ella misma.
-Si salimos de esta –soltó una pequeña sonrisa- prometo contarte cada detalle. Así... que hagamos esto juntos.
Juntos.
Recordar o escuchar eso siempre le recordaba aAlexandra todo lo que tuvieron que pasar para llegar justo a este momento.Una ligera sonrisa se mostró en el rostro del moreno al sentir como la castaña aceptaba la acaricia de su mejilla que le brindaba.
—Creo que es hora de volver... —ella susurro.
Ambos se encontraban lo suficientemente cercas como para sentir la ligera respiración del otro y el como la punta de sus narices estaba a punto de ser tocadas.
—Mi sistema dice que...aún tenemos unos minutos
Markus cerró sus ojos sin dejar acariciar con suavidad la mejilla de la castaña. Solamente quería permanecer ahí, siendo únicamente ellos dos en el mundo, quería seguir sintiendo el ligero calor que desprendía Alexandra. Ella estaba aquí, con él y eso era lo único que le importaba en esos momentos.
Un año sin subir capitulo QwQ ¿Y por que? por que a esta personita no supo como terminar este capitulo y la escuela no ayudaba dandole mas tareas, pero aqui lo tienen :"3 espero les guste.
Aqui una imagen del capitulo de hoy x3
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