Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Único

Decir que odiaba la navidad era poco, él realmente detestaba aquella fecha. Las luces, los pinos, las esferas, los adornos, los regalos... Las sonrisas.

Todo, definitivamente todo, lo ponía muy mal. ¿El por qué? Realmente no tenía un por qué, simplemente así era, desde que era un adolescente, desde que tuvo consciencia de la vida y sobre todo, de los duros golpes que está podía llegar a darte.

Por ello, Kim SeokJin, se podía considerar como un perfecto Grinch, un anti navidades, un gruñón de primera cuando se trataba de la noche buena. Por ello, cuando el reloj marcaba las doce y la familia comenzaba a repartir abrazos y la frase "feliz navidad", SeokJin huía a su habitación, evitando a toda costa tener que interactuar con su familia y entonces, solo entonces, podía borrar la sonrisa falsa que pintaba sus labios, entonces, podía tirarse sobre su cama y derramar todas las lágrimas contenidas, entonces, solo entonces, SeokJin dejaba salir todo su dolor.

Porque aunque para muchos aquella fecha era de amor y felicidad, para SeokJin, era una fecha de tristeza y soledad.

Así que, justo en aquel momento, SeokJin miraba con nostalgia su celular, observando su fondo de pantalla con anhelo y tristeza.

—Vamos, hyung —la vocecita de Jimin llegó hasta sus oídos, haciéndolo apartar la mirada de su teléfono para mirar al adorable castaño con suéter verde de renos—. Yoongi hyung no lo querría ver así de decaído.

—Yoongi no está aquí para verme, así que no te preocupes tanto por él.

La carita de Jimin formó un puchero. El menor se sentó a un lado del pelirosa y lo miro por un largo momento.

—Hyung, no es que me preocupe por Yoongi hyung, me preocupo por usted, no me gusta verlo triste —puchereo una vez más—. Se que se siente triste por no tener a hyung con usted, pero en cambio estamos nosotros aquí, y su familia, al menos debería intentar alegrarse un poco.

—Jimin —hablo con seriedad el mayor, sintiendo su pecho doler por comportarse de ese modo con su menor—, yo siempre estoy triste en estas fechas, no te preocupes tanto por ello.

—Eso lo sé —respondió de inmediato el menor—. Pero este año se nota más decaído, y yo sé que es por hyung.

Jin guardó silencio por un largo momento, tragando el nudo que se formó en su garganta al pensar en su ausente novio.

—Yoon... él —suspiró—, él solo se añadió a mi nostalgia navideña.

—Hyung... —el menor alargó la "u", sacudiendo un poco el brazo del pelirosa.

—Estoy bien, Minnie —acarició los cabellos del menor, sonriendo levemente para tranquilizarlo—. No te preocupes demasiado y ve a disfrutar de la fiesta, anda —animo al muchachito.

Jimin suspiro, no muy convencido de dejar solo al mayor, viendo claramente como sus ojitos brillaban con las lágrimas contenidas y su sonrisa temblaba.

—Hyung... —intentó una última vez el menor.

—Ve, Minnie, estaré bien.

El castaño se puso de pie sin muchos ánimos y miró al mayor con ojitos de cachorro abandonado, esperando lograr alguna reacción, sin embargo, SeokJin ya se encontraba concentrado en su teléfono celular de nuevo.

Sabiendo que no lograría nada, el menor no tuvo más que darse por vencido y alejarse a donde los demás, esperando que aquel dichosos milagro navideño llegará para su amigo.

SeokJin se volvió a encerrar en su burbuja de tristeza y se mantuvo atento a su celular, esperando algún mensaje, alguna llamada, pero el aparatejo seguía sin emitir sonido alguno.

—Supongo que estás muy ocupado —le dijo al teléfono, apagándolo para evitar seguir mirando aquella foto donde tanto él como Yoongi se sonreían el uno al otro.

Guardo su celular en el bolsillo de sus pantalones y se puso de pie, caminando hasta las escaleras.

En cuanto llegó a la planta alta, miró a su alrededor hasta que encontró la puerta que llevaba al balcón, dirigiéndose hacia allá rápidamente en busca de algo de tranquilidad.

En cuanto abrió las puertas, sintió el frío aire golpear su rostro, haciéndole envolverse un poco más en su chaqueta, en busca de un poco de calor.

Con nostalgia, miró el cielo, sintiendo la tristeza apoderarse de su corazón mientras observaba la luna en lo alto del firmamento. Y pensó en él, en lo mucho que lo extrañaba, en lo mucho que deseaba escuchar su voz, en lo mucho que quería estar entre sus brazos.

Y entonces, las lágrimas comenzaron a caer, humedecido sus mejillas mientras pequeños sollozos se escapaban de sus labios.

Y entonces pensó, que la navidad era la peor fecha del año, era esa fecha en la que su corazón se entristecía, esa fecha en que todas sus tristezas, inseguridades y malos recuerdos se apoderaban de su mente y de su corazón.

Y recordó aquel momento en que su mundo adquirió color, aquel momento en que su mundo gris y doloroso había brillado, porque Yoongi le había dado a su corazón la felicidad que pensó nunca volvería a experimentar y pensó que aquella navidad sería la primera en que realmente volvería a sonreír, y que por primera vez, pasaría una navidad feliz.

Pero entonces sucedió, Yoongi encontró el empleo de sus sueños, y tuvo que abandonar la ciudad, prometiendo volver con tiempo, sin embargo, las cosas no habían salido como ambos esperaban y ahora, ambos se encontraban separados por miles de kilómetros y Yoongi seguía sin responder sus mensajes.

SeokJin suspiro y volvió a mirar hacia el cielo, observando la luna que iluminaba el cielo y recordó aquello que siempre le decían sus padres, aquellas palabras sobre pedir un deseo a la luna.

—Si miras al cielo verás la misma luna que yo veo, y si le dices tú mayor deseo, ella lo volverá realidad. ¿Era así? —escucho tras de sí, mientras unas manos cubrían sus ojos con delicadeza.

Las lágrimas escaparon de sus ojos al reconocer aquella voz y sin poder creerlo realmente llevó sus manos hasta las que cubrían sus ojos y las tomo entre las suyas, girándose con lentitud y miedo para enfrentar al chico que se encontraba tras de él.

—Entonces, ¿Era así? —preguntó Yoongi, con una sonrisa en sus labios.

SeokJin no pudo responder, simplemente se lanzó a los brazos del pelinegro, hecho un mar de lágrimas, abrazando con fuerza a Yoongi, aspirando su aroma y rogando que aquello no fuera un simple sueño.

—Estas aquí —dijo después de lo que pareció una eternidad.

—Estoy aquí —dijo el pelinegro, abrazando a SeokJin, acariciando sus cabellos e intentando calmarlo—. Ya no llores, amor, estoy aquí.

—Pe-pense que no vendrías y tú, no llamaste ni respondiste mi mensaje, ni... —Yoongi se acercó al pelirosa, besando sus labios para hacerlo callar.

—Quería sorprenderte —dijo en cuanto se apartó—. Soy tu regalo de navidad —con una sonrisa, se alejó de SeokJin y de quién sabe dónde, saco una diadema con un enorme moño rojo y la coloco sobre su cabeza—. Puedes quitarme la envoltura cuando lo desees —su voz seductora se hizo presente mientras guiñaba un ojo.

SeokJin simplemente sonrió, sintiendo sus mejillas arder ante las palabras dichas por su novio y entendiendo perfectamente que quería decir Yoongi con aquello.

—O tal vez yo sea quien te quite la envoltura a ti —se acercó a paso lento hacia SeokJin, mirándolo como un depredador a su presa y relamiéndose los labios.

El pelirosa se mantuvo en su sitio, sintiendo sus piernas temblar, pero en esta ocasión sabía que no era debido al frío, su corazón se agitó y su respiración se volvió pesada, sintiendo la excitación hacer acto de presencia en su sistema.

—Realmente no esperaba ver porno esta noche muchachos, y les agradecería si hicieran sus cosas más tarde y en un sitio más privado —la voz de NamJoon llegó a ambos chicos justo cuando Yoongi estaba por atacar los deliciosos labios de su novio, cortando por completo el momento—. Abajo los buscan, vamos a cenar y a comer un poco del pastel que trajo Tae antes de que den las doce.

—De acuerdo, ya vamos —dijo Yoongi, tomando la mano de su amado y caminando tras de NamJoon.

—No puedo creer que estés realmente aquí —murmuro SeokJin, haciendo que Yoongi detuviera su paso y se girará a mirarlo.

—Lo estoy, Jinnie. —acaricio la mejilla de SeokJin y se acercó a su rostro, dejando un pequeño beso sobre los labios ajenos—. No podía estar lejos de ti en esta fecha tan especial, mi amor.

—Yo... Gracias, Yoon.

Yoongi sonrió, entendiendo el sin fin de sentimientos que estaba experimentando su pareja, así que se mantuvo en silencio, y tomo la mano del pelirosa, guiándolo hacia donde todos se encontraban.

Ya en la planta baja, todos se encontraban buscando sus asientos en la mesa, entre risas y pláticas

Y por primera vez, SeokJin se sentó a la mesa con una verdadera sonrisa en sus labios, sosteniendo la mano de su pareja bajo la mesa y escuchando las anécdotas de sus amigos y familiares a lo largo del año, incluyéndose el por primera vez en aquella plática.

Después de aquello, el sonriente Jimin había llegado hasta ellos y los había llevado consigo a la pequeña pista, haciendo a SeokJin cubrir sus mejillas ante la vergüenza de encontrarse por primera vez en aquella pista bailando.

Y así, la noche transcurrió brillante, haciendo que todas y cada una de las tristezas de SeokJin se convirtiera en risas y sonrisas, volviendo su triste corazón en uno alegre y llenandolo de buenos recuerdos en aquella fecha que solía ser triste para él.

Y de pronto, un grito resonó entre la multitud, haciendo que los labios de SeokJin se levantarán en una sonrisa.

—¡¡FELIZ NAVIDAD!!

Y entonces comenzó, la ronda de abrazos y felicitaciones, llenos de buenos deseos.

—Feliz navidad, amor —dijo Yoongi a su lado, mostrando una pequeña cajita al pelirosa—. Se que ha pasado poco tiempo de que comenzamos esta relación, pero pienso que lo que realmente importa no es el tiempo, sino lo que sentimos y yo, siento que quiero vivir mi vida a tu lado, ¿Aceptarías vivir tu vida a mi lado, Jinnie?

Los ojos de SeokJin brillaron de emoción, soltando lagrimitas mientras asentía emocionado a su ahora prometido.

—Yo, no tengo un regalo para ti, Yoon —dijo avergonzado el pelirosa, bajando la mirada.

—Tú eres mi mejor regalo, Jinnie —dicho aquello volvió a abrazar a su prometido, besándolo en los labios con total amor y adoración.

—Lamento interrumpirlos tortolitos, pero quiero mi abrazo de feliz navidad —dijo Taehyung llegando hasta donde los chicos.

⋆⸙⋆

Después de haber pasado un buen rato con sus amigos, SeokJin y Yoongi se escabulleron entre la multitud y subieron a la palabra alta, llegando hasta la habitación donde pasarían la noche.

—Ahora si puedes quitarme la envoltura —dijo Yoongi, sonriendo de lado mientras se acercaba lentamente a SeokJin—. O ¿Prefieres que yo lo haga primero?

Una vez que estuvo frente al pelirosa, lo envolvió entre sus brazos y depósito un beso sobre sus labios, tumbando con lentitud su cuerpo sobre la cama y tomando lugar a su lado.

—Gracias por venir, Yoonnie —susurro el pelirosa, girándose para mirar al pelinegro.

—Te lo dije, Jinnie, yo tenía que estar aquí contigo esta noche, yo quería estar aquí contigo esta noche. —acaricio la mejilla del mayor con delicadeza—. Solo quería formar recuerdos lindos para ti esta noche, quería que volvieras a sonreír una vez más en navidad y que a partir de ahora, en lugar de lágrimas y tristeza, haya sonrisas y felicidad para ti —murmuro el pelinegro—. No quiero volver a ver tus ojitos tristes como aquella noche que te conocí en la fiesta de navidad de Jungkook, no quiero volver a ver qué te escabullas entre la gente para esconderte en una habitación a llorar. Yo solo quiero verte feliz, quiero verte sonreír.

—Gracias Yoonnie, te amo —se acercó al rostro del pelinegro, besando sus labios.

—Yo también te amo, Jinnie.

⋆⸙⋆

Tres años después

Las luces brillaban en aquel hogar, el pinito de navidad se encontraba iluminado y decorado con esferas y muñequitos, con una enorme estrella en lo alto y una gran cantidad de regalito descansaban debajo del árbol.

En la mesa, había un sin fin de bandejas llenas de comida, y diversas decoraciones navideñas se encontraban por todo el lugar.

Cuando el timbre sonó, un fuerte grito salió desde la cocina.

—¡Están aquí!

Un pequeño niño salió corriendo de la habitación, ignorando los gritos de su padre.

—Pashe, pashe —dijo a las personas que se encontraban reunidas en la puerta.

—Una vez comienzan a caminar, nada los puede detener —dijo Jimin con una sonrisa al agitado pelinegro.

—Lo sé, es un pequeño tornadito —tomo en brazos a su pequeño, saludando al muchacho rubio y al peligris tras de él.

—Si, Minnie también es un pequeño tornado —dijo apuntando con su barbilla al pequeño niño que dormía en sus brazos.

—¿Dónde esta mi Jinnie? —dijo Jimin, buscando al pelirosa con la mirada.

—En la cocina.

Jimin se alejó hacia la cocina, mientras Yoongi llevaba a NamJoon a la sala.

Después de unos minutos, la casa comenzó a llenarse de ruido, con pequeños niños corriendo de aquí a allá, y con adultos conversando alegremente.

—¿Es hermoso, verdad? —pregunto el pequeño Jimin con una sonrisa.

—Lo es —respondio SeokJin, sonriendo igualmente—. Jamás creí que llegaría a amar tanto esta fecha, sabes.

Jimin asintió.

—Lo sé, hyung —abrazo al mayor—. En verdad le agradezco al tarado de Yoongi por haber llegado a tu vida. Él logro hacer que volvieras a sonreír, y sobre todo, volvió a hacerte disfrutar esta temporada.

—Yoongi fue como mi milagro de navidad, él de verdad que iluminó mi vida y bueno, ahora mi pequeño Soobin se unió al paquete, ese pequeño —sonrio con amor, mirando a su pequeño niño jugueteando con su padre.

—Me alegro tanto por ti hyung, al fin lograste encontrar tu felicidad.

—Definitivamente si.

Yoongi levantó su rostro desde el otro lado de la habitación, sonriendo con total amor a su ahora esposo y padre de su pequeño, poniéndose de pie con el pequeñin en brazos y caminando hacia el mayor.

—Feliz navidad, amor —abrazo a su esposo, con el pequeño Soobin en el medio, quién soltó risitas de felicidad.

—Feli navidad, Papis —dijo feliz, extendiendo sus pequeños bracitos y haciendo lo posible por al menos tocar a ambos hombres a modo de abrazo.

—Feliz navidad mis amores.






























F I N







⋆⸙⋆

FELIZ NAVIDAD MIS HERMOSURAS ❤️

Espero este pequeño OS haya sido de su agrado, se que no es la gran cosa, pero realmente quería darles un pequeño regalito de navidad.

Espero estén pasando una hermosa noche en compañía de sus seres queridos y espero que como SeokJinnie, encuentren su felicidad, porque así como nuestro nene, se que hay muchas personitas que suelen pasar tristes este día...

Pero recuerden, la vida solo es una y hay que disfrutarla al máximo, hay que vivir, hay que reír y si, tal vez haya que llorar, pero siempre, hay que volver a sonreír, porque después de la tormenta, un hermoso arcoiris pintara de colores el cielo.

Las amo con todo mi corazoncito de pollo y les mando muchos besitos cariñositos y un enorme abrazo de feliz navidad 🌲❤️

Aquí les dejo el pequeño regalito que nos dieron los chicos hoy...

✿Kim☆Palomita✿

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro