16 y 21 años

Jin agradecía que ese día lo tuviera libre, le alegraba porque eso significaba que podía pasar a buscar a su pequeño omega (ya no tan pequeño en realidad) a la escuela. Era lindo ver los ojitos brillantes de JungKook cuando iba por él, o las sonrisitas de conejito que le dedicaba. Era simplemente perfecto.

Así que ahí estaba, esperando a su Kookie pacientemente con una de las bebidas favoritas de su pequeño en la mano. Le gustaba darle sus caprichos cada vez que podía. Se le hacía difícil negarle algo.

—¿Jin hyung?

—¿Nam? Wow, amigo cuanto tiempo—decía feliz abrazando al otro alfa con fuerza—. Te habías desaparecido.

—No exageres, sólo estuve estudiando en Nueva Zelanda, aunque vine por unos días por temas familiares. Nada grave.

—¿Muy difícil el estudio allá?

NamJoon iba a contestar, cuando una tercera voz se sumó a la conversación.

—Vaya, la princesita, tiempo sin verte.

No, Jin no podía creer que tenía tanta mala suerte. Sabía que la hermana de ese alfa estudiaba ahí, pero también sabía que eran sus padres quienes pasaban por ella. No el molesto de su hermano al que había dejado atrás cuando terminó la preparatoria.

—Desaparece, idiota—intervino Nam seriamente, como siempre hacía cada vez que alguien molestaba a Jin.

—Veo que tu guardaespaldas también está aquí, princesita.

—¿Aún no has madurado que sigues molestando, estúpido?

—Ya Nam, el problema no es contigo—decía el estúpido alfa acercándose a Jin.

Pero NamJoon fue rápido y lo puso detrás de su cuerpo.

—Jin jamás te hizo nada, así que deja de molestar.

—¿Y acaso él no puede defenderse solo? Es un alfa, tendría que poder defenderse por su cuenta. Ah, no, acabo de recordar que de alfa no tienes nada, eres un debilucho afeminado.

—¡Cállate!—Nam no pudo evitarlo y terminó dándole un fuerte empujón— Jin no será como los demás esperan que sea, pero al menos es sincero consigo mismo y no se engaña para ser alguien que no es. No como tú.

—¡No intentes defender a ese intento de alfa! Todos sabemos que es un fracaso, nadie nunca podrá quererlo y terminará muriendo solo. Después de todo ¿qué omega podría amarlo si ni siquiera podría defenderlo?

Y la imagen de su pequeño llegó a su mente de manera dolorosa. Él tenía razón ¿cómo podría amarlo JungKook si ni siquiera podía protegerlo? Siempre ha sido un alfa cobarde y débil. Su lindo omega merecía algo mejor que él.

—¡Eso no es verdad!—gritó Kook acercándose a ellos corriendo.

—Oh, mira princesita, otra vez vendrá a protegerte la pulga omega. Hasta él sabe lo inútil que eres.

—¡No digas eso! ¡Hyung no es ningún inútil! ¡Él es un alfa tierno y adorable! ¡No un idiota como tú!—exclamó enojado empujando al alfa.

Este, al sentirse humillado por alguien a quien consideraba inferior, le devolvió el empujón con mayor fuerza, haciendo que Kookie cayera al suelo y gimiera adolorido por el golpe. NamJoon se acercó a ayudarlo al ver que Jin no reaccionaba y verificó que el menor estuviera bien.

—Ja, eso te pasa por...—y las palabras burlonas del alfa murieron en ese instante.

De manera sorpresiva, demostrando una faceta que ni el mismo Seok Jin conocía, tomó al otro del cuello fuertemente y lo elevó unos centímetros del suelo, dejando estupefactos a todos. La bebida que había llevado para Kook quedó olvidada en el suelo.

—Nunca más vuelvas a tocarlo, puedo soportar que te metas conmigo, pero a él—apretó un poco más el cuello— no lo tocas ¿entendiste?

Ahogadamente el alfa logró decir un débil sí. Jin lo soltó, observándolo toser tirado en el suelo mientras su hermana se acercaba a él para ayudarlo. La había visto a unos metros de ellos, pero no se había metido para no estorbar. Solo se quedó a unos metros, incómoda y avergonzada por la escena que su hermano mayor estaba haciendo.

Cuando cayó en cuenta de lo que había hecho, volteó algo avergonzado. Jamás creyó reaccionar de esa forma. De seguro ahora Kook estaría asustado y no querría acercarse a él porque no era el dulce hyung que conoció.

—Jin hyung—lo escuchó murmurar y se preparó para el momento en que el omega se alejara de él.

Pero pasó todo lo contrario. JungKook se colgó de él en un gran abrazo y le dio un beso en los labios. ¡Beso que en definitiva Jin no se esperaba! Pero ¿quién era él para rechazar tan bello y esperado gesto?

Correspondió con gusto, estrechando la cintura de su Kookie con sus brazos. No se esperó eso, aunque bueno, a veces su pequeño era alguien impredecible.

Hubieran seguido, de no ser porque alguien comenzó a aplaudir tras ellos. Voltearon al mismo tiempo, viendo a NamJoon con una sonrisa.

—Hermoso final para un cuento de hadas, el príncipe besa a su héroe después de que este la salvara de un horrible ogro. Perfecto. Pero ¿para cuándo la boda?

Kook sonrió avergonzado antes de decir:

—No lo sé, mi dulce alfa aún no me ha pedido ser su omega.

Jin lo miró sorprendido.

—Kookie, tú...

—Sí, hyung, te amo mucho, mucho. Pensé que ya lo habías notado, fui muy obvio en muchas ocasiones.

—Bueno...yo pensé que me veías como un hermano mayor.

—Ay...Jinnie hyung tonto—murmuró enamorado Kook antes de volver a besar a su alfa.

Por su parte, NamJoon fotografiaba el momento mientras se cercioraba que el alfa molesto no volviera para joder el momento.

Sería importante registrar el momento para poder pasar las fotos en la boda.