10 meses y 6 años
10 meses y 6 años
Jin no comprendía por qué su madre y la señora Jeon lo habían dejado, a su corta edad, a cargo del pequeño Kook mientras iban a hacer unas compras rápidas. Bueno, no estaba solo, pero el señor Jeon estaba ocupado en su despacho trabajando, así que prácticamente estaba solo con el bebé en su cuarto.
Parecía como un villano de cuentos mientras observaba a JungKook fijamente, pero es que quería evitar problemas. Y la única forma era tenerlo bien vigilado.
Todo estaba tranquilo, en silencio. Seok Jin estaba concentrado en la respiración acompasada del pequeño, buscando alguna señal que indique que JungKook podría despertar pronto.
Y pasó pocos minutos después. Kook comenzó a removerse molesto, haciendo pucheros y malas caras. Se desesperó, pensando qué podría hacer. Podría ir por el señor Jeon, pero eso significaba dejar a Kookie solo y era lo que no quería. No sabía cómo podría llegar a regañarlo su madre si se enteraba de que Seok Jin había dejado al pequeño bebé solo por unos segundos.
Así que pensó hasta que al ver lágrimas en los ojitos entreabiertos del bebé, decidió por tomarlo entre sus brazos (cabe destacar que con dificultad) y hablarle suavemente.
—Vamos Kookie, por favor, pequeño, ya no llores ¿sí? Aquí esta hyung, y hyung jamás te dejará solo. Por eso no debes llorar, Kookie, sigue durmiendo tranquilo que mientras esté aquí ningún monstruo te hará daño ¿entendido? Hyung es un buen alfa que cuida a su omega, así que no llores por favor.
Seok Jin no sabía lo que decía, sólo se dedicaba a decir lo primero que se le venía a la mente para evitar que el niño se escandalizara. Lo que menos quería era escuchar su llanto.
Pero Kook parecía tranquilo entre sus brazos, observándolo con sus ojitos negros bien abiertos. Parecía curioso de lo que le decía y, de lo cual, no entendía nada. Aunque a pesar de todo lo seguía oyendo atentamente.
Fue después de un tiempo en donde Jin notó que el bebé se había tranquilizado. Suspiró aliviado pensando en dejar al bebé en su cuna, más que nada porque sus bracitos ya se estaban cansando de sostener al regordete niño.
Sin embargo, en cuanto apoyó al omega en su colchoncito este comenzó a gimotear, amenazando con llorar, por lo que rápidamente volvió a tenerlo entre sus brazos. Miró a Kookie, casi pidiéndole con su mirada que se quedara en su cuna para que él pudiera descansar sus adoloridos brazos. Pero a JungKook no le importaba y todos sus intentos por dejar al niño terminaban igual que al principio.
—Por favor Kookie, ya me duelen los brazos—pidió casi suplicante el alfa.
El bebé le sonrió felizmente mientras tocaba su rostro con sus pequeñas manitos. Jin le sonrió también, olvidando el dolor que sentía al cargar a Kook para acomodarse mejor en la silla donde estaba y así seguir cargando a Kookie hasta que su madre y la señora Jeon llegaran.
Sin saber que ambas observaban la tierna escena desde la puerta.
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